Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

-Casado con el mismo hombre- por Monnyca16

[Reviews - 494]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

HOLA BUENO... NADA ES FANTASÍA. TODO TIENE LENGUAJE REAL Y SITUACIONES QUE PASAN EN EL MUNDO. 

Quiero que le den mucho amor. Esta historia comienza un poco tranquila y no será deprimente, más bien reconstructiva y muy graciosa. 

Les traigo un nuevo personaje que hará la diferencia y sé que lo amarán. Necesito paciencia y de una vez diré los días de publicación.

SE PUBLICARÁ:

SÁBADO Y DOMINGO

Si por alguna razón no se publican esos días, se harán en el próximo fin de semana, pero tendrá justificación. Si dejo de publicar no significa abandono.

Notas del capitulo:

La historia comenzará tranquila, descriptiva, pero luego irá agarrando el hilo. 

Gracias por leer.

Capítulo 1

Tomás suspiró. Caroline lo observó frustrarse.

Justo apenas habían pasado 2 días después de aquella mañana en la cual Nicolás fue a visitar a su padre. Ambos  compartieron el día y hablaron largas horas para ponerse de acuerdo con lo que pasaría ahora. Salomón inmediatamente habló con Oliver y quedaron en esperar hasta que Nicolás se hiciera independiente. Oliver dijo que también tenía que trabajar en sus sentimientos para no ser dependiente de Nico, pero no negó que lo seguía queriendo.

Incluso fue duro para Salomón la situación. No se imaginaba que Oliver se enamorara de su hijo, así como tampoco supuso que su pelirrojo se enamorara de su mejor amigo. Ser homosexual no estaba de moda y tampoco era aceptado, pero Salomón estaba trabajando para aceptar la situación que él mismo había comenzado. Aceptó a ambos hombres comprometidos como bisexuales y los siguió queriendo a pesar de sus preferencias. Fue confuso al principio, pero Oliver lo había ayudado demasiado con su hijo y ahora estaba agradecido.

Porque si no fuera por Oliver, entonces Nico estuviera de nuevo en pandillas, con malas compañías y echando a perder su vida. En cambio, su amigo le había devuelto a su hijo para que la unión padre-hijo se fortaleciera y eso era importante para Salomón. Ya que si Nico volvía  a las drogas, entonces su padre tendría que guiarlo, y ser responsable de él para que su hijo aprendiera a vivir con autosuficiencia.

Ahora todo era un caos. Era lógico que Noah sintiera angustia y ansiedad por la separación, incluso al tener un padre al cual obedecer y querer. Las consecuencias de un rompimiento amoroso lo hicieron tener efectos desagradables. En su segundo día viviendo con su padre y cuidándose a sí mismo, Nicolás experimentó un sinfín de sensaciones. Tendía a dar vueltas por un mismo lugar, se mordía las uñas y revisaba los cajones en donde antes guardaba alcohol y cocaína, buscando bajo la cama las inyecciones de heroína que guardó meses atrás. Pero nada había; su padre limpió su cuarto y toda la casa, alejándolo de las sustancias adictivas.

Y no importaba que fueran dos días de “soledad”, para él podrían significar años. Tomás, que estaba sentado en la mesa, lo sabía. Esta vez su mejor amigo estaba hablando y no se callaba. Decía palabras rápidamente, una tras otra, sin seguir una conversación, solamente hablando por hablar, como si de eso dependiera su vida. Tomás no entendía ni un comino de lo que su amigo estaba diciendo, tampoco Caroline, pero lo dejaron hablar rápido.

Los temas que Nico hablaba no tenían nada que ver uno de otro, sólo llenaba el espacio para no callarse y decía cualquier cosa que las palabras fueran uniendo, implícitamente sonreía en grande, como si de nuevo utilizara la máscara que lo ayudaba a no sentirse solo.

–Nico –Tomás murmuró, tomándolo de los hombros. 

El pelirrojo abrió mucho los ojos, pero siguió hablando como si su amigo no le hubiese hablado. Entonces Caroline se encogió de hombros. Era imposible tratar de calmar al crío y no sabían cómo tranquilizarlo. Justo ahora estaba teniendo un problema de nervios y estaba a punto de caer en depresión. 

–Nico –el rubio siguió hablándole, apretándole con más fuerza los hombros.

Sin embargo, Nicolás no cerró la boca. Habló con más insistencia y llorando en silencio, manteniendo una sonrisa adulterada que se aguadaba lentamente por culpa de la nostalgia. Y aunque lloraba a mares, no paró de hablar. Sólo lo hizo cuando Tomás se levantó de la mesa para sujetarlo entre sus brazos y abrazarlo fuerte. Pero antes de que lo abrazara, Nicolás se levantó de su silla y tiró todo lo que se situaba sobre la mesa. Varios platos y vasos de cristal cayeron al suelo, quebrándose en pedazos.

