Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La casa de atrás por Mero-Mero-San

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Pureza…aquello ya no existe en su cuerpo, dejo de estar en él desde hace mucho tiempo, aunque se negaba a aceptarlo, durante dos años pago de aquella forma, con gritos, con sangre, ya para cuando llego a la casa estaba desequilibrado, a los muchachos les costó mucho dejarlo sobre la línea del suelo, pero claro que habían algunas grietas.

--Toco la puerta y espero pacientemente, Joker al abrir vio a un niño desanimado, amoratado y cansado, por una costumbre y confianza le toco la cabeza

-¿Qué necesitas chico?-

El muchacho levanto la mano y sin nada que responder tomo de la muñeca al mayor y se la torció haciéndola tronar, el grito de Joker se oyó por toda la casa llamando la atención de muchos de los jóvenes que allí había.

-Tengo hambre- susurro mirando de un lado a otro -¿comida?- vio a sus pies a un hombre retorcerse y quejarse, sonrió divertido –señor ¿le duele? Claro que duele- respondió por él.

El pelirrojo quien llego primero vio a un niño, pero no podía perdonar el daño que le hizo a su amigo, iba a golpearlo, pero se detuvo, Zoro apareció detrás con una mejilla hinchada por la comida que contenía en su interior.

-¿Qué está pasando?- el menor se volteo y lo primero que vio fue el bulto en su mano, su estomago gruño, un hilo de saliva cayo por su barbilla -¿tienes hambre?- le extendió la mitad de su emparedado –lo hice yo, así que no te quejes- el pelinegro dio unos pasos y lo sujeto con un ligero temblor, se lo llevo a la boca devorándolo, para su paladar era el manjar más delicioso, trago lo ultimo y recordó el dolor, la humillación que sintió, los toques fríos, los daños, estaba tan asustado que no se equilibro con sus piernas yéndose de bruces, pero cayó encima de Roronoa quien lo sujeto con fuerza -¡Oye! ¡¿Estás bien?!-

-¡Y-Ya…no quiero que me toquen!- gimoteaba mientras las manos del peli verde le tocaban las espalda –¡me duele!- se quejo llevándose su mano a su pecho –duele…-

Luego de llevarlo dentro del lugar, el doctor llamado constato que fue abusado sexualmente en constantes oportunidades por varias personas, además en su pecho había una reciente herida infectada, sus tobillos y muñecas estaban amoratados, en pocas palabras, fue un esclavo sexual--

Se removió intranquilo, al abrir sus ojos se encontró con el rostro dormido y amoratado de Zoro. Las lágrimas no tardaron en aparecer ¿Por qué Zoro fue violado? ¿Por qué le paso eso a él también? Aunque sabía que fue abusado de pequeño no podía sentir pena por el niño de antes.

Se sentó -No debo llorar- se fregó los ojos con su antebrazo, debía ser fuerte por Zoro, por sí mismo –esos malditos aun no me han corrompido del todo, debo salir de aquí- ya estaba oscureciendo y el cielo mostraba unas nubes grisáceas; una repentina punzada se presento en su columna obligándolo a quejarse -no quiero…no quiero…- se abrazo a sí mismo con los ojos completamente abiertos, esa sensación estaba regresando –me tengo que ir…- se quito la sabana de encima y salió por la ventana, no avisaría, necesitaba estar solo por un buen rato, lejos de Doffy, de Zoro, de la casa, de la vida que tiene hasta ahora.

----------

La gloriosa noche marcaba el fin de un día agitado, la mayoría de las personas regresaba de sus trabajos o estudios.

Trafalgar cargaba sobre su hombro la mochila llena de libros y apuntes, la facultad le era un gran peso, pero le cedía el camino que anhelaba, se fregó la nuca mientras daba diversos pasos, en esos momentos pensaba en dormir, no pensaba en comer, solo en descansar su tan estresado cuerpo.

Observo el tan oscuro cielo, según el pronóstico habrá lluvia para mañana a la mañana, pero él sentía que lloverá por varios días, al bajar su vista las personas con algo de apuro se dirigían a sus hogares, los envidiaba, tenían un lugar al cual pertenecer.

