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El chico de la habitación de al lado por sesha

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Notas del capitulo:

Aquí llega el segundo cap! >-<

Bueno, quiero decir que quien haya leído mi fic anterior sabrá quien es la pareja de Joomyun(kuku), no va a participar mucho pero me hacía ilusión incluirlo porque soy guay(?)

Este capítulo es algo más largo, y ya sabéis si queréis dejarme amor, comentad y eso que me motive xD

Y ahora sí, a leer!

POV CHANYEOL

Ni sin borrachera se me pasa el cabreo de anoche y además va en aumento, ya que encima tengo resaca y tengo que levantarme a trabajar.

 En cuanto he puesto un pie en la cocina para tomar mi desayuno y lo he visto allí comiendo el suyo, no he podido evitar poner mala cara, salir enseguida por donde había venido, coger las llaves de la moto, el casco, la mochila y salir del piso sin decir una palabra.

El hecho de que pusiera la excusa “lo he hecho por ti” lo empeora todo. Si vas a hacer algo que joda a otra persona, no pongas excusas estúpidas. Ni siquiera ir en la moto me relaja. El clima tampoco está a mi favor, está nublado y el ruido de los coches y el de la ciudad en sí, que todos los días me parecía algo insignificante, era algo insoportable.

Estacioné la moto en el parking cubierto, me saqué el casco y me bajé de la moto. Caminé hasta la sala de profesores intentando no encontrarme con nadie, siempre he sido muy sociable, pero gracias a dios he llegado mucho más temprano por el asunto de no desayunar. Por suerte hay una cafetera estupenda.

Me fui directo hacia la cafetera, la preparé y me senté en una de las sillas que rodeaban la enorme mesa del centro de la sala. La universidad era bastante grande y moderna, era un sitio estupendo para trabajar.

La puerta se abrió justo cuando el café estaba a punto. Por la puerta entró el “pequeño” Joonmyun, es mayor que yo en edad, pero no en altura. No paraba de repetirle lo bien que le quedaba su nuevo peinado, se había pintado el pelo de color rubio apenas hace dos meses. Según él, fue idea de su pareja, aunque yo no lo veía arrepentido.

-          Buenos días Channie – siempre me saludaba con una enorme sonrisa, bueno a mí y a todos.

-          Buenos días a ti también, hyung- se apartó una taza de café al igual que yo y ambos nos sentamos en la mesa del centro.

-          Vaya, ¿y esa sonrisa que normalmente me dedicas al saludarme?

-          Solo digo que mi semana no empieza de la mejor forma- me tomé el café caliente de un solo sorbo y me levanté enseguida.

-          Cada vez que te pasa algo huyes de mí- Su cara era un puchero fingido- sabes que si quieres hablar, estoy aquí para lo que necesites- y volvió a sonreír como el ángel que era. Habíamos sido amigos desde el instituto, y siempre me había cuidado.

Cogí mi mochila y guardé el casco en uno de los armarios que había en la sala y abría la puerta para marcharme a dar mi primera clase.

-          Adios Suho hyung- me despedí con un movimiento suave de cabeza.

-          Deja de llamarme así, mocoso- Su puchero volvió a salir y cerré la puerta riéndome a carcajadas.

El día había sido largo y pesado, pero ser el profesor más joven de la universidad ayudaba a subirte el ánimo. No paraban de llegarme piropos disimulados todo el día. Y el rato en el gimnasio también había servido para relajarme. Cuando volví a coger la moto para llegar al piso se me había medio olvidado hasta el asunto con Kyungsoo.

Cuando entré por la puerta lo primero que hice fue dejar el casco y la mochila a un lado. A esa hora Kyungsoo trabajaba, así que me deshice de la camiseta de manga corta que llevaba, me descalcé, me desabroché el cinturón y me dirigí a la cocina a por algo de beber. Abrí la nevera en busca de una cerveza, y la encontré. Estiré mi mano y la cogí, me dirigí al cajón de los cubiertos después de cerrar la nevera. Cogí el abridor, abrí la botella y la derramé de un tirón por mi garganta. Estaba agotado y sudado de haber estado antes en el gimnasio, y ese manjar de dioses me venía de perlas. Tenía tanta bulla por tomarla, que incluso se derramó un poco fuera de mi boca haciendo que mi torso quedara empapado y pegajoso. Era tan placentero ese frescor que incluso tuve que cerrar los ojos.

