Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Si a esto se le llama estar maldito, quisiera estarlo para siempre por K_FreakVIP

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

He tardado bastante en hacerlo, ya que la parte en donde hay sexo no sabía ni cómo empezarla XD Pero bueno... Espero que les guste ^^

Decir que yo estaba maldito se podría, pero que realmente fuera así… no lo creo. Nací al mismo tiempo que un chico, aunque… si pensáis que los dos somos humanos, bien equivocados estáis. Yo soy uno de los hijos de Satán, el demonio más temible entre el universo entero  y el otro, hijo del mismo dios de la bondad. Aunque nosotros fuimos condenados, ya que nacimos al mismo tiempo, en el mismo lugar y con la misma actitud, nos habían encadenado hasta el fin de nuestras vidas. Cuando éramos pequeños, nuestra cadena aún era visible, y de vez en cuando intentábamos romperla con nuestros poderes, pero los únicos heridos que luego había en la habitación éramos nosotros dos. A veces nos odiábamos, pero… ¿qué se le iba a hacer? éramos verdaderamente diferentes, pero a la vez nos completamos. Ahora, nuestra cadena es totalmente invisible, y podemos apartarnos unos metros más que antes, pero ¿Quién dijo que nosotros lo haríamos? nunca nos separamos, ni aunque alguien pida que nos separemos nosotros no lo hacemos.

Hay veces en las que la família de Jjong me parece demasiado… ¿Buena? Pero por otra parte, creo que él tiene mucho miedo de la mía. Porque hay veces que hasta me lloriquea a la hora de dormir. Y yo ¿Saben lo que hago? Lo calmo con buen sexo, aunque de vez en cuando, al día siguiente ni siquiera puedo caminar, y es gracioso, porque hace como unos cinco años que lo hacemos de esa manera.

-Kibum ¿En qué tanto piensas? -lo miré, agarrándole su miembro. Este se retorció de placer en el asiento.

-En ti y tu maldito pene que hoy por la noche me disteis tan duro que me falla la mente, en serio, no pensaba en nada.

-¿Porque no me tocas de esa manera en otro momento? Estamos en casa de mis padres -le sonreí irónicamente.

-Si no recuerdas quién soy y como soy, mejor no digas tales tonterías, cariño.

-Eres muy malo para mi salud, haces de mi un angel oscuro. En serio, Bummie, mis alas se están volviendo muy negras -lo besé.

-La única vez que recuerdo haber visto tus alas blancas fue en mis sueños y ni eso, contenían un pequeño tono gris. Creo que la única vez que tuviste alas blancas fue cuando naciste, pero cuando nacemos ni siquiera las tenemos así que, sigue soñando.

-Sabes que nos pueden echar al infierno y no podremos volver aquí y tú no podrás conseguir esa ropita tan bonita que siempre llevas ¿no? -esto me asusta.

-Cariño, es hora de que hagas algo bueno ¿no crees? Aunque yo no le puedo faltar el respeto a mi padre así que yo hago llorar a una niña y tu la calmas ¿Te parece bien?

-Mmm… eso no sería hacer trampa ¿hermanito?

-Oh mira, el pequeñito de tu hermano que no sabe qué es lo que se pierde no teniendo una cadena con alguien tan bonito como tu o yo -me tumbé en sus piernas

-No cariño, no es hacer trampa, es como si tu ahora hicieras enfadar sin querer a mamá y yo la fuera a tranquilizar.

-Pero yo nunca enfadé a mamá -reí fuerte, este niño era más inocente que alguien hambriento. Iba a decirle algunas cositas pero Jjong me lo impidió indirectamente acariciándome esa cola que tanto amaba yo -echaba de menos que me la tocaras.

-Taemin, era un ejemplo, no me seas tonto. Ve a buscar a tu novia NaEun e iros a hablar de tu verdadero amor Minho -lo miré y me asusté.

-¿Mi hermano mayor? -miré a Taemin - si este se entera lo parte en dos o en cuatro o hasta si le hace falta lo va a diseccionar

-Kibum… basta,  lo has hecho llorar

-Serás un ángel y yo un demonio, pero me preocupo por ti Taemin, y Minho odia a todo ángel, una vez casi mata a tu hermano  y no quiero que a ti te pase lo mismo, yo no podría llegar a tiempo y no te podría salvar -lo abracé -no me seas tonto. Si quieres hablo con él e intento que os llevéis mejor pero no sé si podría conseguir más.

