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Enamórame por Fullbuster

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Jellal Fernándes POV


 


Me desperté sobresaltado por una sencilla razón, tuve una pesadilla, pero no una normal, no, estaba soñando con mi madre y sabía que no era una pesadilla como tal, porque yo quería a mi madre, pero soñar con ella sólo lo hice una vez en mi vida y fue justo antes de caer enferma, así que hoy, cuando soñé de nuevo con ella, supe que algo iba mal. Quise despertar a Loke pero la cama estaba vacía, ¡Trabajaba hoy! Se me había olvidado que hoy tenía turno de mañana, así que miré el reloj, eran las seis y media de la madrugada, normal que Loke no estuviera, entraba a las seis a trabajar, ya estaba en su turno.


Me acosté en la cama de nuevo mirando el techo, intentando mentalizarme de que todo estaba bien, sólo era un sueño, nada más. Cuando sonó el teléfono de casa, aquello sí terminó de asustarme y más cuando al cogerlo, escuché la voz de Wendy ¡Sabía que soñar con mi madre no era buen presagio! Siempre ocurría algo cuando soñaba con ella. Al parecer había caído enferma, más de lo que ya estaba, así que llamé a la base para dejarle el mensaje a la recepcionista, comentándole que debía irme y le dijera a Loke cuando regresara del aviso al que habían asistido, que me volvía al pueblo unos días.


Recogí las cosas, algo de ropa que metí de mala forma en una mochila pequeña y el neceser. Busqué mi cartera y salí al jardín de la… ahora mi casa, ¡aunque seguía siendo la casa de Loke! Fui a coger mi coche del garaje cuando descubrí que no estaba, porque claro, el coche de Loke estaba en el taller y me había comentado que se llevaba mi coche para ir al trabajo. Cuando le dije que no me gustaban los deportivos era por algo, seguían sin gustarme, al final siempre acababa cogiendo mi todoterreno.


Qué había que ir a comprar, mi coche porque tenía maletero, que había que ir a trabajar, mi coche que consumía menos, que hacíamos excursiones… mi coche porque entraba en cualquier lado, para algo era un todoterreno, pero claro… Loke tuvo que comprarse su deportivo sin espacio y poco práctico que consumía como mil demonios.


Volví a entrar en la casa y pedí un taxi, al menos iría a la estación de trenes y compraría un billete allí, porque tenía que irme ya. El taxi no tardó en llegar y le pedí que me llevase a la estación, pagué al llegar y bajé corriendo en dirección a las taquillas. En los monitores ponía que salía en menos de diez minutos, así que corrí con la mochila a la espalda hacia la taquilla ¡Había una cola inmensa! ¿Es que tenía hoy al mundo en mi contra? El tren salía en diez minutos y no sé si me daba tiempo.


Cuando iba a tocarme el turno después de casi cinco minutos allí de pie en la cola, alguien me sacó de la fila cogiéndome del brazo y me sorprendí al ver a Loke con todo el equipo puesto. La gente nos miraba, pero era normal, venía con el uniforme de la policía de élite y me estaba sacando a mí de la cola, la gente creería que ocurría algo.


~ Vamos – me dijo – te llevo yo


~ ¿Y el trabajo?


~ Para asuntos familiares tengo días libres, se supone que eres mi pareja, si algo te afecta puedes contar conmigo. Me han dado el recado y Laxus me ha mandado a casa a por ti, claro que no esperaba que te fueras tan rápido –me comunicó - ¿Prefieres coger el tren o te llevo yo en el coche?


~ Prefiero el coche, es más rápido – le dije.


~ Pues vamos


~ ¿No vas a cambiarte de ropa?


~ Tú conduces y yo me cambio en el coche – me dijo sonriendo.


Conduje yo la mitad del camino y le dejé la otra mitad a Loke. Podía haber hecho yo todo el camino conduciendo, pero me ponía tan nervioso a medida que íbamos acercándonos, que Loke acabó pidiéndome que me detuviera en el arcén que iba a coger él el coche.


Cuando llegamos, Wendy salió a saludarnos y nos comentó que el médico estaba con mi madre, pero estaba grave, no creían que fuera a superarlo. Era algo que yo ya me temía desde que Silver entró en su vida, algo que ya temía desde que la abandonó, algo que temía desde que le diagnosticaron su enfermedad y sobre todo… algo que temía desde que esta mañana soñara con ella.


Esa tarde estuve con ella y sólo salí del cuarto para cenar. Cuando volví de la cena, Loke estaba hablando con ella y eso me extrañó, porque desde que había llegado, me había tratado como Mystogan, pero Loke no se había cortado, le había dicho que él era el novio de Jellal, tal cual.


