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The Star por Yewooki

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Notas del capitulo:

Yo deberia estar estudiando para un examen, pero ya saben, el vicio es mas fuerte -u-

Sus pasos eran tranquilos y su mente divagaba en cien cosas diferentes, mientras continuaba con su caminata por el bosque, su vida entera a había pasado entre enormes pinos, animales salvajes y aire puro.


 


Su miraba fue hacia arriba y vio una estrella fugaz, sorprendido a su mente llegó aquel cuento que su nana solía contarle antes de dormir.


                      


“Una noche estrellada, del cielo bajara la más hermosa de las estrellas hasta el suelo para conocer el amor que pude brindar el hombre”


 


-Es solo un cuento abuela-dijo riendo bajo las cobijas.


 


-Los cuentos son más reales de lo que parecen-le dijo sonriéndole.


 


-¿Y cómo sabré que el cuento es verdad?-preguntó inocente y curioso.


 


-La estrella descenderá por encima de la colina del ciervo-le dijo antes de salir dejándolo solo.


 


Corrió hasta el lugar donde la estrella cayó, pasando por aquella colina, viendo a la falda de la misma una brillante luz, con cuidado bajó hasta llegar.


 


-Wow-exclamó con los ojos bien abiertos, viendo en aquel cráter un hermoso chico de piel suavemente tostada y cabellos del color de la noche misma, sus ojos oscuros y hermosos.


 


Su mente se bloqueó, aquel ser era lo más hermoso y brillante que sus ojos nunca antes habían contemplado, sin pensarlo mucho, se acercó lentamente hasta llegar a él.


 


-¿Hola?-preguntó algo tímido, deslumbrado ante su belleza.


 


La estrella lo miró fijo con sus orbes penetrantes, poniéndole nervioso.


 


-Hola-murmuró bajo.


 


Sus mejillas se encendieron cuando notó la completa desnudez, que tenia la estrella, y terminó desviando sus ojos hacia otro lado, llevando una de sus manos hacia su boca.


 


-Estás desnudo-soltó.


 


La estrella se miró y después volvió su vista al chico de cabellos castaños frente a él.


 


-¿Es malo?


 


-Si-murmuró en contestación, quitándose la gabardina que traía encima-cúbrete.


 


La estrella tomó la gabardina percibiendo el sutil aroma que desprendía, haciéndole sonrojar, porque sentía su corazón palpitar emocionado y eso no había pasado antes, se la colocó cerrándola.


 


-¿Por qué estás aquí?-preguntó KyuHyun aun con el rostro algo sonrojado y es que la belleza de aquella estrella frente a él no era para menos.


 


-Para conocer el amor-susurró-¿Tú me lo enseñaras?


 


Los ojos del castaño se abrieron a su máxima expresión, ¿E-e-enseñarle del amor?, ¿Qué demonios iba a saber del amor un adolecente?


 


-Y-y-yo bueno-dijo rascándose la mejilla-podría intentarlo-terminó murmurando con las mejillas completamente encendidas.


 


La estrella sonrió y se abalanzó sobre él enredando sus brazos en el cuello del alto, apretándose contra él, colocándole sumamente nervioso, ya que comenzaba a sentir que cierta parte de su anatomía empezaba a reaccionar ante aquella extraña y reconfortante calidez, que desprendía.


 


-¿Co-cómo te llamas?-le preguntó alejándolo.


 


-Mis hermanas me llaman YeSung-le sonrió, de manera tan adorable, que sentía que podría sufrir alguna clase de falló cardiaco.


 


-Bien YeSung-dijo rascándose nerviosamente la mejilla- creo que lo mejor sería ir a mi casa… necesitaras algo mas abrigador que una simple gabardina.


 


YeSung solo lo miró sin borrar su sonrisa, KyuHyun desvió la mirada y tomó la mano de la estrella, sintiéndose extrañamente cómodo ante esto, jaló con suavidad y comenzaron a caminar hacia su casa, que era una pequeña caballa en el medio de aquel bosque.


 


Cuando por fin llegaron, YeSung quedo asombrado ante aquel pino con cientos de adornos encima, desde el cielo siempre habían visto aquellas luces, pero nunca tan de cerca, emocionado se acercó a ellas tocándolas.


 


-Cuidado-le advirtió KyuHyun-tal vez quieras tomar un baño-dijo.


 


-¿Un baño?-preguntó volviendo toda su atención al castaño que elevó una ceja sonriendo de medio lado.


