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OMEGAVERSE por Lucy Michaelis

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Notas del capitulo:

Nuevo capitulo >u<
me dejans sus reviews y me disculpo por no actualizar antes. Olvide que los Sabados me la vivo en la calle :'D

Dentro de los 3 meses transcurridos con un flujo un poco más pesado y difícil con el pasar de las semanas, el embarazo del pequeño omega Sagato ya había alcanzado las 18 semanas (4 meses y medio) haciendo que su vientre alcanzara el ultimo nivel de tamaño.
Mientras hubieron pasado los días, al alfa se le complicaba cuidar más a fondo a su pareja quien ahora recibía no solo su atención, sino también la de su hermano mayor Sam y la pareja del mismo Dominik.
Senji tenía que estar al pendiente de los dolores constantes y fuerte que el menor padecía con el avance de su embarazo. Durante las noches les costaba a ambos dormir, a veces tardaban casi 3 horas en conciliar el sueño al pasar las 12:00am. Sin embargo no se sentía del todo solo, tenía la libertar de llamar al omega quien vivía a su lado como su nuevo vecino y quien ya poseía una experiencia estando embarazado.

~Cumplidos 3 meses~ 1:30am ~

-Hola? Diminik? Soy yo, Senji… disculpa que te llame a estas horas de la noche- dijo con un notorio tono de cansancio mientras luchaba por sostener el teléfono en su oreja

-Qué pasa?- habló con toda tranquilidad- Otra vez no puede dormir?

-No…- susurro- Le duele mucho y el masaje habitual no quiere funcionar esta vez

-Vale, umm…- comenzó a pensar- Sigue con el masaje, dile que no se concentre en el dolor, que piense en otra cosa, y que lo haga con los ojos cerrados

-Gracias, si ya no llamo significa que…- antes de terminar lo interrumpió

-Que lo has conseguido y te quedaste dormido tú también, está bien, buenas noches- declaró con un tono tierno

El mayor colgó el teléfono eh hizo lo que el otro le indico, su omega también aceptó cooperar. A los pocos minutos los dos lograron conciliar el sueño estando completamente aliviados y no despertaron al día siguiente sino hasta que dieron las 11:30am.

~4 meses de embarazo~

 

Por despertarse tarde también desayunaron bastante tarde, pero parecían un poco más relajados después de la larga noche que habían tenido que pasar. Sagato estaba sentado en el sofá, tenía en sus manos los papeles sobre su ultrasonido y de entre ellos se le calló una foto. Intentó levantarla sin oprimir su voluminoso vientre, luego de un largo esfuerzo fue Senji quien la recogió y se la entregó.

-Gracias- esbozó el menor junto con una sonrisa

-No te preocupes-

El alfa se sentó a su lado pasándole un brazo por sus hombros mientras observaba los mismos papeles que el contrario. Decían toda la información de cómo iba su embarazo, cuanto faltaba, la fecha predicada para dar a luz. El omega dejó todo de lado y únicamente mantuvo en su mano la foto del ultrasonido, su pequeño bebé de quien antes no podían reconocer siquiera su cabeza ahora se veía con toda claridad. El más bajo no podía dejar de esbozar sonrisas solo con ver cada parte del pequeño cuerpo del mismo fotografiado.
Por alguna razón se sobre salto soltando la foto y haciéndola caer en la mesa.

-Qué pasó?- preguntó preocupado el alfa

-Se ha movido!- se acomodó en el sofá y tomó la mano del mayor colocándola en la parte baja de su vientre.

Un pequeño golpecito.

-Ah, es cierto!- el mayor sonrió y volteo a ver al menor quien sonreía con impaciencia

-Me dolió al principio, pero ahora ya no está pateando tan fuerte- declaró con tranquilidad- creo que quería llamar la atención

-Vaya que sí, tan presumido como su madre- habló con gracia

-Yo no soy así de presumido…- se defendió en un puchero-O sí?..

El alfa rió junto con el menor quien a los pocos momentos se detuvo dando unas pequeñas arcadas. Senji acercó de inmediato un bote y se lo tendió. Sagato lo sostuvo bajo su boca un rato hasta que estas pararon.

-Cómo estás? Te sientes mal? 

