Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Alas de libertad por FuckyGee

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Muy buenas! Con la publicación de mi one-shot lemon RiRen me sentí con más confianza y empecé un fic de varios capítulos~.

Creo que tendrá alrededor de cuatro capítulos, e iré actualizando como mucho cada semana. ¡Prometo darme prisa!

Notas del capitulo:

¡Muy buenas a todos! Disfrutad del capítulo.~ 

Quiero aclarar que los personajes no me pertenecen, y que me basé en la expedición de cuando van a atrapar a la mujer titán, aunque a partir de ahí ya lo cambié todo ^^ Disfruten~

Los días en el calendario poco a poco iban tachándose, el tiempo corría, y el día del juicio real de Eren Jäger estaba por llegar. Era esa primera expedición del Cuerpo de Reconocimiento, la que decidiría el futuro del chico-titán: ser diseccionado y ejecutado, o formar parte del ejército para la lucha de la humanidad. Tan sólo… debía salir victorioso de ahí. Sólo eso.

Llevaban entrenando como principiantes desde que el Sargento supo lo difícil que iba a ser aquello. Mañanas, tardes y noches sudando y sangrando hasta que los soldados caían rendidos en el suelo y se les transportaba a sus respectivas habitaciones. Por muy estricto que fuera aquel entrenamiento, era mejor entrenar los cuerpos de los novatos ahora que perderlos en la batalla. De todos ellos, Eren era el que más se esforzaba. No podía defraudar a nadie… y mucho menos a su supervisor.

Ah, Rivaille…

Ese hombre de facciones serias y estrictas. Siempre calculador, nunca sonreía. Cada vez que te miraba podías sentir cómo te penetraba el alma con los ojos y te hacía estremecer de terror. La mirada del hombre más fuerte de toda la humanidad. Ese hombre, por alguna razón, se interesó en nuestro protagonista desde un principio. Desde que le vio encadenado a una cama gritando que quería asesinar a todos los titanes… ese también era el sueño del Capitán. El moreno de flequillo abierto siempre trataba mal a su inferior. Le gritaba, insultaba y pegaba… y aun así, Eren siempre tenía un “¡Sí, señor!” e incluso a veces acompañaba esa frase con una amable sonrisa hacia Rivaille. Por cosas como ésas el adulto se había enamorado sin darse ni cuenta de ese adolescente. Aunque el sentimiento era mutuo. Eren al principio temía a su superior por cómo le había destrozado en el juicio, pero ese temor desapareció al poco tiempo y se convirtió en respeto. Respeto y admiración. Era todo un modelo a seguir para el muchacho.

Pese a todo, ninguno de los dos confesó lo que sentía, así que tan sólo eran compañeros de misiones y entrenamientos. Igualmente, Levi se negaba en rotundo a corromper a alguien menor de edad. Podía esperar por él todo el tiempo del mundo.

 

Aunque… nos estamos desviando de la historia. El día de la misión llegó al fin.

Iba en la zona más protegida de la formación creada por Erwin, además de ser acompañado por el grupo del Capitán Levi. Sabiendo que era una de las personas más protegidas… no, la más protegida de todas, ¿por qué estaba nervioso? Quizá temía no poder controlarse y empeorar su situación. Quizá pasaba de tener a un estimado superior de supervisor a estar encadenado en prisión esperando a su ejecución pública. Todo dependía de aquello. Levi le miraba de reojo, tratando de mantenerle bajo control. Si le pasaba algo al pequeño, jamás se lo perdonaría. Eren se percató de las miradas de su superior y se sonrojó.

-¿Ocurre algo, Capitán?

Levi negó y volvió la vista al frente, acelerando más el trote de su caballo y todos le imitaron.

-Tan sólo vive, mocoso. –Dijo, intentando sonar indiferente-. “Vive para que puedas crecer y pertenecerme” –Pensó, frunciendo un poco el ceño.

 

Esquivaron a los titanes, como el plan decía, y continuaron avanzando. Avistaron una ronda de humo que indicaba que habían visto a un titán anormal.

-Eren, dispara.

-Sí, señor.

Eren cargó la pistola y levantó el brazo, disparando aquel humo.

Eren tan sólo rezaba internamente por sus amigos… Mikasa seguro que estaba bien, pero temía por Armin y su posición. Sacudió la cabeza varias veces, intentando concentrarse.