 


-¿No sabes que es un baño?


 


-No-contestó-¿lo harás conmigo?-preguntó inocentemente.


 


KyuHyun se atragantó con su propia saliva ante el no tan inocente significado que le encontró a aquellas palabras, “Por Dios KyuHyun, controla tus hormonas” se dijo a sí mismo, sacudiendo un poco la cabeza.


 


-No creo que sea bueno hacer eso-dijo y vio como YeSung bajaba la cabeza algo triste y sintió su corazón contraerse, “En mis 18 años jamás nadie había logrado que me sintiera mal por mis palabras y ahora me pasa esto”.


 


-¡KyuHyun Oppa!-aquel grito agudo, los sorprendió, YeSung ladeó su cabeza y KyuHyun frunció el ceño y con lentitud se acercó a la puerta abriéndola, viendo frente a él, a SeoHyun con un regalo entre sus manos- Hola Oppa-dijo sonriente-te traje esto-dijo entregándole el regalo.


 


-Gracias-murmuró completamente incomodo, cuando sintió un par de manos sobre sus hombros y una respiración muy cerca de su oído.


 


-Hola-saludó YeSung curioso-¿Qué es eso?


 


-¿Quién eres tú?-preguntó la chica frunciendo el ceño molesta, cruzándose de brazos.


 


-YeSung, y KyuHyun me enseñara que es el amor-dijo sonriente.


 


Y después de aquella declaración todo se volvió incomodo, el aire se hizo pesado y KyuHyun solo quería reír.


 


-¿Cómo es eso Oppa?-preguntó la chica mirando casi asesinamente a YeSung quien seguía detrás de KyuHyun con su maldita sonrisa.


 


-Pues como lo oyes-dijo con una sonrisita malvada en sus labios- lo siento-dijo y retrocedió cerrando la puerta en la cara de Seohyun.


 


-¿Quién era ella?-preguntó YeSung, acercando su rostro al de KyuHyun.


 


-Seohyun-dijo alejando a YeSung de su espacio personal- vamos-dijo conduciéndolo por uno de los pasillos hasta el baño, donde YeSung miró curioso la tina.


 


-¿Estaré aquí solo?-preguntó haciendo un puchero.


 


-Si-dijo KyuHyun abriendo la llave del agua, para que la tina comenzara a llenarse- ese es el shampoo y este el jabón-le dijo- puedes tomar cualquiera de las toallas-dijo señalando las mismas.


 


-No quiero estar solo-murmuró- nunca he estado solo y tengo miedo de estarlo.


 


KyuHyun talló su cara pensando, ¿Qué podía hacer?, cuando volvió su atención a YeSung lo vio deslizando la gabardina por su cuerpo y su respiración se detuvo, sus ojos no podían dejar de ver su tersa y brillante piel, su corazón latió apresurado en su pecho y su mente se bloqueó por completo.


 


YeSung una vez sin la gabardina volteó a ver a KyuHyun quien lo veía con ojos brillantes y aquello lo hizo sonrojar.


 


-¿KyuHyun?


 


El castaño tragó duro y desvió la mirada.


 


-Entra en la bañera, estaré en la cocina-dijo y salió de aquel baño con una notable incomodidad en su entrepierna-contrólate KyuHyun-se dijo a sí mismo.


 


Casi una hora más tarde, YeSung salió del baño envuelto en una enorme toalla, sorprendiéndose al ver a KyuHyun frente a un artefacto que nunca antes había visto, curioso, se acercó a él.


 


-¿Qué haces?-preguntó deleitándose ante los múltiples aromas que llenaban la cocina.


 


-La cena-dijo Kyu, viéndolo de reojo- en la habitación hay ropa que te podrá quedar-dijo volviendo a ver lo que cocinaba.


 


YeSung hizo un tierno puchero, pero aun así se dirigió a la habitación de KyuHyun ya que solo había dos puertas y una de ellas era el baño, entró viendo una enorme cama cercana a una ventana, donde podía ver a sus  hermanas, brillando en el cielo oscuro.


 


-Las extraño-murmuró bajito haciendo un puchero.


 


Se colocó la ropa que KyuHyun había dejado sobre la cama, saliendo nuevamente, yendo a la cocina donde encontró a KyuHyun sirviendo algo líquido en un cuenco.


 


-¿Qué es?-preguntó.


 


-Sopa instantánea-dijo- es lo único que se cocinar-dijo colocando un plato frente a YeSung.