Lo agresivo venía y cuando eso pasaba, Tomás tenía que llevarse a su amigo inmediatamente de ahí. Estaban en un lugar público y si Nicolás golpeaba a alguien, ocasionaría un gran problema. No obstante, Tomás impidió que pasara a mayores, abrazando a su amigo  por la espalda y con suficientes fuerzas. Agarró sus manos y lo apretó para amarrarlo a él, pero Nico se cabreó y deshizo el agarre, lanzando a su amigo a un lado y fuera de su alcance.

Tomás cayó al suelo y no pudo ver mucho, sólo se percató de que su amigo estaba recogiendo los vidrios que se espacian por el piso y apretándolos con bastantes fuerzas con las manos, lastimándose a sí mismo. Y cuando la sangre apenas comenzó a brotarle de las manos, el enojo descendió, tranquilizándolo poco a poco. Pero la sensación de calma y complacencia se fue cuando al abrir nuevamente los ojos, observó que sus manos sangraban, y fue entonces cuando colapsó. El sentimiento de satisfacción cambió a uno de miedo. Se había atacado a sí mismo, atentando contra su vida y al caer en la realidad, el síntoma de nostalgia llegó.

La tristeza lo acorraló, haciéndolo llorar al mirarse ansiosamente las manos. La sangre cayó al suelo, manchándolo lentamente. La mayoría de los vidrios seguían encajados en su piel y lo que por un momento le causó goce, ahora estaba doliéndole. Le dolía tanto que inconscientemente se alejó de los vasos y platos rotos para acostarse en el suelo, manteniendo posición fetal, que en cierto modo lo hacía sentirse protegido y seguro, como si siguiera en el vientre de su madre. 

El personal del lugar lo observó, comenzando a murmurar cosas, habladurías y risas que Nicolás escuchó y lo hicieron llorar con más desesperación. Tomás gritó en alto, callando a la gente que lo miraba como si fuese un bicho raro y fue hasta su amigo, diciéndole a  Caroline que lo ayudara.

Con delicadeza, Tomás le miró las manos y lo obligó a pararse, pero el pelirrojo no quería. Si dejaba de estar en posición fetal se sentiría peor y no quería sentirse más mal. Y no le  importaba si  estaba en público, él necesitaba sentirse protegido al igual que un bebé. Caroline guardó silencio, luego le dijo a Tomás que lo cargara para poder llevarlo a casa. Nico necesitaba descansar y ellos debían apartarle los vidrios de las manos y desinfectarlo.

Y así fue. Tomás cargó a su amigo, dejándolo mantener la posición fetal  y lo llevó hasta la salida, esperando a Caroline para que ella solucionara lo de la vajilla quebrada. Después fueron a casa de Nico, ahí le quitaron el vidriado y le curaron las heridas.

Salomón fue avisado después, lo que logró que éste pensara en qué llevarle a su hijo cuando terminara de trabajar y llegara a casa. Salomón compró pizza para la cena, recordando que esa era una de las comidas favoritas de Nico, y no se olvidó del helado de fresa y unas cuantas fresas frescas para que disfrutara al menos comiendo. Lo que también compró fue una pulsera con un dije color naranja. Si Nicolás necesitaba apoyo para soportar su ansiedad, entonces él le entregaría colgantes que lo hicieran sentirse seguro de sí mismo. 

Al llegar a casa, dejó las cosas en el comedor, guardó el helado en el congelador y las fresas en la parte de abajo. Fue hasta la habitación de Nico y golpeó dos veces, cuando Nico dijo “pase”, él pasó.

– ¿Te sientes mejor? –Fue lo primero que le preguntó. Nicolás asentó, mirándose de nuevo las manos. Éstas estaban con curitas y le dolía un poco todavía –. Te extrañé –dijo, acercándose hasta la cama del pequeño –. ¿Tú me extrañaste? –Nico asentó, tímidamente –. He traído la cena ¿Sabes lo que es? –El ojiazul se negó –. Es pizza, y también traje el postre.

–Helado de fresa –añadió el crío no como pregunta, sino como afirmación. Salomón movió la cabeza de arriba abajo, sonriendo –. ¿Con fresas frescas?

–Sí. 

Nico se sentó en la cama y sonrió.

–Hoy me corté –murmuró con seriedad y con el rostro apagado–. Me enojé y lo hice, pero no quería.