Una voz chillona llamo su atención -¡Hay lugares calientes, hay lugares fríos, hay muchos animales y muchos mundoooos!- ese peli negro era el de aquella casa, Mugiwara, al fin podía verlo, debido a los estudios estaba en la facultad y debido a que se le había escapado no lo había podido buscar –lalalalala, lalaaaaaa- iba cantando a gritos, parecía concentrado

-¡Oye!- la voz detuvo la alegría de Luffy quien se volteo a ver, se asusto y sin nada que esperar comenzó a correr, Trafalgar vio como ese hombre perseguía repentinamente a ese mocoso, no era asunto suyo, no debía importarle, pero…¡¡¡aahh!!! ¡No podía ignorarlo! Sujeto su mochila con fuerza y empezó a seguirlos, esta vez Mugiwara no se le escaparía.

Debe ser el cruel destino quien le metía tantas trabas ¿Por qué debía correr cada vez que salía? ¡Solo quería respirar! ¡Tener una vida normal! No sabía cuántas calles llevaba corriendo, pero de lo que si sabía era que detrás suyo venía un sujeto y uno más a una distancia de tres metros, el sudor comenzaba a deslizarse por su piel y sus palpitaciones se alocaron por completo, la adrenalina estaba en cada rincón suyo, miro hacia un costado y sonrió, un parque, un bendito parque en arreglo estaba a su vista, cruzo la calle metiéndose en la oscuridad.

Se escondió detrás de un árbol, del bolsillo de su pantalón saco su inseparable navaja; sonrió mientras se acuclillaba, desde su punto vio a ese hombre que deslizo de su cinturón un arma, eso no estaba en sus cálculos, pero algo podría hacer.

Dio varios pasos en silencio hasta ubicarse detrás de otro árbol, su objetivo no dejaba de moverse. Sus manos le temblaban por el acto que iba a hacer, estaba titubeando por el miedo de regresar a aquellos oscuros y tenebrosos días, donde solo recibía el doloroso calor de diversas manos y cuerpos.

-Deja de moverte- susurro,

-¡¿Dónde estás mocoso de mierda?!- grito el sujeto perdiendo la calma

Mugiwara paso del miedo y el temblor a una risa a lo bajo, el juego de las escondidas se estaba tornando divertido, con sigilo continuo siguiendo los pasos de aquel hombre.

Se dio cuenta de lo absurdo que estaba siendo, en ese momento debía seguir con su plan de huir y no con la intención de matar al enemigo -Debería irme- susurro; una hormiga estaba en su expuesta pierna provocándole un cosquilleo incomodo, quiso apartarla, pero esta lo mordió -¡Me dolió!- la aplasto de un palmazo olvidándose de su grito llamativo.

Oyó la voz del sujeto y el sonido de su arma quitándole el seguro ¿por qué fue imprudente y grito? ¿De qué le sirvió observar y aprender en silencio? ¿De entrenar su cuerpo? ¡¿De qué valió aquello?! Se volteo y lo vio listo para dispararle. Cerro fuertemente los ojos, por primera vez en su vida deseo haber tenido a alguien a quien amar, siempre se pregunto que se sentía ser abrazado por los brazos de una persona que te quería de una manera distinta a la amistad, no quería morir ahora, aun no, quería saber cómo se sentía un corazón enamorado, quería ser amado. Pero nadie le aseguraba que iba a morir, tal vez iba a ser nuevamente el esclavo que siempre fue.

Un quejido se escucho y sus parpados cedieron la vista, incrédulo a lo que veía se quedo inmóvil, ese hombre escupió sangre ¿quién era el dueño de aquella sombra? ¿Su amigo o una simple imaginación? Reacciono al ver que lo que se apartaba detrás de ese sujeto, esa mirada, no tenia duda alguna, el inerte cuerpo callo.

-Torao- susurro con temblor, ese maldito ojeroso se había manchado las manos, ese moreno ¿no comprendía en lo que se estaba metiendo? Hipnotizado por aquella imagen se iba acercando, su salvador, un asesino, un héroe…mato a un malo por su bien, se detuvo a pocos centímetros, sus manos tan secas estaban manchadas de sangre, se veían hermosas de ese modo, ese color representaba vida para el menor.

