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El cumpleaños del capitán. por MonkeyDKarla

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Notas del fanfic:

Bueno. Este día no lo podía pasar por nada, porque hoy es, así es... ¡Es cumpleaños de Luffy *u*! Así que escribo este Fic especial dedicado a él. Espero les guste. 

Notas del capitulo:

Todos los personajes son del mangaka Eiichiro Oda-Sama. Sólo los he tomado para escribir este Fanfic.

-¡Sanji! ¡Quiero carne!-Gritaba un desesperado capitán, esperando por su preciada y bien jugosa carne.

-¡Por dios Luffy! ¡¿Qué no puedes esperar un poco más?!-El cocinero trataba concentrase preparando toda la comida, pues ese día iba a ser un gran festín.

-¡Pero si dentro de poco será mi cumpleaños!-Reprochaba el terco capitán.

-¡Joder Luffy! ¡Eso ya lo sé! ¡Sólo se paciente! ¡Además, tienes que esperarte hasta la cena a que todos estén preparados y te den tus regalos!-El capitán hizo un puchero de “no es justo” y decidió esperar un poco más.

Era verdad, era su cumpleaños, dentro de poco, 5 de mayo. Dentro de poco cumpliría los 19 años, lo cual debería comportarse como adulto, pero se comportaba como de 9 años o incluso menos.

En fin, todos estaban haciendo los preparativos para el cumpleaños de Luffy, o casi todos. Zoro dormía en alguna parte del barco como casi todo el tiempo hacía. No tenía que preocuparse. Pues él, junto con Usopp y Chopper, decidieron cooperar y comprarle un montón de toneladas de carne al hambriento capitán. Nami no tenía nada para él, era porque la mujer lo convencería de que su amistad era lo suficiente y que no hacía falta los regalos, se ahorraría el no gastar ningún berrie y con lo despistado del capitán, acabaría creyéndoselo… Robin decidió comprarle ropa, no era muy dado del capitán, pero viniendo de su nakama, lo aceptaría gustoso, eso pensaba la morenaza. El alto fornido cyborg le estaba haciendo una armadura, pues sabía que el capitán era como un niño y que ante tan uniforme lleno de plata o esas cosas para hacer una armadura, le encantaría. También le pondría cohetes o esas cosas para que se entretuviera más. En tanto el esqueleto, le dedicaría una hermosa canción, ensayaba a más no poder con tal de ver a su capitán contento y bailando de la emoción, claro, lo hacía discretamente para que el pequeño mugiwara no se diera cuenta.

Pero faltaba una persona… Un cierto rubio que a las 24 horas del día no podía dejar tan sólo un pequeño tubo de tabaco, aquel que cocinaba delicioso y se la pasaba atendiendo a sus chicas. Por supuesto que era Sanji, pero no sabía qué diablos regalarle al capitán, la opción más fácil y la primera que se le ocurría, era regalarle carne hasta que su estómago explotara, pero él sabía que Zoro, Usopp y Chopper le regalarían lo mismo y no quería regalarle algo igual a ellos, aunque le encantase. Tal vez para el capitán, el banquete que le estaba preparando era más que suficiente, pero para él no… Quería regalarle algo personal a su capitán, que realmente le gustara y lo disfrutara, pero el problema era… ¿Qué?

Si tuviera el poder de desaparecer las veces que quisiera, no dudaría en usarlo en ese momento, pero no podía… Por desgracia.

Volteaba a ver de reojo a Luffy, esta apoyaba su cabeza en la mesa mientras esperaba aburrido por su banquete, suspiro… Se odiaba a si mismo por no tener una idea de que regalarle al menor… Tal vez, y sólo tal vez aún existía una esperanza del corazón y que al final le diese una idea de que poder regalarle. Sí, no debía perder la calma y decir mentalmente que todo estaría bien… Aunque le resultase difícil hacer aquello.

Después de un rato, la fiesta llego. Todos estaban en la cocina del Sunny. Mientras lo felicitaban contentos, lo abrazaban, le estrechaban la mano, le sacudían el cabello y más afectos para demostrar su cariño por el capitán. Este sólo sonreía contento al estar con todos sus nakamas.