-Eh? No, por suerte no eh vomitado, detesto hacerlo, estoy bien- acompaño sus palabras con una dulce sonrisa

-Menos mal, se te antoja algo?- preguntó mientras se levantaba y dejaba el bote donde estaba antes

-Para nada, lo que menos quiero ahora es comer-

Con algo de dificultad y ayuda del alfa consiguió levantarse. El omega comenzó a ir escaleras arriba y el mayor le seguía detrás como si le estuviera cuidando de una caída segura. Llegó hasta su habitación y se sentó en su cama.

-Tienes que estar conmigo todo el tiempo? No digo que me moleste pero es muy sobreprotector

-Seguridad nada más, falta solo 1 mes para que des a luz y no te quiero arriesgar, no los quiero arriesgar a ambos.

-Ahora que lo pienso- trató de evadir las palabras del mayor y no sonrojarse- si hay algo que se me antoja

-Qué cosa? Iré por ello de inmediato

-No, no es eso, podemos salir? Llevó aquí encerrado casi 1 mes, estoy aburrido

-Salir? Donde? Podemos ir al parque, o de compras

-Si..!-gritó con alegría- Vamos al centro comercial, podemos comprar algo para el bebé, anda si?

-Bueno bueno, Hace algo de frío a fuera, el invierno se acerca cada vez más, mejor toma un suéter lo suficientemente cálido

El omega tomó una chamarra azul celeste que el mayor le había regalado días atrás, le quedaba perfecto y no necesitaba hacer mucho esfuerzo para abrocharla. Minutos después salieron en el auto. El frío se sentía en las mejillas y aun que al parecer aún no nevaba, si parecía que no faltaba mucho.
Llegando al dichoso lugar, se estacionaron cerca de la entrada y tan rápido como pudieron se introdujeron en el enorme edificio amarillo y café. Las tiendas estaban tan llenas de cosas coloridas y navideñas, árboles, esferas, series de luces con colores llamativos, regalos para niños, adultos, parejas. Incluso había varias tiendas para bebés. Todas adornadas con el espíritu navideño. Sagato se distraía con cada adorno que veía y Senji solo reía por su comportamiento como si se tratase de un niño que veía estas cosas por primera vez.
Demoraron un poco, más al final consiguieron llegar al área de bebés. Una chica se acercó a sus espaldas y con una sincera sonrisa los recibió

-Bienvenidos, buscaban algo en especial?- Era un poco baja de estatura, su cabello castaño oscuro estaba agarrado en dos coletas y llevaba puesto un gorrito de Santa Claus

-Estábamos viendo a penas- contestó el alfa- Nos mostrarías unas cuantas cunas?

-Claro, si me siguen por favor.

Prácticamente se la pasaron en la misma tienda todo el tiempo. Veían cosa tras cosa y se emocionaban cada vez que encontraban alguna que a ambos les gustara. Por su parte, Senji había ahorrado gran parte de su dinero y ahora  viajaba de la tienda al auto, del auto a la tienda, de la tienda al auto, guardando todo lo que compraban.
Una preciosa cuna de madera con un tul blanco lista para ser pintada, incluía un colchón blanco con flores lilas dibujadas; un pequeño mueble de varios cajones color café claro que incluía un cajón especial para pañales y a su vez un bote de basura y un cambiador. También una mecedora armable y pequeña. Compraron unos 4 biberones, 3 chupones, 2 baberos, y un gran paquete de pañales. Cuando hubieron terminado, se sentaron en una banca. El menor no estaba del todo cansado, de hecho quería seguir viendo más cosas, pero el alfa ya estaba cansado de sus viajes continuos al auto.

-Tomémonos 15 minutos de descanso- declaró el mayor sentándose en la banca

-Vale, pero luego seguiremos viendo más cosas si?

-Claro que si amor

Senji recargó su cabeza en la banca mientras Sagato se mantuvo con la vista fija en las demás tiendas. Se aburrió luego de unos minutos.

-En dos semanas más mi hermano tendrá un nuevo hijo- dijo por fin

-Ya lo creo, es impresionante, porque tú darás a luz en 1 mes, solo se llevan dos semanas

-Sí, es genial, le debemos mucho a Dominik por ayudarnos-

-Les compensaremos con algo. Que te parece si escoges algo para cuando nazcan sus bebés?   

-Tendrá más de uno?- preguntó impresionado

-Claro, ya es más grande, recuerda que los omegas dan a luz de dos hijos en adelante, solo si son muy pequeños darán a luz a uno.

-Lo había olvidado- pensó unos momentos- Eso quiere decir que si, decido embarazarme otra vez dentro de unos años, también tendré 2?

-Es lo más seguro- admitió- Por qué preguntas todo esto de repente?

