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Enamórame por Fullbuster

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Erza Scarlet POV

 

Desde luego… puede que Natsu conociera a ese chico, pero él no reconocía a nadie. El padre de Lucy entró corriendo y le revisó entero, pero las novedades que nos dio a los demás no fueron las que esperábamos.

Jude nos sacó al pasillo cerrando la puerta tras de sí dejando a Gray allí dentro en la cama. Podíamos verle por el cristal y veía en sus ojos la confusión ¡estaba perdido y desorientado! En parte, me daba un poco de lástima verle así, sin siquiera saber cómo te llamabas. Pero el peor de todos nosotros… fue sin duda alguna Natsu, estaba completamente en shock, eso de que no le hubiera reconocido le dolió y le había dolido mucho. Había estado dos semanas extrañísimo, casi no hablaba, hacía su trabajo y se iba a buscar al chico… y cuando lo encontraba… esto es lo que ocurría.

~ No tiene daños cerebrales, ni daños en la garganta – nos dijo de golpe el padre de Lucy – supongo que el cerebro ha borrado la información como un mecanismo de defensa – nos comunicó - y en cuanto a su voz... no sé que deciros, debería poder hablar, no sé porque no lo hace.

~ ¿Pero va a recuperarse? – preguntó Natsu preocupado.

~ No lo sé, depende de él. Al no tener daños, en principio debería poder recordar, supongo que habrá que tener paciencia, quizá empiece a acordarse de cosas a medida que pase el tiempo y vaya recuperándose del trauma del accidente. Pero no podemos estar seguros. Debería quedarse con alguien cuando le den el alta dentro de unos días, porque tal y como está, dudo que sepa hacer algo por si mismo ¡ni siquiera se acuerda de cómo hablar!

~ ¿Es saludable que le intentemos hacer recordar? – le pregunté yo por dudas – ¿qué le contemos cosas sobre su vida anterior?

~ Mejor que lo intente recordar él mismo, si empezáis a llenarle de información puede que se agobie y será aún peor, limitaros a ayudarle y comentadle lo justo, pero no le presionéis intentando recuperar al chico que era antes, quizá hasta sus gustos hayan cambiado. Ahora mismo… no es el chico que era antes, es como un niño pequeño descubriendo el mundo otra vez.

Natsu caminaba por el pasillo a pasos rápidos y sé que se moría de ganas por abrazarle, pero no podía, ahora tenía que darle espacio y esperar a que Gray por sí mismo, empezase a recordar su vida y su pasado.

~ Yo os dejo ya – les indiqué – mañana me toca trabajar

Me acerqué hasta Lucy para despedirme y le di dos besos junto a un abrazo, intentando reconfortarla ¡Porque estaba preocupada por el chico! Y era algo normal, era ella quien le había atropellado y eso la tenía al borde de los nervios, no sólo el susto que se había pegado, sino ahora, tener a un chico amnésico.

Natsu decidió quedarse un rato y le dejamos entrar solo. ¡no sé de que habló con Gray! Pero dudaba de que le hubiera dicho cosas de su vida, por como sacaba la cartera y le enseñaba su identificación, creo que le estaba intentando decirle al chico como se llamaba realmente, intentando que por lo menos, supiera cómo nos íbamos a referir a él. Cuando yo ya salía por el pasillo, me crucé a Loke que entraba y le toqué el hombro.

~ ¿Sigue el chico sin novedad? – me preguntó.

~ Hay novedades, pero no muy buenas. La buena noticia es que está despierto y no parece tener ningún problema serio tras el golpe en la cabeza – le dije.

~ ¿Y la mala? – me preguntó.

~ Que no recuerda nada y no puede hablar.

~ Qué bien – me dijo sonriendo – pues yo no sé nada de él para poder ayudarle a recordar.

~ Tú padre ha dicho que no le agobiemos, que le dejemos a él ir recordando poco a poco. Habrá que enseñarle todo otra vez desde cero. Por lo menos cuando le hemos hablado en inglés, parecía entendernos, aunque se difícil de saber si no puede contestarnos.

~ De acuerdo.

~ En realidad – le comenté – quizá tú y tu hermana seáis los que más podéis ayudarle, porque no le conocíais, así que no esperáis nada de él. Quizá deberíais pensar en ayudarle vosotros en lugar de Natsu. Natsu es capaz de hacerle sus comidas favoritas o cualquier cosa de esas y estará recordándole una y otra vez lo que le gustaba o no le gustaba, estará agobiándole con que sea el que era antes y ahora mismo… necesita recordarlo por sí mismo sin presiones y vosotros no le conocíais, así que… estará más tranquilo.

