Eso tenia que ser obra de Changmin pensó malhumorado, cuando tuvo la sensación de que los rayos de sol se abrían paso bajo su piel a la fuerza, en un intento tortuoso de acabar con su natural palidez.
Hizo una nota mental de encontrar algún tipo de venganza contra él mas tarde. Por ahora solo quería inundarse con la rutina mortal que lo rodeaba y que muy patéticamente había extrañado horrores durante la larga estancia junto a su padre.
Una sonrisa se abrió paso ligeramente sobre sus labios al recordar cuando conoció a su padre.
Era tan solo un niño de 10 años cuando sucedió. Y hace tan solo un par de meses atrás su madre le había permitido tener un adorable cachorro negro bajo su cuidado. Lamentablemente, Kyuhyun todavía era muy descuidado a esa edad y cuando menos lo espero su perro estaba en medio de la calle, siendo atropellado por un desconsiderado conductor.
Cuando su madre llego a su lado y le intento separar del cuerpo del cachorro estaba tan apenado, que no fue conciente del susurro que salía casi como un mantra por su boca.
- No esta muerto. No esta muerto. No esta muerto.
- Kyuhyun…
- No esta muerto. No esta muerto.
Y realmente no lo estaba.
Su madre tiro suavemente de su hombro para levantarlo del suelo pero en un gesto de terquedad infantil se aferro al negro pelo embarrado en sangre de su perro.
Inmediatamente el cachorro ladro y se puso de pie. Lleno de sangre, con un ojo sospechosamente fuera de su lugar y la pata izquierda torcida en un ángulo extraño.
- Oh por el Rió Estigia – Su madre se lamento en voz alta antes de tomarlo a el y lo que quedaba de su perro en brazos para llevárselos corriendo a casa.
Para un niño normal la complicada historia de los dioses griegos, sus descendientes y toda clase de seres derivados de ellos debería haberle parecido demasiado complicada, pero Kyuhyun siempre había sabido que el no encajaba dentro de lo normal. Así que cuando su muy malhumorada madre le revelo que era un semidiós, descendiente directo de Hades no le pareció tan extraño.
- Soy hijo de Hades?
- Si…
- Y eso que tiene que ver con Rex?
- Kyuhyun…Se le esta cayendo un ojo y tiene la pata al revés, ese perro no debería estar vivo….Todo esto es culpa del idiota de tu padre!
- Pero…
- HADES! Ven a explicarle a tu hijo por que te has desaparecido diez años para de la nada revivir a su perro!!
Kyuhyun por un momento pensó que su madre se había vuelto loca. Gritarle al techo con el puño en alto y maldiciendo a diestra y siniestra no era muy tranquilizador de ver.
Un destello de azul profundo con la sinuosa forma de un caco alargado se hizo presente sobre su cabeza antes de que un hombre de pelo oscuro, ojos absolutamente negros, piel pálida y vertiginosamente alto hiciera acto de presencia en medio de su habitación. Su perro ladro animado.
- A veces me pregunto como es que termine teniendo un hijo con una mujer tan mandona como tu.
- Lo dice el que rapto a su primera esposa.
- Papá?
El imponente extraño le quedo mirando por largos segundos antes de arrodillarse para quedar a su altura. Algo en el pecho de Kyuhyun se disparo cuando sus sombríos ojos se encontraron con los suyos. Un cariño fraternal, una calidez que se oponía a la fuerte presencia de su padre le embargo y aunque en ese momento no fue capaz de comprenderlo, mas tarde lo haría. Hades nunca le había abandonado, el siempre estuvo observándolo desde algún punto tan distante, que ni siquiera su madre le podía percibir. Era un lazo que jamás se rompería el que tenían.
- Hola Kyuhyun.
- Mamá no quiere que Rex se quede conmigo.
- Mamá es una gruñona, pero tiene razón. No te puedes quedar con Rex.
- Por que?
- Por que Rex no esta vivo, Kyuhyun. Míralo, si sale así a la calle la gente se va a asustar.
- Esta vivo!! Yo lo toque y el se paro!
- Si, eso…
- Yo también quiero saber por que Rex revivió después de que Kyu lo tocara – Su madre se sentó a su lado en la cama, dándole una ligera patada a Hades en el proceso.
- Son parte de sus poderes, tiene que aprender a manejarlos. Técnicamente esta prohibido resucitar a los muertos, pero Kyuhyun lo ha hecho inconcientemente, necesita pasar un tiempo en el Érebo.
5 Años después Kyuhyun dejo su casa y a su madre para aprender a controlar sus poderes y pasar un tiempo con su padre.
Y ahora estaba a una cuadra de su casa envuelto en unos demasiados musculosos brazos que lo apretaban robándole el aliento a la fuerza.
- Dios te ama.
