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La casa de atrás por Mero-Mero-San

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Estoy cansada, ya no soporto el tratamiento, ni el cansancio, a veces me siento llena de energía y otras veces me quedo recostada en la cama mirando hacia la ventana, esperando que algún pájaro vuele…que bien, a mí también me gustaría volar como aquellas aves, son felices y no se preocupan por nada, el viento es su compañía, son una sola familia, que envidia, Zoro y yo no hemos podido tener una verdadera familia, solo nos hemos tenido mutuamente. A pesar de ser su hermana mayor no pude darle todo lo que quería, no pude darle tanta atención, pero por lo menos tengo gratos recuerdos de cuando jugábamos y paseábamos, como sonreía, se le hacían hoyuelos, eran lindos…hablo en pasado porque no eh vuelto a ver su sonrisa tan sincera, no lo eh visto bien, mi lindo Zoro, mi inocente hermanito cambio mucho.

Cuando me internaron para iniciar el tratamiento, el vino a verme, ante todo me asuste, esas no era las expresiones de Zoro, sus ojos estaban oscuros y su bella sonrisa, la que siempre me animaba ya no estaba…al pasar los años lo eh visto cada vez peor, con ojeras y heridas que nunca había visto en el brazo, en su cara ¿yo ocasione esto? ¿Yo hice que mi pequeño hermanito terminara de esta manera? ¿Cuánto me quiere, que se sacrifica con quien sabe que trabajo? Duele, duele mucho y por eso me la paso llorando, todo es mi culpa, si no hubiera sido débil, si no hubiera enfermado, Zoro no habría cambiado nada, el sería feliz, habría podido cumplir todo lo que me dijo, quería ser marinero, luego policía, incluso un adorable veterinario y a los 16, me dijo que le gustaba el Kendo, en ese momento sentí que él podría hacerlo, que podría seguir ese camino

La puerta es tocada varias veces y yo cedo el paso a quien sea, que maravilla que sea ese muchacho del otro día, pensé que nunca más vendría a verme

-Hola Sanji-san- el me saluda de un modo adorable, se inclina y me besa la frente, es caballeroso y me mira de una manera distinta, no hay lastima, es cariño y me atrevo a decir que admiración, me gusta esa mirada –que raro verte-

-Lamento no venir antes, tenía trabajo, pero mira- como magia hizo aparecer un bello ramo de rosas blancas, eran hermosas y yo las habría tomado con mucho entusiasmo, pero no puedo, mis brazos están dolidos al igual que mi cuerpo –gracias, son bellísimas- las deja sobre la mesita y toma mi mano, que lindo, hace mucho que nadie toma mi mano a excepción de Zoro, la acaricia de arriba a abajo y me sonríe -¿Cómo te sientes Kuina-chan?-

Otra vez el “Chan” el es una buena persona y estoy segura que podría hacer muy bien a mi pequeño hermanito, me agradaría que volvieran a ser amigos, que él lo cuidara, seguramente ambos se llevarían bien

-Kuina-chan ¿Por qué lloras?-

Mierda, se me escaparon unas lagrimas, no puedo evitar sentir angustia por Zoro, no sé qué hará cuando yo pase a la otra vida, no sabrá como continuar, yo siempre eh sido su guía y consejera, tengo miedo por el porqué es maravilloso y es el único familiar que tengo, hago que me suelte.

-No quiero que este solo- digo entre sollozos –no quiero que quede solo-

Yo eh sido solo una carga para los pequeños hombros de mi hermano, el ah tenido sueños y anhelos y yo…se los arrebate de la noche a la mañana ¿Por qué ignoro ese hecho? Yo amo tanto a Zoro que sería capaz, aunque me duela, morir por su bien, quiero que este bien, que vuelva a ser mi hermanito feliz.