~ Sí, es una buena opción – me comentó Loke – se lo diré a Natsu ahora por si acepta, puede llevárselo Lucy a su casa – me sonrió y siguió caminando hacia la habitación del chico.

Salí al parking y cogí mi moto ¡porque tener coche… no era lo mío! A mí me gustaba esto, la movilidad que daba la moto, la velocidad y total… no tenía pareja, ni niños, ni nada a lo que tuviera que llevar, así que para mí sola, era perfecto. Me puse el casco y conduje hasta mi casa para dormir.

Entré por casa y dejé el casco con las llaves encima del primer mueble para cerrar la puerta tras de mí. Miré por la ventana del fondo del salón para ver el edificio de enfrente en la distancia y cogí una linterna que tenía al lado. No encendí las luces, en su lugar encendí la linterna y apunté a la ventana un piso superior al mío del edificio de enfrente. Otra luz de linterna entre la oscuridad apareció en dirección opuesta y sonreí ¡Jellal estaba por casa!

Le conocía desde pequeño porque vivía en la casa de al lado de mis padres ¡y nos llevábamos fatal! Nos peleábamos en el colegio, nos insultábamos y ahora míranos… encima habíamos comprado los pisos uno enfrente del otro y desde luego, todas las noches le iluminaba con la linterna por molestarle un rato, claro que si el contestaba, intuía que estaba en su casa, pero algunas veces… tenía las cortinas echadas ¡Desde luego tenía que tener algo de vida social! No como yo.

Encendí la luz dejando la linterna y justo en la casa de Jellal se encendió también la luz dejándome verle caminar con un pantalón corto por el salón en dirección a la cocina para coger un cartón de leche ¡Este tío estaba como una cabra! Y desde luego dormía poco. Me lanzó un saludo desde su ventana y elevó el bote de la leche como si me la ofreciera mientras sonreía ¡Qué imbécil era! Me empecé a reír y después… corrió las cortinas para volverse a ir a dormir.

Caminé por la casa hasta mi habitación para ponerme el pijama y luego salí cogiendo lo primero que encontré en la nevera para comer algo ¡Estaba muerta de hambre! Yo creo que también tenía mucho sueño, porque no recordaba haberme quedado dormida en el sofá. Me desperté como un rayo en cuanto sonó la alarma del despertador. ¡Las seis de la mañana! Miré enfrente y aunque iluminé con la linterna hacia la casa de Jellal, creo que ya se había ido, porque no contestó. ¡No sé dónde diablos iba todos los días tan temprano! Pero llevaba así ya dos años.

Lo que más me extraña es que siendo vecinos, antes siempre venía a mi casa con un par de cervezas y alguna excusa para contarme lo que le preocupaba, pero ya hacía demasiado tiempo que no se pasaba. Estos últimos años se había comportado extraño, se iba a practicar deportes de riesgo, volvía tarde a casa, se iba temprano… no sé, era como si no quisiera estar mucho tiempo sin hacer nada. ¡Era obvio que le pasaba algo! Pero mientras no afectase al rendimiento de equipo en el trabajo… todo estaba bien.

Me vestí y cogí el casco con las llaves de la moto saliendo hacia el trabajo. Cuando llegué, el sargento estaba en su oficina con papeleo, de Jellal no se sabía nada, Gajeel entraba en ese momento por el vestuario sin verme y Natsu entraba tras de mí por la puerta principal.

~ ¿Qué tal está Gray? – le pregunté.

~ Ya sabes – me dijo – no recuerda nada, pero al menos está vivo y sé donde está, eso ya me quita un gran peso de encima. Sus médicos dicen que nos lo tomemos con paciencia, que en principio su cerebro está perfecto, así que no tienen ni idea de por qué no recuerda nada – me comentó.

~ Bueno Natsu… con paciencia, seguro que acaba recordando las cosas.

~ Espero, porque no sé si soy capaz de enamorarle de nuevo – me dijo sonriendo – es más… ¿Crees que recordará que le gustaban los chicos? – me preguntó.