-Oi, Eren. No es momento para fantasear, concéntrate.

Levi tenía razón, y por mucho que le costase al adolescente, alejó los terribles pensamientos y continuó su camino tras Levi, entrando con el resto en un bosque bastante denso.

 

Lo que sucedió después fue difícil de recordar para Eren. Una mujer titán les perseguía corriendo, y Petra insistía en que mantuviese su forma humana. ¿Qué debía hacer? ¿Confiar en él mismo o en sus compañeros? Si se transformaba, podía evitar todas esas muertes… ¿o no? ¿Y si perdía el control y mataba a sus amigos como estuvo a punto de hacer con Mikasa? Mierda… era una decisión de lo más complicada. Levantó la mirada y separó un poco la mano de sus dientes. Se topó de nuevo con los gélidos ojos del Capitán… esos ojos que, en cierto modo, a veces Eren sentía un ápice cálido para él. Sólo para él.

Entonces lo vio claro. Debía confiar en todos. O al menos intentarlo para no decepcionar a su Capitán. Apartó del todo la mano y continuó su camino.

Lo siguiente, fue que capturaron a la mujer titán, sí. Pero logró escapar en forma humana y transformarse más tarde. De nuevo volvió a confiar en todos, sin embargo, su apoyo más sólido no estaba; Levi se había adelantado por alguna razón que desconocía el adolescente. “¿Estará bien?” era lo único que se le pasaba por la cabeza.

Pero por culpa de esos pensamientos de adolescente enamorado, se desconcentró. Cuando se quiso dar cuenta, el titán estaba destrozando a sus compañeros. Tan sólo pudo fijarse en la figura de Petra estampada contra el tronco de un árbol.

-Mierda…

Se había equivocado. Tendría que haberse transformado, por muy arriesgado que hubiera sido. Su cuerpo temblaba, y en el trayecto en el cual se llevaba la mano temblorosa a los dientes para transformarse, la titana alargó el brazo y le agarró de una pierna. Lo alzó y abrió la boca… ¿iba a comérselo? A Eren no le dio tiempo convertirse en otro titán para hacerle frente. Estaba acabado.

El titán mujer soltó su pierna y Eren cayó hacia su boca, pero, milagrosamente, escuchó un grito bastante familiar.

-¡¡Eren!!

Era Rivaille. Con su equipo de combate, clavó los cables de hierro en la mejilla de la asquerosa bestia y propinó un fuerte golpe sobre sus ojos. El cuerpo de Eren se precipitó al suelo… pero no completo. Le faltaba una pierna, y del muñón salía humo. Pero Levi no tenía tiempo para vengar esa pérdida, o posiblemente se comería lo que quedaba de Eren, pues parecía inconsciente, además de toda la sangre que estaba perdiendo en cuestión de segundos.

-Maldita sea… -Le cargó en brazos y en cuestión de segundos, salió del bosque, aterrizando sobre su caballo. Le dio igual todo, la misión, Erwin, el castigo que pudiera recibir… Tan sólo quería salvarle. Quería volver a ver una de sus sonrisas. Levi aceleró todo lo que pudo, y se quitó el pañuelo del cuello para tratar de detener la hemorragia… le daba igual si se ensuciaba-. Mocoso, te pondrás bien… -Se inclinó y le dejó un beso sobre su frente, bueno, varios. Como Eren muriese por su culpa, jamás se lo perdonaría. Jamás. Petra y el resto… eran meros soldados. Le dolía la pérdida… pero que muriese aquella persona a la que amaba era algo que jamás se perdonaría.

 

 

Horas más tarde, Eren estaba en una cama, con los ojos cerrados. Levi esperaba fuera, caminando de un lado a otro… estaba terriblemente asustado por primera vez en su vida. Se sentó en un sillón y apoyó los codos sobre sus propias rodillas para esconder luego el rostro en las palmas de sus manos. ¿Y si había llegado tarde y Eren se había desangrado? Tras unas horas de análisis y pruebas, el doctor especialista al cual tenían para los casos críticos, abrió la puerta, y llamó al Capitán. A éste no le faltó tiempo para levantarse y correr hacia allí.