En cuanto los abrí para así dirigirme a la ducha, lo primero que vi fue a Kyungsoo totalmente embobado, con la boca semiabierta y los ojos más grandes de lo normal. Tragó fuerte y se fue muy rápido cuando despertó de su ensimismamiento. Me dejó algo sorprendido, pero como he dicho con anterioridad, nunca le he caído bien. Solté el botellín en la nevera y me dirigí hacia el baño para quitarme el olor a sudor y dormir.

POV KYUNGSOO

Tuve que cambiar mi turno con Luhan, ya que el día que le tocaba realmente trabajar en el café tenía un compromiso. Tenía un día entero para no hacer nada y pensar en la estupidez que hice anoche.

Tuve que aceptar a regañadientes que Chanyeol realizara esa estúpida fiesta en casa. Me había puesto ojitos, y realmente eso me puede. A veces mi apariencia engaña, yo soy el primero que se asusta de todo y soy un llorón. Que ayer me hablara de esa forma había roto por completo mis esperanzas de algo. Aunque era más que evidente que nunca había tenido oportunidad con Chanyeol. Un chico hetero, popular, guapo, mejor no hablo de su cuerpo…y dulce. Soy un idiota y por tal de no verle besar a una chica en mis narices, me la tiré yo. Lo único que he conseguido es más odio. Ni siquiera hemos mantenido nunca una gran conversación y dudo mucho que ahora ni una pequeñita.

Lo único que he hecho en todo el día es limpiar, limpiar, dormir, rodar por el suelo y comer porquerías. Un día fantástico, sí señor.

Se oyó la puerta de la calle abrirse y cerrarse, y como soy masoquista, voy a ir a comprobar si Chanyeol reacciona de la misma forma que esta mañana. Normalmente me saluda con una sonrisa, pero hoy realmente he llorado cuando me ha visto y se ha largado. No he podido aguantar que las estúpidas lágrimas salieran.

En el salón estaban sus cosas tiradas, incluso su camiseta y zapatos. ¿Y si se había traído una chica a casa? Me dirigí a la cocina con miedo de encontrarme una escena que me destrozaría, pero lo que vi fue peor para mi corazón. Un sudoroso Chanyeol apoyado en la encimera, sin camiseta (nunca le había visto sin camiseta), sus músculos estaban marcados…y sus brazos…mis ojos se clavaron en esa línea de líquido que caía desde su boca hasta su pecho, y seguía bajando. Era la imagen más sexy que había visto en toda mi vida.

Cuando su mirada se dirigió hacia mí, no pude reaccionar del tirón. ¿Cómo iba a explicar que me había puesto erecto con solo mirar es escena?, estaba claro en el pedazo de bulto que asomaba. Y encima me había quedado fijo mirándolo.

Salí corriendo enseguida y me encerré en mi habitación. Me apoyé en la puerta y me dejé caer. Mi respiración estaba agitada, tanto por la excitación de verlo como porque me haya pillado mirándolo. Mi erección palpitaba y ya no aguantaba más, mi mano derecha se dirigió sola hacia la zona que pedía un poco de atención. Ni siquiera bajé mis prendas, agarré fuerte la erección y comencé el movimiento enseguida. Cerré mis ojos y tragué fuerte al recordar su torso, su pecho, sus clavículas…ese cuello, que es el que imaginaba anoche mientras lamía al de aquella chica. Acaricié mi punta, y de repente imaginé que el líquido que caía de la boca de Chanyeol hace rato no era cerveza, sino mi semen. Imaginármelo haciéndome una mamada no era nada sano, su lengua por toda mi extensión, sus dientes arrancándome suspiros…La humedad manchó mi ropa interior, y no pude evitar soltar un pequeño suspiro junto a su nombre al acabar. Mi pecho estaba más agitado que antes, y ahora pequeñas lágrimas de impotencia salían de mis ojos.


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