~ Pues… no lo sé. Supongo que eso no tiene que pensarlo, es algo que se siente, te enamoras de la persona, no de su sexo ¿no? – di como explicación, aunque ni yo misma estaba seguro de ello. – oye… ¿has visto a Jellal?

~ No, aún no ha venido – me dijo – voy a cambiarme.

Era raro que Jellal no estuviera aquí ya, generalmente era el primero en llegar y no sería porque no había salido pronto de su casa. ¡Ya casi parecía una vecina cotilla! Pero es que me preocupaba un poco, era lo que tenía ser vecinos de toda la vida.

Estaba ya terminando de cambiarme en mi vestuario cuando sonó la alarma. Escuché a mis compañeros lanzarse a la carrera por la base y supuse que el resto de equipos estaban ocupados, así que nos tocaba entrar en acción. Salí y Laxus me indicó que fuera con él en el coche, así que subí cargando el equipo en el todoterreno negro.

Laxus, Gajeel y yo íbamos en un coche mientras Rogue llevaba el camión de seguimiento y Natsu, Loke y Jellal iban en el otro todoterreno. Gajeel fue quien condujo y cuando llegamos, nuestro Sargento desapareció entrando por el camión preparándose para la negociación mientras los demás, preparábamos el equipo. Monté el rifle y lo cargué siguiendo directamente a Loke.

Uno de los agentes se acercó a nosotros para explicarnos la situación, diez rehenes y tres hombres armados dentro del banco. Todos esperamos órdenes de nuestro sargento.

~ Vale – empezó Laxus – Rogue, al camión, busca todos los datos que tengas y conéctame a las cámaras del interior.

~ Sí señor – dijo corriendo al interior del camión para ponerse con su trabajo.

~ Loke te vas de jefe de asalto, Gajeel, Erza y Natsu se van contigo, avanzad a mi señal, hay muchas cámaras, así que manteneos lejos de ellas, que no os vean, yo intentaré negociar con ellos para que salgan sin tener heridos. Jellal – le dijo ahora a mi compañero – francotirador. Dispara a mi señal.

~ Si señor – le dijo.

Vi a Jellal desaparecer corriendo cargando una gran bolsa con todo el equipo y se fue hacia el edificio de enfrente del banco dirección a la azotea. El equipo de asalto en el que yo estaba nos fuimos a la pared este donde no había cámaras y esperamos la señal. Por los auriculares podíamos escuchar como Laxus llamaba al interior del banco para negociar con aquellos individuos. Rogue le pasaba la información que encontraba sobre ellos mientras Laxus intentaba convencerles de salir y no complicar más la situación. ¡No parecía funcionar! Y a mí quien me preocupaba era Jellal, que ya debería estar en la azotea preparando el arma.

Escuchamos a Laxus tras ver que no lograría nada, pedirle a Rogue que apagase las cámaras de seguridad, a lo que Rogue le indicó que no podía hacer eso porque se darían cuenta en el interior si las estaban controlando, pero que podía congelarlas en un mismo punto, ir congelando una a una a medida que avanzábamos y volverlas a colocar en su estado normal cuando las pasáramos, así no se darían cuenta.

~ Hazlo entonces – le dijo Laxus a Rogue. Ahora escuchábamos a Rogue.

~ Equipo de asalto… prepararos… congelando la cámara número uno ¡ya! – nos indicó por el auricular.

Loke que iba primero salió corriendo abriendo la puerta trasera y entrando en un largo pasillo. Rogue nos indicó que nos detuviéramos al fondo del pasillo, donde estaría la segunda cámara. Volvió a conectar la primera una vez habíamos pasado todos y nos avisó para desconectar la segunda y seguir avanzando.

Ya casi estábamos en el interior, escuchábamos a los rehenes sollozar en una de las esquinas y cómo los delincuentes hablaban por teléfono con nuestro superior intentando negociar… claro que todo lo que estaban pidiendo, Laxus no se lo daría. Loke me dio la señal y les adelanté lo más agachada que pude metiéndome tras los mostradores del banco. La siguiente señal se la dio a Natsu, que pasó hacia una de las columnas del lado contrario al que estaba yo intentando todos buscar un buen punto para disparar sin herir a los rehenes.

Escuchamos a Laxus entonces preguntarnos si estábamos todos en posición y le dijimos que sí. Le preguntó también a Jellal si tenía disparo claro y comentó que de al menos dos, pero el que estaba más cerca de mí no lo tenía a tiro. No me preocupaba mucho, podía derribarle y no necesitaría que Jellal le disparase, podía centrarse en los otros dos.

