¿Cuánto había pasado ya desde que Sagato y Senji estaban juntos?
Se podría decir que varios meses.
Ya todo era distinto a excepción de su rutina semanal de videojuegos, el ir a la escuela, salir a eventos, eso no cambió, pero… ¿Qué lo hizo? Senji se había hecho más… sobre protector y cariñoso.
Al salir a la calle no le importaba traer todo el tiempo tomado de la mano a Sagato. E incluso, en varias ocasiones, al momento de hablarle y que este volteara, posaba sus labios húmedos sobre los del menor provocando que este se sonrojara hasta su límite, seguido de un abrazo.
Esto no era algo con lo que el menor se sintiera muy a gusto, le avergonzaba que le besara frente a tantas personas y que siempre lo trajera da la mano, sin embargo, no todo el tiempo le molestaba. Le gustaba cuando era así de cariñoso solo que fuera en su casa, o cuando estuvieran solos.
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Ya era la tarde, exactamente las 3 de la tarde, hora en la que los dos chicos salían de la escuela. Una vez más, Senji espero junto a la puerta a Sagato, quien ya lo veía desde las escaleras antes de la puerta.
Al llegar donde su amigo, el omega, se acercó con algo de cautela, porque si había algo que le molestara más que le besar en centros comerciales o en el cine, era que le besara justamente en la escuela.
Jaló a su omega con cuidado del brazo para acercarlo más- Te extrañe sabes?
Este se pone algo nervioso y sin verle a los ojos- En serio, solo fueron unas horas
- A mi pareció una eternidad- trató de acercar sus labios a los del menor-
Alejándose un poco- N-nos vamos a casa?
Suspir- Está bien
Otra cosa había cambiado también. Antes de ser alfa y omega unidos, Sagato vivía solo, en una casa a unas cuantas calles de la escuela, mientras que Senji vivía un tanto más lejos. Pero ahora ambos vivían en la casa del omega. Cosa que resultaba más incómoda para el menor.
No era del todo malo, pues era el mayor quien le cuidaba, algo que él generalmente no hacía. Casi nunca desayunaba, rara vez cenaba, prefería comprar ropa nueva a lavar la que ya tenía. Eso significaba que su cuarto tenía una enorme pila de ropa amontonada en una esquina, a la cual solo la rociaba con un poco de colonia para que el olor no fuera tan repugnante. Sin embargo, al llegar Senji, puso un gran orden, recogió todo los discos y la basura tirada del suelo y lavo toda la ropa de Sagato.
Estaba claro que a este no le molestaba tal acto, pero luego de unos días, se instaló en la casa del mismo, sin previo aviso, y cuando él le pregunto sobre ellos, se limitó a contestar:
-Por seguridad… yo soy el único alfa que puede estar contigo
Una vez llegaron a su hogar, Sagato tiró la mochila cerca del sillón y corrió escaleras arriba hasta su cuarto donde comenzó a jugar con su videojuego nuevo, el cual Senji le había comprado días atrás. Mientras tanto, el alfa, caminó hasta la cocina, preparó unos sándwiches, vacío un poco de jugo en un vaso de cristal pequeño y lo dejo todo sobre la mesa. Sacó los libros y libretas de la mochila de Sagato y lo revisó toda para ver que tenía de tarea, una vez que lo encontró, dejo las libretas sobre la mesa y se fue a sentar al sillón.
A las dos horas, el chico peli negro bajó, aun con el uniforme puesto y se sentó en la mesa, comenzó a comer uno de los sándwiches y escribir en su libreta. Senji volteó a verle y suspiro:
-Antes de que sigas ve a cambiarte, es el uniforme para mañana -apaga el televisor
Comiendo y escribiendo- Espera, ya casi termino
Cundo por fin terminó de comer, dejó el lápiz a un lado de la libreta y corrió escaleras arriba nuevamente, entró en su cuarto, tomo una toalla azul, ropa interior, unos jeans azules de varias bolsas y una playera de manga corta camuflajeada y entró en el baño para tomar una ducha. Después de salir, y aun con una tolla en el cuello, bajó y se sentó nuevamente en la mesa comenzando a escribir otra vez mientras su amigo estaba sentado a su lado:
-Ne, Senji…
-¿Uh? ¿Qué pasa?
