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A PRIMERA VISTA por Annis

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Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Cómo han estado? Espero que bien, por favor cuiden su salud para no enfermar, y si lo están, sigan las recomendaciones de su médico para su pronta recuperación.

¿Ha sido un buen clima en su hogar? En mi ciudad hemos llegado a los 40 grados centígrados, pero con torrenciales lluvias propias del verano que en lugar de refrescar, tan solo incrementan el calor.

A PRIMERA VISTA.

 

 

 

No era la primera vez que iba a ese lugar, sin embargo, la sensación que le producía estar en ese “territorio” era el mismo que el de la primera vez. Ansiedad.

 

Noona había sido clara en su llamada de la noche anterior. “Merendemos juntos, ve a la agencia y espera a que mi agenda termine.”. Ellos, intentaban llevar su rutina familiar aunque no pertenecieran a la misma agencia, aunque ella fuera una celebridad que debía huir ante los escandalosos fans. Su noona era tan cariñosa y consentidora que resultaba difícil renegar de ello. Era el menor de los hermanos, el único varón de los hijos, ser mimado era parte de su vida. Ser llenado de cariño así como de muchos caprichos también forma parte de su relación fraternal.

 

Así que ahí estaba nuevamente, en la entrada de ese edificio de imponente magnitud. Permaneció quieto ante la expectativa de lo que iba a encontrar una vez dentro. Respiro hondo, y torció los dedos de sus manos en señal de nerviosismo.

 

Era obvio que su hermana estaba en “buen” camino, logró ingresar en una de las agencias surcoreanas con mayor popularidad, ¿Por qué no decirlo? Con mayor prestigio.

 

A él le hubiera encantado ingresar a esa empresa, más sin embargo el destino es terco e indescifrable, terminaría en otra. Algo dentro de sí mismo le sugería que “ese” era un lugar especial, no lograba entenderlo del todo, prefería pensar que se debía a que su apreciada noona formaba parte de los exclusivos miembros.

 

Después de demorar unos largos minutos, se animó a ingresar. El guardia de seguridad le dio un formulario para llenar, simple rutina. Éste le reconoció y por ende no le hizo demorar, le dio el gafete de “visitante familiar”, por lo que en menos de lo que pensó ya estaba dentro.

 

El recorrido de filtro de seguridad hacia la entrada principal de la agencia fue un poco vergonzoso, con esas jaurías de fans aguardando a sus artistas favoritos. “¡El hermano menor de Dara unnie!” chilló una señalándolo a sus compañeras. Sintió las miradas clavadas sobre su cuerpo, un escalofrío recorrió su espina dorsal, nervioso pero educadamente saludó a los gestos que las chiquillas y no tan chiquillas le hacían. Posteriormente, le encomendaron presentes para la su noona, los recibía tímido pero afable, después de todo, era el cariño que su hermana recibía por parte del público surcoreano. ”Oppa, este es para ti.” Una fan del conjunto atrajo su total atención cuando ruborizada ofreció una caja forrada en tono azul claro. Parpadeó perplejo, era la primera vez que recibía un obsequio de un fan de noona. “Debo ser afortunado” pensó para sus adentros, sonrió instintivamente y lo tomó. Agradeció las atenciones antes de continuar su camino.

 

Lo que lo salvó fue la llegada de un conjunto de vehículos en los que destacaban las vans, completamente negras cuyos cristales estaban polarizados. “¡BIGBANG OPPAS!” rugió una voz femenina, y pronto todas se arremolinaron en torno a las unidades motoras, el guardia fue apoyado por otros elementos de seguridad para inducir a los jóvenes que por su seguridad, debían despejar el área. Sanghyun aprovechó ese momento de distracción para finalmente ingresar.

 

 

El aire acondicionado y la pulcritud le recibió una vez dentro. No estaba decir demás que todo el lugar, y su plantilla, intimidaban. Los autos aparcados que pertenecían a los empleados se notaban de bien conservados y hasta cierto punto, de lujo. El inmueble al que había ingresado era espectacular, con su pantalla plasma, con las paredes brillantes, con los cuadros y demás decoración contemporánea que daban un aspecto “chic”.

