Su pelo negro. Sus labios. Sus manos. Sus piernas. Sus ojos. Su piel.
Lo amo todo.
Igual, si me preguntaras, te diría que es la cosa en el mundo a la que más amo. Y así es. Jamás lo había pensado posible. Yo, Kim JongHyun, enamorado locamente de otro chico. Pero así es…mi corazón late con solo verle, escucharle. Soñar con él se ha vuelto pan de cada día. Que sus labios rocen los míos, por ahora sólo un deseo, tengo la esperanza de que sea algo que pase y que sea pronto. ¿Podré aguantar? Sin poderle decir al mundo, sin poder decirle a él, lo mucho que me tiene loco.
“Hey, ¿puedo decirte algo? Llevo tiempo enamorado de ti. Sí, eso mismo. De ti”…no, no puedo decirle eso. Claro, me quitaría de encima el peso de tenerlo dentro. Pero…no. Así no. Vivimos todavía en una sociedad que no acepta las diferencias. Una cosa la tengo clara: si no se lo digo pronto, estallaré.
-¡Jonghyun! ¡Quieres darte prisa! si no te mueves no volveré a pasar por aquí para llevarte al trabajo. Entonces llegarás siempre tarde, porque te conozco, y tras varias semanas así, el jefe se hartará y te despedirá. ¿Y luego? No podrás pagar tu hermoso pisito y te digo ya ahora, amigo mío, que en mi casa ya no hay sitio…
-Claro- me reí- desde que Luna se mudó contigo…
-Calla y ponte la camisa, anda…-Onew se sonrojó- te has vuelto a quedar embobado mirando el vacío…
Asiento y me pongo la camisa del uniforme de trabajo. Onew, mi mejor amigo, siempre se queja de que tardo, pero nunca cumple con su palabra de no volver a venir a buscarme. Lleva saliendo con Luna ya casi cinco meses y ya no podemos vernos tanto, aunque me hace muy feliz que estén tan enamorados.
Trabajar de fotógrafo para una de las revistas más importantes en Corea es, sin duda, un gran honor. Pero la razón que hace que ame aún más este trabajo es que él también está allí.
Mi amor…siempre a pocos metros de mí.
Nunca nos hemos hablado, acercado. Lo observo desde detrás de una cámara, con sus poses de Diva. Posa sexy, tierno, serio. Conozco todas sus facetas, conozco sus facciones. Trabajamos juntos en silencio, nadie nunca dice nada. ¿Qué decirle?
-Déjame adivinar… estás pensando en ese modelo que tanto te gusta, ¿verdad?
Lo miro sonriendo.
-Qué bien me conoces, hyung…-sacude la cabeza riendo.
-Jonghyun, tienes que decidirte en hacer algo. Llevas meses obsesionado con él. Deberías decirle algo, pedirle salir…
-Ya claro, nunca hemos hablado y de golpe le pido salir, ir juntos a tomar algo, a ver una película…y él me dirá que sí. Qué idea tienes…Igual siquiera es gay.
-Ya te digo yo que sí…-me interrumpe Onew. Lo miro sorprendido.
-¿Qué has dicho?
-A ver…tu igual no lo notas, pero a casi todos los homosexuales se os ve la pluma. No a todos, eh. Llevo tiempo observando a ese modelo tuyo y ya te digo yo que de homosexual lo tiene todo. Además, Jonghyun…eres un chico muy guapo, quizás un poco bajito pero…
-¡Onew! ¡Eso sobraba!
-Vale, lo siento. Lo que decía: eres un chico muy guapo, de altura medio-baja, de ojos grandes y buen cuerpo. Incluso los que no son gay se fijan en ti. No pierdes nada si lo intentas...
-Bueno, ya veremos. También podría cagarla y no volver a verle…
Ninguno de los dos vuelve a hablar; los dos debemos de estar reflexionando. Onew se acerca con el coche al bordillo de la acera, justo en frente al grande edificio en el cual trabajo. Otro día ha empezado. Otro día sin haber poder besarlo, pero otro día pudiendo verlo.
-Tío, gracias por traerme. ¿Nos vemos mañana?
-Sí, claro. Pórtate bien, ¿quieres?
Asiento y le saludo una última vez con la mano. Tengo que darme prisa: a primera hora tengo sesión fotográfica con unas chicas. Debe ser algo rápido y simple, así que no será mucho trabajo. Subo por los limpios escalones de este enorme palacio de la fotografía y voy saludando a los que conozco: algunas chicas que intentaron ligar conmigo sin saber que soy gay, algunos chicos amables con los que voy a comer a veces, algunos modelos. Son todos muy simpáticos, pero no pinto nada con ellos.
Pero…lo que Onew ha dicho…
¿De verdad es homosexual él también? ¿Puedo yo no haberlo notado nunca? Seré despistado… aunque aún no debo darlo por sentado. Hasta que no lo vea con mis ojos o lo oiga salir de su boquita de porcelana, no debo creerlo.
Rápidamente entro en la sala de fotografía. Mientras dejo mis cosas en una silla, se me acerca mi ayudante: Ailee, un poco mayor que yo. Es mi mejor amiga, por lo cual ella también sabe de mi amor por el grandísimo chico de mis sueños.