-Olvide preguntarte antes, ¿Cómo te fue hoy?
-Bien, creo que la universidad se volvió bastante fácil al ir en último semestre, además casi salgo de vacaciones
-Que divertido… a mi aun me falta un mes más- suspira- aunque creo que solo me preocupa el hecho de la preparatoria a la que quiero ingresar.
-Te pone nervioso el no lograr entrar?
-Si… -Baja la cabeza- ¿Qué pasara si no entro? Todo mi esfuerzo no habrá servido de nada…
Se acerca y revuelve el cabello del menor- Oh vamos, si solo piensas negativo no podrás pasar, además, sé que tu esfuerzo rendirá sus frutos bien? -sonríe-
-Umm… está bien -sonríe un poco sonrojado-
Algo que no todo el mundo sabía de Sagato, era la razón por la que vivía solo en vez de con sus padres, o por lo menos eso sería lo normal en los niños de su edad. El caso era, que su familia nunca fue muy unida. Es el último hijo de cuatro. Sus padres siempre estaban ocupados en el trabajo, pero al tener suficiente dinero y hasta de sobra, contrataban a una mujer que cuidara de sus hijos en su ausencia. No era algo que a sus hermanos les molestara, cada uno se llevaba por un año; cuando Sagato cumplió los 13 años, salió de su casa sin aviso, solo con una mochila, y dentro, sus pertenecías. Tomo el dinero que tenía ahorrado y se fue. Su casa no estaba tan lejos de la ciudad, pero si algo despegada, así que fue a la ciudad.
Consiguió hospitalidad con uno de sus tíos ya casado y con dos hijos. Sin embargo, la ausencia de Sagato en su original hogar pasó sin ser vista, nadie se había importado en lo absoluto, mucho menos sus padres; de no ser porque sus tíos informaron a estos que el pequeño estaba en su casa, ellos no se molestarían por buscarlo, la pregunta es ¿Por qué tanto rechazo hacia el menor? Sencillo, él era el único Omega. Sus tres hermanos mayores eran alfas, y Sagato era el único Omega, algo que no había pasado nunca en su familia. Sus padres se avergonzaban de él, y preferían decir que solo tenían 3 hijos. Según los mayores, los Omegas no son nada más que responsabilidad. Que si están en su celo, que si alguien los violó en la calle y quedaron preñados, todo eso significaba meras molestias para los alfas. Según sus padres, los omegas no podían, o más bien, no debían estudiar, no tenían por qué tener carrera, no nada, solo servían para estar en la casa, y cuidar a los hijos; como es con las mujeres entre los betas.
Pero para Sagato eso no era nada más que una tontería, vivió hasta los 14 con su tío, pues este le dejó su casa y él se mudó hasta Estados Unidos. Dese los doce años ya conocía a Senji y sin embargo, nunca dejaron de ser amigos después de tantos problemas.
Al caer la noche, Senji camino escaleras arriba y comenzó a recoger el cuarto de Sagato mientras este estaba sentado en la sala comiendo un bote de palomitas lleno. Al terminar, el mayor bajó y se sentó a un lado del menor pasando su brazo por la nuca del menor y atrayéndolo hacia él:
-En serio no te cansas de comer?
-La comida es deliciosa -sonríe mientras se recuesta en el hombro del mayor-
Toma la barbilla del menor y la levanta para darle un cálido y tierno beso- Umm… tienes razón
Sonrojado- Co-come por tu cuenta
-Suspira- Oye… he estado notando que me evitas demasiado.
-Cre-creo que te equivocas -se sienta derecho en el sillón algo nervioso
-Claro que no, fuera de tu escuela, cuando te paso a recoger, e intento darte un beso, te alejas caminando y solo dices “Hay que ir a casa”
-Has pensado en que tan vergonzoso puede ser para mi? Digo, me besas en el centro comercial, estando en la calle, en el cine y ahora fuera de la escuela? E-eso es muy vergonzoso -desviando la mirada
-E-en serio?