 

Fue a recepción donde la secretaria le hizo firmar un registro de entradas y salidas. No resultó tan incomodo como la vez anterior, las miradas curiosas de sus primera veces, en esos momentos ya no eran insistentes… era prácticamente ignorado. Entregó los obsequios de su hermana debido a la insistencia de la servicial señorita.

 

Terminado todo el protocolo, se sintió muy desubicado, sin saber qué camino tomar o a dónde dirigirse. Se apoderó de un cómodo sillón en la salita de espera en recepción, fue cuando los vio.

 

El bullicio que se había producido en la entrada llegó hasta ese lugar. Seguidos detrás por su personal de staff y su manager, los cinco miembros de la ya exitosa boyband BIGBANG ingresaban con diversos matices cincelados en sus rostros. Distinguió agotamiento en uno, fastidio en otro, entusiasmo en uno más, seriedad y resignación.

Sintió envidia, era honesto consigo mismo, sentía una gran envidia por ellos. Porque habían debutado en una gran empresa, porque les estaba yendo bien, porque recibían admiración y cariño de muchas personas, porque eran considerados “jóvenes promesas”. Sanghyun se preguntó mentalmente si tendría pronto su oportunidad de demostrar lo mucho que tenía, el talento heredado que nonna y él compartían. Se sintió humillado cuando pasaron por su lado sin dirigirle más mínima atención. “¡Ellos son famosos!” pensaba “¡Noona también será como ellos o mucho mejor!”. Pensar en su hermana le calmaba la ansiedad propia de su edad, remansaba la bestia que con cada día que pasaba sin que fuese llamado por alguna agencia a la que había audicionado, se encabronaba más.

 

La vibración del móvil dentro de uno de los bolsillos de sus jeans destrozó el aura de fatalismo. “Lo siento mucho, Sanghyunnie~ salió una junta de último momento. Por favor, espérame. Ve a la cafetería, en cuanto termine iré contigo y saldremos. Puedes comer si lo deseas.” Ese fue el mensaje que le había enviado. Chasqueó la lengua, molesto, el imprevisto bien podía tomar un par de minutos o largas horas hasta entrada la noche. Suspiró agotado por la nueva espera de tiempo indeterminado.

Desperdició minutos en la sala de espera jugando con su móvil hasta consumir tres cuartos de batería. Miró el ir y venir constante de las personas que no reparaban en él.

 

Dio  una vuelta cuidadosa por los pasillos, total, ya estaba dentro, además parecía que nadie le iba a decir algo. Vago, vagó y vagó; recorrió los pasillos en los que vio de manera un tanto fugaz las salas que no estaban restringidas. Se admiró de la madera que tapizaba algunas paredes, del piso pulcro, de las alfombras adecuadamente limpiadas. Se maravilló de las aulas de prácticas de baile, con su iluminación que podía ser controlada en su intensidad, los relucientes espejos por los que llegó a ver su figura; la de un chico cualquiera, decayó un poco su ánimo, no lucía como un cantante. Vio a bailarines y empleados de diferentes nacionalidades. Los coreógrafos enseñaban a los nuevos pasos, los traineers; unos prácticamente niños todavía, mostraban una disciplina abrumadora en cada palabra y gesto que sus profesores realizaban. Sus oídos se vieron envueltos gustosamente en una confusión de diversos ritmos y distintos géneros, aunque particularmente el hiphop resaltaba. Las salas de canto con sus paredes fortificadas aprueba de sonidos estuvieron a puertas cerradas por lo que no pudo apreciar nada. Al ver su móvil se percató de que había estado recorriendo por un lapso de unas dos horas, no había mensajes de noona.

 

 

Obedeció las órdenes del mensaje y cual oveja al matadero, se dirigió a la cafetería.

