Me encontraba en mi habitación, observando la pared verde lima. Posiblemente llevaba así más de veinte minutos...pero, ¡qué más daba! Total era mi día libre y entre el clima lluvioso y mi humor de perros no se me ocurría nada mejor que hacer en esos momentos.
Tan concentrado estaba en mis absurdos pensamientos que no me di cuenta de que cierta persona acababa de entrar en mi habitación.
-¡Kibum!
-¡¡¡¡UUUUUAAAA!!!!
Di un salto hacia atrás que perfectamente podría haber entrado como récord mundial. Conteste un diablos entre dientes y le pregunte a ese estúpido de Jjong que quería.
-Es que a venido alguien preguntando por ti, un tal Hyeo… Park HyeongSeop
No le di tiempo a contestar, salí del dormitorio esquivándole y maldiciendo por lo bajo, lo que me faltaba para acabar de rematar este “estupendo día”, ¡porque se presentaba ese tío a mi casa!
Abrí la puerta de la entrada de mala manera encontrándomelo allí plantado
-¡Hola Bummie! - Me saludo con una estúpida sonrisa, pero aun así menos que el apodo.
-¡Pero se puede saber que haces aquí! ¡Es que te has vuelto loco!
-¡Vaya! Veo que te ha bajado la regla, yo también te he echado de menos.
- Señor, dame una razón para no golpearle en la cara. - dije entre dientes mirando al techo esperando encontrar allí la cura a todos mis males.
-Soy modelo, me gano la vida con mi cara así que te agradecería que no me la destrozaras con tus uñas de damisela...¡¡Auch!!
-Te lo mereces por tonto.- dije ya más calmado y con una sonrisa en la cara. -¿Que quieres?
-Hablar contigo, entro o...
-¡¡¡¡¡NOOOO!!!!! Mejor vamos a dar una vuelta, pero corta, que ya son las 9 de la noche y mañana mi despertador suena a las 6.
-Si majestad, sus deseos son ordenes para mi.
-Voy a buscar la chaqueta.
Subí las escaleras del apartamento y me encontré que Jjong seguía en mi habitación, se le veía estático, si no fuera porque cada pocos segundos parpadeaba pensaría que había entrado en un estado de coma. Ignorándolo abrí el armario para sacar una chaqueta, ya que a pesar de no hacer frío tampoco era la época mas calurosa del año. Al abrir la puerta se sobresalto y salio de su estado semiinconsciente, me miro con una mueca en la cara que claramente reflejaba duda-
-Voy a salir un par de horas como mucho. - Dije a modo de explicaron, creo que eso aun le confundió más. Porque arrugó aún más la cara provocándome una leve carcajada. -Es que el chico de antes es un gran amigo mío que hace semanas que no veía y vamos a tomar algo.
-Pues que os divirtáis, pero recuerda que mañana el despertador suena a...
-las 6. Ya lo se tonto. No te preocupes no llegare tarde. -Dije a modo de despedida cerrando la puerta de casa.
-¿Nos vamos? -Me pregunto HyeongSeop con una de sus tan características sonrisas.
-Nos vamos. -Le conteste yo ya con un humor mas tranquilo esperando tener un par de horas de descanso para poder hablar y desahogarme de todo el estrés del trabajo y de la vida.
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Volvimos a la una menos cuarto mas o menos, riéndonos como condenados, posiblemente a causa del alcohol ingerido en aquella taberna de mala muerte. Nos despedimos y entre en casa, encontrándome a JongHyun aun despierto leyendo un libro.
-¡Dino! Vuelve a Toy Stopy. - Grite con odas mis fuerzas-
-Dirás Toy Story y tu, ¿no crees que te has pasado bebiendo?- Me dijo con tono severo
-¿Yoooooo beberrrrrr? ¿Qué es esoooo? Jajajajaaja
- Anda Kibum, vete a la cama que mañana madrugamos y vas a despertar a todo el mundo. -Me espeto con cara de malhumorado
-¡Si señor! - Dije imitando o al menos intentándolo todo lo que mi borrachera me permitía una postura de saludo de soldado y acto seguido me volví a reír.
Me miro con cara de “si te ríes una sola vez mas me hago un abrigo con tu piel y un collar con tus dientes”. Hasta yo, en mi estado entendí el peligro de esa mirada, me fui a la habitación de la forma más silenciosa que me permitió la borrachera. Para minutos después caer rendido en mi cama sin ni siquiera haberme quitado los zapatos. Sin poder llegar a imaginarme como a raíz de esa noche mi vida cambiaria completamente.