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Me dejarás de odiar por DixDemon

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Notas del fanfic:

Primer fanfic que escribo! Espero les guste y me dejen saber su opinión c: Intentaré con todas mis fuerzas actualizar una vez a la semana, entre viernes a domingo.

También pueden verlo en mi blog ;)

http://coeurpassionnefanfic.wordpress.com/

A leer! Enjoy! ^3^

POV'S JONGHYUN

-Jonghyun, querido, tu hermano se vendrá a vivir con nosotros. -la voz de mamá la oigo lejana, realmente lejana... ¡¿Pero que acaba de decir!?

-Má ¿pero qué estás diciendo?, -digo totalmente en blanco- no lo vemos desde que se mudó a Japón, hace 7 años.

-Su madre está muy enferma y le pidió a tu padre que cuidara de él. - ¿cómo puede decirlo con tanta tranquilidad?- Vendrá este jueves, trátalo bien, después de todo es tu hermano menor. - ...

Luego de decir eso se levanta de la mesa y se va tranquilamente, aprovechando mi estado de "¡¿Qué dijo?!". Estaba perplejo, y de seguro con una completa cara de tonto.

Kibum, Kim Kibum, mi medio hermano, el hijo bastardo nacido de una infidelidad de mi padre... ¿va a venir a vivir aquí? ¿Con nosotros? y, no puedo evitar preguntarme, ¿por qué mamá parece tan tranquila con esto? y, más importante aún, ¿por qué aceptó que viniera?...

-¡Ashhh! ¡Qué molesto!- digo enfadado.

Jamás me llevé bien con Kibum, no lo quiero. Lo odio. Por él mis padres estuvieron a punto de divorciarse. Además de que me enferma su forma de ser, es un completo marica, siempre jugando con muñecas, tomando el maquillaje de su madre a escondidas para maquillarse él, diciendo "los chicos de allá son muy lindos". Completa e insoportablemente marica. ¿Y ahora me dicen que vivirá con nosotros? ¿Qué es esto? ¿Eh? ¿Y por qué me lo dijo mi madre y no mi padre? ¡Claro!, sabe que yo no iba a estar de acuerdo y quería ahorrarse las quejas. De seguro el afeminado de mi hermano está convertido en toda una puta barata y yo como "buen hermano" tendré que soportarlo. No señor, esto no se quedará así.

Y ahora bien, el viene ¿en qué día dijo? ¿Jueves?... ¡¿En dos días más?!

Esos dos días me los pasé quejándome y discutiendo con mi padre, pero, obvio, lo que logré conseguir fue un ceño fruncido y luego, ¡me ignoró hasta cuando le pedía que me acercara la sal en la mesa! no lo entiendo, de verdad que no lo entiendo... Si hubiera podido hacerlo, me hubiera conseguido un departamento o me hubiera ido a un hotel, pero mientras no consiga un mejor trabajo y no termine la universidad me tendré que conformar con esto...

-Ahhh...- suspiro totalmente desanimado al entrar al aeropuerto. Como ellos están TAN ocupados me mandan a mí a buscar al imbécil, aún cuando intente poner mil excusas para no hacerlo, ¿podría ser peor mi suerte?

Camino por el amplio pasillo del aeropuerto mirando hacia todos lados. Intento recordar lo que dijo mi padre "El avión llegará a las 2 de la tarde, Kibum dijo que vestirá con una camiseta blanca y unos pantalones rojos, está un tanto cambiado ahora que tiene 16 años, quizás no lo reconozcas". Miro la hora en mi teléfono. 14:07.

 

-Camiseta blanca, pantalones rojos. - me repito una y otra vez en voz baja mientras busco con la mirada- camiseta blanca, pantalones rojos. - Nada. Pasan los minutos y absolutamente nada. Y mi mente comienza a divagar: ¿Es que se habrá arrepentido a último minuto y no viajó? ¿Es que no lo dejaron subir? ¿Tuvo un accidente? ¿Su madre mejoró milagrosamente? ¿Tomó el avión equivocado y ahora va de camino a Suiza?...

Con todos estos perfectos pensamientos me pierdo en mi mente, imaginando mil y una cosas que pudieron haber interrumpido su viaje e inevitablemente en mi rostro se forma una sonrisa enorme.

-Sigues teniendo la misma boca de dinosaurio de siempre.- Y mi sonrisa desaparece como por arte de magia.

Me giro y me lo encuentro allí, a la persona que menos quería ver en el mundo.

-Veo que no estás muy feliz de verme. -me dice en un tono tranquilo, indiferente.

-Kibum...- me detengo a mirarlo. Camiseta blanca, que es lo suficientemente grande como para que se le escurra por uno de sus hombros. Pantalones rojos, completamente angostos, tanto que parecen calzas. Su cabello rubio. Ojos delineados. Marica. Papá tenía razón, se veía diferente y... ¡Diablos! estaba incluso un poco más alto que yo- ¿Por qué debería estar feliz?-

Se encoje de hombros, me pasa dos de sus tres enormes maletas, las dos más grandes, y se da media vuelta.

