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Cuentame por Ikkina26

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Notas del fanfic:

solo otro de mis fic,s antiguos

Notas del capitulo:

romantico

-“Venga Ikki que llegamos tarde” 



-“Ya voy, joder tantas prisas”-refunfuño entre dientes el moreno. 



Después de más de una hora metiéndole prisa por fin estaban en el coche camino a su destino, Hyoga perdía la paciencia a cada metro que avanzaban en ese maldito atasco, de vez en cuando miraba al asiento del copiloto para ver al moreno, estaba tranquilo, no le hacia falta quitarle las gafas de sol para saber que estaba dormido de lo contrario estaría maldiciendo a aquel atasco, el frío que hacia y las prisas que le estaba metiendo. 



Encendió la radio y dejo la primera emisora que se sintonizo, era un programa de esos que la gente llama para contar sus problemas o anécdotas, en ese preciso instante una mujer se quejaba de que su marido no era nada detallista, se olvidaba de las fechas importantes y nunca hacia nada por ella, él solo pudo mirar de nuevo al moreno que seguía dormido en el asiento de al lado, sonrió al recordar por que salieron tarde de la casa o por que él otro dormía en el coche. 



Hasta la mañana anterior pensaban en pasar toda la semana tranquilos en casa, hasta que Shun le llamo diciéndole que este año se iban a reunir todos juntos para celebrar las navidades, todos los años cada uno las celebraba por separado, los demás se iban de viaje o se tomaban unas vacaciones solo él era católico, aunque Ikki no lo celebraba le ayudaba a colocar adornos navideños e incluso la virgen a la cual reza por el alma de su madre pero extrañamente le ilusionaba pasar estas fechas con todos, desde niño deseaba poder cenar en familia, charlar tranquilamente y esperar a la mañana siguiente los regalos como cualquier familia normal. 



Cuando le dijo a Ikki que irían a pasar las navidades en la mansión por su gesto no le había hecho gracia la noticia pero en vez de protestar se sentó delante del ordenador para terminar el reportaje que estaba preparando, le habían dado una semana entera para hacerlo pero en la mansión con el resto de los chicos le sería imposible, cuando despertó por la mañana Ikki aun estaba delante del pc, se acerco por detrás abrazándole. 



“¿Quieres un café?” 



“Si, solo y …..” 



-“Dos cucharadas de azúcar y una tostada con tomate” 



El moreno no despego su vista de la pantalla, pero en ella se podía reflejar la media sonrisa. 



Luego vinieron las prisas, entre el desayuno, la ducha de Ikki y el no haber dormido en toda la noche ponían de mal humor al moreno pero aun así no protesto mucho y ya estaban en el coche de camino a Tokio. 



Otra llamada, esta vez de una chica, cuenta que acaba de tener su primera experiencia sexual, se ha sentido muy decepcionada, no ha sido tan romántico como siempre había imaginado. 



De nuevo miro al moreno, soltó un pequeño suspiro, su primera vez, la recordaba perfectamente, no había sido como había soñado había sido mucho mas de lo que hubiera podido imaginar. 



Ese día hacía un mes que habían empezado a salir, Ikki le dijo que llegaría tarde, ese día tenia un examen importante, él había imaginado que su primer mes juntos lo pasarían en casa tranquilos, aunque hubiera preferido otra cosa, no podía exigir nada al moreno, trabajaba a jornada completa y estaba en plenos exámenes. 



Llegada la tarde escucho el ruido de la moto, salio en busca del moreno para recibirle, entonces observo que llevaba dos bolsas colgado en el manillar de la moto, fue a ayudarle a bajarlas pero lejos de eso Ikki le pedio que subiera, por mucho que pregunto a donde iban no recibió respuesta alguna, casi una hora de camino saliendo de la ciudad y entrando en el campo para que Ikki parara, se sorprendió al ver una tienda de campaña ahí montada, se bajo de la moto detrás de Ikki, no sabía que hacer, solo observaba los movimientos del otro, primero entro en la tienda de campaña sacando un mantel y colocándolo en el suelo, para luego tomar las bolsas y colocar comida en el mantel, Ikki se sentó haciéndole una señal para que el hiciera la mismo, no podía creérselo, ahí estaban bajo la luna en medio del campo y con su comida favorita, no probo bocado se lanzo encima del moreno besándole con una pasión que no creía tener, Ikki se levanto tomándole de la mano y entrando en la tienda de campaña, en la colchoneta con los pétalos de su flor favorita hicieron el amor por primera vez, hasta la mañana siguiente que les pillo abrazados no tocaron la “cena”. 