Ahora Senji entendía el porqué del rechazo del menor. La verdad es que nunca se hubiera imaginado algo como eso, pensó que no era más que un acto tierno y de seducción hacia el omega.
Su pareja se veía tan tierno enojado y haciendo un puchero que no pudo evitar abrazarle y besarle el cuello
-Lo siento, pensé que te gustaba, pensé que era tierno
-Corresponde- Es tierno, pero solo deberías hacer eso cuando estamos solos -sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas-
-¿Ahora está bien entonces? -le mira divertido
-Ha-haz lo que quieras
El color carmesí de las mejillas del menor comenzó a subir mientras el mayor posaba sus dulces y húmedos labios sobre los suyos. Realmente ambos estaban felices, pero Senji tenía un tema especial a tratar con el menor. Por lo que después de unos segundos, dejó por fin el beso
-Sagato, hay algo… de lo que quiero que hablemos
-le mira curioso- ¿Qué cosa?
-Como Omega sabes… que puedes quedar embarazado
-Le mira algo confundido- Eh si, lo sé, porque lo dices?
-Digo… no te imaginas a ti estando embarazado? -Le miro tiernamente a los ojos
-El sonrojo de sus mejillas ahora estaba en su límite- La verdad nunca lo había imaginado, me vería demasiado feo…
-Feo? -el mayor sonríe y le abraza- Te verías tan hermoso, serías el más sexy y lindo omega embarazado
-corresponde ocultando su cara en el pecho del contrario- Demuéstralo…
-Le volteó a ver sorprendido- ¿Qué?
-Yo no creo que me vea ni siquiera un poco lindo -levantó la mirada para ver al mayor a los ojos- Pre-preñame
Ahora los ojos de Senji se abrieron como platos. No se creía ni un centímetro de lo que su amigo estaba diciendo:
-Estas seguro…? -acerco su rostro al cuello del menor- Aun estas en secundaria, tendrías que pedir una baja temporal
-N-no importa -ladea un poco la cabeza para que el mayor pudiese tener una mejor vista de su cuello- Quiero saber que tan bonito es estar embarazado -sonríe-
-Lo que tu quieras -besa el cuello del menor
Senji apaga el televisor y de un movimiento carga al omega entre sus brazos y lo lleva escaleras arriba hasta su cuarto, lo recuesta en la cama y con una sonrisa se pone sobre él. Sagato estaba bastante sonrojado, y no tenía ganas de ver a su amigo a los ojos. Solo se tranquilizó y cerró sus ojos.
Con movimientos hábiles, Senji comenzó a desvestir al menor con delicadeza y cuidado; cuando hubo terminado comenzó a besar el cuello y pecho del menor. Este cubrió su boca con sus manos intentando no hacer ruidos “extraños”
-Vas de nuevo con eso -Le separa las manos y las lleva sobre su cabeza-
-E-es vergonzoso
-Ahora no me vengas con eso -sonríe
Sin dejar de besar el cuerpo del más bajo, Senji lleva su única mano libre a uno de los botoncitos del menor comenzando a jalarlo y apachurrarlo levemente. El omega, sin tener como contenerse, comienza a soltar ligeros gemidos mientras un leve temblor se apoderaba de sus piernas. El alfa prosiguió a lamer y morder levemente el segundo botoncito de su amado. Este no paraba de jadear y gemir pidiendo algo de tiempo.
-S-senji… N-no sigas.. ah!
-Porque no?
- N-no qu-quiero venirme solo c-con esto.. ngh.!
El alfa ríe con ternura mientras deja por fin sus pezones. Suelta las manos del menor y le lanza una mirada diciéndole que más le valía no callar su voz. Fue dejando un rastro de besos sobre su estómago y al llegar al ombligo comenzó a lamerlo sin piedad alguna. El pobre omega seguía gimiendo mientras apretaba las sabanas que tenía entre sus manos:
-Ah… Ngh… N-no es justo
-Que cosa?