 


Cenaron en medio de un extraño silencio, cuando terminaron la cena, YeSung comenzó a bostezar.


 


-Vamos a dormir-dijo Kyu, tomándolo de la mano- dormirás en la cama  y yo en el sillón-dijo.


 


-No quiero dormir solo-dijo colgándose del brazo del castaño-¿duermes conmigo?


 


Las mejillas de KyuHyun se encendieron, suspiró sabiendo que no tendría más opción, esa estrella era bastante obstinada.


 


Una vez bajo las cobijas KyuHyun decidió que en cuanto YeSung quedara dormido se iría a la sala, porque no creía ser capaz de soportar tenerle cerca y no querer sobrepasarse con él, pero entonces YeSung se aferró a él como si de un enorme peluche se tratara.


 


Suspiró sabiendo que si intentaba moverlo despertaría, además su cuerpo le pedía descanso, así que dejó que sus parpados se cerraran cayendo en la inconsciencia.


 


-Kyu~… Kyu… Kyu…. KyuHyun…. KyuHyun…. ¡KYUHYUN!-gritó por ultimo YeSung asustando al castaño, quien se despertó de inmediato, viendo sobre sus piernas a YeSung quien le sonreía adorablemente.


 


-¡¿Por qué rayos me despertaste gritando?!-se quejó revolviéndose un poco más el pelo, para después ver al expresión triste que abordo el lindo rostro de la estrella-lo siento-murmuró incomodo.


 


YeSung no dijo nada, simplemente se abalanzo contra KyuHyun aferrándose a su cuerpo escondiendo su rostro en el pecho del menor.


 


-¿Qué pasa?-preguntó KyuHyun, quien sin pensarlo mucho comenzó a acariciar los cabellos azabaches de YeSung.


 


-Quiero ir afuera-murmuró.


 


-¿Qué te lo impide?


 


-¿Puedo salir?-preguntó levantando su carita, KyuHyun se mordió los labios, porque en su vida había visto algo más hermoso que aquellos ojos brillando, esas mejillas redondas teñidas de un pálido rosa y aquella sonrisa que le embriagó por completo.


 


-Claro-contestó por fin, viendo como YeSung se inclinaba sobre él, y rozaba con cuidado sus labios.


 


¿L-L-lo había besado?


 


-Vi en la caja enorme de la sala a dos personas hacerlo-dijo mientras su mejillas se teñían un poco más-¿Cómo se llama?


 


-Beso-murmuró Kyu sin poder creerlo aun.


 


-Beso-repitió YeSung llevando dos de sus dedos a sus labios- me gusta-dijo y volvió a besar los labios de KyuHyun antes de levantarse de él y salir por la puerta.


 


“Tiene solo una noche en la tierra y ya ultrajó mis labios” pensó levantándose también de la cama viendo como YeSung en la cocina veía atentamente cada cosa dentro del refrigerador.


 


-¿Qué desayunaremos?-preguntó atrayendo la atención de YeSung, quien tomó el bote de leche y un par de huevos-¿Huevos y leche?


 


-¿No se puede?-preguntó ladeando la cabeza.


 


KyuHyun resopló un poco acercándose a la estrella, enseñándole lo más pacientemente posible como preparar un par de huevos revueltos, porque estrellados era hablar de cosas imposibles para su persona.


 


Después de su desayuno, KyuHyun le colocó un abrigo oscuro a YeSung y salieron afuera, viendo los pequeños copos de nieve caer sobre sus cuerpos.


 


-Nieve-murmuró YeSung cerrando los ojos, dejando que lentamente cayera sobre su níveo rostro, la imagen de la estrella con los ojos cerrados capturo no solo la mirada de KyuHyun, sino también la de varias personas que caminaban por la vereda y es que la belleza de YeSung era deslumbrante y sumamente atrayente.


 


Cuando YeSung volvió a abrir sus ojos, mas miradas fueron sobre él, quien inocentemente pensó que era debido a KyuHyun, así que se acercó más al castaño tomándolo de la mano, sonriéndole.


 


-Eres popular-le dijo.


 


-No creo que sea a mí a quien tanto ven-dijo en tono algo receloso, colocándose frente a YeSung impidiendo que lo siguieran contemplando, porque dentro de él algo le gritaba que YeSung era solamente suyo y nadie más debía verle.


 


El morocho jaló la mano de KyuHyun comenzando su recorrido por el bosque, disfrutando del ambiente blanquecino que los rodeaba.