 

Si algo le había sorprendido, era la cafetería. No tanto por el diseño… sino por la muy agradable vista y olores de los alimentos. Las mesas minuciosamente distribuidas en ese espacio, estaban ocupadas en un veinte por ciento. La vitrina donde se podían observar los platillos, y el menú del día escrito en la pizarra semejaban mucho a la típica cafetería de un colegio privado de un drama. Sonrió ante su chiste mental. De todas las mesas disponibles terminó por ocupar la más aleja, la más solitaria, porque no quería importunar, no pertenecía ahí.

 

Corrieron las horas y tras comprar uno de sus exquisitos guisos, analizó el flujo de personas. Cuando llegó, poco más del medio día no había “clientes”, sin embargo, en las siguientes tres horas fue testigo de que el personal, trainners, profesores, bailarines  y productores, acudían ya sea para tomar sus sagrados alimentos o para pasar un rato libre de la rutina. Sanghyun comenzó a familiarizarse con las lenguas que se hablaban. El inglés predominaba, sin embargo, logró distinguir chino y japonés. Era increíble, personas de nacionalidades se encontraban reunidas ahí, lejos de casa.

 

La añoranza se apoderó de sus pensamientos. Extrañaba su hogar, su país. Estaba dispuesto a regresar si al final de año no encontraba su lugar. Pudiera ser que estaba pidiendo al destino un camino que no era el suyo. No podía continuar viviendo en ese país y bajo la sombra de su hermana. Acordándose de su obsequio, lo colocó sobre la mesa para inspeccionarlo. Terminó por abrirlo con paciencia, la caja contenía dulces. Sonrió agradecido por el gentil gesto de aquella chica.

 

 

Media hora después revisó su móvil: No hay ningún mensaje nuevo, no hay llamadas perdidas. Suspiró agotado. Lo mejor era irse de ahí. Enviaría un mensaje a su noona argumentando alguna tontería que habría olvidado y así salir sin herirla.

 

Cuando terminó de escribir el mensaje de despedida, en el que se excusaba con lavar la ropa sucia y el aseo de su vivienda; mentalmente estaba dormido así que no encontró  una mejor idea más que esa, escuchó como unos pasos suaves se dirigían en su dirección. Al levantar la mirada vio a un chico menor tomar asiento frente a él.

 

 

-- Hola. ¿Eres Park Sanghyun, cierto? Seguro que sí, se parece tanto a ella. Sandara noona me pidió de favor que viniera a hacerte un poco de compañía en lo que la esperas. Ella envía disculpas por no cumplir su promesa pero, personalmente te aseguro que para la cena estará libre. –-Con una frescura envidiable le habló.—- Soy Lee Seunghyun, también conocido como Seungri, maknae de Bigbang. Mucho gusto en conocerte.      

 

 

Al principio se sorprendió, había invadido su espacio y muy calmo le hablaba como si fuesen cercanos. ¡¿Para qué demonios había enviado su hermana a ese chico?! ¡¿Acaso creía que necesitaba de niñera o qué?! No sabía si sentirse ofendido o feliz por la decisión que tomó su noona respecto a él ¡Se encontraba muy bien, solo! No requería de un “amigo”, no estaba en primaria.

Más sin embargo… La sonrisa vivaz de alguna manera le inspiró una emoción que no podía decodificar, sonrió intentando corresponder. No podía despegar sus ojos de los contrarios… en realidad ese rostro risueño y alegre adornado con ojeras que opacaba la piel blanca… le parecía agradable. Muy acorde al chico.

 

 

-- Es correcto. Soy Park Sanghyun, dongsaeng de Dara noona. --Se obligó a decir, y sin saber la razón, resultó incapaz de calmar un revoloteo en su pecho.—- Mucho gusto.

 

 

Al verle ladear la cabeza, esa emoción pareció revolverse.

 

 

-- Noona me ha hablado mucho de ti. Es posible que toda la agencia sepa del muy querido hermano menor de Sandara noona. Ella te presume mucho. –-Rompió “el hielo” que siempre suele iniciarse cuando dos personas se presentan.