-¡Oye Luffy! ¡Mira hacía aquí!-Usopp se separó un momento de la tripulación, seguido por Zoro y Chopper. Mientras estaba en la entrada de la cocina, mientras señalaba junto al renito, un montón de carne que el peli verde estaba cargando.- ¡Feliz cumpleaños!

-¡Sorprendente!-Al el peli negro le espesaba a salir baba en forma de cascada y con los ojos totalmente brillosos.- ¡Muchas gracias chicos!

-Luffy.-La navegante le tomo el hombro para que volteara a verlo, y así lo hizo.-No te compre nada, ¿por qué? ¡Porque no hay nada que pueda compararse a nuestra amistad! ¡Ven Luffy! ¡Dame un abrazo! ¡La única forma de expresarte lo que siento por ti!-Y el ingenuo capitán, empezó a sollozar mientras se aventaba a la navegante. Total, con lo cabezota que era, se había creído el vil espectáculo de la peli naranja. Mientras todos  veían a Nami con una cara de poker face, por haberse podido zafarse así como así. Tanto que querían darle un buen golpe en la cabeza al capitán por no darse cuenta de esa sonrisa torcida de la peli naranja al saber que Luffy engulló toda su mentira, a excepción de la morenaza de Robin. Quien se acercaba a ellos para darle su regalo al chico.

-Capitán, este es mi regalo, espero que le guste.-Luffy se separó de Nami, mientras se limpiaba unas pequeñas lágrimas que cayeron hace unos momentos. Y ponía total atención a la peli negra, la cual le tendía un bonito paquete bien envuelto y un espectacular moño rojo. Buena presentación, como era de esperarse de ella.

-¡Todo lo que mis nakamas me regalen es genial! ¡A excepción de libros!-Dijo el capitán, sonrieron los demás y a pesar de que Robin era una fanática de los libros, formo una tierna sonrisa. Tomo el paquete, fue su emoción y ansias al saber que le regalaba su nakama, que rompió el paquete sin el más mínimo cuidado. Y él lo que el paquete llevaba, era un mismo chaleco que siempre llevaba, sólo que ahora del color verde y unos jeans negros. Pero esperando de Robin, en la etiqueta de cada uno, se podía observar que baratos no eran, aunque Luffy no parecía importarle del todo…-¡Gracias Robin! ¡Es genial!-Se abalanzó a la peli negra dándole un tierno abrazo. Rodeando sus piernas en su cintura.

-Feliz cumpleaños capitán.-La morenaza le devolvía el abrazo, mientras acariciaba tiernamente su espalda.

-Oe Luffy. ¡Mira mi regalo! ¡Es SÚPER!-El peli negro se soltó poco a poco de la arqueóloga, y al ver tal figura delante de él. Sus ojos se formaron de estrella y empezaba a llorar de la emoción al mismo tiempo que un hilito de moco salía de su nariz.

-¡¡Genial!! ¡¡Es increíble!!-Luffy veía por todos lados esa armadura, memorizando cada parte de ella y nunca olvidarla.

-¡Feliz cumpleaños Luffy!-Franky se puso con su típica pose.-¡SÚPER!

-Luffy-San. Yo le dedicaré una canción.-Interrumpió el huesudo.-Espero sea de su agrado.-Empezó a tocar una melodía que con ello, empezó la fiesta, mientras empezaba a cantar.

Esta es la historia de un héroe~

Esta es la historia de un hombre que quiere ser rey~

Que no busca botines de guerra~

Pero se mantiene firme y de pie sobre sus sandalias~

Mientras Brook seguía cantando, todos brindaban por el cumpleaños de Luffy, que sería dentro de unos momentos. El narizón y el capitán estaban abrazados por los hombros mientras que con sus otras manos, sostenían sake y bailaban contentos. Chopper junto Franky, bailaban mientras tenían una par de palillos en la nariz. Nami empezaba a competir junto a Zoro de quien podría aguantar más en beber. Robin veía sonriente la escena, pero se percató de algo.  Y fue que cierto rubio estaba aislado de la fiesta. Preocupada, se acercó a él.