-Es.. Estoy algo asustado- se acotó en el hombro de su alfa- Va a doler? Ya sabes, cuando tenga que dar a luz

-No te puedo mentir-dijo en tono tierno mientras le acariciaba la cabeza- Pero tampoco te lo puedo asegurar, porque no mejor le preguntas a Dominik?

-Me parece bien, vamos a comprar algo para sus bebés y luego regresemos. Seguro que estarán en casa

-Excelente idea- el mayor se levantó y ayudó a su pareja a levantarse también. 

Visitaron nuevamente las tiendas y tras una larga búsqueda encontraron una carriola especial para llevar dos bebés. Era de color morado con caracoles blancos. Una vez que la compraron, entraron en el auto. Fueron hasta su casa, dejaron sus pertenencias y luego fueron con sus vecinos.
Llamaron al timbre y luego de varios gritos, el rubio alfa salió.

-Sagato, hermanito!- dijo con alegría- Me alegro que vinieras- volteo a ver al peligris y luego regreso la mirada al menor- Lastima que no están permitidos los sucios animales como el que tienes a un lado

-Que dijiste maldito estúpido?!-

Alguien detrás de Sam lo empujo haciendo que callera al suelo y su cara se estampara fuertemente en el suelo.

-Senji, Sagato, bienvenidos, pasen por favor

Ambos chicos asintieron y entraron. El pequeño Mahiro estaba sentado en la sala jugueteando con un tren y varios coches de colores. En cuanto vio al omega pelicafe se levantó y fue a abrazarlo.

-Hola, Mahiro, como estas?

-Bien- contestó alegre

-Disculpen al estúpido de Sam, es tan molesto cuando está nervioso

-No soy molesto!- replicó el rubio

-Vaya que lo eres!- respondió el pelicastaño

-Mahiro, tu padre es molesto si o no? Todo mi orgullo depende de ti

-Papá es un molesto tonto- dice el niño sin importancia- Eso me dice mami

-Cruel!- grita el mayor mientras derrama lágrimas- Ni siquiera mi hijo me defiende

-Bueno- comienza a hablar una vez más el omega castaño- A que debemos su visita?

-Les hemos traído esto, como agradecimiento por su ayuda

Senji muestra la caja con la carriola mientras Dominik y Sam la ven con detenimiento y sonríen

-Es perfecta, muchas gracias- dice el menor

-Eh tú, bestia, ayúdame a armarla en el otro cuarto quieres?

-Aun cuando pides mi ayuda me llamas de esa forma??- susurra el peligris. Senji se levanta, besa la frente de su omega y va con el otro chico.

Una vez que ambos omegas se quedan solos, únicamente con el pequeño niño quien aún estaba distraído con sus juguetes comienzan a hablar.

-Como te has sentido he Sagato?

-Asustado, aunque por todo lo demás bien

-Asustado? Eso porque?

-Dime algo- prosiguió- Cuando das a luz, duele demasiado?

-No eres muy fan del dolor eh?

-No es mi sentimiento preferido

-Escucha- se acomodó en el sofá- No te puedo mentir diciendo que no te va a doler, pero créeme que luego de que pase serás de lo más feliz, yo no pude evitar incluso llorar de felicidad cuando pude cargar a Mahiro por primera vez

-Tienes razón, pero a pesar de ellos, me atemoriza un poco…

Por el otro lado de la casa, en el jardín trasero, ambos alfas intentaban descifrar como se armaba la dichosa carriola, entonces el rubio desesperado dejó las cosas y se sentó

-Tiempo muerto, me eh cansado

-Va, es un poco complicado, me hubiera gustado verte armarla solo

-Crees que no podría?

-Estoy seguro de que no

Rieron. Y una vez más el rubio opto una mirada seria

-Senji, tengo algo importante de que hablar contigo, sobre Sagato.

-Eh? Qué es?

-Tu… sabes acerca de nuestra familia cierto?

-Solo sé que era familia alta entre la sociedad, nada más.

-Nuestra madre y padre tenían distintos problemas personales. Entre ellos de salud. A parte de que ninguno de nosotros, alfas, heredó alguna de estas enfermedades, pero la acepción fue Sagato, el único omega.
No es grave en su vida diaria, y la verdad es que no recuerdo el nombre de la enfermedad, pero durante sus embarazos, nuestra madre tuvo problemas al dar a luz. Su sueño siempre fue dar a luz naturalmente, pero su enfermedad se lo impedía. Cada que lo intentaba, sentía que se desmayaría, le faltaba al aire y su pulso se reducía. Al final que todos sus partos tuvieron que ser con cesaría. Los doctores decían que era una suerte que despertara luego de cada cesaría, ya que la mayoría de las personas que poseían su enfermedad quedaban en coma o simplemente morían luego de unas horas que su bebé naciera.