Nunca vio nada bueno a parte de su familia, las personas de buen corazón solo se prostituían por el bien de otros, si era así ¿Por qué sentía la calidez de otra persona sobre él? ¿Por qué lo protegió? ¿Cuál era el precio de ese sacrificio?

-Quiero saber Torao…- dijo aferrándose a este

--Se encontraba con grilletes en tobillos y muñecas en un rincón, aun no entendía nada de lo que le sucedía, apenas tenía 14 años, a todo momento lloraba, no le quedaba más por hacer, era un prisionero al cual usaban hasta que se cansaban, los moretones en su cuerpo era evidencia de que no era bien tratado.

Uno de los sujetos fue hasta él y lo tomo del mentón plantándole un beso, el estaba literalmente muerto, así que no le importo, días de hambre y sed no era nada comparado con esa situación, tosió al recibir un puntapiés en su estomago, a pesar de que les servía lo golpeaban ¿Cuál era la gracia?

Su estomago gruño ¿Por qué era que termino así? Se apoyo contra la pared, cierto, aun lo recordaba ligeramente, alguna vez tuvo un hermano, supuso que lo había dado para pagar una cosa o solo por diversión, ahora todo le daba igual.

-Mocoso, aquí hay alguien que se divertirá contigo- apunto a un hombre a su lado, regordete y con una larga barba –se educado-

Asintió con desgana -Hay lugares fríos, hay lugares calientes, hay muchos animales y muchos mundos…- murmuro desolado –si yo fuera feliz está bien, pero definitivamente no tendré nada ¿Qué debo hacer?-

“Haz que sufran”

Aquello lo altero ¿eso de ahora fue una voz? -¿Quién es?- miro para todos lados, solo vio a ese hombre cerca de sí que comenzaba a acariciarlo, a pesar de ello se concentro en el lugar que estaba sucio e iluminado por un triste foquito -¿eres un amigo?- pregunto inconscientemente

-¿Estás loco mocoso? Yo solo page por cogerte, no te daré mi amistad-

“Sí, soy un amigo, y como soy tu amigo me harás caso ¿entendiste?”

El pelinegro asintió varias veces y obedeció cada palabra que oyó mientras ignoraba el toqueteo y la humedad que sentía, cerró los ojos sintiendo que algo iba a cambiar--

Luego de ello no recordaba mucho, solo estar parado frente a un hombre rubio, un ave.

----------

-Entonces ¿no puedo hacer nada por ellos?-

El canoso leía una hoja escrita por puño y letra de esa mujer, entendía la situación, pero no podía hacer nada.

-Mejor déjalo- dejo la hoja y encendió un puro –esa gente no quiere abogados-

-¡Pero yo como abogada!- se toco el pecho -¡debo ayudarlos de alguna manera!-

Smoker suspiro una cortina de humo que llego al rostro de la mujer, la cual tosió y se fregó los ojos, odiaba que su compañero hiciera aquello cada vez que quería que se callara, era obvio que él no la comprendería.

-Escucha Nico, tú no sirves si no te piden ayuda-

Miro hacia un costado –pero sé que algo podre hacer ¿no te interesa ayudarme?-

El mayor se rasco la cabeza, cuando a esa mujer se le metía algo en la cabeza no se lo podía quitar, pero bueno, esa era la mujer de la cual estaba interesado a pesar de saber que estaba casada, no era que querría perjudicar su matrimonio, solo quería sentir la sensación de riesgo.

-Está bien- se levanto de su asiento -te ayudare ¿que necesitas que haga?- Nico entusiasmada por estar recibiendo su apoyo sujeto sus manos, Smoker las sintió delgadas y suaves.

-Muchas gracias, no lo olvidare- le obsequio una sonrisa haciendo que el canoso tosiera por el humo, algo inusual –vaya ¿respiro mal?- el confirmo eso mientras tosía –por eso le dije que dejara de fumar- le sobo la espalda para ayudarlo

A veces no entendía su estupidez ¿todo este lio por una mujer? ¿Por unos niños prostitutos? Suspiro sin poder creerlo, pero volviendo a mirar el rostro de esa señorita sentía que valdría la pena

----------

Se levanto para ir hacia el baño, subió la tapa del escusado y bajo el cierre, al sostener su miembro pudo ver que la sangre de Zoro estaba presente en el, estaba seca y solo basto ver eso, se aterro, se odio, dio un grito y repartió patadas a varios objetos que se encontraban a su alcance, no lo soportaba ¿Por qué lo hizo?

