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Enamórame por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Bueno como me tengo que ir de viaje y voy a quedarme sin internet un tiempo... pues voy a subir dos o tres capítulos seguidos hoy para compensar los que no podré subir jeje, así que subiré éste y seguramente el siguiente.

Lyon Bastia POV


 


Desde luego el maldito de Natsu ahora echaba el trato atrás y estaba seguro… de que alguno de sus compañeros le había dado la dichosa idea ¡lo tenía todo planeado! Y ahora me lo estropeaban. Todo mi brillante plan a la basura por uno de sus compañeros que me había traído a dos policías a investigar un asunto de malos tratos hacia mi hermano pequeño.


Llamé a mi investigador privado y le pedí que investigase a todo ese grupo, quería saber todo de ellos porque iba a encontrar al desgraciado que le había dado la salida a Natsu de mi trato. Ahora no tenía a Gray y no tenía a Natsu y desde luego… el que había dado la idea me las iba a pagar.


Nada más colgar, recibí una llamada y me sorprendió escuchar la voz del director del centro hospitalario de la familia Heartfilia. Al parecer quería comunicarme tras saber el nombre del paciente y revisar su ficha, que mi hermano había sido tratado en su centro. ¡Eso no me sorprendió! Lo que sí me sorprendió, es escuchar como me pedía, casi me suplicaba, que mantuviera a mi hermanito vigilado y alejado de su hijo primogénito ¡Esto empezaba a gustarme! Si aquel chico… ese tal Loke que conocí en el festival… no iba a hacerse cargo de Gray… ¿Quién lo haría? Porque Natsu en este momento, con el diagnóstico que le habían dado de no forzarle la memoria… no podía acogerlo en su casa ¡demasiados recuerdos para Gray!


Sinceramente… en este momento me daba exactamente igual como es que Jude se había enterado de lo de su hijo y mi hermano, pero me venía perfecto. Volví a contactar con mi investigador en cuanto acabó de hablar y le informé, de que buscase a Silver y se pusiera en contacto con él urgentemente. Entre los dos, acabaríamos con Gray de una vez por todas.


Silver era el mejor para mí en Estados Unidos… él había sido mi maestro, no mi maestro de escuela, mi maestro de fechorías. Al parecer él ya había amargado todo lo que pudo a su hijo y tuvo que huir del país para refugiarse en Estados Unidos una temporada. Allí es donde tuvo a Gray con otra mujer, pero al morir ella, no quiso saber nada del crío y desde luego… yo que le admiraba, continué su trabajo, porque Gray iba a sufrir mucho, en algún momento, sería capaz de superar las fechorías de Silver. ¡El alumno superaría al maestro! Aunque él aún seguía siendo peor que yo.


~ ¿Cómo has estado Silver? – le pregunté.


~ Bien, aunque en Estados Unidos empezaba a aburrirme. La verdad es que era hora de volver – dijo sonriendo.


~ ¿has visto a tú hijo?


~ Levemente… de pasada ¿de cual de todos hablamos? – me preguntó sonriendo y es que era mi héroe


La verdad es que había tenido si mal no recuerdo de sus viejas historias, dos hijos en Japón con una mujer a la que luego abandonó en cuanto los críos cumplieron los diez años y luego tuvo a Gray en Estados Unidos, al que abandonó en un contenedor cerca de un orfanato ¡El problema es que se olvidó entre sus mantas una fotografía con los apellidos de los padres! Pero eso… también jugaba a su favor, sería más fácil para él encontrarle si tenía el mismo apellido.


~ ¿Tenías tres? – le pregunté por dudas.


~ Cuatro – me dijo sonriendo – hace unos años violé a una chica y tuvo un crío, le dejé en un orfanato cuando murió su madre tras la paliza que le di tras tenerlo, no podía dejar testigos… – se reía y me reí con él ¡Desde luego me faltaba mucho para superarle! Pero lo haría.


~ ¿Se alegró tu hijo de verte? Él de aquí me refiero


~ Claro que no – me dijo sonriendo – pero está muy guapo, me voy a divertir mucho con él. ¿Dónde está el bastardo del contenedor? – me preguntó.


~ Supongo que en casa de alguno de sus amiguitos… me han quitado la custodia de Gray un tiempo… así que no puedo hacerle mucho daño ahora mismo.


~ ¿Cómo que no? Ahora estoy aquí – sonrió – te enseñaré como ocuparte de Gray mientras yo me ocupo del otro bastardo – me dijo sonriendo - ¿quién te molesta en la vida de Gray?


~ Natsu –le dije muy sincero – siempre está en medio


~ Pues pégale un tiro – me dijo – si lo quitas de en medio se acabó.


~ Necesito el favor de su madre – le dije – así que no puedo quitarlo sin más.