-Por favor…no quiero morir sin saber que va a ser feliz- alzo mi mano con dificultad tratando de alcanzar algo que jamás tendré en mi palma, pero en un instante puedo sentir una calidez impresionante, al abrir mis ojos, el está ahí –Sanji…-san-

Tomo mi mano entre las suyas, esta calidez es la que podrá salvar a Zoro

-No llores…- llevo mi mano a su rostro –¿recuerdas lo que dije? Yo soy su amigo y lo cuidare- me sorprende…dejo mis lágrimas, me está prometiendo que lo cuidara, que estará a su lado cuando yo ya no este, estoy un poco tranquila -¿puedo hacerte un regalo?- ¿un regalo? Es la primera vez que quieren darme un regalo, aparte de Zoro

-¿Qué es?-

-Tengo un amigo y quiere hacer un lienzo, pensé que tú serias la adecuada- Sanji-san es tan lindo, quiere hacer un trabajo artístico hacia mí por parte de un amigo, pero no puedo aceptarlo, es demasiado maravilloso y…un momento

-Sanji-san, bajo mi almohada- le digo con claridad, el está confundido, pero aun así obedece y mete su mano bajo mi almohada, veo su sorpresa, está conmocionado –haz un lienzo de esa fotografía, por favor-

-Es hermosa- acaricia la fotografía con la punta de sus dedos como si fuera un cristal -¿segura?- yo asiento, no tengo nada que dudar –entendido, te lo traeré en algunos días, te gustara, te lo aseguro- no puedo dudar de la palabra de este hombre, me gustaría que fuera la pareja de Zoro aunque sé que mi hermano no va para aquel lado y este chico rubio tampoco, era bastante evidente.

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Caminando por la calle ve distintas tiendas, distintos objetos que le agradan, pero debía resistir la tentación, no debía darse ningún gusto por nada del mundo, se detuvo frente a un anticuario observando fascinado por una espada con empuñadura violácea

-La deseo- acaricio el aparador con la ilusión de tenerla en mano –es genial- de su bolsillo saco su billetera, al abrirla tenía el dinero suficiente como para comprársela, pero…no podía, con aquellos billetes debía pagar la atención de su hermana, desilusionado guardo la billetera, se centro tanto en aquella arma que no vio el reflejo de cierta persona

-No tienes mal gusto puta- se volteo sorprendido y enojado, había reconocido esa voz, ese maldito rubio no tenía que llamarlo así en un lugar público, el cocinero se acerco hasta la vidriera –buena espada- sonrió de lado -¿Qué haces por aquí?-

-¡Esa es mi pregunta!- apretó sus puños y con el ceño fruncido le dio un golpe de frente a frente haciéndolo retroceder unos largos pasos -¡¿Qué quieres aquí?!-

Sanji se toco su cabeza –eso dolió ¿ah que viene eso?- hablo con tanta tranquilidad que desconcertó a Zoro, apoyo sus manos en su cintura –estoy cansado y no tengo ganas de discutir contigo, maricon de mierda- algunas personas se detuvieron al oír las palabras del rubio. Llevo un cigarro a su boca y lo encendió –escucha Marimo- exhalo el humo –ahora estoy muy aburrido ¿te apetece venir conmigo? Yo pago-

Si quería que vaya con él y pagaba, eso significaba sexo u otra cosa, no estaba mal, además sería bueno, su cuerpo sufriría las consecuencias del cocinero, no de un desconocido, sino de Sanji; asintió y así ambos comenzaron a caminar, durante el camino ninguno dijo nada, Zoro miraba hacia los costados y Sanji miraba hacia el frente con su pitillo en los labios

-Llegamos- Zoro llevo su vista hacia donde veía el rubio ¿una broma? Eso era un salón de videojuegos –tal vez seamos algo grandes, pero nadie nos quita nuestro espíritu infantil, entremos- el peli verde siguió con incredulidad la actitud del rubio –aquí hay juegos de box ¿Qué te parece?-

Abrió la boca, pero no pudo decir nada

-Eres bastante tímido afuera, pero adentro…- se refería a la casa, apago el cigarro en la suela de su zapato -¿Quién va a ser el primero?-