-Serás un demonio muy malo pero no creo que lo seas para tanto, creo que Jonghyun te influyó en tu educación -reí por lo bajo, ese tiene de ángel lo que yo de virgen -muchas gracias hyungs -este se fue corriendo.

-Saca tus alas

-Para q…

-¡Que las saques! -las sacó, como suponía, las suyas no han cambiado nada. Saque las mías -¿De qué color son mis alas?

-Alguna que otra taca blanca… ¿Por qué?

-Mierda… si mi padre se entera me muero. ¿Podemos ir a la tierra de los humanos? -asintió -tengo que maltratar a alguien o estoy perdido y no podremos ir a casa de tu mamá. Y tampoco me darán dinero.

-Eh… asi a lo mejor puedo blanquear un poco mis alas -lo agarré y salí volando de la casa por un agujero que antes había hecho, mejor ni se pregunten del por qué.

En algunos momentos de nuestro vuelo no dábamos alguno que otro beso, aunque eso de tocarnos lo hacíamos a cada momento, bueno… tocarlo, porque él no podía hacer eso delante de “las cámaras de las rutas angélicas”. Hubiera sido mejor ir por el camino infernal, hasta podríamos echar un buen polvo antes de llegar a tierra.

-Jonggie, hace mucho que no te lo digo, pero te amo más que a nadie en el mundo -este rió, aunque yo no le veo lo gracioso.

-Aprovechas ahora que tienes tus alas “enfermas” ¿Verdad? -asentí -Ahora que lo pienso, si yo por las veces que te digo que te amo ¿no debería de tener las alas ya blancas?

-Tus “te amo” son como un suplemento de las veces que me partes el culo. Algún día me revelo y te follo como todo demonio malvado sabe follar. Quisiera que mis alas se volvieran negras de una vez por todas.

-Haz llorar a tu padre, verás como las consigues tener negras -reí, tenía razón. Llegamos a la tierra -vale, no haremos nada de trampas, bueno “nada” -mostré las comillas con los dedos -yo caminaré y haré llorar a hombres muy fuertes psicológicamente, así esto se me irá más rápido, y tu los irás calmando ¿Vale? Luego me meteré con alguna pandilla de por allá y me compraré drogas y luego me pegaré con ellos. Tú en ese momento intentarás que cambie de idea ¿ok?

-De acuerdo… eres tan buen planeador que hoy por la noche tendrás regalito -me besó agarrándome las nalgas -al fin puedo toquetearte sin que haya nadie controlandome, además de eso, mientras caminemos un poco apartados tendrás que pararte cuando te avise mentalmente -olvidamos que teníamos nuestras alas y caminamos como si nada por las calles, después de eso, todos se nos quedaron mirando -tengo el presentimiento de que todos nos miran.

-Bobo, tenemos las alas y yo la cola fuera… Ayudame, dales una luz cegadora y olvidadiza para que nos los saquemos -asintió y mientras hizo eso yo escondí mis alas y mi cola y él sus alas. Bueno, bye bye -le dí un último beso de despedida y me fui moviendo mi hermoso culo dejándolo con las ganas.

Caminé tranquilamente por el lugar, sintiendo la mirada de Jonghyun posarse en mi pelo, que es el único lugar que él veía de todo mi cuerpo. Me acerqué a un hombre que tenía como unos treinta años, este era un psicólogo que no había sufrido en su vida, qué irónico ¿Cierto? Lo amenacé con que le iba a sacar su vida, porque era lo que más quería o esa información  me dió mi estúpida cabeza. Ese hombre era el típico egoísta rico, y creo que cualquiera se molestaría que lo amenazaran con quitarle la vida. Acabé por rajarle el cuello y me fuí corriendo para estirar a Jonghyun y que de alguna manera intente ayudarle sin que nadie preste mucha atención a sus angélicos poderes. Y aunque alguien lo viera pensaría que estaría loco… o no.