Loke y el sargento se mantenían en contacto y nosotros esperábamos ordenes en nuestros puestos listos para actuar. Cuando la dieron, Yo salí de uno de los laterales de la taquilla y disparé contra el que estaba más cerca hiriéndole en la pierna y consiguiendo inmovilizarle antes de que pudiera hacer algo, Natsu también había disparado hacia uno de los hombres que ahora caía mientras Gajeel y Loke se ocupaban del tercero ¡Creo que el cuarto integrante no lo vimos hasta que salió de dentro de la caja fuerte apuntando a una mujer en la cabeza! Nos quedamos todos en nuestras posiciones cubriéndonos y levantando los rifles hacia él.

Nos gritaba que nos fuéramos o dispararía a la mujer. Laxus después de un insulto porque los otros agentes no le habían avisado del cuarto miembro, le preguntó a Jellal si tenía “solución”, palabra que empleábamos para hacer referencia al disparo de muerte.

~ Sin solución – nos dijo - Erza… ¿puedes moverlo dos pasos atrás? – me pidió Jellal – está justo tras una columna.

Me moví un par de pasos hacia adelante haciendo que el otro individuo retrocediese los dos pasos hacia atrás antes de volver a amenazarme con que me quedase donde estaba y no me moviera.

~ Tengo solución – nos dijo Jellal por el auricular.

Yo lo único en lo que podía pensar, es que ese tipo estaba muy nervioso y en cualquier momento, o le pegaba un tiro al rehén o levantaba el arma contra nosotros y desde luego, teniendo a la rehén cubriéndole, no podíamos dispararle por miedo a herir al inocente. ¡Todo dependía de Jellal! Del disparo de él, porque aunque Laxus había entrado ahora e intentaba negociar con él, éste no atendía a razones. En el momento en que movió el arma hacia nosotros con clara intención de dispararnos, escuché la señal de Laxus.

~ “scorpio” – fue lo que escuchamos todos, ¡la señal para Jellal cuando ya no había más remedio!

Un ruido sordo se escuchó en la sala haciendo a los rehenes gritar mientras nosotros veíamos como el criminal caía al suelo en un charco de sangre. Miré enfrente, no podía ver a Jellal pero sabía que estaba en aquella azotea desde la que había disparado.

Jellal nos preguntó por el rehén y le contesté que era un buen disparo, la rehén estaba intacta, asustada por el disparo que le había pasado tan cerca, pero dio justo en el blanco. Cuando salimos de allí y el resto de agentes se ocupaban de la situación, Jellal bajaba con mala cara acompañado por un par de agentes de otra unidad que ahora llevaban su rifle hacia otros agentes, era el rifle utilizado para el asesinato. ¡Estaba bajo investigación según el procedimiento!

Siempre que disparaba tenía que mantenerse en silencio, no hablar con nadie, entregar su arma y acompañar a los agentes de situaciones especiales que se ocupaban de evaluar el caso para estar seguros de que era la única solución posible y él había seguido el protocolo de actuación.

Jellal me miró a mí primero y luego miró a Laxus, pero no habló con nadie. Laxus le miró y le tocó el hombro confirmándole que estábamos con él todos. Uno de los altos cargos de la policía de situaciones especiales ¡Que no tenía nada que ver con nosotros! Le indicó a Laxus que no podía hablar con él, pero éste se cabreó.

~ Mira… son mis hombres los que se juegan la vida ahí dentro y sólo quiero decirle que ha hecho un buen trabajo, así que tápate los oídos cinco segundos mientras le preguntó que tal está – le dijo nuestro Sargento y éste se retiró un poco dándole paso a Jellal pero quedándose para confirmar que era precisamente eso lo que le iba a decir. – ¿Estás bien? – le preguntó Laxus a Jellal y éste movió la cabeza de forma afirmativa para no romper el protocolo de mantener silencio - Ha sido un buen disparo ¿Vale? Has salvado a esa mujer. Recuerda que todos estamos contigo, te esperaremos en el bar cuando acabes.

Jellal asintió sin pronunciar palabra y se subió en la parte trasera de uno de los vehículos oficiales que le llevarían a la base para el interrogatorio ¡Él ya estaba habituado a esto!

 

 


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