Volvió a sonreír, recordado ese día, ya había pasado 10 años de aquello, entonces solo eran adolescentes pero nada ha cambiado desde entonces. 



Esta vez es un hombre, dice que su mujer se ha puesto a dieta y le obliga a comer cosas asquerosas de color verde, lechuga dice el locutor entre risas. 



El primer día que vivieron juntos quiso preparar una cena deliciosa para recibir a Ikki, juraría que siguió al pie de la letra la receta escrita en ese maldito libro, si era así ¿ por qué demonios su plato no se parecía en nada al de la foto?, no solo eso el sabor sabía realmente mal, para cuando llego Ikki la cocina estaba medio congelada, Ikki primero se enfado al ver el caos para luego ponerse a cocinar el mismo plato sin mirar ni una sola vez el maldito libro, le pregunto donde había aprendido a cocinar y era cierto a diferencia de él y los demás Ikki estudio por su cuenta arreglándosela tanto en casa como en hacerse de comer, realmente cocinaba bien, aunque él ahora no se quedaba atrás, los domingos se metían los dos en la cocina, Ikki se sentaba en la silla y le iba indicando cada paso, cuando algo no salía como quería se enfadaba y lo pagaba con Ikki acabando discutiendo, discusiones que acababan de forma apasionada en la mesa de la cocina. 



Un chico se quejaba que su novio tomaba su ropa sin su permiso, siempre que quería ponerse algo estaba sucio por que el otro lo había usado. 



No podía ponerse la ropa de Ikki para salir, de niños la diferencia de estatura entre ambos era pequeña pero ahora se llevaban cerca de 10 centímetros y la espalda de Ikki era mucho mas ancha que la suya pero eso no impedía que se la pusiera, cuado hacían el amor y tenía que levantarse a por agua o al baño se ponía la blusa o camiseta que minutos antes llevaba puesta Ikki, a veces se descubría a si mismo levándose de la cama solo para ponérsela, no sabía cuando había tomado esa costumbre pero no solo esa, cuando Ikki dormía se sentaba en el sillón para observarle dormir, mas de una vez quiso ir en busca de la cámara pero echándose atrás en el ultimo momento, esa imagen solo le pertenecía a él, como siempre la sabana tapaba justo encima de su hombría, dormía de lado, con su mano derecha debajo de su mejilla y la otra cayendo delante de su pecho, no cambiaba de postura en toda la noche. 

Otra chica, esta dice que está harta de pasar los domingos metida en casa sin hacer nada, ella quiere salir por ahí a comer o de tiendas con los demás amigos. 
¿Cuándo se habían convertido ambos en tan hogareños?, es cierto que a los dos les gusta estar en casa pero nunca llego a pensar que acabarían así, los domingos en casa viendo una peli, Ikki tumbado en el sofá y él encima, casi nunca llegaba a terminar de ver la película completa, Ikki tenía la costumbre de pasar sus dedos por su pelo y eso le daba un sueño a morir. 





Por fin entraban en Tokio, casi 4 horas por un camino que normalmente se hace en 2, estaba apunto de apagar la radio, cuando el locutor hizo una pregunta al aire para que la gente llamara. 



“Muchos esta tarde se han quejado de sus parejas, ¿hay algún oyente que este totalmente satisfecho de su relación?, ¿alguien que pueda decir que ama a su pareja por encima de todo y de todos?”. 



No supo en que momento exacto había tomado el móvil, para cuando se dio cuenta estaba oyendo la voz del locutor por la otra parte. 



-“Hoooooooooolaaaaaa , ¿a quien tenemos en la otra línea?” 