-Jonghyun…por poco no llegas tarde…
Sonrío y la abrazo eufórico. Siempre lo mismo.
-Lo siento noona, intentaré llegar más pronto…
-¡No me llames noona! ¡No me gusta!
Le acaricio la mejilla. Su historia de infancia no es fácil… cuando era pequeña, sus padres murieron y su custodia fue a manos de su tío. Su tío siempre había sido un jugador compulsivo, y no siempre tuvo suerte. Un día perdió gran parte del dinero y Ailee ya no pudo ir a clases, debido al elevado precio de los colegios. Perdió dos años de aprendizaje, en los cuales fue obligada a ir por las calles pidiendo dinero. Para colmo, su tío se volvió alcohólico. Al final no pudo más y se fue con su abuela materna: nunca se habían visto mucho, pero la aceptó con los brazos abiertos. Pudo retomar los estudios y no ha vuelto a ver a su tío. Es una persona muy dulce y muchos se toman juego de ella. Eso hace que tenga un instinto protector respecto a ella y a lo que puedan hacerle.
-Lo sé, linda. Era broma…-me giro hacia la plataforma- ¿han llegado nuestras invitadas?
Me indica una esquina, donde tres chicas lucen vestidos cortos y muy escotados. Muy escotados. Demasiado escotados…
-Dime una cosa… ¿Cuántos años tienen?-las sigo mirando.
Se lo piensa un poco.
-Creo que tienen unos 16. ¿Por qué?
Sacudo la cabeza algo enfadado.
-No me gusta que las vistan así… no deben verse como objetos sexuales ya desde esta temprana edad. Penándolo bien, no deberían verse así nunca. ¿Para qué compañía trabajan?
-No lo sé, Jonghyun. Alguna de piruletas creo recordar…
-¡Jonghyun! Nosotros estamos listos-me grita un chico de las luces. Lo miro y sonrío. Es hora de empezar.
-Todos a sus sitios. Chicas, por favor, poneros encima de la plataforma. De manera ordenada, por favor…
Así trascurren tres horas más. Chicas, arriba. Chicas, abajo… ahora mirad para ese lado, ahora hacia el otro. Agáchate un poco…hacia la izquierda, no, no tanto. Muy bien, así.
Flash.
Más luz, por favor.
Flash.
Cambio de vestuario.
Flash.
Ciento cincuenta fotografías. Para un anuncio de piruletas…hay que ver lo que hacen hoy en día. Dejo la cámara sobre la mesa y me despeino el pelo. Ha llegado la hora de la comida y tengo mucha hambre. Busco a Ailee con la mirada y veo que habla con TaeKi, un chico de maquillaje. Igual no debo molestarles y dejar que hablen.
Pero ella me mira y me indica que me acerque.
-Jonghyun, estaba hablando con TaeKi. Por lo visto, estamos todos invitados a un bufete en el treceavo piso.
Abro los ojos.
-¿Bufete? Y eso… ¿Qué se celebra?
TaeKi ríe y me golpea amistoso el brazo.
-Jonghyun, nunca recuerdas nada… ¡se cumplen treinta años desde la apertura de la empresa!
Me golpeo la frente. ¡Mecachis! Siempre por las nubes.
-Bueno…mejor, ¡me muero de hambre!
Ailee también se ríe y nos indica con la cabeza la puerta.
-¿Vamos?
Asentimos y, hambrientos, nos dirigimos al ascensor. Nos espera una buena comida, no podremos quejarnos. Llegados al piso en el cual debe encontrarse la sala lista para el bufete, podemos ver mucha gente: hay modelos, fotógrafos y ayudantes. Claro, hemos llegado bastante pronto y aún queda gente por llegar.
Mejor, más comida.
Entramos hablando de la semana que hemos pasado y del trabajo que nos queda por hacer: mañana tienen que venir algunos chicos de una empresa americana a promocionar bañadores. El ambiente será un poco tenso para mí…pero no es la primera vez que me ha tocado ver a chicos poco vestidos para una sesión fotográfica.
-Señor Kim, ¿hoy ha llegado pronto?-la voz es ronca, inconfundible. Rápidamente me doy la vuelta y me inclino hacia él, de forma educada.
Él es mi jefe.
Es el jefe de mi amor.
Es su padre.
-Sí, señor. La sesión ha salido muy bien, acabado el bufete llevaré el material para que lo puedan pasar al ordenador y trabajarlo allí.
-Estoy muy contento con usted. Siga así, llegará muy lejos-dicho esto, se gira y se va. Ya puedo respirar.
-TaeKi, ¿sabes…?- Ailee y TaeKi ya no están a mi lado. Los busco con la mirada, pero no los encuentro.
¿Dónde diablos se han metido? Se habrán largado al ver al jefe llegar…
-Están junto a la fuente de chocolate. Detrás de las modelos de Ramen.
-Gracias…-no hago caso en la voz.
-De nada.
Pero ahora sí. Esta voz…la he oído muchas veces. Es la voz de mis sueños.
