Ya no sentía las piernas, llevaba más de tres horas corriendo y tenía que cambiar a mi forma animal para poder ir más rápido, pero eso me era imposible, me estaban siguiendo, ¿el motivo? Son cazadores de cambia formas y mis dos hermanos y yo eramos los últimos jaguares. En resumen, eramos una gran tentación. Así que obligue a mis hermanos a escapar y yo fui el cebo.
Era el mayor de los hermanos y tenia que cuidarlos, sabía que ellos podrían salvarse y confiaba en que me buscarían, son demasiado testarudos, creo que viene de familia.
Pare de pensar cuando oí un disparo y luego un fuerte dolor en la pierna izquierda, por suerte había sido solo una rozadura, pero escocía y a la vez dolía. Y no pude evitar soltar un gemido.
- A la mierda todo – murmure y cambie para enfrentarme a ellos, a la vez sentía como mi herida se curaba.
- Mira, el lindo gatito a decidido salir a jugar – dijo uno de ellos mientras me apuntaba con el arma – sería una pena que acabara herido ¿verdad?
Yo rugí y me tire encima del tipo que me apuntaba con su arma, iba directo a su garganta y él parecía saberlo, intento dispararme pero fue demasiado tarde, ya estaba encima de él. Simplemente abrí la boca y mordí, y así, acabe con su vida, que pena, me giré y vi que los otros dos me miraban asustados mientras empezaba a dar vueltas alrededor de ellos, era un depredador que ahora mismo era el cazador y eso me divertía.
- ¿Te piensas que das miedo? Has matado a uno pero hay más iguales a nosotros y ellos os mataran a ti y a tus hermanos y- no le deje terminar, otro menos, solo quedaba uno que se había orinado en los pantalones.
- Yo...yo...yo no quería, lo siento, perdoname la vida, no puedo morir yo... yo simplemente necesitaba dinero y me ofrecieron este trabajo, créeme – si, ya, ahora voy y me lo creo, decidí acabar con su vida rápidamente y así ahorrarme escuchar su voz.
No puede evitar arrepentirme después, no por haberlos matado, si no porque me quedo el asqueroso sabor de su sangre, realmente no lo soportaba, era como chupar un hierro.
Cambié a mi forma humana y vomite, al acabar mire alrededor, no tenía ni idea de donde estaba, todo era bosque y más bosque, así que volví a cambiar para correr y buscar al menos una carretera.
Corrí y corrí hasta que olí algo extraño, olía a lobo, no podía ser ¿acababa de luchar con humanos para ahora hacerlo con perros? Ya quedaba claro que hoy no era mi día de suerte. Me prepare mentalmente para cualquier ataque y puse a alerta a todos mis sentidos. Cuanto más corría más notaba el olor.
- Al parecer un pequeño gatito nos a venido a saludar – dijo alguien, ahora sabía porque había habido una explosión de olor.
- Pequeño gatito mis pelotas – exclame cambiando, estaba un poquito harto de que me llamaran gato, soy un jaguar, maldita sea – peso 118 kg en forma de jaguar, no gato y estoy harto de que todo el mundo me lo diga, además he tenido un día de mierda para que venga un jodido perro a joderme todavía más.
- Eres gracioso, gatito y te perdonare por llamarme perro, ahora explicame que haces en territorio de lobos y porque hueles a sangre – no pude evitarlo, pero lo fulmine con la mirada, a mi nadie me ordenaba, nadie.
- Realmente pareces un perro en tu forma de humano, interesante, eres como mi hermano – me reí.
- Dímelo – me ordeno
- No, no quiero – como decía, lo testarudo, viene de familia – ¿porque tengo que explicarle a un completo desconocido algo que no quiero? Y espera, que aquí viene lo mejor, eres un lobo, así que, Adiós – acabe diciendo mientras me daba la vuelta, pero una mano me lo impidió.
- Tendrás que acompañarme a hablar con mi Alfa, así que, nada de “Adiós”- dijo mientras me subía a su hombro.
- ¡Bajame! ¡Estoy desnudo! ¡Y vas a enseñarles a todos mi trasero! - grité mientras le daba golpes en la espalda, pero parecían no afectarle.
- Te voy a dar mi camiseta, pero como se te ocurra correr no solo verán tu trasero, sino que lo verán rojo de las palmadas que te daré ahí ¿Queda claro? - preguntó y yo rápidamente asentí, me bajo lentamente al suelo, pero sin soltarme, cuando se aseguro que yo no me iba a mover, me soltó y se sacó la camiseta – Toma y ponte la rápido, por cierto, te va a ir un poco grande – ¿un poco grande? Era tres tallas más grande que la mía, ¡me iba gigantesca! ¿Por que tenía que ser tan pequeño? - Dame la mano y corre, llegaremos antes – simplemente le cogí la mano y deje que me arrastrara.
Estuvimos unos minutos corriendo hasta que llegamos a un pequeña aldea, todas las casas eran preciosas pero habían muy pocas.
- ¿Quanta gente vive aquí? - pregunte
- Cinco personas, los demás se fueron – contesto
- ¿Compráis los suministros en la ciudad?
- Si, ahora te voy a pedir que no sueltes maldiciones, el Alfa es un poco bastante religioso
- ¡JongHyun! - gritó alguien – ¿que es eso?
- Eso, perro asqueroso, como tu me has llamado, es un jaguar, y mi nombre es Kim HeeChul – dije mientras lo apuntaba con el dedo – además apuesto lo que quieras a que te supero en edad
- Tae, ve a llamar al alfa y dile que tenemos compañía de un gato muy testarudo – dijo el cara de perro al cara de niño pequeño.
- No hace falta, ya estoy aquí – me gire para mirar de donde provenía la voz, ese hombre era lo más hermoso que había visto, era alto y grande, perfecto, cuando recordé respirar, no pude evitar notar él olor que provenía de él y abrí los ojos de golpe, comprendiendo porque me atraía tanto.
- ¡No puede ser, estoy emparejado con un perro/gato! - exclamamos los dos a la vez
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