 

 

El menor de los Park se ruborizó, ¿Qué sandeces anduvo diciendo noona de él?

 

 

-- Tranquilo, no ha dicho nada vergonzoso. –-Le adivinó el pensamiento, pronto el rostro adquirió un aspecto severo.—- Aunque… ha mostrado fotos.

 

 

“Ha mostrado fotos.” Sanghyun presintió su sentencia de muerte social.

 

 

-- Muchos queremos a noona. No creo que podamos enfadarnos con ella. Así que míralo como una orgullosa madre halagando de su hijo con sus conocidos. –-Diplomáticamente continuó.

 

 

Momento muy incomodo para Park, había sido humillado públicamente inconscientemente por su adorada hermana mayor, no podía odiarla… sin embargo, sus “hyungs” de Bigbang seguro que tenían un concepto vergonzoso de él.

 

 

-- Noona ha mencionado que eres 90 Line. –-Su nuevo acompañante cambió de tema.

 

-- Así es. –-Pudo articular.

 

 

Una sonrisa confiada y brillante en ese agradablemente ojeroso rostro se dibujó, y él se sintió contagiado por ese júbilo.

 

 

-- ¡Es genial! –-Exclamó cual infante en la mañana de navidad.-- ¡Somos de la misma generación! ¡Tenemos la misma edad!

 

 

El chico parecía honestamente feliz por ese hecho. Aunque particularmente estaba asombrado, creía que era menor que él. Con esa apariencia no representaba la edad.

 

 

-- Soy de Octubre. –-Reveló.

 

 

Decayó un poco el entusiasmo.

 

 

-- No es justo. –-Refunfuñó.—- 12 de Diciembre.

 

 

Oh, bueno… era mayor por un par de meses.

 

 

-- ¿Cumpleaños el 12 de Diciembre?

 

-- Así es…

 

 

El mohín que hacía su nuevo “amigo” le producía lo mismo que tener a un gatito entre sus manos.

 

 

-- ¿Tengo que llamarte “hyung”?

 

 

Aquella interrogante le llamó la atención.

 

 

-- Si quieres. Por mí, puedes solo llamarme por mi nombre.

 

 

¡¿De dónde había salido semejante confianza?! ¡Acababa de conocerlo! “Aunque si lo envió noona es porque es de fiar.” Reflexionó.

 

 

-- Te llamaré por tu nombre… Sanghyun-ah.

 

 

La gran sonrisa que Seungri le mostraba de alguna manera, le producía bienestar.

 

Y conforme fue transcurriendo el tiempo, fue sintiendo mayor simpatía por el maknae de Bigbang que no se parecía mucho al chico con gesto de resignación que había visto en la entrada. Era una persona muy interesante… los gestos que hacía al hablar, a veces apresuradamente por la emoción, y otras muy maduramente debido a la seriedad, eran tan… agradables.

Era extraño, no sucedía ese vacío que normalmente surgía en una charla de dos personas desconocidas que se encontraba en proceso de entendimiento, no había esa estúpida conversación del clima y el tenso silencio. En absoluto, Seungri no paraba de hablar y hablar… y eso era bueno, porque Sanghyun no se sentía presionado para escupir oraciones formales.

 

 

-- ¿Y esos dulces? –-Fue consciente de que pensaba en Lee cuando preguntó.

 

-- Ahh… es un regalo que una fan de noona me dio para mi. –-Respondió algo tímido.

 

-- ¡Eso es bueno! Significa que poco a poco te reconocen.

 

-- No quiero ser reconocido solo por eso.

 

 

Bajó mirada confesando aquello que pensaba pero que hasta ese momento nadie sabía.

 

 

-- Tú quieres ser un artista, como noona y nosotros. –-Tan reconfortable escuchar esa afirmación, su aprecio por Seungri se incrementaba, era intuitivo en ciertos aspectos.—- Lo serás, estoy seguro. Porque eres orgulloso, no permitirás que algo como eso te supere, te esforzarás mucho… y eso te llevará al éxito.