-¿Por no festejas junto a nosotros, Sanji-kun?

-No… No puedo ir así como así.

-¿Por qué?

-No tengo un regalo para Luffy…-El rubio, saco un cigarrillo de su bolsillo y a empezar a encenderlo, mientras inhalaba el tubito lleno de tabaco y luego lo exhalaba por su boca.

-No creo que eso le importe al capitán. Además…-A pesar del escándalo que estaban haciendo sus nakamas, aun así se acercó más a Sanji para decirle algo en voz quedita.-Tu sola presencia, hace feliz a Luffy.-Después de eso, se alejó del rubio dejándolo totalmente ruborizado.

Los soñadores siempre se esfuerzan~

Porque en ocasiones sus sueños están fuera de su alcance~

“Tu sola presencia, hace feliz a Luffy…” Las palabras de Robin, aún resonaban por cada parte de su cabeza, ¿será verdad lo que ella dijo? ¿Será verdad de que él sólo este ahí en esa fiesta hace feliz a Luffy? ¿Debería dudar? Era difícil de saberlo para él…

Para poder vivir día a día tienes que enfrentar a tus propios demonios~

Es un gran sueño que parece difícil de creer~

Siempre se lo había estado negando, el no aceptar sus sentimientos a su capitán, pero llego al límite de ya no poder negarlos, ese capitán hiperactivo con alma de niño adicto a la carne, se había vuelto alguien muy importante para él.

Pero cuando él lo dice, puedes ver que se volverá realidad~

Hoy es el día. Estamos cansados de esperar~

Es tan grande nuestra emoción que no necesitamos dormir~

Hoy es el día. Es el gran día~

Patea el reloj que se detuvo~

Pero siempre ha tenido miedo… ¿Y si Luffy no siente lo mismo que él? ¿Y si lo acababa rechazando? ¿Y si con después de decirle, la relación con su capitán no sería la misma? Tenía miedo, mucho miedo.

Por el nuevo mundo~

Por el nuevo mundo~

Por el nuevo mundo~

El mundo cambiará~

La canción termino, los aplausos se hicieron presentes, con ellos sacando al rubio de sus pensamientos. Alzando la mirada y viendo a un alegre capitán con sus demás nakamas. Quería acercarse, abrazarlo, felicitarlo. Que ni eso había hecho, pero sus piernas no le respondían. Quería acercarse a él, pero no podía. Harto de la situación, decidió mejor irse de ese lugar. Le tocaba guardia, lo mejor era ir a la torre de vigía del barco.

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Siendo ya las 4:00 de la madrugada, la fiesta había llegado a su fin. Bueno, la arqueóloga junto al esqueleto, se retiraron una hora antes. Nami, estaba dormida en la mesa babeando, aun teniendo a mano un tarro de cerveza a la mitad, al igual que el espadachín. Usopp dormía abrazado de Chopper en el suelo, que a un lado suyo estaba el capitán. Y el peli azul, que se acababa de despertar, de una siestecita que se hecho, iba a despertar a sus nakamas.

-Oye Nami, despierta…-Le empezó a zarandear el hombro a la navegante.

-¡¿Qué cojones quieres Franky?!-Despertó molesta de que la hayan despertado.

-Hora de dormir…

-Vale…-Dejo su tarro en la mesa y se fue a su cuarto donde la peli negra, ya estaría dormida.

-Zoro, Zoro…-El peli azul movía a más no poder al espadachín, para poder despertarlo, pero este ni se inmutaba a despertar, al final se rindió y decidió dejarlo ahí tumbado. Ahora despertaría a su capitán y a sus otros dos nakamas.

-Oigan chicos, despierten.-Movía a cada uno del hombro, el primero en despertar fue Luffy.

-¿Franky? ¿Qué ocurre?

-Es hora de ir a la cama. Tú adelántate, yo despertaré a estos dos.-Señalo al par que todavía continuaba durmiendo.

-Vale…-Bostezo, pero antes de salir de la cocina, le pregunto algo al cyborg.-Oye, ¿y Sanji?