Mientras veía como mi ángel no caído del cielo lo salvaba y hacía olvidar a todos los humanos lo que hacía, yo me tumbé en una de las farolas que había por la calle y noté que había alguien esperándome, esa mirada no era nada humana. De toda esa gentuza salió mi hermano, qué típico de él pasear por el mundo de los humanos, parece que le gusta follarse a las mujerzuelas de aquí, aunque seguro esas acaban o muertas o de alguna manera heridas, porque habrán visto que tiene poderes o simplemente no le gustó como ha gemido en la cama.

-¿Qué tal señor rano nalgón? -lo abracé dándole un beso en los labios y aún sin dejar de abrazar seguimos hablando

-Otra chica menor de edad muerta -rió -ya nadie sabe ni que existe. Sería raro que alguien muriera y sólo encontrarían la huella de alguien que ni existe. Es impresionante que mi hermano me está agarrando así cuando hasta tiene un prometido y este solo lo quiere ver con él, además, tienes una pose de mujer impresionante.

-¿Y te crees que me importa? Quiero hablar contigo sobre Taemin -este bufó -sé que es un ángel, pero piénsalo, a ti de vez en cuando te hace gracia ese pequeñin. Además, te recuerdo que es mi cuñado y tu el cuñado de Jonggie y supuestamente TODOS se deben de llevar bien con la família. Y no rano sensual, no pienso dejar que te lleves mal con aquella ternura de niño, por culpa suya tengo estas alas, de vez en cuando hay que tener respeto aunque seas el peor demonio del mundo. Papá lo tiene y mucho.

-Por eso tiene las  alas más rojas que las mía

-Idiota… algún día verás, cuando menos te lo esperes voy a actuar, y te va a doler, mucho, maldito asqueroso rano -le dí en las pelotas y este se retorció de dolor. Yo reí -algún día aprenderás a hacerme caso.

-C-creo que… empezaré por no volver a dejar abrazarme a ti de nuevo -le dí otra -creo que iré en busca de hierro -lo empujé al suelo, poniendo un pie en su estómago.

-Conmigo no se juega mi amor, nunca. Ah, y recuerda comprarle banana milk a Taemin y darle el mismo besito que te doy yo siempre -este puso su peor cara de asco.

-Veo que se te tornaron las alas rojo oscuro nuevamente, de nada -le di una de mis sonrisas más irónicas.

-No tendrás algún cigarro, porro, marihuana… ¿O algo para fumar? -este asintió dándome lo que parecía el último porro que le quedaba -gracias hermanito, ya te debo veinte folladas, algún día te haré una especial -le guiñé el ojo, ya venía Jonghyun. Encendí el mechero y lo acerqué al porro que yacía en mi boca. Me lo saqué y me acerqué a Jonghyun a darle un beso pero este se apartó.

-No quiero sentir eso, cuando acabes y te metas un chicle en la boca ya te comeré a besos, pero no ahora -bufé y lo bese -odio cuando haces eso. Veo que tus alas ya volvieron a su color.

-Y las tuyas se volvieron un blanco gris aunque esta noche volverán a ser del mismo color negro de siempre. Quiero que me des más duro que ayer, ayer fuiste muy blando además, deberíamos de comenzar a hacer algunos jueguitos en la cama, quiero ver sangre correr por mi espalda, algo que me dé a mi también placer, siempre olvidas masturbarme y también, quiero que juguemos un poquito -este levantó cuatro bolsas.

-Creo que te quedarás unos cuantos días en la camita por esta noche -reí.

Cuando Minho se levantó del suelo apagué mi porro en su brazo en lo que él gimió, y no, no fue exactamente de dolor… Creo que aprendió de mí, me encanta ser el mediano y que todos aprendan de mí. Lo abracé y este se fue a casa… supongo.

