Capitulo 1: La invitación.
El precioso pelinegro estaba que saltaba de alegría mientras corría por los hermosos pasillos del helado palacio, estrujando con fuerza en su delgada mano aquel papel proveniente de reino "enemigo" intentando no resbalarse al dar vuelta en una esquina casi atropellando a un par de mucamas en el camino.
—¡Lo siento miss Hmalni y compañía! —Gritó él hermoso joven con una exquisita voz aterciopelada pero apresurada, jadeando ligeramente casi de una manera sensual— ¡He de llevar prisa! —Y sin más continúo su camino dando grandes y apresuradas zancadas.
Las miradas curiosas y risueñas de los sirvientes de aquella fortaleza, por la inmadurez que mostraba el joven monarca en variadas ocasiones, algunos negaban con la cabeza en desaprobación, pero aun así sin quitar la sonrisa en sus rostros al ver al muy apreciado azabache correr como alma que lleva el diablo con una sonrisa de par en par al destino que muy fácilmente podrían predecir.
Después de varios pasillos entro a una enorme sala y soldados más altos que él sin objeción o escusa, mirando con respeto al joven que venía corriendo totalmente desaliñado, abrieron las puerta a la sala continua una aun más grandes, el joven casi se resbala pero logro estabilizarse mientras reía agradeciendo mientras seguía su camino sin detenerse, al pasar por el portal los guardias negando levemente con la cabeza y sonriendo solo cerraron las puertas.
—Farbauti…—Fue la voz potente y tosca pronunció su nombre, y el chico sonrió parando su carrera a unos dos metros del hombre enorme de piel azulina, y de ojos color carmesí sentado en aquel perfectamente adornado, como toda la estancia, trono de oro— ¿Cuántas veces he de repetirte que mi cónyuge no debe de ir corriendo cuál vil ladrón de hoyas por toda Jotunnheim?
—Oh vamos mi cielo, —Respondió con falsa inocencia y picardía el menor, sonriendo tiernamente, recuperando el aliento perdido en su carrera —Solo lo hago en casos importantes, y créeme este es muy importante. —Y se acerco a paso lento y sensual a su consorte, mientras este se levantaba de su trono suspirando y sonriendo resignado, no podía contra él.
—A ver, ¿Y qué es tan importante como para que él monarca de Jotunnheim corriera casi una maratón hasta mi estancia? — Pregunto con burla mientras apretada al más pequeño contra su pecho, en un abrazo donde ambas heladas pieles se rosaban con gusto y recelo.
Y entonces los dulces rasgos de Farbauti se volvieron serios. Laufey también lo hizo, él más pequeño se alejo de su cónyuge.
—Tenemos noticias de Asgard… habrá un evento, una fiesta en honor a la Diosa del amor, Frigga… Laufey, mi amor… Podremos ver a Loki…
Continuara....
----- RELLENO-----
Capitulo 1: La invitación.
El precioso pelinegro estaba que saltaba de alegría mientras corría por los hermosos pasillos del helado palacio, estrujando con fuerza en su delgada mano aquel papel proveniente de reino "enemigo" intentando no resbalarse al dar vuelta en una esquina casi atropellando a un par de mucamas en el camino.
—¡Lo siento miss Hmalni y compañía! —Gritó él hermoso joven con una exquisita voz aterciopelada pero apresurada, jadeando ligeramente casi de una manera sensual— ¡He de llevar prisa! —Y sin más continúo su camino dando grandes y apresuradas zancadas.
Las miradas curiosas y risueñas de los sirvientes de aquella fortaleza, por la inmadurez que mostraba el joven monarca en variadas ocasiones, algunos negaban con la cabeza en desaprobación, pero aun así sin quitar la sonrisa en sus rostros al ver al muy apreciado azabache correr como alma que lleva el diablo con una sonrisa de par en par al destino que muy fácilmente podrían predecir.
Después de varios pasillos entro a una enorme sala y soldados más altos que él sin objeción o escusa, mirando con respeto al joven que venía corriendo totalmente desaliñado, abrieron las puerta a la sala continua una aun más grandes, el joven casi se resbala pero logro estabilizarse mientras reía agradeciendo mientras seguía su camino sin detenerse, al pasar por el portal los guardias negando levemente con la cabeza y sonriendo solo cerraron las puertas.
—Farbauti…—Fue la voz potente y tosca pronunció su nombre, y el chico sonrió parando su carrera a unos dos metros del hombre enorme de piel azulina, y de ojos color carmesí sentado en aquel perfectamente adornado, como toda la estancia, trono de oro— ¿Cuántas veces he de repetirte que mi cónyuge no debe de ir corriendo cuál vil ladrón de hoyas por toda Jotunnheim?
—Oh vamos mi cielo, —Respondió con falsa inocencia y picardía el menor, sonriendo tiernamente, recuperando el aliento perdido en su carrera —Solo lo hago en casos importantes, y créeme este es muy importante. —Y se acerco a paso lento y sensual a su consorte, mientras este se levantaba de su trono suspirando y sonriendo resignado, no podía contra él.
—A ver, ¿Y qué es tan importante como para que él monarca de Jotunnheim corriera casi una maratón hasta mi estancia? — Pregunto con burla mientras apretada al más pequeño contra su pecho, en un abrazo donde ambas heladas pieles se rosaban con gusto y recelo.
Y entonces los dulces rasgos de Farbauti se volvieron serios. Laufey también lo hizo, él más pequeño se alejo de su cónyuge.
—Tenemos noticias de Asgard… habrá un evento, una fiesta en honor a la Diosa del amor, Frigga… Laufey, mi amor… Podremos ver a Loki…