-¿Por qué debes llevar mi equipaje?- maldito.

-Eres molesto. -gruño enfadado pero él solo sigue su camino hasta llegar al estacionamiento.

-¿Cuál es tu auto?- me pregunta mirándome de reojo.

Lo miro entrecerrando los ojos y paso de largo sin responder. Me subo a mi auto, un jeep 4x4 negro que compré hasta con el último peso de mis ahorros y de mi trabajo, y dejo su equipaje tirado en el piso. Fijo la mirada en el retrovisor y al mirar la cara de Kibum solo puedo sonreír: está mirando boquiabierto el suelo, con el ceño fruncido.

-Súbelo nena, no tengo todo el día. -me burlo.

-Imbécil.

Recoge con mucha dificultad sus maletas e intenta meterlas al maletero. Luego de un largo rato luchando para que calzaran y se pudiera cerrar la puerta, se acerca a la puerta del copiloto, se sube y da un portazo que me hizo sobresaltar.

-¡¿Pero qué haces?! ¡Ten más cuidado!- grito con rabia. ¿Pero que se creía?

-No es la gran cosa, ni que fuera un deportivo.-

-Hijo de... - bufo molesto, tan molesto que incluso se me pasó por la cabeza empujarlo del auto e irme sin él. Pero claro, lamentablemente gracias a mis padres, esa no podía ser una de mis opciones.

El viaje a casa fue en completo silencio. No había nada de qué hablar, menos a él.

Cuando llegamos a casa papá y mamá nos estaban esperando, nada más y nada menos que con un pastel de bienvenida. ¿Es qué estaban locos?

Papá se acercó con una sonrisa de oreja a oreja y abrazó a Kibum.

-Tanto tiempo que no te veía pequeño. ¿Qué tal el viaje?-le dijo con todo el cariño del mundo.

-Todo bien, estoy un poco cansado nada mas.- dijo con una "adorable sonrisa" hacia mi padre- Lo he extrañado tanto. -claro, haciendo el papel de niño bueno con mis padres.

-Eres adorable.- dijo mi madre acariciándole la mejilla dulcemente- me alegra volver a verte Kibum.

Aburrido de todas esas estupideces, totalmente indignado y molesto me voy a mi cuarto sin decir palabra alguna. Me acuesto en mi cama a pensar ¿Qué era todo ese papel de niño bueno? ¿O es que solo se comporta como un hijo de puta conmigo? De verdad que no lo entiendo. Definitivamente en solo tres días viviendo con él me volveré loco, y... ahora me pregunto ¿Cuánto tiempo se quedará?

-Jong, hijo -la voz de mi madre me saca de mi ensimismamiento- ¿Por qué no bajas?

-No quiero mamá, no estoy de humor. -susurré intentando no enojarme con ella- solo... solo me... molesta, todo esto... ¡Ahhh!-me rasco la cabeza molesto.

-Hijo, Kibum no tiene la culpa de nada, sé que es por eso que siempre lo tratas así. -y como siempre, justo en el clavo.

-No es solo eso, -le reclamé- es que él... me... me molesta su actitud, -admití- conmigo no se comporta de la misma forma que con ustedes y... y además... es... totalmente gay.-mamá abrió los ojos sorprendida luego de mis palabras- No me mires así, que se nota a kilómetros y desde hace siglos.

-Ahhh...- suspiró- Jong, que sea gay o no, no me parece un problema, y desde mi punto de vista solo es un chico sensible.

-Por favor mamá, ¿sensible?- estallé en risas- cuando éramos pequeños y el veía a otros chicos decía "ese chico es muy lindo"- chillé como niñita- ¡y eso que aún tenía 6 o 7 años!- dije riendo.

-¡Jong! suficiente, no seas malo. - me reclamó dándome un suave golpe en el brazo- ahora, baja que vamos a repartir el pastel.

-Pero Má.- supliqué haciendo un puchero.

-AHORA-

-Pero-

-A-H-O-R-A.-

-Bueno, ya voy. - respondí de mala gana y me levanté de la cama para dirigirme al comedor- Má, por cierto, ¿Dónde dormirá Kibum? -que yo me acordara no había ningún cuarto vacío en casa, ya que el cuarto de huéspedes lo tenían como bodega.

Mamá se giro y me regalo una dulce sonrisa, para ser más exacto, una disculpa en forma de sonrisa.

-No Má, dime que es broma.- supliqué, pero lo único que obtuve fue un ceño fruncido, una advertencia- ¡Por Dios! no me lo creo...- me lamenté. Me restregué el rostro con las manos y para cuando las quité dispuesto a quejarme... mamá ya no estaba.

Sin duda alguna me volveré loco... antes de lo que creía...

 

POV'S KEY

Cuando lo vi allí sonriendo como un cachorro mientras miraba la nada, no pude evitar pensar que se veía realmente guapo, pero debo agradecer que lo reconocí al instante, justamente por esa sonrisa, porque sino ya me hubiera acercado a coquetear un poco.