Caminamos por la calle, cogidos de la mano, intentando ser una pareja normal, aunque de normal no tenemos nada y menos mi vestimenta. Normalmente vestía con una camisa blanca de tirantes con una chaqueta de pelo rojo que colgaba por mis codos, unos pantalones de cuero negro y unos zapatos, también de cuero y con muchos pinchos en ellos. La gente me miraba demasiado, y los chicos que pasaban al lado de nosotros me miraban de otra manera y algunos hasta llegaron a tocarme el trasero, y yo actué como debí, les patee los huevos a cada uno de ellos, naturalmente Jonghyun no hizo nada, sabiendo que iba a acabar mal. Luego decidimos pasarnos a ver como iba nuestro trabajo Era un chico de cinco años, aunque hoy cumplía ya los 6 y creo que debería de conocernos al fin, ese chico era tan tierno como un demonio completo, ni siquiera nosotros sabíamos qué era lo que quería.

Llegamos en donde era su casa y donde sabíamos que él estaba, entramos por la ventana de su habitación y oímos un llanto, eso no me agrada NADA. Odiaba ver llorar a ese chico, era tan tierno... y cuando llora es como si toda esa ternura se vuelve roja y fea.

-¿Yoogeun qué te pasa? -este levantó la cabeza y ví su cara, se asustó, antes de que gritara le tapé la boca -No te preocupes, no te haremos daño pequeñín -le destapé la boca.

-¿Quienes sois? -Jjong rió.

-Somos como tu bien y tu mal, aunque más que bien y mal somos el mal y el muy mal, perro si vuelves a reírte no habrá noche salvaje.

-Qué gracioso, si eres tú el que me lo pide cada noche -sonreí.

-Mi hermano también cuenta, mi amor.

-Señores… aquí hay alguien menor…

-Yoogeun, ya sabemos que observas a tus padres y miras las revistas porno de tu padre. Pero oye, qué te pasa?

-Seguro sabéis que hoy es mi cumple -asentimos -pues quería que me llevaran a algún lado de diversión con algunos de mis amigos, pero ellos al final no me dejaron hacer eso porque dijeron que no era forma de pasar un cumpleaños así, sino que hay que pasarla en familia.

-Revélate, anda, no me seas babo.

-Kibum… Yoogeun, no le hagas caso, lo que tienes que hacer es aceptarlo y pedirles un pequeño favor de invitar a tus amigos, no hace falta que les grites, solo intenta decirselo con tranquilidad ¿De acuerdo? -asintió -ah sí, aquí tienes tu regalo -sacó un móvil… de nuestro mundo?

-¿Jonghyun tu estás loco? ¿Te recuerdo lo que pasa si uno utiliza una cosa de nuestro mundo? -este miró el móvil.

-Uy me equivoqué -rió -es mi móvil, aquí tienes -sacó de su bolsillo una cajita que tenía la misma forma que su móvil -espero que te guste.

El chico con todo deseo abrió esa cajita y en su interior había tres collares. Ya entendía de qué iba eso, era un transmisor para que él pudiera hablar con nosotros, aunque era bastante bonito. Una parte era un ala de un ángel, otro era un cristal negro con un toque azul clarito y en la otra punta había otra ala pero esta vez la de un demonio. Yo me cogí la del ala de un ángel, y aunque Jonghyun quería protestar sabía que no podía hacerlo…

-Bueno cariñin, si tienes problemas le das al botoncito rojo y si quieres maltratar a alguien al blanco, eso sí, nunca lo rompas o si no nos perderás, así que cuida este collar como si fuera tu propia cara, que por cierta eres tan bonito ahora que me fijo de cerca, creo que cuando serás mayorcito triunfarás con las mujeres u hombres, lo que más prefieras -le di un beso en los labios -byebye mi amor.

-¡Adiós y muchas gracias!

Salimos de la habitación volando, fuimos esta vez por el camino infernal donde nos quedamos en unas de las máquinas que te transportaban a tu casa o al lugar que tu quieras y así fué, nos transportó a mi casa. Saludamos a mis padres, mi hermana pequeña y de camino a mi habitación nos encontramos con Minho, y este ya estaba con una mujercita que no era exactamente un demonio, era una humana que había muerto, no tenía rastro de quemadura pero si algunas que otras cortadas así que supondré que esta se habrá suicidado de una manera bastante emo. Mi hermano es un maldito necrofílico, aunque tampoco me molesta, ya que se dice que nosotros renacemos después de haber sido unos humanos muy malos o muy buenos, aunque algunos fueron simplemente suertudos y creo que Jonghyun fue uno de esos suertudos, aunque… nuestras familias se dice que nunca hemos renacido de un humano y menos mal si no será así porque en cierto modo los humanos me parecen patéticos.

