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No te preocupes de esto ahora; esto es como un uniforme de trabajo, lo necesitas, no puedes trabajar para mí y vestir con esos harapos, eso habrá que cambiarlo.
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Estoy dispuesto a trabajar para ti Heechul, pero cuéntame algo más.
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Empezaremos por lo más sencillo, por el acompañamiento a fiestas o a cenas de negocios; así romperemos el hielo y veremos si sirves; se tratará de acompañar a hombres maduros a una fiesta, de ser su pareja, ser educado y cariñoso y terminar acostándose con él en su hotel; puede ser que en vez de una fiesta, se trate de una cena de negocios, pero el fin es el mismo; para ello debes aprender a comer con corrección y sabiendo usar los cubiertos.
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Me interesa saber dos cosas ¿Podré elegir o rechazar a mi acompañante? Y también ¿Cuánto cobraré por eso?
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Antes de asignarte a alguien, te lo mostraré en fotografía y te haré una descripción de cómo es; en ese momento, puedes decir sí o no, luego ya no puedes rechazarlo; por este trabajo cobrarás cuatrocientos euros por cada noche.
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Estoy de acuerdo ¿cuando empezamos?
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Empezaremos por hacerte unas fotografías, pasarás a tener una carpeta en mi archivo; en las primeras fotografías que muestro al cliente, no te ve el rostro, solo el cuerpo; una vez que elije,entonces y solo entonces le muestro el rostro.
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Eso me parece muy bien Heechul ¿Dónde tengo que hacerme las fotografías?
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Las fotografías te las haré yo; nadie más debe intervenir en esto; además, solo yo podré utilizarlas, siempre con tu permiso.
Comenzó Heechul a ordenar a Key, diferentes poses y a realizarle fotografías con su cámara digital; sabía Heechul exactamente lo que debía resaltar de Kibum, fotografió su torso, sus nalgas, sus caderas, mostrando sus principales encantos; hizo mucho hincapié en fotografiar su sexo, lo hizo por delante, obligándola a alzar las piernas y por detrás, mostrando su sexo enmarcado entre sus grandes nalgas y sus muslos; para ello se ayudó del practico sofá; para finalizar, fotografió su rostro.
Terminado el trabajo fotográfico, le entregó quinientos euros para que se comprase alguna ropa; le aclaró que aquello era solo un adelanto para ropa y por si tenía alguna necesidad inminente; También le entregó un teléfono móvil, nuevo sin estrenar, y con el que se pondrían en comunicación; le pidió que solo lo usara para comunicarse con ella.
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No habían pasado dos días desde la reunión con Heechul; Key, no apagaba el teléfono ni de día ni de noche; a mediodía, sonó el teléfono, su sonido sorprendió al doncel, cuando acababa de salir de clase, vestido con sus nuevas ropas, que habían cambiado su aspecto, aunque procuró que su indumentaria, no chocara con lo que llevaban sus compañeras.
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¡Dime Heechul!
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Ya sabemos como nos llamamos, no es necesario que digamos nuestros nombres por teléfono; necesito verte esta tardea primera hora ¿Puedes estar en mi casa a las cuatro?
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Allí estaré.
El corazón de Key, golpeaba su pecho como un tambor dislocado, parecía querer salirse de su encierro y buscar cualquier salida, tal era su excitación, provocada sin duda por el aviso de Heechul y por lo que eso significaba.
A las cuatro en punto, llamaba Key a a la puerta de la casa; tiraba de la fina cadena que hacía sonar la campana en el interior; Heechul abrió la cancela de hierro forjado y cristal profusamente colorido.
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Pasa Kibum; sin duda tu aspecto ha cambiado, vamos al despacho, tengo que hablar contigo.
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Estoy a tus ordenes Heechul, aunque estoy muy nervioso.
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Eso es normal, ya lo esperaba, pero solo sucede las primeras veces, creo que te adaptarás pronto.
Delante caminaba Heechul, recorriendo con autoridad, el largo pasillo alicatado con azulejos decorados a mano; caminaba seguida muy de cerca por Key, que procuraba dominar sus nervios y mantener la serenidad a pesar de las circunstancias.