-¿Qué pretendes con esto?- Sanji completamente serio entendió aquello y era verdad ¿Qué pretendía? ¿Su confianza, su amistad? ¡Eso era una joda, el aun lo odiaba, quería hacerle pagar lo que le hizo, pero…pero…! Le molestaba el pensar que ese chico ah sufrido muchas cosas, refugiándose en una coraza cuando el…cuando el realmente estaba completamente destruido

-Nada, solo quiero divertirme un poco ¿Qué dices?-

Zoro pensativo se quedo dentro del lugar, se oían el sonido de los juegos, muchos jóvenes y niños gritaban al ganar un premio o por el hecho de haber fallado. Aunque nadie le creyera, el siempre quiso entrar a un lugar así, pero el día que iba a participar con esas maquinas su hermana se desmayo, iniciando así su vida ocupada.

¿Con que edad? El con tan solo 11 años presencio su desmayo, a los 12 luego de tantos análisis dieron un diagnostico definitivo y a los trece se hizo cargo de su hermana de 15 años, una vida totalmente ocupada.

-¿No hay sexo o golpes?- pregunto en un susurro con un ligero carmín mientras iban dando pasos hacia adentro

-No, eso no- de su billetera saco un par de monedas, las cual introdujo dentro del aparato, al iniciar Sanji se preparo lo mejor que pudo y dio su primer golpe a la bolsa, dio un puntaje de 456, chasqueo la lengua al ver ese puntaje, que para él, era bajo, en cambio Zoro a lo bajo se rio, al final de todo, ese cocinerito era débil de puños –tu turno- se hizo a un costado y el peli verde se posiciono de una manera especial frente a la bolsa, se quedo quieto un minuto exacto y lanzo un golpe, la maquina comenzó a hacer un gran escándalo, puntaje 600

De la alegría que sentía extendiendo sus brazos hacia arriba dando un grito de triunfo, era la primera vez que se sentía así; salió un ticket diciendo que debía reclamar el premio en caja

-Bien hecho Marimo ¿Qué te parece ir allá?- señalo la mesa de discos, Zoro emocionado lo miro, ese juego era el que más ansiaba jugar pero nunca tuvo la maldita oportunidad, de varias zancadas quedo junto al juego, Sanji metió las monedas y el disco salió, así en un ir y venir el rubio salió victorioso, Zoro como un niño se molesto e inflo sus mejillas.

Eso fue tan infantil, pero le pareció tierno, el peli verde desde su vista, parecía tener encerrado al Zoro infantil en su cuerpo y ahora lo estaba luciendo. Ese Zoro se veía mucho mejor que el que veía en la cama y con poca ropa.

Después de un rato dentro de los juegos Zoro se dirigió por su premio, una copa con bordados inusuales era de su gusto, pero no le parecía justo quedarse con todo, así que se lo entrego a Sanji

-¿Estás seguro? Tú lo has ganado-

-Solo tómalo, no digas nada- desvió la cabeza, mirando hacia otro lado, sus labios le temblaron mientras que algo de sudor se deslizaba de su rostro, le avergonzaba el hecho de haber dado un obsequio, era la primera vez hacia alguien quien no fuera Kuina –debo irme, ya son las 15:00-

Sanji verifico eso con su celular –es verdad, pero antes ¿no quieres beber algo?- Zoro se quedo helado ¿beber algo? ¿Con Sanji? Al voltearse vio al rubio con un ligero rubor en su mejilla debido al movido juego, además se rascaba el cabello ¡Se veía demasiado lindo así!

-E-Esta bien, pero solo porque tengo sed- camino como una roca

-¡¿A dónde vas?! ¡La salida es allá!- apunto hacia la puerta principal del lugar y Roronoa totalmente avergonzado dio la vuelta y comenzó a seguirlo…

Miraba atento el cartel de aquel lugar -“¿Star-bu-cks?”- se rasco la mejilla ¿Qué era ese nombre?

