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Enamórame por Fullbuster

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Jellal Fernándes POV

 

 

 

Habían pasado cinco años desde la muerte de mi madre y aún sentía un vacío en mi corazón, pero también sentía como se llenaba ese hueco poco a poco con Loke, porque aunque nunca terminara de cerrarse esa herida, tenía a Loke, tenía una vida y mi madre siempre estaría en el recuerdo de todos, mi vida no se paraba por la pérdida y ahora estaba mucho mejor.

 

Todo había vuelto a su cauce o incluso… diría que mejoraba. Lo único que me tocaba las narices era Loke y su insistencia de adoptar a un niño ¡Me enseñaba fotos de niños todas las noches! Eso me desconcentraba para el sexo, no podía estar pensando en niños cuando quería follar a lo salvaje con él ¡era incoherente! ¿No tenía bastante con Wendy? Porque desde que vino a instalarse en nuestra casa, ya no podía andar desnudo por la casa, ni podía pillar a Loke en cualquier lado para tener sexo y casi debía esperar a que se largase a casa de sus amigas para poder tener una noche loca con mi pareja ¿Enserio quería más niños? Yo quería sexo, disfrutar de la vida.

 

Vale… me gustaban los niños, pero como decía Natsu… me gustaban cuando estaban en el colegio y yo tenía libre para hacer guarrerías con mi pareja ¡toda la casa para nosotros! Ese era el mejor momento, cuando más me gustaban los niños y en parte… aunque pensara de esta forma, también aceptaba que daban mucha alegría y que me gustaría tener otro, pero no pensaba decírselo a Loke, tendría que rogarme, me gustaba saber que seguía teniendo yo el control.

 

Cuando me desperté hoy, ¡que ganas de sexo tenía! Pero es que entre unas cosas y otras llevaba una semana sin nada, a pan y agua, echaba de menos el sexo. Sé que hoy era la boda de mi hermano… pero si tardaba un poco tampoco pasaba nada ¿No? Él me entendería, tenía necesidades urgentes.

 

Miré hacia Loke que estaba dándome la espalda por el calor que tenía hoy ¡hacía calor las cosas como eran…! Pero a mí me daba igual el calor, iría al mismo infierno con tal de que Loke se girase a follarme. Me giré yo hacia él y pasé mi brazo por su cintura hasta llegar al pantalón para meterle mano a su miembro. Se despertó en cuanto me sintió y lo primero que me soltó fue un “Buenos días, quita la mano de ahí que hoy es la boda de tu hermano

 

~ Dios que aguafiestas eres – le dije cabreado y empezó a reírse.

 

~ ¿Tan necesitado vas? – me preguntó girándose.

 

~ ¿No se nota? – le pregunté – llevamos una semana sin nada, venga… uno rapidito – le intenté decir.

 

~ ¿Enserio llevamos una semana?

 

~ Seis días, eso es casi una semana – le dije

 

~ Hay que preparar las cosas para lo de la boda

 

~ ¿Qué cosas? – le pregunté – Wendy tiene el vestido en el armario y con quince años sabe vestirse solita. Venga Loke, uno rápido – le insistí.

 

~ No podemos, date prisa y arreglémonos, no podemos llegar tarde hoy y tú tienes que ir a recoger a tu hermano. Si te portas bien, esta noche te hago el amor todo lo que quieras.

 

~ ¿Va enserio?

 

~ Si, te lo prometo.

 

Me quedé con las ganas pero qué remedio, no podía coger la pistola y obligarle… aunque sí me dieron ganas de esposarle a la cama, meterme su miembro en la boca hasta que estuviera listo y violarle yo mismo, pero no… prefería que lo hiciéramos juntos así que nada, me tocaba aguantarme hasta la noche.

 

Me cambié y de verdad que me veía raro en smoking, yo siempre iba en vaqueros y una camiseta cuando no iba con el uniforme, el smoking me quedaba… según Loke perfecto, según yo… raro, no me veía en smoking, pero también me tocaba fastidiarme porque era la boda de mi hermano, así que nada, no iba a fastidiarle a él su día.

 

Loke me dijo que me llevase el deportivo ¡Iba a servir para algo! No me lo podía creer, después de tantos años, el deportivo me llamaba la atención, sólo por hoy claro. Creo que Gray pensó lo mismo cuando me vio aparecer con él y se subió. Me hizo gracia que no quisiera llegar más tarde que Natsu, porque yo tampoco soportaría ser como la novia y llegar tarde.

 

La boda fue perfecta, hubo lloriqueos por todos lados y hasta tuve que dejarle un pañuelo a Ultear que se sentó a mi lado y no paraba de llorar, quizá eran las hormonas de embarazada, no lo sé, porque cambiaba de humor muy rápido. Jackal me daba un poco de lástima estos días, porque lo tenía mareado con sus cambios de humor, aunque se les notaba muchísimo cuanto se querían.

 

En el banquete, pude ver a mi hermano Romeo bailando con mi hermanita Wendy ¡De verdad que me molestaba un poco! Pero no el hecho de que se gustasen o yo que sé, si no el hecho de que quería que Romeo se la llevase de casa ya para poder follar tranquilo con Loke, aunque creo que tendría que aguantarme unos cuantos años aún.

 

~ ¿Aún estás de morro? – me preguntó Loke mirándome

 

~ No estoy de morro, estoy falto de cariño – le dije suavizando lo que quería y él empezó a reírse.

 

~ ¿Te he tenido abandonado estos días?

 

~ Sí – le dije enfadándome - ¿Tanto costaba un poco de amor rapidito?

 

~ Creo que he visto por allí un jardín precioso – me indicó

 

~ ¿Y a qué estás esperando? – le dije

 

~ A que me dijeras que sí – me dijo sonriendo.