– ¿Ahora cómo te sientes? –Acariciándole la mano ya curada, le preguntó.

Noah se estremeció, pero logró responder con una sonrisa de medio lado:

–Relajado y con hambre.

Su padre, suspiró, mirando directamente las manos de Nico.

– ¿Sabes? Cuando las cosas me intimidan o no me salen como esperaba, lo que hago es ver un objeto preciado –Nicolás se encogió de hombros. No sabía qué era lo que su padre quería decir –. Cuando las cosas no salen bien en el trabajo, yo veo tu foto –contó–. Ahora te he comprado algo para que lo utilices cuando te sientas poco fuerte –anunció, sacando una pulsera sencilla, pero que se miraba especial –. No importa lo que te pase, cuando la veas te calmarás, así como yo lo hago con mis problemas. Puede parecer simple, pero funciona, y ¿sabes por qué? Porque alguien querido te la está dando. Todo mi amor va incluido aquí y si tú la vez, entonces te sentirás mejor.

Los ojos azules de Nico rodaron, pensativos. Sonaba estúpido, pero eso no era lo que quería decir. El pequeño tenía sus dudas y necesitaba pruebas para confiar en lo que su padre le decía.

– ¿Cuando tú vez mi foto te sientes bien porque sabes que yo te quiero? ¿Cómo? Si yo no te entregué la foto… ¿cómo puedes verla como un refuerzo?

Salomón se acercó un poco más, sonriendo como si acabase de descubrir un tesoro.

–Porque es tu foto y con solo verte, me recuerda que tengo a alguien por quién luchar. Porque estás esperando por mí en casa y no quiero dejarte solo nunca. Cuando veas esta pulsera, entonces recordarás que eres joven y que hay muchas personas que te quieren y esperan por ti. Cuando veas la pulsera te harás más fuerte y confiarás en ti mismo para resolver alguna situación, y no dejarás que nada ni nadie te haga sentir mal.

Nico no lo había intentado con una “cosa”, sólo ocupó a Oliver para eso, así que se sintió extraño, pero convencido. Asentó con la cabeza muy lentamente y poco a poco abrió la boca para platicarle a su padre por lo que había pasado horas antes.

–Todos ellos me miraban y me decían que era ridículo, que parecía un retrasado –contó el menor, recordando lo que había pasado en el restaurante. Todas las personas lo habían apuntado y le habían dicho que parecía un enfermo mental.

Salomón entendió al instante lo que su pequeño le decía, así que respondió:

–Pero no eres nada de eso, tú solamente eres Nicolás, mi hijo y un adolescente con muchos sueños. Y cuando vuelva a pasar algo como eso, verás la pulsera y te lo recordarás. Recordarás lo importante que eres, chaparro.

El enano asentó y se levantó rápidamente de la cama, encaminándose hacia el comedor para poder cenar junto a su padre.

De lo que Salomón estaba seguro era que cuando su hijo durmiera, escondería todo aquello que pudiera dañar al pequeño. Guardaría los cuchillos, las vajillas y dejaría solamente algunos platos y vasos de plástico para que utilizara.

 

::::   ::::   ::::

 

La familia Wolff Rudel estaba enfadada. Oliver le contó a su hermana y sobrina que Nicolás ya no estaría viviendo en casa y que su relación estaba en construcción, que luego si era posible, volverían a ser una familia de nuevo. Sin embargo, Olivia se enfadó al principio y Ana también. Ahora estaban en la mesa, cenando y nadie hablaba. Oliver las entendía, pero tampoco dejaría que su hermana y su hija lo odiaran, así que comenzó una conversación.

– ¿Ya se les quitó lo enojado?

Olivia se atragantó, luego se negó. No estaba tan enojada, más bien confundida. Ella quería lo mejor para su mellizo y no quería que sufriera en silencio.

–Sólo un poquito, bollo de esperma –respondió–. Solamente es que…todo fue tan rápido, ustedes dos se aman y es triste que estén separados.

Las dos mujercitas de casa ya estaban acostumbradas a ver a Nicolás y ahora era muy triste no encontrárselo ahí. En cierto modo a Ana le pegaba más duro.  

–Les he dicho que Nicolás tiene que aprender por sí solo. Cuando lo haga nos volveremos a encontrar, estoy seguro. Porque si en verdad nuestra relación tiene un futuro, entonces volveremos, sólo queda esperar –articuló con esperanza. Algo le decía que al final se quedaría con Nicolás y lo demás se arreglaría con tiempo y experiencia.

– ¿Y no harás nada para verlo o decirle que le eche ganas? –Ana le preguntó a su tío.

Oliver sonrió.