 

 

La manera tan suave pero firme de la voz que dijo eso, era como recibir un abrazo cálido. Sonrió mientras bajaba la cabeza. Él había tenido pensamientos opuestos a lo que el maknae de Bigbang había expresado, y se sintió tan bien ver la “Fe” que tenía ese chico.

 

 

-- Me han rechazado.

 

-- A mi también. –-Inclinó el rostro, la sonrisa melancólica apareció borrando toda confianza, Park se avergonzó.-— Todo aquel que haya visto el programa lo sabe. Aún hoy escucho en esta misma agencia, comentarios como “Seungri está aquí porque rogó una oportunidad” “No merece estar en Bigbang” y cosas como esas. Sé cómo se siente.

 

-- ¿Cómo es que…? –-Se atrevió a cuestionar, curioso.

 

-- Duele, no te voy a negar. Y todo aumenta ante el menor de mis errores. Pero también pienso que debo demostrarles lo contrario. ¡Yo valgo cada won invertido! Tengo habilidades que pocos han visto y que estoy desarrollando. Lo que quiero decir es que… No te rindas. Lucha fieramente.

 

 

Sanghyun se mordió los labios. Quizás su hermana había enviado a Seungri porque era la prueba de que a pesar de la situación similar a la suya, logró su cometido.

 

 

-- Gracias.

 

-- ¿Por qué…?

 

-- Por darme ánimos.

 

 

Entonces, vio un rubor en esas pálidas mejillas. Nunca antes le pareció adorable un chico de su edad. Unas ganas de tocarlo invadieron las yemas de sus dedos. ¿Qué era eso?

 

 

-- Yo solo…

 

-- Creo entender por qué noona te pidió que vinieras y soy feliz por eso.

 

-- ¡yah! No digas cosas como esas. Es vergonzoso.

 

-- Me gustaría devolverte este favor.

 

 

El maknae soltó una risilla nerviosa que a Park le pareció encantadora… ¿Raro o no?

 

 

-- ¿Quieres pagarme? Dame la mitad de tus dulces. –-Apuntó la caja.

 

-- Toma los que te gusten. –-Sin pensarlo deslizó el contenedor de cartón.

 

 

Con la mirada brillando de emoción no perdió tiempo en tomar aquellas golosinas que fuesen sus favoritas. Descubrió el gusto por el sabor chocolate… y  fresa.

Sintió un agradable dolor en el pecho al verlo comer apresurado esas chucherías.

 

 

- Deja de mirarme, es incomodo. ¿Sabes qué? –-Lee abrió una paleta de fresa y sin más, la metió a la boca del otro.

  

 

Esa osadía le tomó desprevenido.

 

 

-- Come conmigo para no sentir remordimientos. –-Le dedicó una sonrisa traviesa.

 

 

El ritmo cardiaco del dongsaeng de Sandara se aceleró, un hormigueo en la piel… y un agujero en el estómago. Sentía vergüenza, y estuvo seguro que su rostro estaba rojo…

 

 

-- ¡Te sonrojaste! –-Se burló de él, pero Sanghyun disfrutaba del caramelo así como de esa emoción tan embriagadora.

 

-- Eres muy ruidoso. –-Respondió fingiendo molestia, lo empujó levemente mientras le despeinaba los cabellos y descubría lo sedosos que podían ser a pesar de su apariencia.

 

-- ¡Yah! Vez que no me peiné y tú todavía me revuelves el cabello. –-Empujó la mano agresora.

 

 

Compartieron risas juguetonas… ¿Qué era eso que le hacía creer que Seungri era especial?

Pronto se comportaban como dos chiquillos, molestándose juguetonamente.