-S-soy el único desnudo -dijo en un puchero-
Senji volvió a reír y se recostó a su lado indicándole que él se hiciera cargo. Sagato desabrochó botón por botón de la camisa blanca del chico, la retiró con ayuda del mismo. Acto seguido, bajó sus manos al botón y cremallera de su pantalones para desatar ambos, bajó sus pantalones y cuando consiguió, estuvieran tirados a un lado de la cama, regresó la mirada al notorio bulto que se formaba debajo del bóxer del mayor. Decidido tomo el resorte del bóxer tiró de él dejando en total descubierto la “enorme” erección del mayor. No puedo evitar ponerse nervioso: -Con razón dolió tanto!- Dejó sus pensamientos y con algo de maldad, comenzó a rozar el miembro del alfa con la yema de sus dedos. Nada. Senji solo le veía con una notoria sonrisa pervertida en el rostro.
El omega se molestó un poco y sin previo aviso comenzó a lamer el duro miembro del alfa, quien soltó uno que otro jadeo. Sagato continuó y de un tirón lo engullo por completo llegándole prácticamente hasta la garganta, lo succionaba como podía y Senji solo pudo posar su mano sobre su cabeza indicándole que no se detuviera. Movía su cabeza arriba y abajo dejando rastros de saliva por todo el miembro.
-E-espera, Sagato… Voy a v-venirme
-Lo dejó de inmediato- Estas loco? Semejante cosa me va a ahogar si lo sueltas en mi boca
Se colocó sobre el mayor dejando su trasero a la altura del miembro de Senji. Poco a poco y con delicadeza fue penetrándose con cuidado
-M-mejor aquí… ngh…
-N-ni me has dejado prepararte tonto, te dolerá más
-Te deje con suficiente saliva… Ya no aguantaré más tiempo
Siguió penetrándose y al estar únicamente hasta la mitad se detuvo
-I-imposible, e-está más grande que la última vez… así n-no entrará
-Quieres ver que si?
El alfa tomó las caderas del menor y con algo de fuerza y rapidez le hizo ir cada vez más hacia abajo
-P-para!.. ah.. Me vas a romper!.. Ngh..
-Deja de quejarte tanto, yo te lo advertí
Luego de unos segundos consiguió estar completamente dentro del menor haciendo que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo por lo cálido y húmedo que se sentía dentro del menor
-No qué no? -dijo con una sonrisa
Sagato soltaba una que otra lágrima mientras se aferraba fuertemente a los hombros de su amigo incluso encajándole ligeramente las uñas.
-S-si te mueves… T-te mataré… -dijo tratando de abrir los ojos y dirigir su mirada al mayor- Hablo.. ngh… en serio
-Moriré feliz -sonríe lujurioso
-Q-que?... Woa!
El mayor comenzó a darle unas embestidas firmes pero sin mucha fuerza
-Ah!... Umh.. M-me partirás en dos!
-Deja de quejarte tanto
Siguió embistiéndole cada vez con más fuerza y rapidez mientras el menor solo soltaba delicados gemidos de placer y dolor, mas placer que nada. Probaron de todo tipo de posiciones: en cuatro, parados (Sagato apenas podía tocar el suelo, Senji era demasiado alto) incluso usaron el escritorio de tareas del omega.
Sagato ya estaba muy cansado, se había corrido por lo menos 4 veces y su amigo no mostraba ningún indicio de estar cerca de su límite.
Estaban en lo que parecía ser su última posición, Sagato recostado mientras Senji tenía sus piernas en sus hombros.
-B-basta… Senji… Córrete de una vez!
El alfa ni siquiera dijo nada. Acerco su rostro al del menor con una tierna sonrisa. Este solo se quedó sorprendido y de a poco el rostro le estaba cambiando, sus ojos se llenaron de lágrimas y los cerró al mismo tiempo que soltaba un fuerte gemido, y se venía por 5ta vez.
~ Pasado 3 semanas~
-Neee Senji…
-Qué pasa?
-El menor sostenía en su mano derecha una prueba de embarazó- El signo más… Significa que estoy embarazado -sorió con ternura- Verdad?
-Los ojos de su amigo se abrieron como platos mientras abrazaba con cariño, pero cuidado, a su pequeño omega.- Así es -le besa la frente