~ No he dicho que tengas que matarle – me sonrió – sólo dejarle un tiempo fuera de circulación. Tú lo tienes fácil, yo tengo que darme prisa para martirizar a mi hijo antes de que el clan Yakuza se lo cargue – se reía


~ ¿Van tras él?


~ Sí, una tal Daphne, algo me contaron de que mató a su hermano o no se qué, contactaron conmigo por si quería ayudarles ya que yo estuve presente en aquel caso.


~ ¿Qué crees que debería hacer para recuperar a Gray? – le pregunté.


~ Eso es muy fácil… deja que las cosas entre ellos se estabilicen, sal de esta investigación que seguro que te ha montado mi hijo – me dijo sonriendo – y luego dales donde más les duela, sin investigación encima de ti, Gray volverá a ti sin remedio y sólo tienes que ocuparte de Natsu mientras te ganas el favor de su madre, es muy simple.


~ Tu hijo no sabe la que le espera – le dije riéndome.


~ ¿Jellal? – me preguntó – sí lo sabe, pero no puede hacer nada, está demasiado sólo y tiene un gran defecto… se siente culpable por lo de su hermano… en cuanto se entere que Gray es medio hermano suyo, hará cualquier cosa para evitar que le haga daño, hasta entregarse a mí como un corderito, tal y como hizo durante años para evitar que tocase a su hermano. ¡Es hora de divertirse!


Desde luego Silver era único para torturar y hacer daño a la gente, incluso a su propio hijo. Hasta estuvo allí presente cuando mataron a su primogénito. Él estuvo durante mucho tiempo sirviendo al clan Yakuza en algunos negocios, asesinaba gente por dinero, quizá por todo eso… su hijo Jellal decidió hacerse policía. ¡Y era bueno! Porque me había fastidiado bien con la maldita investigación, pero ahora que su padre estaba aquí, estaría perdido.


Cómo él decía, primero la calma y luego, cuando se relajen y bajen las defensas, el golpe de gracia. La verdad es que Jellal no se imaginaba lo que le iba a caer encima, porque si yo era perverso con Gray, Silver que era mi maestro… era el genio entre los genios, él era mi máxima meta a superar, era sádico y sin sentimiento alguno y eso… era lo mejor de todo. ¡Si a ese crío no le mataba el clan Yakuza por lo del hermano de Daphne… Silver acabaría con él!


~ ¿Entonces… Jellal y Gray son hermanos? – Le pregunté y él sonrió.


~ Hermanastros – me dijo – soy el padre de los dos, pero son de diferente madre.


~ ¿Y lo saben ellos?


~ No creo que Gray se haya enterado aún, pero Jellal debe de saberlo


~ ¿Cómo estás tan seguro? – le pregunté.


~ Porque intentó protegerle diciéndome que seguía en Estados Unidos y porque me llamó para informarse, estoy seguro de que ya se ha dado cuenta de que es su hermano.


~ Eso me lo complica a mí – le dije – Jellal no dejará que me acerque a Gray, es su hermano real, no como yo.


~ Ya te he dicho… que de Jellal me ocuparé yo. Cuando a un francotirador le bajas de tu tejado… se queda en nada y ya te he dicho… que su defecto es estar demasiado solo. Su hermano pudo salvarle una vez… pero ya no está aquí para ayudarle – empezó a reírse ahora Silver.


Me gustaban las ideas de Silver… dos hermanos, dos condenados a sufrir y ninguno se había dado cuenta de lo que les esperaba. Quizá Jellal pudiera intentar proteger a su hermano pequeño, pero Gray… no sabía nada. Mi gran duda era… ¿Jellal se lo contaría a Gray? Yo creo que no, conociendo a Silver y todas sus fechorías… intentaría alejarle lo más posible de él, eso sería lo que yo hubiera hecho si realmente me importara, aunque claro… para mí era mucho mejor, porque si Silver se ocupaba de Jellal y lo quitaba de mi camino, Gray sería todo para mí.


En realidad… ahora que lo pensaba… ese chaval ¡Jellal! Me daba lástima, porque con Silver, el infierno podía parecer un auténtico paraíso. Silver no se limitaría a hacer lo que yo le hacía a Gray, a intentar acostarse con él o humillarle un poco, ¡no! Silver iba mucho más allá, él lo humillaría hasta que pidiera que le mataran, le destrozaría psicológicamente y físicamente, le golpearía tanto que ese chaval no sabría si estaba vivo o muerto, lo violaría tantas veces que perdería hasta la conciencia. Silver era mucho más que yo. Pero a mí me venía genial, porque mientras destrozaba a Jellal, yo tenía a Gray solo para mí, aunque imaginaba, que cuando acabase con su hijo mayor, se pasaría a vernos a Gray y a mí.


No pude evitar sonreír… porque el infierno, acababa de llegar.


 


 


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