Cuando entramos a mi habitación le pedí mi bolsa de disfraz y fui a ponérmelo, cuando lo saque vi que era de mujer y de un zorro, le encanta que vaya de zorro, hasta a veces me llama así, pero qué porras, ni que a mi no me gustara. Primero me puse el vestido y me fijé que la cola iba separado… era un dildo cola ¡Será! Busqué en la bolsa lubricante y exactamente estaba bien escondido, pero ahí estaba y yo lo tuve que usar para poner esa cola, luego me vengaré y se lo meteré a él, a ver quién reirá mejor, si yo o él. Me puse los guantes de pelo y los zapatos. Y luego saqué el gorro ¡Era hermoso! Lo amé! A lo mejor y lo use fuera de esta habitación, porque ¡Me encanta!

Salí de la habitación, algo molesto por lo que tenía en mi culo, claramente no por molestia en sí, sino que me daba placer, pero no tanto, comparándolo con la polla de Jjong ¡Oh la amo! Cuando lo vi, este llevaba un collar al estilo playboy y las muñequeras blancas, llevaba unos bóxer blancos. ¡Oh! Y se puso unas orejas de conejo, creo que quiere jugar a el zorro comerá al conejo. Y cuando me lo coma, le meteré esa mierda de cola en donde nunca le han metido nada, creo.

-Hoy haremos algo diferente.

-Lo he notado cuando me he puesto la cola en el culo -oí su risa.

-Además de eso, como te quejas de que siempre olvido masturbarte pues te compré esto -sacó un automasturbador -pero no te preocupes, no olvidaré de chupartelo esta vez -sonreí.

Fui a una de las bolsas que no había abierto él y sabía lo que había ahí, un látigo. Dí fuertemente contra el suelo ese objeto, amaba como sonaba. Este giró, mirándome algo asustado, o simplemente fue pura sorpresa que haga eso.

-Cariño ¡A la cama! -di nuevamente contra el suelo -¡Si no me oyes, sufrirás de más hoy! -sonrió y fue a la cama -saca las esposas del cajón y pontelas

-Pero…

-¡Te he dicho que te las pongas! -fui acercándome a él -Pero átalas a la cama

-Pareces enfadado… -sonrió mientras se las ponía

-¿Tú te crees que caminar con esa mierda en el culo me hace feliz? Bueno, es placentero pero… ¡A mi me gusta tu polla! No ese plástico -me senté encima suyo y lo besé -Creo que mañana el que no va a poder levantarse no seré yo sino tú -le lamí los labios cuando noté que estaba asustado -no te preocupes, no te voy a meter mi polla, no quiero -me saqué esa cola que tenía, y con un pañuelo le quité todo el lubricante que tenía -ya que estoy totalmente seguro que nunca te metieron nada por ese agujerito que tienes en el culo, será esta cola la que te va a dejar totalmente virgen. Me hubiera gustado que fuera yo, pero como me gusta más sentir la carne dentro de mí, pues qué mejor modo que este -me relamí los labios

-No lo estarás diciendo en serio… -reí

-Totalmente en serio y bueno… eso de que no te la voy a meter nunca no es cierto, porque algún día lo tendré que probar ¿no crees? -tiré el látigo fuera de la cama