No lo veía desde hace mucho, y debo admitir que me sorprendí al verle, con ese cuerpo bien marcado, esa piel tostada, deliciosa, esos labios... ¡Suficiente! Demonios, que con esa vista se me olvidaron unos cuantos puntos: es mi hermano, me odia y es completamente hetero. Pero bueno que se le va a hacer...

Nuestro "reencuentro" fue exactamente lo que me esperé, discusiones, insultos, miradas molestas y silencios incómodos. Como siempre fue.

Ya en casa me sentí mas aliviado y feliz, ¡hace tanto que no veía a papá! y su linda esposa, siempre adorable y cariñosa conmigo, a pesar de que cualquier persona en su lugar me odiaría. Sin duda es una buena mujer. Claro que Jonghyun me sigue guardando rencor. Apenas llegamos se fue en su habitación, pero su madre se encargó de traerlo de vuelta para comer el pastel.

Cuando nos sentamos a comer, hablamos de temas como la escuela, si tenía novia, si tenía muchos amigos y cosas así. Durante todo el tiempo que estuvimos en el comedor Jong no me miró ni una sola vez. Se notaba a kilómetros las miradas de advertencia que le dedicaba su madre cuando él ponía mala cara o hacía muecas disgustado por tener que compartir la mesa conmigo. Era realmente divertido ver como intentaba disimular su disgusto y sonreírle a su madre luego de cada advertencia.

-Kibum, pequeño, no tenemos cuartos desocupados así que… pensamos que si no te molesta, podrías compartir cuarto con Jong por un tiempo, unos días, quizás.- las palabras de papá me dejaron boquiabierto ¿En qué estaban pensando cuando se les ocurrió semejante barbarie?

En ese momento Jonghyun me miró, con los ojos entrecerrados, con odio. Se notaba a leguas que él no me quería allí.

-Papá, no quiero molestar,-intenté poner alguna excusa- puedo dormir en el sofá estos días, de verdad no me importa. Además no quiero incomodar a Jonghyun, es su cuarto, no creo que sea correcto que invada su espacio así como así.

-No, no, Kibum, lindo, Jong está totalmente de acuerdo de que es mejor que compartan cuarto.- ¿lo que acabo de escuchar es real? Dirijo mi mirada a Jong que tiene una mueca de disgusto en su rostro- ¿cierto querido?- Jong mira a su madre con una sonrisa complaciente.

-Claro Má- dice a regañadientes.

El aire de pronto se vuelve incómodo. Serán días difíciles, sin duda alguna...

Cuando terminamos, tuve que llevar mi equipaje al cuarto de Jonghyun, ayudado por él mismo.

Al entrar lanzó mis maletas al suelo, lo cual me sobresaltó, y luego se recostó en su cama, se volteó a mirarme y me indicó el sofá cama que tenía en una esquina de la habitación.

-Dormirás allí,- se dio media vuelta, dándome la espalda- y si no te gusta no es mi puto problema ¿entiendes?

-Preferiría dormir en el patio antes que compartir cuarto contigo, solo acepté porque tus padres insistieron.- Jong se giró de pronto.

-Ashhh, si no quieres estar acá ¿para qué viniste? ¿Eh? Yo creo que estás lo suficiente mayor como para cuidar de ti mismo como para que tu madre te mandé hasta acá para que “cuidemos de ti”- me dijo enojado- ¿o es que tu madre te obligó porque ya no te soporta?

“-Kibum, me siento mal y estoy lo suficientemente enferma como para tener que soportar los problemas que me das, así que hablaré con tu  padre y te mandaré a Seúl  con él por un tiempo.”

Mis ojos se humedecieron al instante. Porque sabía que era verdad. La gota que rebalsó el vaso en la paciencia de mi madre, fue un problema que tuve en la escuela, uno bastante grave… descubrieron que tenía algo así como una relación con uno de mis profesores…

-Ese no es tu problema.

-¿Qué no es mi problema?, ¡Claro que lo es! Estás acá ¿o no?- me espetó ya bastante furioso.

-Así que soy un problema para ti ¿Eh?

-¿Y qué no lo eres para todos?- me preguntó burlándose.

No supe que decir. Realmente me dolió que me dijera eso, porque en parte yo también lo creía así. Para muchos sería mejor que yo simplemente no existiera, lo único para lo que era realmente bueno era para dar problemas a los demás. Ni siquiera tengo muchos amigos.

-¿Qué no vas a responderme?, ¿es que acaso es verdad?- se burló nuevamente, manteniendo una sonrisa y mirada triunfante.

Intenté que no notara que me habían afectado sus palabras y me dirigí al sofá cama para acomodarlo.

-No me interesa en absoluto lo que digas o creas de mi ¿comprendes? ¿O tu cerebro de dinosaurio no te lo permite?- fingí indiferencia y contraataqué.

Abrió los ojos y luego los entrecerró frunciendo el ceño.

-¿Sabes? Eres completamente insoportable.

Notas finales:

-->  http://coeurpassionnefanfic.wordpress.com/

Blog nuevito, recién salido del horno y que ojalá les guste y se unan <3


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