-Capitán Rivaille, ¿no? –Levi asintió, mirando continuamente al menor acostado en la cama. ¿Estaba durmiendo?-. Nos ha costado detener la hemorragia… perder de tal forma un miembro es algo bastante serio. Si hubiera llegado algo más tarde, Jäger posiblemente estaría ya muerto. –Levi le miró, aún sin hablar. Eso era un alivio, seguía con vida-. Su pierna se regenerará, al fin y al cabo es en parte titán, que vuelva a tener el cuerpo completo es cuestión de días. Lo que quizá es más preocupante… es que ha entrado en un coma profundo.

Levi le miró, y por primera vez su rostro cambió de ser serio e irrompible a una mueca de horror, apretando los puños.

-¿Coma?

El doctor asintió, y se encogió de hombros.

-No sabemos cuánto tiempo permanecerá así… ni sabemos si despertará. Pero teniendo en cuenta los litros de sangre que ha perdido, es un milagro que el muchacho siga con vida. Es fuerte.

Levi se acercó a la cama, con el corazón encogido. Apartó levemente el flequillo del adolescente, apretando los labios.

-Es un mocoso muy fuerte… -El doctor abandonó la habitación, y Levi cayó de rodillas al suelo, agarrando una de las manos del menor. La apretó, con fuerza, sintiendo por tercera vez en su vida cómo los ojos se le llenaban de lágrimas-. Lo siento… Eren, lo siento… Si tan sólo hubiera llegado un poco antes… -Escondió el rostro en el pecho del adolescente, sollozando en éste. Las lágrimas habían empezado a precipitarse por sus mejillas, derramándose en la camisa de Eren. Levi pensaba que era su culpa. Siempre lo pensaría. Se odiaba, era una persona despreciable-. Te pondrás bien… -Le miró, sin dejar de llorar, abrazándose ahora con cuidado a él, no quería dañarle-. Pequeño… mocoso idiota… -Se secó las lágrimas con el brazo, y subió los labios hasta los del menor, posándolos sobre ellos. No los movió, pero sí notó el frío contacto con ellos-. Te odio por haberme enamorado de esta forma… ¿Qué haré ahora sin ti? –Apretó un poco más los labios, tratando de no volver a llorar… aunque le resultó imposible. Las lágrimas cayeron hasta el rostro del castaño, secándolas luego de ahí-. Te juro que cuando estés bien podré decirte esas palabras para que las oigas todos los días… pequeño imbécil…

 

Los días siguientes, Levi se pasó todo el tiempo en la habitación con Eren, acompañado por supuesto de sus inseparables Armin y Mikasa. Ninguno de los tres abandonaba la estancia a no ser que fuera algo realmente importante. De vez en cuando, Eren recibía visitas del sargento Erwin, y del resto de compañeros. Todos estaban muy preocupados por él… no sólo porque fuera la esperanza de la humanidad, sino porque se había ganado un hueco en el corazón de todo el Cuerpo de Reconocimiento.

En cuanto al Capitán… no podía ni dormir. Las ojeras adornaban su rostro. Su expresión de eterna serenidad y frialdad cambió a uno de cansancio, agotamiento y temor. Por primera vez en su vida, sentía… miedo. Miedo de perder a la única persona a la que realmente amaba.

Una tarde, el Sargento se pasó buscando a Levi, pero supo bien dónde encontrarlo.

-Disculpen… -Abrió la puerta poco a poco, y se encontró con el Capitán contándole algunas hazañas a Eren, aún en coma. Mikasa y Armin atendían atentos también. Tras la interrupción, todos miraron a Erwin, ofreciéndole paso-. ¿Puedo hablar con vosotros… Levi y Mikasa? –Armin miró sin comprender, pero asintió y se levantó de la silla, con el saludo del ejército; puño en el corazón, y abandonó temporalmente la sala.

-¿Qué quieres, Erwin? –Levi acomodó mejor las almohadas de Eren, comprobando después el suero. Todo tenía que estar perfecto, y en realidad Mikasa también ayudaba.

-Se va a iniciar una expedición… más intensiva que la anterior. Durará unos seis meses –Ambos miraron al Sargento, casi fulminándolo con las miradas-. Eren no se quedará solo… Mikasa puede quedarse con él. Levi, a ti te necesitamos defendiendo a nuestros hombres.

Levi se levantó de golpe, alzando la voz a su superior.

-¡No pienso dejar a Eren solo! –Frunció el ceño, y luego miró al chico-titán acostado en la cama-. Lo siento, pero no. Eren está así por mi culpa y yo le cuidaré.