-Me dices que Sagato está en peligro? Hablas en serio? Decírmelo hasta este momento que ya nada puedo hacer?

-No tienes que enojarte, verás, nuestra madre tenía fuerza, por ellos siempre despertaba, eso es lo que necesita Sagato, que le digas que es fuerte, y lo será

-Tiene que ser una maldita broma!- grito furioso y desesperado- porque no pudiste decírmelo antes de preñarlo?! Puedo perderlo y todo será solo mi culpa!

-Lo que tienes que hacer es apoyarlo! Si lo dejas solo en esto lo perderás! Eso tenlo por seguro- replicó- además, tarde o temprano el querría formar una familia! Si te lo decía antes se lo negarías rotundamente! Tiene derecho a intentarlo siquiera una vez!

-No puedo perderlo!- explicó el peligris- Se supone que si lo pierdo tengo que cuidar de alguien que terminará pareciéndose a él?! Cómo podría?!

-No empieces con tonterías! Pensabas dejar a tu hijo tirado si algo le pasaba a Sagato?!

-Es que no me imagino perderlo…- unas gotas se escurrían por las mejillas de Senji- Él es todo lo que tengo…

-Por eso vas a ayudarlo, no te eh dicho nada porque confío en que lo cuidarás, que lo apoyarás, siempre te tuve tanta confianza…

Al final, luego de unas horas, Sagato y Senji regresaron a su casa. El menor estaba muy animado, y lo primero que hizo fue sentarse en el sofá junto con su alfa.

-Dominik me ha quitado todo miedo, porque todo va a valer la pena si al final puedo cargar a nuestro bebé por primera vez- habló con alegría.

~Faltando solo unas horas~

Sagato estaba en una habitación, caminaba por todo alrededor vistiendo una bata de paciente. Sus manos estaban posadas en su cintura y no dejaba de soltar jadeos y hacer gestos de dolor. Senji lo seguía para todos lados mientras intentaba tranquilizarlo. Al poco rato su hermano llegó y ayudo a tranquilizarlo.

-Escucha, Sagato, tienes que recostarte, van a venir por ti en unos momentos

-V..venir por mí?-dijo extrañado meintras se recostaba en la camilla- P..porque?

-No puedes dar a luz naturalmente…- admitió el peligris

-C..como que no?- preguntó asustado

-Sagato, ya no eres un niño, sabes la enfermedad que tiene mamá y sabes lo que es una cesaría. Tú heredaste su enfermedad- dijo el rubio

-Y..y si no despierto?!- comenzó a asustarse más- Y si nunca puedo ver a Senji otra vez?! Y si muero?!

-Eso no va a pasar!- grito su alfa- Amor, tu eres fuerte, tu madre lo fue, por eso despertó, tú tienes que hacer lo mismo, el bebé y yo no nos moveremos de tu lado hasta que te despiertes.

-Hermanito, no tienes por qué tener miedo, tienes a un gran alfa a tu lado, el mejor que pudiste encontrar. Y más te vale abrir los ojos porque Dominik y yo queremos hacer una fiesta para ambos bebés.

Luego de unas cuantas palabras más, varias enfermeras entraron a la habitación, cada una se presentó con formalidad. Al parecer eran las que llevarían a Sagato a la sala de cesarías. Habían arreglado ya el cuarto donde se quedaría el menor luego de terminar el parto, ahí podían esperar Senji y Sam, el menor sería llevado dentro de unas horas junto con su bebé.
Movieron la camilla y poco a poco la alejaron hasta llegar a un elevador, de ahí entraron y fueron pisos arriba.
El peligris fue a la habitación que le habían indicado junto con el rubio.