Cuando entraron en el despacho, le indicó Heechul a Key, que tomara asiento, mientras el, comenzó a buscar en sus carpetas del archivo, extrayendo una; con la carpeta en la mano, fue a colocarse al lado de Key; Heechul se mantenía de pie, pero inclinado sobre la mesa, lo que le permitió abrir la carpeta y mostrársela a Kibum.
En la primera página, había una fotografía de cuerpo entero, de un hombre maduro; aparentaba unos veinticuatro años; de muy buena presencia, guapo, alto, atlético, elegante y con un rostro muy masculino, que mostraba una sonrisa franca y distendida.
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Este es Minho, Choi Minho para sus empleados, un empresario que es cliente nuestro desde hace mucho tiempo; cuando le mostré ayer, tus fotografías, se declaró muy interesado; tanto que me ha pedido, que fueras tú quien lo acompañara esta tarde y noche, a una reunión de empresa; que fueras su pareja para hoy ¿Te gusta?
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¿Debe gustarme, es necesario?
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Lo es, sobre todo la primera vez que trabajas; también lo he elegido muy bien; es un hombre atractivo y educado; sin desviaciones ni manías raras; sin duda el ideal para comenzar tu carrera profesional; no siempre encontraremos cosas como esta.
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Me parece bien Heechul, haré mi trabajo.
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Te aconsejo, que lo enfoques de otra forma; si consigues interesarte por tu cliente, sin sentimiento, solo deseo; no solo disfrutarás más de tu trabajo, si no que conseguirás sacar más beneficio; el cliente, cuando se siente deseado, se vuelve muy generoso y suele dejar muy buenas propinas.
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¿Lo de las propinas es aparte de mis honorarios?
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Claro Kibum, las propinas me las dejan también a mí, pero son para ti; además, si quedan contentos, requieren tus servicios con mayor frecuencia; un buen profesional es un tesoro, para mí y sobre todo para ellos.
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Creo que debes enseñarme muchas cosas, yo no sé nada de esto; tienes que ayudarme.
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Se lo había dejado muy claro Minho, quería ropa de joven ejecutivo; debía representar el papel de un joven abogado que hacía su trabajo para la empresa, a las órdenes de Minho; pero este esperaba de el algo más, eso se lo explicaría él en su momento.
Entraron los dos en una elegante tienda, en la que tenían a Heechul, por un cliente muy importante, que les traía a elegantes donceles a comprar sus vestidos más en la moda.
Tras algunas pruebas, media hora después, el aspecto de Key, era verdaderamente impecable; seguro que si lo veía alguno de sus antiguos compañeros o amigos, no lo reconocería; le resultaría imposible relacionar a aquel joven ejecutivo, con el estudiante pueblerino, despreocupado de su apariencia y atrapado en la falta de medios de su familia, en la escasez.
Un traje de chaqueta azul claro, con un pantalón ajustado a sus amplias caderas y apretando sus glúteos; una camisa, también azul, algo más oscura, cerrada por un lazo del mismo color que dejaban mostrarse bajo su tejido fino, a dos tetillas semi erectas; que conseguían disimularse en cierta medida.
En la bolsa de papel, con la marca de la tienda, llevaban la ropa que había traído puesta, que también era nueva, del día anterior; hasta la ropa interior la llevaba nueva, a juego con la camisa y el lazo, unas escuetas bragas, que apenas tapaban nada, más bien resaltaban cosas, eso sabía hacerlo Heechul, tenía experiencia en la seducción; el tiempo que faltaba hasta la hora de la cita, lo empleó Heechul en darle consejos e instrucciones, que le serían útiles, desde modales, hasta formas de usar los cubiertos.
Algunos minutos antes de las nueve, entro Key en la cafetería del hotel; provisto con un gran bolso a juego con el resto de su indumentaria y en el que llevaba, todo lo necesario, para pasar una noche en el hotel, incluida una sugestiva y corta bata que le serviría de pijama; no dudó en tomar asiento en una visible mesa.
Cuando entró en la cafetería Minho, lo reconoció enseguida, se acercó a la mesa, tomó su mano y lo besó; luego tomó asiento a su lado y lo observó con detenimiento; sin duda, estaba precioso, impecable, este Kim Heechul, era sin duda un profesional.
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Tenemos que irnos, hemos quedado en un restaurante cercano, podemos ir andando; allí cenaremos con alguna gente con la que comparto negocios y sobre la que tengo que explicarte algunas cosas muy necesarias.