-Esta es una buena cafetería, además dan algunas bebidas frías, entremos- al empujar la puerta vio la elegancia del lugar, algunos sillones bordo que se veían cómodos, mesas pequeñas y altas también sillas individuales, en caja una muchacha lo saludo cortésmente –hola, quiero un moca frapucchino ¿tú también quieres uno Marimo?-

El peli verde asintió sin saber muy claramente que era lo que había pedido por él, miro algunos alimentos en el aparador, alguna porción de torta y bocadillos

-¿quieres algo de ahí?-

Zoro simplemente apunto a un alimento que llamo su atención

-Ya veo, un pan de queso por favor- tras unos minutos donde oyó ruidos extraños y varios movimientos recibieron su pedido, Roronoa tomo lo suyo sin dejar de mirarlo y tomaron asiento –eso contiene café y es frio, a mi me gusta- le dio un sorbo a la bebida, Zoro lo imito y se sorprendió por el sabor -¿Qué te pasa?-

-Delicioso- de una bolsita de papel retiro el pequeño pan de queso, dándole una mordida –oh, esto es bastante bueno- de un bocado se lo comió –no sabía que existían estos tipos de lugares- luego dio otra probado a su mocca

-Pues ya ves que existen-

Inesperadamente Zoro y Sanji se vieron envueltos en una agradable charla, muchas cosas salieron a la luz y en ese momento ambos se dieron cuenta que se llevaban bastante bien si no hubiera problemas entre ellos. Una que otra risa escapo e incluso llegaron a pedir otra bebida para estar más de ese modo; se habían olvidado de cuánto daño se hicieron mutuamente

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-Dime- Luffy sentado en la silla en posición de rana, miraba de una manera amenazante hacia el frente -¿Por qué estás aquí?-

Bebió con elegancia un sorbo del café servido y miro con tranquilidad al menor que se veía como un animal a punto de atacar a la amenaza

-No me mires así, Mugiwara-ya- dejo la taza en la mesa –solo vengo a cobrar un poco de la deuda que me deben- el chico estaba al tanto de la situación, se quedo dormido y no pudo entretener al cliente que no quería dormirse “pero que al final se durmió al igual que él” –agradezco que me hayas dejado pasar-

-Bueno, no tenia opción- miro hacia el costado viendo como Bon-chan se babeaba por ese muchacho con ojeras, era atractivo, pero…digamos que no era su tipo –Bon-chan ¿sabes dónde está Oni? Salió y no me aviso-

El travesti negó varias veces centrando toda su atención al ojeroso que seguía bebiendo su café, ignorando por completo su mirada

-¿Dónde se habrá metido?- murmuro con una ligera preocupación, por lo general Roronoa le avisaba antes de salir a cualquier lado

-Eh oído sobre Oni, pero no eh podido conocerlo aun ¿Cómo es él?-

La mirada de Luffy se ilumino y sonrió, claramente sin dejar su desconfianza –Oni es una gran persona, me ah defendido muchas veces, me cuida…- así el menor comenzó a platicarle amenamente sobre el peli verde, en ese momento las reglas no existieron y se atrevió a ir a temas personales que lo involucraban a él, Bon tuvo que interrumpir verbalmente varias veces la charla para mantener oculta le lengua del pelinegro

Law interrumpió la buena charla al sonar su móvil, al atender su teléfono se tuvo que poner de pie y dar varias vueltas alrededor de la mesa, parecía inquieto

Luffy no era tonto y sabia que ese chico hablaba con una mujer, podía ser su novia o esposa, por lo general los hombres adultos que pisaban allí estaban casados y solo iban para liberar la tensión de su cuerpo que era sometido a la rutina diaria de la vida

-Si tienes cosas que hacer vete de aquí- hablo seriamente el menor interrumpiendo la charla de teléfono –no queremos problemas, Joker especialmente, vete- se levanto de la silla y camino hasta la puerta, la cual abrió y le indico con la mano el camino al cirujano –rápido-

Law apretó los dientes con enojo e incredulidad, ese mocoso no era tan estúpido, del otro lado de la línea la persona que lo llamo comenzó a gritarle, ahora encima Mugiwara lo echaba de una patada, con la ira hasta la garganta salió por la puerta sin despedirse ni disculparse

-Mugi-chan ¿no fuiste bastante descortés?-

-¿A quién le importa? Que alguien como él juegue con los sentimientos de una inocente mujer, es imperdonable- tomo un juguete de la mesita junto a la entrada, ese autito le era un buen calmante –Bon-chan- lo llamo sonriente -¿puedo comer helado?-

El hombre lo miro enternecido, Luffy era todo un bipolar, pero aun así lo quería mucho.