 

 

 

En el momento en que Sandara Park llegó hasta ellos presurosa, el menor se sintió decepcionado. Porque eso significaba que Seungri tenía que irse. “GD oppa, dice que subas a la sala de grabación” y con ello, su nuevo amigo, porque sí… a pesar de todo lo que le despertaba oficialmente ya eran amigos, hizo un mohín con sus labios como si fuese un niño haciendo berrinche. Cada nuevo gesto que no le había visto hacer le producía fascinación. “Me tengo que ir, nos veremos pronto Sanghyun” fue lo único a que prestó atención y luego, lo vio salir de la cafetería de la que no quedaban más que un par de personas.

 

 

-- ¿Qué tal te ha parecido, Seungri?

 

-- Es muy agradable.

 

-- ¿De verdad, no fue mucho para ti?

 

-- En absoluto noona. Nos hemos hecho amigos.

 

-- ¿Tan rápido?

 

-- ¿Verdad qué si?

 

-- Seungri tiene esa habilidad. Tiene un aura que resulta difícil de ignorar. A muchos les parece molesto, pero para otros, es muy agradable. ¿Sabías que Bigbang obtuvo un contrato gracias a un simple trato con él?

 

-- Es sorprendente.

 

-- Lo sé… muchos lo subestiman. Dicen que no durará en el medio.

 

-- Yo creo que es todo lo contrario. Me da la sensación de que habrá más Seungri para rato.

 

 

Sonrió ante ese pensamiento, aquellos que le aborrecen se verían obligados convivir más con él. Estaba seguro que de alguna forma Seungri se las ingeniaría para vengarse dulcemente de todos los desagrados.

 

 

-- Me gusta.

 

 

Soltó sin ser consciente de sus palabras.

 

 

-- ¿Ah?  

 

-- Muchas gracias por haberlo llevado a mí, noona. Necesitaba charlar con alguien que no me tuviera lastima o me criticara.

 

-- Me alegro mucho.

 

 

Ambos hermanos salieron de la agencia de YG, la mayor le ponía al corriente de lo que había ocurrido en su día, desconociendo los pensamientos de su dongsaeng.

 

 

“Me gusta…” “Creo que me gusta mucho.” No había intensión alguna, solo podía decir aquello para asociar las sensaciones y emociones que le producía el menor de Bigbang.

 

 

Tenía la sensación que su relación con ese chico sería cercana aunque quizás, lo que en verdad había ocurrido… era lo que la gente llamaba << Amor a primera vista. >>

 

 

¿FIN?

 

 

**** 

 

 

 

 

 

 

 

2013

 

 

 

-- Buenos días, oppa.

 

 

La amable estilista le saludó mientras caminaba por los pasillos. Él asentía con el mismo gesto sin detener su andar.

 

No hacía mucho que había ingresado a esa agencia tan familiar, donde prácticamente tenía acceso libre debido a la “antigüedad” que había generado con sus visitas. Podría decirse que ahora era popular, al menos, ya no era retenido como antes.

 

El motivo de su presencia era para una visita sorpresa. Sabía que su hermana se encontraba ahí, seguramente abstraída en todo lo que implicaba la programación de su agenda, él conocía eso, después de todo finalmente había cumplido su sueño de debutar en un grupo. MBLAQ.

 

Recuerda con nostalgia aquellos meses angustiosos en los que su futuro parecía incierto, recordaba mientras andaba con naturalidad, los pensamientos fatalistas y en la resignación amarga que llevaría sobre sus hombros al regresar a casa como fracasado. El sabor de esas remembranzas es amargo,  no obstante, hoy puede decir que las cosas salieron a su debido curso.

 

 

-- Oppa, si busca a unnie lamento decirle que se encuentra el estudio de grabación de Teddy-sshi, y no creo que vaya a salir pronto.

 

 

Una joven que pertenece al staff de su noona se interpone en su camino para transmitirle esa información. Él sonríe con gesto afable, agradece educadamente y continúa su camino dejando claro que su intención no es abandonar la agencia. Ya sabía eso.