Es su voz.
Mi amor…me ha hablado.
-¿Qué pasa? ¿No vas con ellos?
Lo miro por detrás del hombro. Lleva unos shorts rosas y una camisa azul. Le queda tan bien todo… el leve toque de maquillaje, el pelo perfecto.
Es de porcelana, de verdad que lo creo.
-Yo…no tengo prisa por ir.
Los dos nos miramos. Su mirada es muy intensa. Parece casi…como si estuviera intentando leer dentro de mí. No bajo mis ojos de los suyos. Ninguno de los dos sonríe. Nadie hace nada.
-Soy Kim Kibum-me tiende su mano. Dudo en que debo hacer…
-Lo sé- se la estrecho. ¡La he tocado! Su fina mano…la he tocado. Entrecierra los ojos.
-¿Jonghyun, me equivoco?
-No. Lo has dicho bien-contesto siempre mirándolo. Pero entonces él mira hacia otra parte.
-¿Tienes hambre?
¿A qué viene esta pregunta?
-Sí…no he podido probar bocado. Y… ¿tu?
Me sonríe por primera vez. Sus dientes relucen…
-Vamos a comer algo.
Se aleja y lo sigo. No me lo puedo creer...
Se para frente a unos platos llenos de frutas y chocolate caliente. Coge un poco y vuelve a irse. No sé que coger…pillo un bocadillito y lo vuelvo a seguir. Se sienta en una silla.
¿Me siento? No ha vuelto a abrir boca, igual he malinterpretado algo…
-¿No te sientas?
No reacciono pero finalmente asiento.
¿Acaso estoy soñando?
Me siento a su lado y no sé si podré resistir aún mucho tiempo. Quiero besarle…
-Por lo visto me toca otra sesión contigo, el miércoles. Ya no puedo más de ser modelo…
Esto me sorprende. ¿Por qué se ha abierto conmigo? Como ya he dicho, jamás habíamos hablado.
-Perdona, Kibum, puedo hacerte una pregunta…¿verdad?
Arquea las cejas pero asiente. Igual no se espera que sea tan directo.
-¿Por qué me estás diciendo todo esto?
-Porque te he observado. Te conozco más de lo que te crees…
¿Qué? ¿Pero qué está diciendo?
-No entiendo…-balbuceo.
-Fácil. La primera vez que nos vimos, hace tres meses, yo iba para una publicidad de cosméticos. Desde siempre todos los fotógrafos que había tenido habían sido tipos aburridos…pero tú me caíste bien. Tratas muy bien a tu novia…
-¿Qué novia?
Sigue serio, no se altera.
-Es una ayudante…
-¿Ailee?-no puedo evitar reírme.
-No sé cómo se llama…
-Ailee es mi mejor amiga, nada más.
Bufa molesto.
-Bueno, eso me da igual. Lo que decía…me caíste bien.
-Pero nunca me hablaste-objeto.
-Ya…me limité a observarte.
Definitivo, estoy soñando.
-¿Y qué viste?
-Eres un chico muy atractivo y extrovertido. Dices lo que piensas y cuidas de los demás. Trabajas bien y no, no eres para nada tonto.
Me relajo un poco.
-Si es así, yo también te conozco.
-Sorpréndeme-me desafía.
Por dónde empezar…
-Eres una Diva. Eres hermoso, altivo y, por lo visto, te gusta el chocolate. Nunca te he visto hablar con mucha gente. ¿Igual eres reservado? Eso no lo sé…
-No-me corta.
-¿No qué?
-No me conoces-sacude la cabeza. Se levanta y me mira -ven conmigo.
No me da tiempo de contestar que ya se está yendo. No lo dudo: le sigo.
Llegamos a la terraza del edificio. Es un sitio bonito y tranquilo, lleno de flores. Pero nunca nadie puede pasar mucho rato aquí…
-Voy a explicarte cómo soy.
-Kibum, no es necesario…
-Sí lo es-está tan serio que no me atrevo a decirle nada.
-Soy Kim Kibum y tengo diecinueve años…
Cuatro menos que yo…Prosigue:
-soy hijo único y desde pequeño me ha gustado la moda. Me metí en este mundo, pero ahora quiero salir… la gente cree que soy asocial porque no hablo con muchos de ellos. No es eso…simplemente me cuesta fiarme de la gente. Mi mejor amigo, Minho, lo conozco desde que era pequeño. Muchos intentaron aprovecharse de mí. Además, muchos no me aceptan por mi naturaleza. Les doy asco…y no quiero estar con alguien a quien asqueo. Si no digo lo que soy, todos me quieren. Si lo digo…no.
Ya me he perdido… ¿ser cómo?
-Kibum… ¿Por qué no me has hablado antes?
Suspira cansado.
-No sabía si hacerlo.
-Kibum… una cosa…
Me mira de nuevo. Por primera vez le veo una mirada diferente, casi ansiosa.
Es perfecto.
-¿Qué es eso que escondes? Por lo cual te odian, les asqueas.
-Jonghyun…-duda. Lo noto. Está dudando.
-Dímelo, Kibum.
-Yo…