 


Los días pasaron más rápido de lo que KyuHyun hubiera podido desear, cuando se dio cuenta ya estaban a 24 de diciembre, notó a YeSung algo triste toda la mañana, pero no se atrevió a preguntar el porqué de eso.


 


Cuando la noche cayó KyuHyun salió de la cocina encontrando la sala vacía y un miedo inmenso lo llenó, sin pensarlo dos veces salió al frio exterior, buscando desesperado a YeSung, creyó verlo caminar por el mismo sendero que recorrieron cuando lo trajo de la colina, corrió tras él, pero tal parecía que cada vez que intentaba alcanzarle, YeSung mas se alejaba.


 


Corrió hasta que el aire le faltó, dándose cuenta que estaba en la cima de la colina y pocos metros delante de él estaba YeSung viendo al cielo.


 


-YeSung-jadeó llamando la atención de la estrella, que con ojos llenos de lágrimas volvió su vista a él, corriendo hasta su lado abrazándose a su cuerpo, escondiendo su rostro en el pecho del castaño humedeciendo su camisa.


 


-¿Me amas?-preguntó en medio de un sollozo.


 


-¿Eh?-dijo.


 


-Cuando una estrella baja y no conoce el amor está condenada a desaparecer, a desvanecerse con el viento, condenada a vagar por siempre-confesó aferrándose al alto.


 


KyuHyun dejó de respirar, ¿perder para siempre a YeSung?, aquello era algo que no se podía permitir, no después de las cientos de horas que había pasado con una sonrisa estúpida plantada en sus labios al ver al morocho hacer algo común para él y su sonrisa cuando le mostraba lo que había hecho, cuando cada noche dormían abrazados, cuando lo primero que sentía al despertar era un suave roce sobre sus labios.


 


-No-murmuró KyuHyun tomando entre sus manos el rostro de YeSung secando sus lágrimas acercando sus labios a los ajenos, rozándolos ligeramente-Te amo-murmuró.


 


-¿Eh?-dijo YeSung abriendo grande sus ojos-¿M-m-me amas?


 


-Sí, demasiado-confesó besándolo, disfrutando del cálido roce, fundiéndose en la suavidad de los tibios labios de la estrella, su lengua rozó el labio inferior de YeSung quien entreabrió sus labios dejando pasar su escurridiza lengua, encontrándose con la suya, cientos de estremecimientos lo recorrieron haciéndolo temblar suavemente.


 


El beso continuó hasta que el aire se hizo sumamente necesario, cuando se separaron YeSung sentía sus mejillas completamente calientes, mas al ver aquel brillo adornando los ojos oscuros del humano, algo en su pecho saltó y sintió como si se asfixiara.


 


-K-Kyu-habló con los ojos llenos de lágrimas.


 


KyuHyun lo miró fijo y le sonrió acercando sus rostros.


 


-Estás enamorado-le dijo.


 


-¿Enamorado?-preguntó-¿es malo?


 


-No-le contestó rozando suavemente sus narices- es hermoso.


 


-¿Cómo tu?-preguntó aferrándose al suéter que portaba el menor.


 


-Mas como tu-le dijo acariciándole el cabello-volvamos a la cabaña, que está por nevar y se pondrá muy frio.


 


-K-Kyu-murmuró sin moverse.


 


-¿Qué pasa?-preguntó curioso, viendo a YeSung morderse los labios, mientras sus mejillas se tornaban un poco más rojas.


 


-La televisión dijo que cuando las personas se aman, hacen el amor… ¿lo haremos nosotros?


 


La boca de KyuHyun se secó por completo, su cuerpo cosquilleó ansioso de solo pensar en tener a YeSung a su merced, se acercó a él, besándole de nuevo hasta arrancarle el aliento, dejándolo ligeramente desorientado y mareado.


 


-Lo haremos-le aseguró.


 


Cuando llegaron a la cabaña, KyuHyun llevó a la estrella hasta la habitación que habían estado compartiendo, se deshizo de toda la ropa que le cubría, sus mejillas se tiñeron violentamente, su cuerpo vibró al sentir los dedos largos y fríos del menor recorrer su piel, sus labios fueron profanados de nuevo por KyuHyun, y el solamente pudo aferrarse al suéter.