-Hoy le tocaba guardia, así que debe estar en la torre de vigía.-Al igual que Zoro, esos dos no querían despertar, pero a diferencia del espadachín, los cargo para llevarlos al camarote de los hombres.

-Ya veo, bueno, iré un rato con él.

-Ok, entonces, buenas noches Luffy. Y feliz cumpleaños.

-Buenas noches Franky. Y gracias, shishishishi.-Rápidamente. Luffy se dirigió a la torre de vigía. Ahí estaría el rubio. Se asomó un poco antes de subirse por completo, y tal y como dijo Franky, ahí estaba el cocinero. Viendo hacía la ventana que tenía la torre, mientras fumaba un cigarrillo.

Se subió cauteloso para que no lo descubriera, y cuando estuvo más cerca de él, le tapo los ojos con ambas manos.

-¿Quién soy?-Pregunto divertido el capitán.

-¿Quién más sería? Eres Luffy…

-Correcto. Shishishishi.-Retiro poco a poco sus manos y se sentó a lado del rubio. Se quedaron un poco en silencio, para Luffy era un silencio normal, pero para Sanji era realmente incómodo…

-Oye Luffy.-Llamo al menor sin dejar de poner vista al mar. El nombrado volteo a verlo, esperando a lo que fuera decir.-Perdón…

-¿Por qué te perdonas Sanji?-Preguntó incrédulo Luffy.

-No te di ningún regalo…-El rubio bajo la vista avergonzado.

-Ah… ¿con qué era eso? No importa. El sólo tenerte a mi lado, ¡me haces feliz!-Sonrió Luffy. Sanji volteó a verlo sorprendido, eran casi las mismas palabras que Robin le había dicho. Se sentía feliz… Tal vez esta era su oportunidad.

-Oye Luffy, quiero decirte algo…-Evito su mirada de nuevo, centrándola en algún otro punto.

-Claro Sanji, ¿qué es?

Estaba dudando, pero no quería echarse para atrás, tenía posibilidades de que Luffy le correspondiera, y aunque no fuera así, tal vez estaría más tranquilo al no seguir guardando sus sentimientos.-Te quiero…

-¡Yo también te quiero Sanji! ¡Eres mi Nakama!-Una gotita caía de la nuca del rubio.

“No entendió…”-No me refiero a ese te quiero Luffy.-Suspiro.

-¿Entonces?

-De forma más formal, cuando te gusta alguien y quieres estar con el.-Trato de explicarle al cabezotas de su capitán.

-¡Ya entendí! ¡De manera de sexo!-El rubio casi se ahoga con su cigarro al escuchar a su inocente capitán diciendo esas cosas.

-¿Se puede saber de dónde aprendiste eso?

-De Zoro y Robin. Una vez que fui por comida a la bodega en la noche, me detuve al instante al escuchar ruidos raros adentro. Me asome y vi a Zoro y a Robin haciendo sexo, por lo que ellos me dijeron. Que lo hacen porque se quieren y que guardara el secreto… ¡Diablos! ¡Pero si te lo acabo de decir!-Mientras el capitán de revolvía sus cabellos preocupado y alterado por confesar el secreto de dos de sus nakamas, Sanji se le cayó el cigarro mientras trataba de reaccionar.

“¡Maldito marimo!” Lo maldecía mentalmente, pues por su culpa, Luffy había aprendido esas cosas, y aunque la peli negra también estaba relacionada a aquello, no tenía nada de culpa, Sanji no podía echarle la culpa a una de sus chicas, ¡sí! Todo era culpa de Zoro…

-Sanji.-Salió de su asombro al llamado de su capitán, que este estaba con la cabeza baja y triste.-Por favor, no les digas que te dije esto…-El capitán estaba a punto de llorar. Sanji se dio cuenta y se acercó más a Luffy.

-No te preocupes Luffy. No diré nada, así que no llores.-Con su dedo pulgar le limpió una lágrima que se le había salido al menor.

-¿En serio?-Sonó esperanzado.

-En serio.

-¡Gracias Sanji!-Se aventó al rubio, mientras le daba un gran abrazo y el rubio correspondía contento. Pues el estar así de cerca con Luffy, lo ponía aún más feliz.-Por cierto Sanji.-Luffy se separó un poco de él. Pero aun teniendo sus brazos rodeando su cuello.