Me preocupé al principio y aunque quise decirle de todo a Loke, entré despacio cuando vi a mi madre sonreír y preguntarle cosas de mí. Loke miró hacia atrás para verme y me senté a su lado viendo a mi madre, que esta vez y por primera vez en mucho tiempo… me llamó por mi nombre de verdad mientras se disculpaba por no haberse dado cuenta todo este tiempo, pero era algo normal, su enfermedad era así, ella no tenía la culpa.


Loke le contó con una sonrisa que trabajábamos juntos, que era un cabezón y un mandón y que me había pedido ir a vivir juntos, la mayoría de cosas que preguntó mi madre fueron sobre nosotros y Loke se lo pasó en grande contando anécdotas graciosas de las cosas que nos habían pasado viviendo juntos o en el trabajo, porque realmente… reconocía que tenía un carácter endemoniado y Loke aguantaba mucho, pero al escucharlo de su boca con aquella sonrisa, hasta a mí me dio gracia la forma en que contaba mi carácter y sé que yo no era fácil, menos para la convivencia.


Lo que me dejó claro Loke con todo aquello, era cuanto me quería, porque yo le amaba y sé que era difícil convivir, pero éramos el uno para el otro. Loke hasta llegó a contarle nuestro primer beso y me reí por aquello, porque ahora me reía de todo lo que habíamos vivido, aquel beso en el festival que le di sólo para que se aclarase si era gay o no y que yo pensé que había odiado cuando realmente, le había gustado. No podía dejar de sonreír y mi madre se reía también, porque Loke tenía una forma única y divertida de contar las cosas.


¡Cuánto había llovido desde aquel festival! Ahora me parecía que estaba tan lejano, recordaba a Loke quitarme los cascos de las orejas cuando entraba a trabajar, le recordaba gastándome bromas y sonriendo cuando se suponía que era heterosexual y lo veía ahora, ahora…. Viviendo juntos, era de locos. A veces la vida te sorprende cuando menos lo esperas, porque como decía Loke… la vida es dura, pero también es bella, sólo hay que vivirla.


El médico se quedó aquella noche con mi madre, pero para cuando todos despertamos, había fallecido con una sonrisa en la boca. A mí se me rompió algo dentro del pecho, tenía un agujero enorme en el corazón y no sabía cómo taparlo. Caminé aquella mañana y seguí caminando hasta un campo de arroz y me dejé caer al suelo. No quería llorar, yo no era de los que lloraba, todos lo sabían, pero cuando sentí los brazos de Loke abrazarse a mi cintura desde la espalda y agacharse conmigo, no pude evitar llorar.


~ Estoy contigo – me dijo Loke – llora lo que necesites Jellal, sabes que no lo diré, pero no lo dejes dentro, me da igual si quieres gritar o patalear, pero no te guardes este dolor dentro.


Creo que nunca había llorado tanto como en ese momento, porque no podía ver la vida sin mi madre, puede que nos viéramos poco porque vivía lejos, pero sabía que estaba siempre ahí para mí y ahora no estaba, sabía que si cogía ahora el teléfono y llamaba, no respondería, no podía hablar con ella y eso me dolía, me dolía saber que no estaba ya con nosotros.


El entierro fue horrible, le dije a Wendy que no viniera pero se empeñó en hacer acto de presencia. Yo aún aguanté las lágrimas en el entierro como pude, mi hermana no lo hizo, no dejó de llorar durante todo el entierro. La gente del pueblo vino a darnos el pésame, supongo que todo el pueblo quería a mi madre, porque prácticamente vino casi todo.


La última semana, estuvimos recogiendo cosas en cajas, porque Wendy se venía a vivir con nosotros. Por suerte para ella… la casa de Jackal y Ultear no estaba lejos de la nuestra, así que por lo menos… ya tenía un amigo, Romeo. Esperaba que él cuidase a mi hermanita cuando fueran juntos al colegio.


Tenía que ser duro para mi hermana cambiar de lugar, su madre ya no estaba, dejaría sus amigos de aquí, la casa donde nació y se crió, iba a ir a un lugar completamente nuevo, conmigo que al final nunca había vivido porque yo me fui a temprana edad a la ciudad y para colmo, debería acostumbrarse también a Loke, aunque no creo que le supusiera un gran problema, porque sonreía bastante con él, parecían llevarse muy bien los dos. Al final, volvimos a casa y Loke le preparó una de las habitaciones.


Puede que fuera mi hermana… pero casi, hasta la veía como a mi propia hija, al fin y al cabo, era una niña pequeña viviendo con nosotros, creo que hasta ella era la más sensata de los tres.


 


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