 


Una vez que los labios del menor dejaron rojos, húmedos e hinchados los labios de la estrella, comenzó a bajar besando, mordiendo y lamiendo su cálida y tersa piel, deleitándose con su sabor y los suaves gemidos que abandonaban su linda boca, le recostó en la cama, acomodándose entre sus piernas. Cuando llegó a sus botoncitos se encargó de dejarlos erectos, antes de continuar su camino, sintiendo como las pequeñas manos de la estrella se enredaban en su pelo.


 


-K-KyuHyun-jadeó, obligándolo a levantar la cabeza-yo también quiero tocarte-pidió quedamente.


 


Cho se levantó ayudado por su linda estrella terminó deshaciéndose de toda su ropa, quedando en iguales condiciones, para después volver a unirse en un beso hambriento, se separaron lentamente dejando un pequeño hilo de saliva uniéndolos, siendo cortado por dos dedos del menor, quien acaricio suavemente los labios ajenos.


 


-Lámenos-pidió sonriéndole cálidamente.


 


YeSung abrió su boca, dejando pasar a los intrusos, dedicándose a lamerlos, y darles suaves succiones que acababan lentamente con la paciencia de KyuHyun, cuando los sintió listos, los sacó de su boca, para llevarlos hacia la entrada de la estrella tanteándola con cuidado.


 


-Si te es muy incomodo, dímelo y me detendré-le dijo, introduciendo uno de los dedos, viendo como YeSung se movía algo incomodo, lo movió con cuidado, para después introducir otro dedos, moviéndolos en tijera expandiendo así la estrecha y virginal entrada.


 


-K-Kyu… y-ya-pidió jadeante, KyuHyun lubricó su miembro con su líquido pre-seminal, antes de comenzar a entrar lentamente en JongWoon, quien lentamente comenzó a llorar sintiendo que lo estaban partiendo a la mitad, sus manos se aferraron a los hombros de Kyu dejando marcas.


 


Se mordió los labios controlándose para no comenzar a moverse de inmediato, se sentía demasiado bien estar dentro de YeSung, pasaron largos minutos hasta su estrella comenzó a mover su cadera, comenzando así con los movimientos acompasados de sus caderas, de forma lenta, con cuidado de no ir a dañarlo más.


 


Las pequeñas manos de YeSung se ubicaron sobre los omoplatos del castaño, jadeando y gimiendo ante cada estocada, su mirada estaba turbia por la enorme cantidad se sensaciones que le llenaban, le pidió al cielo que lo dejaran al lado del menor, que lo volvieran un hombre también.


 


Un dulce cosquilleó llenó su vientre avisándole que el orgasmo estaba a cada segundo más cercano, una de sus manos fue al miembro de YeSung masturbándolo, para así llegar juntos a la culmine del placer, explotando en medio de un gemido con el nombre del otro.


 


Con cuidado salió de YeSung recostándose a su lado, abrazándolo, dejando sus frentes pegadas.


 


-Me gusto-susurró aun con el rostro rojo y la respiración acelerada, abrazándose a KyuHyun-quiero hacerlo de nuevo.


 


Una clara risa escapó de los labios delgados del castaño.


 


-Cuantas veces quieras-le prometió besándole los cabellos azabaches.


 


-Omma-murmuró una vocecita a su izquierda, viendo a su pequeño vestido con su pijama azul y su peluche de tortuga en brazos-¿me cuestas de nuevo la historia de la estrella?


 


-Claro que si bebé-le dijo cargándolo- una vez cada mil años una estrella descenderá de los cielos para conocer la capacidad que tiene el hombre de amar.


 


-¿Cómo tu y appa?-preguntó tallándose sus ojitos en un gesto por no dormirse.


 


Sonrió recostándolo en su cama, cubriéndolo con a las cobijas, dándole un beso en la frente.


 


-Como yo y appa-le aseguró, viéndolo alegrarse un poco antes de caer dormido.


 


-Ama ese cuento-dijo su esposo desde el marco de la puerta haciéndolo sonreír.


 


-Los cuentos son muy reales-le dijo acercándosele, abrazándose a él, escondiendo en su cuello su rostro-te amo KyuHyun.


 


-Y yo a ti mi amada estrella-le dijo cerrando sus ojos, correspondiendo el abrazo, el cielo les había concebido las dos grandes bendiciones de poder estar juntos y de procrear a su bello hijo, KyuHyun abrió sus viendo la noche estrellada alzándose frente a él, agradeciéndole a las estrellas y a su nana por contarle aquella historia, que le sonaba tan fantasiosa y ahora le sonaba a la mejor de las historias.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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