NARRADOR (YO):
Haru la hija de Tablo está muy triste, sus padres no están así que sus familiares (como se hacen llamar los compañeros de empresa de sus padres) la tendrán que cuidar. Yang como buen jefe ofreció a los miembros de Winner, el problema es, que como se acaban de integrar a la familia Haru les tiene miedo. Así que la llevaron con sus tías de 2ne1, pero ellas están demasiado ocupadas con su come back, así que… no pueden.
Aunque la trataron de acomodar con los demás cantantes, modelos actores y actrices, Haru no lo aceptaba. Es que ella desde el principio pidió quedarse con sus tíos favoritos, que, para suerte de ellos, era su único día de descanso, y Haru lo aprovecharía.
–¿Por qué yo?-decia en medio de un puchero el menor
–Pues…porque eres el Maknae-dijo simple el líder.
–Y ¿eso qué? No son justos hyung-repetía el menor
–¿Qué acaso tú no quieres a nuestra hermosísima y queridísima Haru?-chantajeador
–Si…pero quiero más a mi cama-insistente y terco.
–Fue por mayoría de votos maknae y no reniegues mas-dijo por último el líder del grupo, la verdad es que él quería correr, porque cuando Haru se diera cuenta que su tio favorito estaba en casa no lo dejaría dormir en paz.
El momento llegó, Haru acaba de llegar a casa, y SeungRi al verla cayó en su encanto olvidando lo cansado que estaba, para estar con la niña. Ahora los papeles se cambiaron, Haru llegó muriéndose de sueño, y SeungRi demasiada energía.
–Tío quiero dormir- dijo simple, borrándole la sonrisa de gato Cheshire.
–Esta bien puedes ir a dormir-sus animos volvieron a ser los mismos de cuando se moria de cansancio.
Haru vio que si tío estaba triste así que se le ocurrió pedirle algo para que volviera a sonreir.
–Pero cuéntame un cuento ¿si?- con un puchero irresistiblemente tierno.
–Ok, mi linda Haru ¿Cuál quieres?-no le podía negar nada a la pequeña
–Uno tuyo.-lista
–¿He?-no se esperaba esa petición.
–Inventame uno tu.
–Pero mis cuentos son raros.
–No importa es de tío, y si es de tío me va a gustar.
Ante ese comentario el orgullo y cariño de SeungRi hacia Haru creció, valla esa niña si que es inteligente.
El príncipe rubio y el sapo azul
Narrador SeungRi: Había una vez en un reino muy lejano llamado YG unos hermosos príncipes uno se llamaba Ji Yong, otro Young Bae y el más hermoso de los tres Lee Seung Hyun. Pero cada uno tenía su apodo Ji Yong se hacía llamar GD, Bae se llamaba Taeyang y Seung se llamaba SeungRi.
Un día el príncipe GD salió a jugar por el jardín con su nuevo regalo, un hermoso sharpei llamado Gaho. Pero al ver que SeungRi descansaba tranquilamente en una banca, se le ocurrió molestarlo y le puso a Gaho encima haciendo que este lambiera al pobre príncipe. GD en lugar de estar arrepentido y suplicando perdón por sus acciones tan malvadas, empezó a reírse por lo bajo hasta no poder controlarse y soltar la carcajada a todo pulmón. El príncipe rubio (GD) por tanta risa se olvido del cachorro y entro al palacio.
El príncipe SeungRi estaba triste y empezó a llorar con el sharpei en los brazos fue cuando su novio…no no su amigo Taeyang lo vio triste y decidió vengarse de GD, así que tomo al cachorro y lo escondió de su dueño. Satisfecho se fue a su habitación olvidándose de consolar al menor, el muy… ¡se olvido del menor!
Después de unas horas el rubio salió a buscar a su cachorro pero al no encontrarlo se empezó a asustar, es que a ese pequeño sharpei lo quería como a un hijo. Cuando se le ocurrió preguntarle a su ex víctima.
–Ri-llamó el mayor
–¿Qué pasa Ji?-al menor se le había olvidado de lo que había pasado.
–¿Haz visto a Gaho?
Solo porque SeungRi era un príncipe de respeto y de alta moral no le mintió…pero no le dijo que Tae se lo llevo.
–No Ji. Lo siento.
GD cada ves se desesperaba más hasta que vio por la puerta principal del castillo hacia afuera, que había un hermoso arroyo y pensó que Gaho tal vez se había ido ahí.
Cuando estaba a punto de salir del palacio lo detuvo el guardia-príncipe Daesung quien estaba castigado con el puesto de guardia por comerse la ultima paleta helada del hermoso príncipe SeungRi. Pero GD era cada vez más insistente con Dae al punto que se desespero y lo dejo ir.
Nunca en su vida había siquiera deseado ir al exterior, solo porque pensaba que lo más hermoso estaba dentro del castillo. Esta vez con “lo más hermoso” no se refería al príncipe SeungRi, si no sería incesto…
Estando afuera pudo apreciar muchas cosas que lo dejaron embobado. Una de esas cosas era el hermoso rio Han, así que se sentó a una orilla de este para poder ver a los peces nadar contentos.