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Estoy a tus órdenes Minho, dime lo que tengo que hacer y lo haré, es como debe ser.
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Iremos hablando mientras caminamos; por cierto, estás precioso, los vas a impresionar.
Ambos salieron de la cafetería a la calle, el restaurante estaba a unos cien metros de allí, así que irían dando un paseo; Minho le ofreció su brazo, para que lo agarrase mientras caminaban.
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Vamos a ser ocho, al menos eso creo, si no hay sorpresas; debes hacer algo de amistad con una tal Yuri, una señora de unos cuarenta y cinco, morena y bastante llamativa; si no me equivoco, será ella la que se aproxime a ti; que no te vea mucho interés en relacionarte con ella; será ella la que se aproxime a ti; permíteselo, nos interesa que haga amistad contigo.
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¿Quién se supone que soy?
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Eres un joven abogado que trabajas para mi empresa; pero procura dar pocas explicaciones, deja que sea ella la que se explique; me interesa saber algunas cosas de las que pretende la empresa de su marido; que también estará en la cena.
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¿Cómo sabré lo que debo averiguar, lo que nos interesa?
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Este asunto, no es para hacerlo en un día, tú hoy, permítele que haga amistad contigo; no la fuerces, pero permite que se acerque a ti; si quiere quedar contigo para tomar algo otro día, dale facilidades, luego averiguaremos lo que pretende hacer su marido en unos nuevos terrenos que ha adquirido en un polígono industrial del extrarradio.
Así, cogidos del brazo, llegaron a la puerta del restaurante; los recibieron a la puerta y los condujeron a la mesa que tenían reservada, allí estaban ya algunos de los comensales, hombres de negocios, algunos venían acompañados, otros no; se encargó Minho de presentárselos a todos; aún no estabaYuri, ni su marido.
Comenzaron a servir algunas copas y las conversaciones comenzaron a animarse; a Key, le resultaba difícil entrar en ellas; pero eso estaba a punto de solucionarse, pocos minutos después, llegaron Yuri y su marido; Minho hizo hincapié en la presentación de estos, para que Key se diera cuenta de que eran ambos, a los que debía prestar especial atención.
Tras los saludos, nada tuvo Key que hacer, Yuri se hizo sitio entre los invitados, para sentarse junto al joven; el marido, por su parte, buscó asiento en el lado contrario; no tardó Yuri en iniciar la conversación con Key, en acapararla, sobre todo cuando se dio cuenta de que era la pareja de Minho.
Sin ningún preámbulo, lo atosigó a preguntas; que Key supo esquivar sin ser grosera ,procurando caerle simpático, dejándose querer; en definitiva, haciendo lo que le había ordenado Minho; no tardó Yuri en decirle por primera vez, que podían verse otro día.
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¿Llevas mucho tiempo en la empresa,Kibum?
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No mucho, además, yo solo me ocupo del asesoramiento legal, estudio cada contrato, cada asunto y luego doy mi informe, se lo doy personalmente a Minho.
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Ya veo que tienes mucha relación con él ¿Nosé si se me nota, pero a mí me gusta mucho?
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¿Estás enamorada de él?
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No Kibumie, enamorada no, eso no sé lo que es; solo te he dicho que me gusta mucho ¿Te gusta a ti?
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Yo tengo mi novia, que es el única que me interesa.
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No digas tonterías, eso no es verdad, confiesa que te gustan los hombres, unos más que otros ¿O te gustan las mujeres?
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Buueno tienes razón, no puedo evitar que me gusten los hombres; unos más que otros.
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Ahora estás hablando con sinceridad ¿Te gusta Minho?
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La verdad es que no está mal, es muy interesante.
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Pues a mí me vuelve loca, se lo comería todo, pero no encuentro el momento ¿Crees que te acostarás con él esta noche?
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No creo Yuri, es mi jefe y es mayor que yo; aunque la verdad es que me resulta interesante.
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Ya empiezas a caerme bien, te voy a contar un secreto; llevo obsesionada con él desde hace unos meses, porque aunque lo conozco desde hace mucho más tiempo; hace unos cuatro meses, conocí a un chico que se había acostado con él un par de veces y me contó algunos pormenores queme obsesionaron.
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¿Y piensas contarme esos pormenores?