 

 

Se dirige a paso relajado a la famosa cafetería de YG Entertainment. Nuevamente es saludado con estima, y hasta es abordado por jóvenes traineers que le piden un autógrafo que no negara a nadie. Toma asiento en una mesa apartada, solo resta esperar.

 

 

 

Quince minutos después, apaga la reproducción de música de su móvil, sonríe inconscientemente. Se levanta y comienza a andar.

 

 

-- ¿Ya terminaste, cierto?

 

 

La persona que estaba en la vitrina de muestra gastronómica se vuelve a verle.

 

 

-- Sannghyun- ah… no esperaba ver por aquí. ¿Vienes a ver a Dara noona? –-La misma sonrisa brillante, la misma mirada entornada en esas violáceas ojeras.

 

 

Thunder considera el estado de agotamiento del chico frente a él.

 

 

-- Noona va a tardar mucho, me lo dijo ayer, así que mientras pasa el tiempo ¿Quieres ir a comer fuera? Yo invito.

 

 

El revoloteo sigue ahí como si fuese la primera vez que le veía. La emoción aún continua poderosa, y ahora adora ese revoloteo en su pecho. Tan solo por verle, por tenerle unos minutos u horas.

 

 

-- De acuerdo.

 

-- Te llevo en mi auto, traje la camioneta.

 

-- Perfecto. Porque me trajeron a rastras y el manager me ha abandonado aquí. –Se quejó dramáticamente.

 

 

Seungri no ha sido capaz de notarlo, pero ahora es la razón por la cual ir constantemente a ese lugar. No se ha percatado que la excusa “estoy aburrido, salgamos juntos” esconde un secreto profundo.

 

No importa, ha decidido que se conformará con ser el “amigo” aunque ciertamente saque mucho provecho de ello.

 

 

Ya sabía que Sandara tendría el día muy ocupado que sería imposible que se reunieran… sin embargo, él había ido allá a pesar de eso, no para verla… sino por el maknae de Bigbang que había retornado a Corea por una semana antes de regresar a Japón.

 

Él estaba ahí para ver nuevamente a Seungri y tenerle a su lado aunque fuese un breve momento.

 

Así que mientras salen a bordo de la camioneta de su pertenencia en dirección a un resturante favorito del otro y sigue una superficial conversación, cada vez que se miran él piensa:

 

“Me gustas como la primera vez que te vi” “Me gustaste a primera vista.”

 

 

 

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Notas finales:

Qué les ha parecido este fic? Desde que supe que el hermano de Dara unnie y Seungri eran amigos, yo me quedé con cara: O.o WTF?!!!
Entonces comencé a pensar y pensar cómo es que han llegado a ser amigos. Porque esa es la palabra que han utilizado, me parece que salían a divertirse. Esto me ocurre así mismo con Changmin, los únicos que conozco son: 2AM, y DBSK, así que me arriesgo apostando a que se trata de la “hija favorita” de Jung Yunho. XDHAHAHA ._.
 
Me llama mucho la atención estas dos personas porque JAMÁS me las habría imaginado como cercanos al maknae de Bigbang, todo el mundo ha visto su personalidad, por ello me deja perpleja que con personalidades tan, tan distintas resulten más o menos cercanas. Todos conocen el carácter de VOLDEMIN (Shim Changmin) y el de Thunder, así que como que no me cuadra la idea. Oh quizás estoy confundiendo a “Changmin” y aunque así fuera, Sanghyun continua dejándome sin palabras.
 
Entonces, siguiendo la línea más segura, ósea, Thunder, me puse a soñar despierta en cómo debió haber sido su primer encuentro formal, con toques GAY obviamente >//<!
 
Espero que haya sido de su agrado! Por favor, no olviden dejar un review, aunque sea chiquitito, pero expresivo en todo lo que les produjo leer mis líneas y mis desvaríos.
 
Nos leemos pronto! Por favor, donen su Comentario a la Fundación Annis Torres para el continuo mejoramiento de las historias.
 
MUCHO AMOR!
 
 
#Daeri4Ever #Sunbear4Ever :3


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