Jonghyun POV
Caminé a través de la gigantesca reja principal de mi nueva escuela, usando todos mis sentidos para tener la mejor vista del lugar. No es que no tuviera suficiente tiempo para aprenderme el folleto de la escuela, pero aún así me gustaría conocer el lugar lo más rápido posible. Sonreí a un pequeño grupo de chicas mientras pasaban por mi lado, haciéndolas estallar en risitas. “Es tan lindo” una de ellas le susurró a su amiga. Suspiré contento.
Sí, supongo que lo soy.
Las nubes se oscurecieron amenazando con lluvia y sonreí. Me encanta la lluvia. Me gusta casi todo lo relacionado con el agua, en realidad, mientras este dentro de ella. Me deje llevar con el movimiento de los nuevos estudiantes yendo hacia el edificio principal. Probablemente habría algo así como una aburrida ceremonia donde el director dirá algunas palabras de bienvenida y alguien tocará una mala música y ugh. Estaba aburrido de solo pensarlo. Sin embargo caminé por el vestíbulo embobado por las hermosas paredes y la impresionante escalera de mármol que daba a las habitaciones de los estudiantes.
El lugar era impresionante, sin duda alguna.
Me pregunto cuanto dinero mis padres ocuparon para hacerme entrar. No fui aceptado por mis increíbles habilidades académicas, estoy seguro.
Desvíe mi atención de la decoración cuando alguien aviso que todos los estudiantes debían ir al salón principal. Supongo que la ceremonia está a punto de comenzar. Rodé mis ojos, pero avance con la multitud. Algo me distrajo. Había algo en el aire, una esencia familiar, pero no pude ubicarlo. Me detuve y olisquee el aire mientras giraba lentamente, tratando de determinar qué o más bien quien estaba exudando esa fragancia y cuando mis ojos se posaron en la fuente, pude sentir una sonrisa formándose en mi rostro.
Bueno, eso lo explica todo.
Key POV
Con la cabeza en alto entre al edificio principal junto a la multitud de estudiantes arrugando mi nariz ante eso, pero por dentro recitaba la promesa que me hice a mi mismo una vez mas:
“Esta bien Key. Este año va a ser diferente. Vas a tratar de llevarte bien con todos los niños incluso sí son unas zorras y putos ignorantes y no te lleguen a los talones. Vas a aceptar a todos los que no son tan fantásticos como tú y trataras de no ser expulsado por comenzar peleas antes que termine el año”
Trate de sonreír educadamente a la chica que estaba a un costado, quien parecía estar totalmente embobada por mis impresionantes facciones. Pero cuando seguía parloteando acerca de algo que no le presté atención encontré necesario alejarla.
Podía sentir a alguien mirándome, pero no deje que eso me molestara. Estaba acostumbrado a eso, soy hermoso. Pero de alguna manera esto se sentía diferente. No podía explicarlo, pero algo de esta mirada hace que mi piel pique. Di una mirada arrogante alrededor del vestíbulo, actuando como si no me importara, pero realmente estaba curioso acerca de quien me hacía sentir así. Mi mirada se cruzó con otra al otro lado de la habitación. Incluso con toda la horda de gente él se las arregló para sobresalir.
Lo miré.
Hay algo en él, algo inexplicable.
Olisquee el aire y capté una esencia débil de algo que reconocí de algún lugar. Mis ojos se abrieron cuando me di cuenta. Fruncí mis labios disgustado mientras lo miraba. Él estaba obviamente divertido por la situación.
Idiota.
Mantuve la compostura, no queriendo revelarme en medio de la multitud. En cambio asentí hacia la salida, indicándole que deberíamos ir afuera. Él me entendió perfectamente desapareciendo de mi vista. A pesar de no querer perderlo de vista entre la multitud lo hice y maldije por lo bajo. Había demasiada gente. Me hice camino hacia la puerta, sin importarme cuanta cantidad de personas empuje para llegar allí. Él paso a mi lado segundos después y lo miré antes de salir al exterior.
Estábamos caminando en completo silencio hacia un lugar remoto de la escuela para estar seguros que nadie escuchara nuestra conversación. Cuando sentí que ya estábamos lo suficiente lejos giré hacia él.
Nos medimos con la mirada, yo tratando de calcular su fuerza y él probablemente mirando mi increíble cuerpo tal cual hijo de puta. Podría haberle saltado ahí mismo, pero ese nunca ha sido mi estilo y tampoco quería estropear mi apariencia. Solo opté por conversar. Fui el primero en hacerlo
“Te transformas en un perro”
“Y tú te transformas en un gato” declaró de manera casual. Puse mis ojos en blanco.
“¡Oh, Sherlock!”. Su sonrisa seguía allí. Lo ignoré y fui directo al grano:
“Obviamente sabemos que esto no va a funcionar. No podemos ir a la misma escuela” Él solo me estudio, apoyándose totalmente indiferente en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho.
“¿Cierto?”
“¿Por qué no?”
Parpadee en respuesta.
“¿Por qué no?” repetí incrédulo. “Uhm, ¿Eres estupido o que? ¿A caso no sabes nada acerca de la historia de nuestras familias?”
“Tengo un vago conocimiento”
“¿Entonces como puedes hacer una pregunta como esa? Él solo siguió sonriendo, lamiéndose los labios, tal cual lo hacen los de su tipo, mientras su ardiente mirada recorría mi cuerpo lentamente.
Me estremecí.
“Oh ya entendí” le dije. “Tú eres uno de esos” Él frunció los labios y elevó sus cejas cuestionando. Me burlé. “Debería haberlo sabido”
“¿De que estás hablando?”
“Eres de esos que están dispuestos a arriesgar todo por obtener lo prohibido ¿verdad?” Solo me miró como si no tuviese idea de lo que estoy hablando. Puse mis ojos en blanco. Este tipo era realmente denso. “Tú quieres tener sexo conmigo por lo que soy, ¿cierto?”
“Bueno, eso y porque estás exquisito”
“Púdrete”
“¿Te estas ofreciendo?”
Siseé. “Solo mantente lo mas lejos posible de mi” Me fui antes que dijera cualquier cosa, sabiendo que jamás se atrevería a hacer algo con tantos humanos cerca.
Puto perro callejero.
Jonghyun POV.
Miré al chico con los labios fruncidos en diversión mientras se iba. Él de verdad era una belleza, pero tengo que admitir que estaba en lo correcto. Será difícil que dos eternos rivales vivan en el mismo territorio. La escuela es grande, sin embargo estoy seguro que los dos podremos vivir bien allí sí nos evitamos él uno al otro. Suspiré pesado y metí mis manos a los bolsillos mirando al sombrío cielo.
Un repentino sonido en un arbusto cercano me hizo levantar la cabeza hacia esa dirección. Agudicé mi oído, descifrando sí era algo por lo cual debía preocúpame o no. Cuando capté el sonido de latidos cardiacos gruñí.
Caminé hacia la maleza escuchando una seguilla de maldiciones nerviosas de quien estaba oculto allí. Estiré el brazo y con mi mano agarré un trozo de tela y piel sacando al espía de su escondite. Lo tomé por el cuello de la remera y lo empuje contra la pared, sus pies colgando varios centímetros por sobre el suelo.
“¿Quién diablos eres tú?”