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Sin Esperarlo, Te Encontré por Kayonara

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Notas del fanfic:

Hola. (?)

Desde de antemano agradezco a cualquiera que le de una oportunidad a este fanfic y lea lo que será una serie de capitulos con personajes de la saga de The Mortal Instruments. También agradezco mucho a mi Parabatai que me revisa el fic volviéndose mi BR: Roci. ^3^ ¡Y espero que les guste!

Todos los personajes involucrados son de la saga The Mortal Instruments y pertenecen Cassandra Clare.

 

Notas del capitulo:

Hola. (?)

Desde de antemano agradezco a cualquiera que le de una oportunidad a este primer capitulo de una serie de capitulos con personajes de la saga de The Mortal Instruments. También agradezco a mi Parabatai que me revisó el capitulo volviéndose mi BR: Roci. ^3^ ¡Y espero que les guste! No tengo mucho más que decir al menos sobre el capitulo.

Normalmente Isabelle no solía correr por los pasillos ni por ningún lugar. La morena siempre se movía con un paso firme y elegante; hecho que a Clary le daba cierta clase de envidia. En ese día, contrario a los demás, la coleta alta, que siempre llevaba en el colegio, se movía de un lado al otro como un reloj de péndulo. Solo en eso se parecía a uno de esos relojes ya que la melena iba de un lado al otro bastante rápido mientras la chica corría con un panfleto y solo se detuvo una vez que vio a su grupo de amigos. ¿Detenerse? La verdad es que no, básicamente chocó con la espalda de Simon.

- ¡Mirad! – efusivamente empezó una vez que recuperó la compostura y Simon se separó de las taquillas de lata que adornaban las paredes del pasillo. Por el encontronazo inesperado terminó de nariz pegada a una de las tantas puertas que tenían el tamaño de una ventana rectangular. – ¡Un acampamento! – prosiguió después de echar una sonrisa pidiendo disculpa a su amigo con la misma viendo como este acomodaba las gafas de pasta negra.

- ¿Me haces besar una taquilla por un acampamento? – soltó incrédulo girándose por sus talones para ver la recién llegada. Claramente no estaba de lo más satisfecho, le dolía la nariz que había golpeado del todo la taquilla.

- No es un acampamento, es “El Acampamento”. – enfatizó la última palabra alargando cada silaba para hacer sobresalir más mientras le echaba una mirada desaprobatoria por su reacción. Aunque esa reacción era normal y la chica se la merecía, pero no lo hizo adrede. ¡Que le diera un descuento!

- ¿El Acampamento? – cuestionó Clary posando la mirada en el panfleto que Isabelle sujetaba con ambas manos y les enseñaba.

La pelirroja del grupo pudo apreciar la mezcla de colores vivos y veraniegos que hacían los gráficos del mismo. Aunque el fondo era blanco y las letras de un negro para sobresalir y poder leerse sin esforzar la vista. Quién lo había hecho tenía un aprobado de la mente de artista de la joven. Clary dejó su mundo de colores, tonos y técnicas regresando así a la charla que producía en sus narices. Simon acababa de leer en voz alta la descripción de lo que sería ese acampamento mientras Jace con su típica sonrisa abrazaba a Clary por la cintura sin haberse movido detrás de la misma y Alec en silencio expresando esa tranquilidad fría tan típica del ojiazul.

- Un acampamento de música planeado por el instituto. – comentó considerando una buena idea para embarcar en verano cuando acabó de leer la descripción de dicho acontecimiento.

- De música para bandas. – añadió Isabelle con una amplia sonrisa esperanzada que con eso Jace reaccionara con más entusiasmo de lo enseñado hasta el momento. Y justo eso pasó, el rubio incorporó el rostro del hombro de su novia donde tenía la barbilla descansando. – ¿Cuándo tenemos que inscribirnos? – preguntó Jace sin rodeos y mucho menos sin esperar que los demás aceptasen. Ya había decido que irían como banda que eran. Bastaba con ver las demás expresiones que ni siquiera tendría que ir a voto si iban o no.