 

Loke se levantó incluso antes que yo y le seguí hacia las puertas de salida del salón mientras el resto de los invitados bailaban y se lo pasaban en grande en el salón. Yo también me lo pasaría en grande, pero desde luego no ahí dentro.

 

Seguí a Loke por el jardín y cruzamos prácticamente todo hasta llegar al centro de los matorrales, donde desaparecíamos de la vista de cualquier mirada indiscreta. Ni siquiera me dio tiempo a reaccionar, me cogió de la muñeca girándome hacia él y me besó mientras apretaba mi trasero con sus manos.

 

~ Mira que te he echado de menos – me dijo

 

~ Mentiroso, no querías esta mañana.

 

~ Porque no se podía – me dijo.

 

~ ¿Y ahora sí? – le pregunté sonriendo – Te recuerdo que seguimos en la boda de mi hermano.

 

~ Me parece fantástico por él, cosas peores hará con Natsu esta noche de lo que hacemos nosotros.

 

Me empezó a quitar la chaqueta y la dejó en uno de los bancos desanudando la corbata ¡y como molestaba la dichosa corbata! Le desabroché los botones de su camisa blanca sin dejar de besarle y es que lo necesitaba, llevaba demasiado tiempo sin él. Le quité la camisa dejando su torso al descubierto mientras mis manos iban de cabeza hacia el cinturón.

 

~ Ey… con calma fiera – me dijo Loke cachondeándose de mí – de verdad que estabas salido – me dijo

 

~ Deja de reírte y hagámoslo rapidito, tengo que dar un discurso en unos minutos – le aclaré y pareció darse cuenta de aquello.

 

~ Es verdad, el discurso – me dijo – entonces me daré prisa – me sonrió quitándome él a mí el cinturón y bajando mis pantalones.

 

Loke metió sus dedos en mi boca para que los lamiera y me besó de forma posesiva mientras metía uno a uno sus dedos en mi interior preparándome. Gemí porque lo deseaba desde hacía tanto tiempo, aunque se detuvo un segundo cuando escuchó algo, supuse que algún camarero que andaría por ahí.

 

~ Fóllame de una vez y deja al camarero.

 

~ De verdad que estás fatal – me dijo riéndose.

 

~ Lo sé, entra de una vez, te necesito.

 

Se bajó los pantalones y aunque seguía escuchando aquel ruido, me daba igual, ya se largaría, yo quería a Loke dentro y lo quería ahora, pero no ahora solo… lo quería “ya”, no aguantaba un segundo más sin él.

 

Loke entró en mí de forma bruta y gemí agarrándome a sus hombros mientras se movía con violencia y rapidez haciendo jadear y gemir cada vez más alto. Ni siquiera le había quitado la corbata a él, pero me pareció estupendo que la llevase aún puesta, porque la cogí y le empujé de ella hacia mí para besarle ahogando mis sonidos en su boca igual que él ahogaba los suyos en la mía.

 

~ Adoptemos – me dijo de golpe desconcentrándome

 

~ ¿Qué?

 

~ Quiero un niño contigo, vamos… adoptemos.

 

~ ¿Por qué siempre me preguntas las cosas importantes cuando estamos “ocupados”? – le pregunté cabreado

 

~ Porque es cuando bajas tu gran coraza de hielo – me dijo – venga… adoptemos, sé que lo deseas tanto como yo.

 

Al final, acabé empotrado contra un árbol. Cómo le contase a Gray que había sido follado brutalmente contra un árbol el día de su boda… me mataba, pero de verdad que lo necesitaba, él no sabía lo que era tener niños por casa. No paré de gritar hasta que me corrí y es que mi miembro rozando constantemente contra el fuerte abdomen de Loke me volvía loco. Él también se corrió justo cuando escuchaba que nos llamaban… bueno que me llamaban a mí para el brindis.

 

~ ¡Mierda! – le dije a Loke mientras éste me bajaba riéndose y yo me subía los pantalones colocándome la camiseta corriendo por el jardín hacia el salón.

 

Cuando entré por el salón, todos me miraron y es que llevaba el pelo revuelto, la camisa a medio abrochar y sin corbata ¡Vamos que se veía a la legua lo que había estado haciendo! Todo el salón estalló en una carcajada, incluido mi hermano y me subí al estrado. Menos mal que el pantalón estaba en su sitio.

 

~ ¿Sabes que se te ha olvidado la corbata, no? – me preguntó Natsu sonriendo.

 

~ Me he dado cuenta – le susurré mientras cogía una de las copas de champán para el brindis.

 

Pronuncié las palabras y brindé junto al resto de los invitados. Bebí un sorbo y comprobé que Loke había entrado por una de las puertas laterales y brindaba también aunque me indicaba con la cabeza que bajase, porque nuestra fiesta sólo empezaba. Bajé con rapidez dejando la copa en una de las mesas y seguí a Loke ¡Sexo!

 

Besé a Loke cuando salimos de nuevo al jardín y lo empotré contra un árbol cercano, de verdad que quería la segunda ronda, estaba muy falto de cariño, como él solía decir.

 

~ No has contestado a mi pregunta – me dijo sonriendo.

 

~ Sí te he contestado – le dije - ¿Por qué crees que estoy aprovechando a follarte ahora? – le pregunté – quiero follarte todo lo que pueda antes de que adoptemos.

 

~ ¿Eso es un sí?

 

~ Claro que es un sí, pero los fines de semana le toca a casa del abuelo – le dije

 

~ ¿Vas a dejarle al niño a mi padre el fin de semana? ¿Qué quieres hacer tú el fin de semana sin niños?

 

 

 

~ No sé, ¿tú qué crees? cállate y fóllame – le ordené.

 

 


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