-¿Sí?

-¿Entonces me quieres de forma sexual?-El rubio se sonrojo.

-Si así se puede decir.-Evito la vista del menor.

-¡Entonces yo también quiero a Sanji!-Volvió a sonreír el menor.

-Espera Luffy, creo que te estas confundiendo.

-¿Por qué? ¡Ya lo he decidido!

-No es tan fácil, lo que pasa, es q-El rubio fue interrumpido por los labios del menor. Mientras trataba de reaccionar a tal situación… No lo podía creer, su capitán, ¡sí! ¡Su capitán le estaba besando! Pero después de un rato, a falta de oxígeno, Luffy se separó un rato de él.

-Robin me dijo que cuando te gusta alguien, le das un beso.

-Luffy, pero es que…

-Tú me gustas Sanji, y me gustas mucho…-Luffy se empezaba a poner nervioso y un notorio tono carmín se formaba en sus mejillas.

-Tú también me gustas Luffy.

-¡Entonces seamos novios!

-¿Novios?-Arqueo la ceja el rubio.

-¡Sí! Zoro me dijo que cuando dos personas se gustan y empezaban a estar juntos, se llamaba novios, ¡y yo quiero ser novio de Sanji!-“Estúpido marimo” de nuevo el peli verde, influyendo en la mente del capitán, pero se lo agradecía, pues tal vez al fin, podría estar junto al chico de cual se enamoró desde hace dos años. Ese chico que le cautivo al verlo por primera vez en el Baratie, ese chico que le dedico una hermosa sonrisa, la más bella que había visto. Ese chico que aunque era un completo idiota, era su idiota. Ese chico que nunca se rendía, que siempre peleaba por sus sueños. Ese chico el cual nunca se cansaría de cocinarle. Ese chico que después de que Kuma los separará durante dos largos años, extrañaba a cada segundo de su presencia. Ese chico que después de verlo un largo tiempo, sintió una felicidad incomparable, ese chico que ahora sería suyo y de nadie más…

-De acuerdo Luffy, seremos novios.-El mayor le sacudió sus negros cabellos.

-¡Genial!-Y de nuevo, Luffy le dio un dulce beso. Lleno de sensaciones inexplicables para el rubio, claro, todas de felicidad. Al poco tiempo se separaron y se sonrieron.

Luffy tenía la fuerte necesidad de dormir, así que se acurruco en el pecho de Sanji, mientras este lo abrazaba fuertemente.

-Por cierto Luffy…

-¿Sí?-Esperaba a lo que Sanji fuese a decir, sin separarse un milímetro de él.

-Feliz cumpleaños.

-Gracias…-Se acurruco más en su pecho, pero antes de dormir completamente, quería decirle algo a su novio.-Sanji…

-¿Sí?

-Te amo…-El rubio que tenía los ojos cerrados, que quería dormir junto con él. Los abrió lentamente al escuchar las palabras del menor.

-Yo también te amo Luffy.-Cerro lentamente de nuevo sus ojos, mientras una sonrisa se formaba en ambos rostros, quedando ambos dormidos. Sanji con una gran satisfacción al estar junto a Luffy y Luffy pensando que fue el mejor cumpleaños de su vida…

Notas finales:

¿Les gusto? Eso espero... 

Una, la expresión "esperanza del corazón", la decidí poner, ya que en la televisión mexicana, hace algunos años paso una telenovela llamada así. No la veía, pero mi abuelita sí, y siempre que iba a visitarla, estaba viendo ese programa, así que se me quedó xD.

Otra, no quise escribir lemon ,¿por qué? Porque quería que este Fic fuera como tierno y que no tuvieran sexo. Y podría haber hecho un lemon tierno, pero no sería lo mismo, en mi opinión. 

Y la última, tenía ganas de escribir un Sanji x Luffy, ya que casi no hay, y es otra pareja que me gusta mucho.

En fin, espero que les haya gustado. Manden sus comentarios, buenos o malos, me servirán bastante. Hasta la próxima~. 


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