-Levi, sin ti morirán el triple… no, el cuádruple de soldados, ¡y encima en vano!

-Joder, Erwin. ¡Ninguna muerte es en vano! Además… por mí podría pudrirse toda la humanidad. No pienso abandonar al mocoso. Es mi obligación desde el juicio, ¿lo olvidas? Sabes que Mikasa es fuerte, ¿ella no irá a la expedición?

Erwin negó. La situación le estaba enfadando.

-¡Levi! Soy tu superior y esto no es una sugerencia, es una orden. Mikasa es una novata y esto requiere soldados de élite. ¿Es que no entiendes? Deja de ser tan egoísta. Si Eren despierta o no es gracias a los médicos, tu presencia no le influye en absoluto. Entérate. Mañana salimos temprano, prepárate y…

Levi dio un puñetazo en la pared y frunció más el ceño.

-Incluso llevando las alas de la libertad en la espalda aquí se nos sigue tratando como ganado.

Mikasa abrió de par en par los ojos… aquello le recordó a Eren. Por un momento iba a ofrecerse a ir ella a la expedición… pero no podía dejar lo que le quedaba de la familia desprotejido. Nunca más. Cerró los puños, y desvió la mirada hasta Eren en cuanto Levi abandonó de malas formas la habitación.

-Mikasa… -Erwin suspiró, negando-. Hazte cargo de Eren…

-Sí, señor.

 

Esa misma noche, un chico de cabello negro se encontraba escribiendo. Era una carta, algo así como una despedida.

“Maldito mocoso:

Me han mandado a una expedición de seis meses fuera de las murallas. Si lees esto es porque has despertado y aún sigo fuera… o porque me han matado y es mi despedida.

Siento… muchísimo no haber llegado a tiempo para salvarte del todo. Por mi culpa has estado en coma todo este tiempo… y ni siquiera voy a poder estar ahí para verte despertar. Llevo toda esta semana velándote. ¿Ves la silla donde pondré esta carta? Ahí me quedé sentado. Comía a tu lado, dormía incómodo a tu lado. Siento mucho haber cometido ese error, de verdad. Tan sólo espero que logres perdonarme algún día… porque yo no puedo hacerlo.

Te hice daño cuando debía protegerte. Quizá no te corté yo la pierna, pero sí fui lento y no pude salvarte del todo. Aun así… estás vivo. Aun así, sé que vivirás. Y si yo muero, por favor, recuérdame como el Capitán que te medio salvó una vez.

Eren… tienes las alas de la libertad. Eres la esperanza de la raza humana… tan sólo vive. Da igual si tienen que morir cientos de personas como posiblemente lo haga yo… tan sólo vive. Contigo, venceremos a todos esos titanes y vengarás la muerte de todos los soldados… y la de tu madre.

Sabes… te echaré de menos. Sé que Mikasa cuidará bien de ti, no me cabe duda. Aun así, añoraré gritarte, pegarte, o insultarte. Poco a poco te has ido convirtiendo en alguien que puede luchar por sí mismo… aun así, si vuelvo y no necesitas mi ayuda, déjame supervisarte un poco… aunque sea por los viejos tiempos.

Eren, no me olvides, mocoso idiota.

Debo dormir… partiré muy pronto mañana. Recuerda: sobrevive y cree en ti.

PD: Cuando vuelva tengo que decirte algo. Te lo dije cuando estabas en coma, pero me prometí a mí mismo que lo haría cuando fueras consciente de nuevo.”

Levi suspiró, mirando la carta durante mucho rato. La dejó a un lado y se fue a dormir.

 

Por la mañana, bajó algo más temprano para poder dejar la carta en la silla donde había pasado toda esa semana, y antes de irse, como Mikasa dormía, se inclinó y dejó un cálido beso sobre sus labios.

-Volveré. Tan sólo espérame.

Acto seguido, se quitó su preciado pañuelo del cuello, y lo dejó al lado de la carta. Erwin se asomó a la puerta, murmurando: “¿Estás listo ya?”

Levi asintió y se colocó el puño en el corazón.

-Sí, Sargento.

Notas finales:

JHFAIOSJD Déjenme en los RWs qué les ha parecido... y necesito ayuda. `-´ ¿Levi seme o Levi uke para este fic? (?)

¿Creeis que Eren despertará antes de que llegue el Capitán...? ¿Y le esperará? e.é


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).