-“Hyoga”-contesto algo nervioso, realmente tomar el móvil fue un impulso 



-“Bien Hyoga, cuéntanos que tal con tu pareja, ¿Qué cosas te sacan de quicio de ella”. 



-“Bueno él es algo cabezota y gruñón a veces es poco sociable con la gente pero no llamaba para quejarme, si no a tu anterior pregunta, no cambiaría nada de esta relación”. 



-“¿No cambiarias nada?, dices que es gruñón y antisocial, ¿Qué clase de relación se puede tener con ese tipo de hombre?. 



-“Una perfecta”-realmente el tono de voz del locutor le había cabreado, no soportaba que nadie hablara mal de su pareja. 



-“¿No prefieres a un hombre cariñoso, que te diga lo mucho que te ama? 



-“No necesito que me diga que me ama en palabras, me lo demuestra cada minuto”-en su voz no cabía la menor duda, todavía tenia presentes todos los recuerdos que había tenido durante el viaje. 



-“¿Crees que haría cualquier cosa por ti?”. 



-“Esa es una pregunta que muchos contestarían de forma frívola que si, en mi caso no tiene que demostrarme nada, no solo haría cualquier cosa, daría su vida por mi y nuestro amigos”-eso también lo tenía presente, con eso dio por zanjado el tema, colgado el teléfono con un “te amo Ikki” 



Se quedo estático unos segundos, parece que más de una cosa si que habían cambiado, él declarándose por radio. 



-“Yo también te amo pato” 



Se sorprendió al escuchar la voz del moreno, se giro a mirarle y ahí estaba observándole, se había quitado las gafas de sol y sus ojos aún estaban hinchados del sueño, se inclinó encima del asiento del copiloto para besarle, un beso que al principio fue un simple roce hasta que Ikki pasó su brazo por el cuello del rubio profundizando ese beso, solo por la falta de aire se separaron. Dio un pequeño “pico” a Ikki para poner en marcha el coche y en menos de 5 minutos estaban delante de la puerta de la mansión. 



Bajaron del coche y un mayordomo les abrió la puerta, les señaló donde estaban sentados los demás, al ir acercándose escuchaban las voces de todos, voces que se quedaron mudas al verles, ni Hyoga ni Ikki comprendieron nada. Los demás solo les observaban, no parecían tener intención de levantarse a saludarles, Hyoga miró a Ikki intentando descifrar qué pasaba, el silencio siguió en el salón. 



Seiya se levantó de pie en postura seria, miró a sus dos compañeros aún sentados para pasar luego a la pareja recién llegada. 



-“¿Pasa algo?”-pregunto un ya molesto Ikki. 



-“Nosotros también daríamos la vida por ti”-soltó de sopetón Seiya. 



¿Qué dice este burro?-pensó. 



Los otros dos se pusieron de pie cada uno a un lado de Seiya. 



-“Nosotros también te amamos Ikki” 



Las carcajadas de los tres no se hicieron esperar, Hyoga llevo su mano a la cara para tapársela, habían oído el programa de radio al que acababa de llamar. 



Las bromas respecto a la llamada no cesaron ni siquiera en la cena, así, entre bromas de que no sabían que ambos fueran unos románticos y que Ikki tendría que “esforzarse esa noche para no defraudar al cisne” cada uno se fue a su antigua habitación. 



Ni el cansancio ni las bromas ni el no haber dormido nada el día anterior impidieron que esa noche se demostraran lo mucho que se amaban. 



Ahí estaba sentado en la silla con la camiseta de Ikki observándole mientras dormía, se levantó de la silla acercándose a la cama y se agacho besándole suavemente. Ikki tomó la sabana colocada debajo de su ombligo subiéndola hasta su pecho y levantándola un poco en señal de que entrara ahí. Se subió a la cama y le dio la espalda a Ikki, pegando su espalda con el pecho del moreno, el brazo de Ikki cayendo por encima de su pecho en vez del propio, la misma postura de siempre solo que él en medio, abrazó ese brazo que le rodeaba y así se quedaron ambos dormidos. 

Notas finales:

Espero les guste,rescatando de los pocos fic mios que he encontrado


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