Paso una hora, aun no tenían noticias. Dos horas, seguían iguales. Tres horas, aun igual. Cada segundo que pasaba era una eternidad para ambos alfas. Para su desgracia, Senji tuvo que quedarse solo, pues Sam tuvo que ir a donde su Omega y ayudarlo a cuidar a sus 3 hijos. Cuatro horas, aun nada. Al mayor le parecía demasiado tiempo para ser una cesaría, estaba temiendo lo peor.
Al cumplirse las cuatro horas con 15 minutos, las puertas de la habitación se abrieron, dos enfermeras llevaban al menor en una camilla, estaba dormido y le habían hecho una canalización en la mano izquierda, también traía unos tubos en la nariz que le daban oxígeno.
Senji suspiro de alivio y de inmediato tomó la mano de su omega con ternura. Una enfermera más entró por la puerta. Llevaba algo envuelto en unas cobijas de color amarillo claro. El peligris soltó la mano de su omega con delicadeza y se acercó a la enfermera quien le entregó aquel bulto de cobijas. Este lo tomo con cuidado y al descubrirlo un poco pudo verlo. Un pequeño niño con cabellos cafés y de las puntas grises era a quien tenía frente a sus ojos. Era pequeño, tierno, cálido, tenía un peculiar olor a bebé recién nacido.
El mayor no pudo evitar sonreír tanto e incluso soltar varias lágrimas. No podía detenerse sino hasta que una de las enfermeras se acercó a él.

-Ha sido muy fuerte, al ser primerizo creí que estaría más asustado, pero no fue así, se mostró muy seguro de sí mismo.

-Así es él- dijo con orgullo-   

-Fue algo complicado por su enfermedad, tuvimos que tener el mayor cuidado posible, el mayor cálculo, por eso la demora. Ahora solo está en los efectos de la anestesia, mañana por la tarde se espera que despierte

-Puedo quedarme aquí cierto?

-Claro que sí, le hemos traído a su bebé para que pudiese verlo y darse cuenta que está bien, pero ahora tenemos que llevarlo de regreso a chequeo. Mañana que despierte su pareja se lo entregaremos.

-Está bien- volteo a ver a su bebé- Nos vemos luego pequeño, ansío que tu mami pueda verte.

Luego que las enfermeras hubiesen llevado de regreso al bebé a revisión y el mayor se quedara a solas con su omega se quedó sentado junto a la camilla. Ya era tarde, prácticamente de noche y Sam llamo para preguntar por su sobrinito y su hermano. Senji le dio las buenas noticias y el prometió ir en la tarde junto a Dominik, Mahiro y sus nuevos hijos.
La noche pasó bastante rápido, pero el sueño en el que el mayor estaba metido no parecía tener final, más que un sueño era una pesadilla en la que perdía a su lindo omega. Comenzó por susurrar su nombre y al final casi terminaba gritándolo.
Solo algo logró despertarlo, algo suave le acariciaba la cabeza y se revolvía entre su cabello grisaseo. Se despertó quizá por impulso y al enfocar su mirada, se dio cuenta que era la mano de Sagato la que le revolvía el cabello. Sus ojos se llenaron en lágrimas al ver a su amor despierto y seguro.

-Mira que gritar mi nombre mientras estás dormido y no dejarme dormir a mí es cruel de tu parte-

-Tenía miedo, pero ahora estoy tan feliz de verte despierto-

Se levantó de inmediato y se inclinó para darle uno de esos besos jugosos y juguetones que siempre se daban luego de pasar por un momento difícil.

-Dónde está? Quiero ver a mi bebé

-Lo traerán más al rato, está perfectamente bien, no te preocupes

-Es un chico o una chica?

-No quise verlo, creí que sería una buena recompensa que tú lo supieras primero

Pasaron unos minutos y una enfermera le llevó el desayuno a Sagato quien lo devoró sin piedad por lo hambriento que estaba. Luego de unas 3 o 4 horas. Una enfermera más entró con aquel pequeño bulto de cobijas amarillas. Lo entregó al alfa quien de inmediato lo llevó con su omega.
Sagato lo tomo en brazos, sonrió tras ver que se parecía demasiado a Senji, y su color de cabello era tan bien combinado entre café y gris. Le encantaba. Lo descobijó tranquilamente, revisó un poco y luego levantó la mirada volviendo a cobijarlo

-Y bien?- preguntó impaciente

-Que nombres pensaste?

-Lion, niño, Lizz, niña- sigui diciendo con impaciencia

-Jeje, es Lion

Notas finales:

Eh aquí el nuevo cap. Y ahora si, daré final a este fanfic. No es que la inspiración se fuera, sino que me interesaron nuevos proyectos. Creanme que habrá un segundo Fanfic y será la continuación de este ;)
Que ah Sagato y Senji aun les queda mucho por recorrer :3

Les agradezco por seguir mi fic, por sus reviews y por sus opiniones :'D

Hasta la proxima *O*


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