Hasta que un ruido lo asusto.
El príncipe rubio estaba a punto de correr, pero en eso puso atención de donde venía ese ruido. Dando con un arbusto, al parecer un animal lo estaba moviendo.
Pensando que se trataba de un animal indefenso se acerco un poco más, moviendo el arbusto para ver que era lo que estaba escondido tras el. Pero al mover las ramas vio que detrás de ese no había nada.
Desanimado empezó a alejarse de ahí y cuando se dio la vuelta un sapo azul croó.
–Ahh. ¿Así que eras tu?-dirijiendose al sapo
–Croac, croac.
–Eres azul. Nunca había oído hablar de los sapos azules.
–…
–Eres muy raro.
El príncipe dijo eso ultimo y empezó a levantarse para irse.
Pero en el momento en que le dio la espala al sapo este hablo.
–Pues no soy tan raro como tu tratando de hablar con un sapo.
El príncipe paró en seco y se volteo.
–E…es…estas ha…hablando…me-asustado.
–Si.
–Debo estar soñando.
–Si tu lo dices.
–Debo estar soñando.
–…
–Si, es eso. Solo estoy soñando.
–Sigues con eso.-algo fastidiado.
–Es la única cosa que encuentro tiene lógica aquí-hablando solo, otra vez.
–Oye rubio…
–A quien le dices rubio. Soy el príncipe GD
–Y yo soy el príncipe Choi.
–Claro que no. El príncipe Choi esta en su palacio.
–Soy el hermano perdido.
–En serio-sarcastico-
–Si, hasta que bese a alguien volveré a ser el príncipe.
–Y porque nadie te ha besado.
–Yo no beso a cuaquiera.
–Pues a ese paso vas a quedarte así toda la vida.
–Oye solo estoy esperando a “esa” persona.
–¿”esa” persona?
–Si, una igual de rara que yo. Asi es como debe de ser.
–No entiendo.
–Si, lo bonito con lo bonito, lo feo con lo feo…lo raro con lo raro. Oye ahora que me doy cuenta, tu eres igual de raro que yo.
–Ja, yo no soy azul ni soy un sapo.
–Pero eres el único que veo que habla solo…o con animles.
–Bueno ya, soy raro ¿y?
–¿Quieres ser el futuro yerno de la familia Choi?
–No
–Serás rico.
–No me interesa.
–Pero si me besas, tendrás que ser el yerno de la familia…
–¡¿Quién dijo que te voy a besar?!
–Pero no pierdes nada.
–Claro que pierdo. Al único “animal” al que le doy besos es a mi Gaho.
–¿Quién es Gaho?
–Mi perrito perdido-al recordar que perdió a su bebe sus ojos empezaron a cristalizarse.
–Oye no llores…mira si me besas me hare un príncipe y ya como humano te ayudo a buscarlo..
–No. al cabo estoy dormido, al rato despierto y lo encontrare-terco.
–Entonces besame…-antes de que el otro rezongara agrego–al cabo estas dormido. No pasará nada.
Viéndolo de ese lado el príncipe GD, vio que el otro tenia razón y lo besó. Ante sus ojos el sapo empezó a cubrirse de un brillo que casi lo deja ciego. Pero al acabar el brillo un apuesto príncipe (no tanto como el príncipe Lee) apareció ante el. El príncipe GD se enamoró a primera vista y acepto el ser el yerno de la familia Choi, que al enterarse de que su hijo desaparecido volvió no dudo en hacerle una enorme fiesta.
Después de esa fiesta se decidió hacerles la boda, a la que fueron invitados todos los príncipes menos el príncipe Dae que siguió castigado por no pagar la paleta al hermoso príncipe SeungRi.
El príncipe SeungRi perdonó a su novi…amigo Taeyang porque no podía estar mucho tiempo enojado con el. Y los príncipes GD y T.O.P (el príncipe se llamaba Choi Seung Hyun pero su hermano mayor le puso por apodo de cariño T.O.P) vivieron felices para siempre.
FIN
Cuando SeungRi acabo su cuento vio que Haru se había quedado dormida.
–Asi que…me perdonaste.
–No.
–El príncipe Lee perdono al príncipe Tae
–Pero este Panda no ha perdonado al Sol asi que vete.
–Pero Ri-intenta besarlo acercadolo por la cintura pero el otro se aleja-¿yo que te hice?
–Me abandonaste con Haru eso hiciste.
–Pero Ri yo quiero un nosotros felices para siempre.
–mm…-pensativo- pero no solo se arreglara con unos simples besos.
–En que piensas, mi pandita pervertido.
–Si quieres saberlo vamos al cuarto aquí no que Haru podría despertar.
Taeyang ni tardo ni perezoso corrió a la habitación que ambos compartían y…bueno si se los cuento esto dejara de ser familiar…