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LAS VEGAS TOUR por desire nemesis

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Anonadados vieron el edificio del que provenían originalmente.

 

¿Quieres decir que anoche enviamos algo a nuestro propio hotel?—preguntó Tristán haciendo lo obvio, pues… más obvio.

 

Seto no se molestó en contestar semejante idiotez y se apresuró a entrar. Quizás en ese paquete estaba la respuesta a la desaparición de su hermano.

 

El recepcionista le dijo inmediatamente sobre el paquete.

 

Gracias. Lo esperaba—le dijo al hombre aparentando que era un envío programado.

 

¿Escuchaste?—preguntó Joey a Tristán.

 

Si, el fresa dio las gracias—exclamó el castaño y los dos se rieron.

 

¡Que barbaridad! ¡Como cambia la gente! ¿Verdad Joey?—preguntó el faraón muy risueño.

 

Joseph se puso lívido ante la clara referencia a él y su casamiento con el “fresa”, se puso nervioso ante la posibilidad de que el otro hablara de más--¡Calla! ¡Y ya baja el puercoespín de la cabeza! Se ve erizado—le retrucó y el otro le miró alejarse sorprendido mientras Tristán reía a más no poder y apuntaba a su cabeza.

 

¡Al menos a mi no pueden pedirme que tire el ramo!—le gritó con enfado Yami mientras el rubio hundía la cabeza entre sus hombros y ponía un rictus en su cara.

 

Seto desde el mostrador de la recepción les lanzó una mirada enojada y luego prosiguió a hablar con el empleado que volvía.

 

Lo están llevando a su habitación—le avisó.

 

Muy amable—respondió el ojos azules con tono seco y prosiguió hacia los ascensores.

 

¡Voy a conseguir un termómetro! ¡Estás que vuelas, viejo!—le dijo el ojos mieles y el otro entró en el cubículo de metal sin apenas mirarlo.

 

Cuando llegaron los botones del hotel llevaban una caja de madera enorme hasta la puerta. Esperaron que el CEO entrara y la pusieron dentro, luego de recibir propina se fueron.

 

¿Qué rayos pudimos enviar que necesitara tanto espacio?—preguntó pensativo Wheeler y de pronto el y Kaiba se miraron.

 

Mientras gritaban al unísono ¡Mokuba! Empezaron a intentar a abrir la caja sin éxito. Se dieron que en la habitación no conseguirían nada para abrirla. Y mientras Seto discaba en el teléfono para conseguir una barreta algo sonó a cascado.

 

Miró detrás y allí la vio.

 

La cabra empezaba a comerse un borde de la caja.

 

Luego se dio cuenta del estado de su habitación.

 

Las antiguas cortinas pesadas y enormes eran ahora minifaldas de más o menos medio metro que colgaban solo ocultando la mitad de las ventanas y que de seguro se habían salvado debido a la altura en que se encontraban.

 

Luego las alfombras y los tapizados de los sillones y sillas eran un triste recuerdo por donde se veían resortes saltones. La madera no parecía haberle gustado pero no dejo de probar al parecer porque todas las caras sillas Luis XV estaban roídas y deslucidas y Seto no quiso imaginarse el dormitorio.

 

Esto era el acabose, se dijo.

 

La habitación iba a costarle una verdadera fortuna.

 

¡Parece que tu novia sabe abrir cajas!—se rió Joey viendo como la cabra roía la consabida encomienda.

 

¡Oye!—le gritó el otro presa del pánico de que lo identificaran como novio de un caprino.

 

¡Idiota! ¡Tú vas a pagar todo el desastre que hizo tu novia!—le gritó Kaiba.

 

¡No te preocupes! ¡Te ayudaremos!—calmó a su amigo el melado tratando de contener la risa, mientras Yami también lo hacía.

 

Para ti no va a ser ningún problema. ¿Verdad, señora Kaiba?—preguntó el castaño con malicia y el otro los miró. Joey temió su reacción y justo entonces se oyó.

 

¿Seto? ¿Joey? ¿Tris?

 

Provenía de la caja.

 

No había lugar a dudas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Lo que no entiendo es como pudiste dormirte!—dijo el hermano mayor al menor.

 

Es que… desde que desperté lo único que hice fue gritar pero se vé que nadie me escuchaba y me quedé sin fuerzas. Además me deprimí un poquito—explicó el casi adolescente.

 

Es comprensible—dijo Yami.

 

¿Y recuerdas algo de anoche?—preguntó el CEO de ojos azules.

 

No—respondió el pelinegro.

 

¡Bien!—asintió Seto conforme—¡Ve a darte un baño! Yo arreglaré las cosas para irnos—le dijo el mayor.

 

El recién descubierto les miró la cara a todos y comprendió que algo pasaba y que los otros, menos su hermano, estaban con la cola entre las patas, así que decidió seguir las instrucciones de su hermano para no salir herido.

 

 

 

 

 

 

 

Yo…--dijo Wheeler.

 

¡Que sea la única vez que oiga una referencia tan absurda!—dijo el furioso castaño a todos y sus ojos los taladraron—Wheeler que nada de esto llegue a Serenity o yo mismo voy a freirte. ¿Me entiendes?—

 

Pero…--Joey tenía que decirle la verdad. El otro había entendido que era una chanza cuando era la realidad y no podría casarse con su hermanita a menos que se divorciaran y aunque odiaban que los dos se unieran, más odiaba la idea de lastimar a Serenity.

 

¿Me has entendido Wheeler? ¡Una mención más y tú mismo deberás explicar a tu hermana que no se casa por tu culpa, perro!—dijo el millonario.

 

De no ser por la última palabra todo le hubiera sonado razonable y hasta predictivo al rubio pero ese “perro” lo puso en su modo más parco.

 

 

 

 

 

 

 

 

El castaño entró al baño después de que su hermano saliera. Había hecho las llamadas necesarias para arreglar el viaje de vuelta en menos de veinticuatro horas. Fue entonces que el ojos mieles vio su oportunidad de vengarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

hi

espero no les moleste

pero es casi seguro que en dos dias no podre venir

puede haber sorpresas pero mientras tanto quise dejar esto

mata ne

^^


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