Este bufó, aunque pareció haber aceptado al fin. Lo besé nuevamente, esta vez, sin querer saqué mis colmillos, que la mayoría de veces los saco por demasiado placer. Rocé los colmillos contra toda su boca y al acabar aquel beso tan erótico, le mordí el labio inferior, el cual empezó a sangrar. Con mis colmillos, empecé a rasgar desde su barbilla hasta su cuello en el que empecé a dejar chupetones, porque quería que todos supieran de quién era ese hombre ¡MÍO! Sus gemidos aumentaban cada vez que bajaba, hacía tiempo que él no gemía tanto, y claramente hacía tiempo que yo no hacía esto, de dejarlo todo para mí. Llegué a sus bóxer y fuí quitándoselos lentamente, para que este se pusiera nervioso, aunque realmente no lo hizo. Cuando ya estaban sacados, saqué del bolsillo de mi minifalda el lubricante que me había comprado, me lo unte en dos dedos, que ese dildo como mucho llegaba a eso. Le metí el primero, este se removió haciendome reir. Sin parar de mover el dedo me acerqué a él y lo besé, mientras lo besaba, le fui metiendo el segundo, este parecía estar bastante relajado porque si se movió, yo ni lo sentí. Acabamos con nuestro beso y yo con su dilatación de ano, es tan gracioso ver su cara, está tan rojo… Lubrique el dildo y se lo metí sin ningún cuidado en su culo, este gimió más fuerte de lo que yo siempre grito cuando llego al clímax. Después de eso, abrí las esposas que llevaba en las manos y susurré en su oído derecho “Ya puedes hacer todo lo que quieras conmigo, eres libre hasta de matarme, aunque no creo que te sería tan fácil de matarme mi amor”.

Este me levantó y me tiró al suelo, dejando que sienta ese dolor que siempre sentía, o al menos casi siempre, mientras este había bajado de la cama se había quitado ese dildo que con “tanto” amor le había metido en su culo. Me agarró del cuello y me estampó contra uno de mis armarios, creo que lo rompió. Empezó a besarme salvajemente mientras levantaba mis piernas e iba metiendo su miembro dentro de mí, mis gemidos empezaban a salir, además de las veces que me estampó contra algo no gemí en nada, mientras me penetraba, me iba dando cada vez más fuerte contra la puerta del armario y la iba hundiendo, lo había enfadado realmente mucho y tampoco es que me disgustaba, cuando la puerta casi llegaba a su fin, este me levantó nuevamente y nos tiramos los dos encima la cama, ya íbamos a llegar al clímax, y para el fin, de alguna manera, este se acordó de lo que me prometió y me fue masturbando hasta que los dos soltamos nuestra semilla. Nos dimos nuestro último beso, ya que parecía que ninguno de los dos quería seguir con esto, ya que habíamos estado en el mundo de los humanos, y nuestro cuerpo no acostumbra a estar ahí, y pues parece que los dos estábamos cansados. Salió de mí y cayó encima mío, esta vez parecía pesar más de lo normal, pues me parece que también empezó a exagerar con la comida y el deporte, creo que mañana empezamos a hacer dieta y a hacer menos deporte.

-¡Yah Jonghyun sácate de encima mío! Pesas ¿lo sabías?

-También duele ¿lo sabías? -reí

-Eso te pasa por comprarme cosas así, aish… y sácame la ropa, me da mucha pereza pero hace mucho calor en este cuarto

-Vale… mandón -rió

Me saqué el gorro, y él me sacó ese vestido de mujer, le había costado sacarlo, ya que era bastante apretado y no tenía siquiera cremallera además de eso, las mujeres no tienen el mismo cuerpo que nosotros.

-Ya está ¿contento? -negué y le enseñé mis manos y le pasé con los zapatos por su espalda sudada. Me lo quitó también y al fin me dió un beso

-Ahora estoy más que contento -lo abracé cambiando de posiciones, yo encima de él y él debajo -te quiero -susurré en sus labios

-Yo también te quiero mucho mi zorrito favorito

-¿Acaso te gusta otro zorrito? -le dije en broma -ya que dices que soy tu zorrito favorito parece que tengas más de uno -este rió

-Tu hermana se parece mucho a ti, así que sois dos en este mundo, aunque claramente tu eres el que más me agrada de todos -lo miré odiosamente

-Ni se te ocurra enamorarte de mi hermana ¿Me oyes?

-No me gustan las mujeres y tu bien bien lo sabes -esta vez me abrazó él -venga durmamos, creo que a partir de mañana alguien nos va a llamar cada mañana. Buenas noches -me dió un último beso

-Buenas noches -quedé abrazado a él -espero que sueñes con quién siempre has soñado

-No dudaré en hacerlo...

Notas finales:

Espero que les haya gustado y que me regalen algún que otro review :D 

Bye bye ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).