–Estos últimos días lo he visto de lejos. Ha estado con su amigo Tomás, y con su padre. Se ve intranquilo, pero luego se le pasará –le comentó, sintiéndose feliz por no alejarse demasiado del pelirrojo.

– ¿Y tú estás bien? –Esta vez, Olivia le preguntó. Eso era lo importante.

Olivia estaba segura que Nicolás tenía a gente preocupándose por él, y era ciertamente obvio que alguien más se preocupara por Oliver. Así que lo hacía. Además de apoyarlo, trataría de hacerle estos días los más felices de su vida.

–No del todo, pero estoy trabajando en ello. Mañana iré a ver a Salomón –musitó  sonriente.

Ana se encogió de hombros, luego terminó de comer para ir a cuidar a Requetemiau y a Hunter. Olivia hizo lo mismo y dejó a su hermano solo para que pensara. Oliver tenía el camino indicado para seguir. Y estaría totalmente preparado para Nicolás en cuestión de semanas. La necesidad que comenzaba a sentir por él, se fue extinguiendo. Era cierto que pensaba en él todas las noches y también que seguía durmiendo con los peluches, Dominik y Jordana, a la vez que también agarraba el celular de Nico –que por suerte y mala suerte, el adolescente dejó en casa-, le ponía la clave (YaelNi) y miraba sus fotos privadas. Con eso estaba listo para dormir y lo bueno era que no había tenido pesadillas ni había faltado al trabajo. A pesar de que Nico no estaba, Oliver trabajaba duro para no necesitarlo. Lo extrañaba sí, y mucho, pero que Nicolás no estuviera no lo deprimía, haciendo que eso fuera todo lo contrario con Nico.

Yael estaba seguro que en poco tiempo volvería a estar junto al pelirrojo. Todo era cuestión de tiempo y amor. Ahora Oliver sentía que el amor puro estaba regresando y la obsesión yéndose. Haciendo que lo que sintiera por Nico no lo descolocara ni deformara sus sentimientos.  Ahora estaba completamente seguro que lo amaba de verdad y con pureza.

::::  ::::  ::::

A la mañana siguiente, Nicolás acompañó a su papá al trabajo. No tenía nada bueno qué hacer, y además quería ver lo que su padre le contó la vez pasada. Si su padre tenía el retrato de él en la oficina, entonces confiaría en la magia de la pulsera.  De igual modo se había puesto la pulsera para no ir descuidado.

Durante el camino, estuvo platicando con su padre y le comentó que quería practicar ballet y que el yoga le vendría bien. Nico quería ser gran bailarín y deseaba poder mostrarle a su padre todo lo que sabía hacer.  Salomón  aceptó de inmediato lo que su hijo decía, sintiéndose feliz por haberlo escuchado hablar de sus planes para el día. Eso era una evidencia de que estaban teniendo más conversaciones y que su situación padre-hijo estaba creciendo.

Esa tarde, Nicolás se encargaría de encontrar un buen lugar para aprender Ballet y practicar yoga. Estaba seguro que aprendería rápido y que pronto dejaría la ansiedad que su cuerpo sentía. Al menos mantenerse ocupado le ayudaría en algo y esperaba distraerse para seguir evolucionando como persona.

Lo que Nico no sabía era que al llegar a la empresa de su padre, era posible que viera a Oliver. Lo único que sabía era que no estaba preparado para encontrárselo y que muy en el fondo, un sentimiento de coraje le recorría el cuerpo. Pero estaba seguro que después de un tiempo dejaría de odiar a su esposo por haberlo dejado solo. Porque a pesar de que se sentía traicionado, sabía que Oliver lo hizo por su bien. 

Notas finales:

Y bueno, este es el primer capítulo. Espero que les guste y esperen los siguientes. Mañana publicaré el capítulo 2.

Esta historia tendrá mucho humor, así que esperen eso. Les tengo unas sorpresas y unos cambios sorprendentes. Hice un personaje BIEN SUPERPODEROSO, DE ESOS QUE ENCANTAN A LA GENTE. Les platico que este personaje nuevo no creará conflictos ni triángulos amorosos, no me gustan los triángulos :C No me gusta que la gente discuta por el amor de alguien, es por eso que mi historia no tiene nada de eso... CELOS SÍ, pero luchas por amor no. HAHAHAHAHAHAHA No manchen, en serio que ustedes tienen que conocer a mi personaje nuevo. ¿Qué se imaginan? ¿Qué creen, que sea hombre o mujer? Sólo puedo decir que ese personaje ayudará mucho en la historia. 

¿Merece review? Si merece al menos un review... entonces manden uno. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).