Gritaba, gritaba con la poca energía que tenia -¡Perdóname Zoro!- ¿debía quitarse la vida para obtener algo de paz? ¿Debía cortarse hasta desangrarse? No podía saber si no se arriesgaba, pero a la vez no quería morir, no quería dejar solo a ese Marimo y romper la promesa con la preciosa Kuina –yo…¿Por qué necesito tanto su perdón?-

Comenzó a repasar los sucesos de su vida, cuando ese chico apuñalo a su padre, luego de aquello lo volvió a ver en aquel prostíbulo, lo maltrato, lo humillo, lloro frente a él, se divirtió, la cafetería, el hospital, el acompañarlo, el golpearlo, violarlo y para final, besarlo y acariciarlo ¿acaso le agradaba el masoquismo? No, jamás le agrado el sentir dolor, lo que realmente le agradaba era ¿verlo?

Se vio en el espejo y su imagen fue reemplazada por la de Zoro, ese chico de cabellos extraños no le desagradaba, no le caía tan mal, no le irritaba, su corazón palpitaba de una manera extraña y sentía escalofríos al verlo -¿me gusta ese bastardo? ¿Me enamore de Zoro?- sintió el fuerte golpeteo en su pecho que afirmaba eso –estúpido corazón- susurro triste ¿Cómo podía sentir eso después de todo lo que paso? Cubrió su rostro tras sus manos al dar por solucionado aquello que tanto lo confundía. Ese sentimiento descubierto no le desagradaba, todo lo contrario, le hacía sentir relajado.

-Sanji ¿aun estas despierto?- Zeff entro a la habitación sin tocar

Dejo su momento de confusión para cuando se encuentre solo, ahora debía sonreír por él, por Zoro. Limpio con un trapo mojado aquel color carmín en aquella parte de su cuerpo -Si viejo- se asomo por el marco del baño –lo estoy, pero enseguida me iré a dormir- hablo sonriente dejando confundido y preocupado al rubio mayor -¿viejo?-

Temía que su hijo haya enloquecido -¿Estás bien?-

Sanji sonrió aun más y corrió hasta su cama, se cubrió con las sabanas, parecía un niño pequeño –Si, estoy perfecto- bajo las sabanas su rostro se encontraba rojo –muy bien- estaba emocionado por lo que sentía, aunque le dolía un poco, si iba a declarársele ¿Qué ocurriría? ¿Recibiría odio? ¿Rechazo? ¿O sus acciones lo obligarían a encerrar ese maravilloso sentimiento?

-¿Qué ocurrió?-

El rubio guardo silencio ¿Qué ocurrió? ¡Acababa de descubrir que su corazón hacia bum bum cuando recordaba a ese cabeza de lechuga! ¡¿Qué debía hacer?! De repente tuvo una idea

-¡Padre!- grito levantándose abruptamente, el barbudo se había sobresaltado -¡Viejo! ¡Quiero pedirte un favor!-

-¿Un favor?- el menor asintió

----------

Estaba a punto de irse a dormir, pero primero decidió pasar por la habitación de Doffy, tenía que hablar con urgencia, toco la puerta y espero, el rubio al abrir se sorprendió de ver a su compañero y padre de sus hijos o algo así.

-Shanks, que inusual verte aquí a esta hora- sonrió -¿Qué sucede?-

-Si- parecía desanimado, tenía su vista pegada en el suelo -¿tienes un momento?- lo miro

Joker le permitió el paso y el pelirrojo se sentó en la cama entrelazando sus dedos, Doflamingo se quedo de pie cerca de él –bien, dime ¿Qué necesitabas?-

-Quería hablarte de Zoro-

Mingo se acomodo a su lado y le sujeto la mano -¿has pensado algo por él?- el pelirrojo asintió –pues dímelo, tal vez esté de acuerdo-

-Bueno, la verdad es que dudo que estés de acuerdo con lo que eh pensado- lo conocía perfectamente, ese carácter era único y a veces le temía.