-Sí, si puedes-

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-Y sabes, mi amigo esa mañana misma me dijo “no deberías salir hoy” yo hice caso y sucedió aquello, increíble ¿no?-

Mientras Zoro disfrutaba del ahora, capuchino caliente, oía con atención al rubio que se paso, literalmente, toda la tarde hablando, el peli verde, por primera vez dejo a su hermana a un costado, mañana decididamente pagaría el tratamiento, hoy solo disfrutaría un momento único con el cocinero que hablaba y hablaba haciendo distintos gestos, era lindo.

-Después otro día una joven se cruzo en mi camino y yo le grite “¡Sal conmigo!” pero ella me rechazo al momento-

-Eso es porque eres muy directo- dijo y luego bebió el resto del café –dices muchas cosas al instante, pero eso es bueno ¿no? No muchos pueden decir lo que piensan o sienten- dejo la taza y se centro en las migajas de su antiguo pan de queso sobre la mesa –no todos pueden hablar así- se sintió por los suelos en ese momento, debería hablar por el mismo, nunca jamás podría decir lo que sentía o pensaba, tenía miedo de la opinión ajena.

Se notaba confundido y triste, así que quiso romper con ese aire tan pesado -Sabes…eh pensado mucho en nuestra relación, ah sido dura y más que nada extraña, me eh sentido diferente desde que todo esto inicio y esto…- mezclo con el palito de madera el poco café que le quedaba –ah sido muy intenso y yo ya no quiero…-

“Ya no quiero verte” “Ya no quiero que existas”

Pensar en ello le resulto doloroso, le había dicho que odiaba las actuaciones, prefería que le digan las cosas de frente aunque fueran muy dolorosas.

-¡No quiero oírte!- grito levantándose de su asiento -¡Yo te lo había dejado claro aquella noche!- llamo la atención de varios clientes -¡Si ya no quieres que esto siga, desaparece de mi diminuta vida!- su respiración se volvió irregular y comenzó a sudar intensamente, se sintió ligeramente mareado así que tuvo que sostenerse de la silla, el rubio no podía seguir pasando por alto la palidez del principio y el sudor de ahora.

Se puso de pie cerca del peli verde que se notaba perdido y adolorido -oye ¿Qué tienes?- levanto su mano, pero nunca logro tocarlo, Zoro cayó al suelo -¡Marimo! ¡Oye Marimo!- se agacho a verlo, no se veían nada bien -¡Llamen a un doctor! Oye Marimo- el peli verde tenía los ojos ligeramente abiertos –Estúpido idiota- tomo su rostro entre sus manos y lo miro directamente a los ojos

¿Qué era lo que sentía al verlo así? ¿Tenía miedo de que algo malo le sucediera? Debería estar feliz por verlo de esa manera, por fin estaba sufriendo

–Oye- junto su frente con la contraria, el peli verde ya no estaba consciente y el por su interior se estaba desbordando de un temor supuestamente ajeno -¡¿Dónde está el doctor?!- grito sin apartarse de él, si lo hacía, estaría rompiendo su promesa con la bella Kuina…no…no era por las palabras, era por un extraño sentimiento que abarcaba todo su cuerpo y le producía un violento palpitar.

-Zoro…por favor-
Notas finales: Aqui mi precioso capitulo, aunque al parecer mucho no esperaban el capi ya que en el anterior se recibio un review XD quiero saber si lo disfrutaron y si desean algo, me gusta cumplir fantasias O.o? no hay excusas por la tardanza, estoy deprimida ya que desaprobe dos examenes y los tendre que dar en febrero :( animenme un poco aunque les parezca absurdo, por cierto, mis otros fics tardaran maaaas en actualizarse, lo lamento, estoy en mes de examenes, un beso enorme y los amo mis queridos!

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