Quien fuese el impertinente que lo había abrazado repentinamente no tenia idea de lo que estaba hablando. Sin poder evitarlo rompió a reír con el poco aire que le quedaba en sus estrujados pulmones.
- Hades me tiene cariño, pero te puedo asegurar que el resto de los dioses no me ama.
- Que?
Aprovechando el desconcierto del tipo se deshizo del asfixiante abrazo con rapidez. Era un chico alto, de piel bronceada y ojos tan oscuros como su desordenado cabello.
- Mira, estoy ocupado y no aprecio que extraños vengan y me abracen de la nada. Así que déjame pasar de una buena vez.
- Soy Choi Siwon.
- Y a mi que?!
- Ahora no somos desconocidos.
Y casi saltando en su dirección, le volvió a abrazar.
- Por todos los Dioses, te dije que me soltaras!!!!!!!!!!!!
- Dime tu nombre.
- Que!?
- Dime tu nombre y te suelto.
- Oh por Hades…déjame si no quieres verme realmente enojado.
- Nombre y te suelto.
- Kyuhyun, maldita sea!! Me llamo Kyuhyun!!
- Gracias.
El tipo le sonrió deslumbrantemente antes de caminar en sentido contrario y desaparecer en una esquina. Kyuhyun se quedo paralizado por casi un minuto antes de farfullar un par de maldiciones al aire.
Mortales, no tenían remedio.
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Su madre le despeino, lo toqueteo entero y le dio dos sonoros besos en las mejillas antes de dejarlo descansar en el sillón de la sala de estar. Si bien se había comunicado constantemente con ella debido a su inexperiencia, el ir a visitarla le resulto casi imposible en esos cinco años que pasaron alejados.
Ahora que por fin podía volver a verla una súbita ola de cariño le removió por completo.
- ¿Estas bien? ¿Persefone no te hizo nada?
- Estoy bien. No es que ella me adore, pero en el último tiempo parecía soportarme mejor. Creo que el hecho de que Stella apareciera provoco que su ira fuera a parar con ella.
- Pobre chica…
Persefone, la legitima esposa de Hades, no fue la única en hacer notar u descontento cuando Hades le reconoció como su hijo. Para ser más precisos nadie en el olimpo estaba particularmente feliz con la noticia.
Hades había roto un antiguo juramento de los tres grandes Dioses del Olimpo. Poseidón y Zeus, hermanos de su padre, juraron ante el rió Estigia el no concebir niños con los mortales. Obviamente Hades hizo caso omiso de la tan importante promesa y no solo tuvo un hijo, no, el tuvo dos hijos con mujeres distintas, trayendo al mundo a dos peligrosos niños semidioses.
Zeus se la tenia jurada y Kyuhyun apreciaba su vida lo suficiente como para evitar el viajar en avión. Poseidón era un poco más agradable, pero por precaución también evitaba acercarse demasiado al mar.
Persefone era otra historia. La pobre diosa había sido engañada dos veces y para rematar el asunto, tenía que cuidar de los vástagos del infiel de su marido. Los primeros meses no lo pasó muy bien, pero con la llegada de Stella, su media hermana, las cosas fueron mejor para él en desmedro de la chica. Por suerte, ella parecía tener tan mal carácter como Persefone y en algún momento sus discusiones llegaron a parecerle divertidas.
- Así y todo a Stella le gusta estar ahí abajo.
- Y Rex?
- Esta enorme y no para de comer. Papá dijo que Cerbero por fin deja de masticarle las patas y lo deja vigilar la entrada al Erebo.
- Oh…eso es bueno?
- Por supuesto! Rex va a ser un guardián del Inframundo!
Su madre se hecho a reír mientras lo despeinaba. Rex finalmente había continuado con vida, su padre consintió en su pequeño capricho con la condición de que viviera en el inframundo. Los mortales no estaban preparados para ver a un perro como el suyo. Para su asombro el perro comenzó a crecer hasta alcanzar casi los tres metros, y aunque su ojo izquierdo seguía en un lugar que no debía estar, sus patas lucían mejor que cuando era un simple cachorro.
Kyuhyun sentía casi un orgullo paternal por Rex.
- Te quedas a cenar?
- Lo siento mamá. Changmin quiere llevarme a no se que lugar esta noche. Tengo que ir o seré torturado eternamente por ese idiota.
- ¿Changmin? ¿El hijo de Apolo? ¿Van a salir juntos?
- Ehhh, si…
- Ahahahaha! No puedo creer que seas amigo de un hijo del Dios del sol.
- También es el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades! Y créeme que no es agradable que el sol me queme como los mil demonios solo por que Changmin esta aburrido. Prometo llegar a una hora decente.
- Eso espero, o tendré que hablar con Changmin para darte un castigo que de verdad te duela.
- MAMA!!
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