Doffy sonrió –todo lo que dices siempre es genial, así que habla- le hablo relajado

-mmm…- parecía indeciso, pero la mano que lo acariciaba lo animo –pensé que sería genial enviar a Zoro al extranjero-

La sonrisa del mayor se desvaneció -¿al extranjero?- Shanks asintió -¿es en serio?- parecía molesto -¿Por qué quieres alejarlo de este país? ¿De su familia?- soltó la mano de Akagami –no comprendo-

-¿No lo comprendes? ¿Acaso no lo ves? Esto ah sido un infierno para Zoro, estar en otro país, en una cultura distinta, con personas distintas le hará sentirse vivo-

-Al igual que solo- contradijo Doffy, Shanks miro hacia otro lado –quiero lo mejor para nuestro hijo, pero alejarlo no es la mejor opción-

El pelirrojo entrecerró sus ojos, lo sabía y aunque le dolía aun pensaba que era la mejor opción, los volvió a abrir, quería lo mejor para su muchacho, que fuera feliz, que sea capaz de olvidarse de aquel rubio estúpido que tanto lo atormentaba, que encontrara el verdadero amor.

-Es la mejor opción, quiero que nuestro hijo- señalo al rubio y luego a el mismo –experimente el mundo y olvide por un tiempo lo que sucedió, que nos recuerde y nos ame a pesar de la distancia, por favor, compréndelo- sujeto sus manos -Doffy- lo llamo con cierta suplica.

Agacho la cabeza apretando las palmas del contrario, estaba en lo cierto a pesar de que le molestaba tenerlo a distancia, el aire de otro país le haría bien a sus pulmones y estar solo le ayudaría a pensar, ordenar y aclarar muchas cosas, era doloroso, pero estaba hablando de su hijo, su precioso muchachito -¿Cuánto tiempo quieres que se vaya?- pregunto a lo bajo con la esperanza de no ser escuchado.

Lo oyó, la respuesta estaba en su mente -Lo pensé…estoy seguro que Kuina-kun no vivirá mucho y es triste decirlo, pero sabemos que fallecerá, después de aquello estaría bien ¿Qué dices? Y sobre el tiempo, nuestro muchacho lo elegirá- sonrió con un deje de tristeza

Apoyo su frente en el hombro del pelirrojo -Está bien, lo hablaremos con Zoro en el momento adecuado-

Asintió con las lágrimas a punto de deslizarse, se abrazo con fuerza a Doffy tratando de calmarlo. Era lo mejor

----------

Rodo sobre la cama y desde su posición observo la ventana, la luna estaba preciosa y resplandeciente, pero él se encontraba allí, solo.

No tenía nada en esa fría noche, no tenia amor, ni cariño de una pareja, ni siquiera de una pareja nocturna, solo se tenía a sí mismo, quería ser amado por la persona que amaba y anhelaba.

“Anhelo que el día se vuelva noche, que me abraces y me ames como nunca nadie lo hizo, quiero que me mires solo a mí, déjame ser feliz y egoísta, déjame ser yo mismo, para ti…”
Notas finales: Hola Jovenes guapas, si, ya se, volvi a tradar, pero es que estuve buscando facu para el proximo año ya que me dedicare a la Ciencia veterinaria :)

¿Que les parecio? a mi me gusta, mas cuando Sanji esta sufriendo, jaja, no, mentira, amo al cocinero.

Se que es raro, pero quiero preguntarles algo ¿alguna leyo un fic de Zoro y Luffy, el peli verde es estudiante y Luffy el profe? fuera de lo comun, pero lo ame y llore, si mal no recuerdo se llamaba Mi mejor verso, tu nombre y el mio, lo eh buscado y no lo encuentro :( haber si alguien de ustedes lo conoce, seria muy feliz.

Bien, me fui por las ramas jaja, tengo el siguiente capi de Hacia ti, pero como en el primer capi recibi pocos reviews decidi rehacerlo ya que de seguro cometi un error -3- sin más las dejo mis niñas, un beso y cuidense.

Mero-san

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).