- Nos falta un baterista. – el único que no había hablado desde que Isabelle había llegado, cortó todo el entusiasmo de los demás integrantes al recordarles que hace como un par de semanas, el baterista los había trocado por una banda un poco más conocida de la suya. Una buena jugada traicionera de ese tipo. Y hecho que los llevó a cancelar todos los conciertos en bares y eventos por la ausencia del mismo. Habían llegado a la conclusión que hallar un baterista que a todos les agradara o al menos a uno de ellos era todo un milagro. Al fin al cabo, Jonathan había fundado la banda con ellos; era complicado elegir otro para ocupar su lugar tanto en la banda como en sus vidas por así decir.

Las sonrisas de todos se esfumaron y hasta la propia Isabelle que estaba sacando el papel de inscripción casi lo deja caer. Había predicho que a todos les iba a encantar la idea y por eso fue un paso más allá y pidió una inscripción común en la secretaria del colegio antes de encontrarse con el resto. No obstante, Alec: el hermano aguafiestas, tenía que tirarles un buen cubo de agua fría. Asimismo, tenía razón. ¡Necesitaban un baterista! O sea, si les faltaba un guitarrista no pasaba nada porque había dos guitarristas y los propios cantantes también sabían tocar ese instrumento. Y si fuese el teclado la misma Isabelle era entendida de ese instrumento al contrario de la batería. ¡Nadie en su grupo, más allá de Jonathan, sabía tocar la batería! Y no es un instrumento que puedas prescindir en una banda de rock como la suya. O sea, la base del rock es el ritmo fuerte y los compases que la propia batería infunde y marca. ¿Estarían jodidos?

- ¡Oye! – saltó repentinamente la menuda pelirroja separándose sin querer de su novio. Cosa que no le agradó al mismo que hizo una mueca de desagrado. – Creo que podremos tener una posibilidad. – empezó explicando lo que acababa de ocurrirle mentalmente ignorando el semblante iracundo de Jace que quería volver abrazarla y ella no se dejaba porque estaba gesticulando a la vez que hablaba. – Sé de alguien que toca la batería, pero cursa en la otra ala de la organización estudiantil.

Simon no la dejó continuar y haciendo una mueca de horror soltó – ¡No me digas que estás pensando en un crio de primaria! – Su instituto no era solo un instituto, era una enorme organización que abarcaba los cursos desde de pre escolar hasta universitario. Obviamente, eran divididos en áreas geográficas y alas. Sin embargo, todo pertenecía al mismo recinto. - ¿Tú crees? – Clary puso los ojos en blanco con cierta incredulidad que su mejor amigo pudiera considerar tal cosa y acto seguido pisó con fuerza el pie de Simon que estaba relativamente a su frente. – Hablo de un universitario. – su tono era de obviedad completa reprochando con la mirada a Simon.

La explicación atrajo todas las miradas sobre la más pequeña de todos. Simon e Isabelle la miraban asombrados, Jace de ceño fruncido con esos celos de “¿Por qué mi novia conoce un chico mayor? Y hasta Alec abandonó la expresión neutral dejándose ver sorprendido. Era toda una comunidad estudiantil el lugar que estaban ingresando. No obstante, había “reglas” no escritas. Principalmente, en relación a los universitarios con los demás cursos y grados. Ni pensar que un universitario se relacionaría con uno de bachiller, aunque fuese de un grado anterior de las áreas profesionales. Por eso, era todo una estupefacción que una estudiante de primero conociera un universitario.

- No es mi amigo ni nada. – aclaró la pelirroja sintiéndose observada y hasta acribillada por la mirada dorada de su novio – Es el hijo del dueño de la galería de arte para el cual mi madre trabaja. Y en varios eventos de la galería ha tocado con su banda, por eso sé que es baterista. – explicó mirando más a Jace que a los demás.

- Eso no explica como sabes que estudia aquí. – señaló Jace molesto, todavía.

- Cuando nos presentaron han mencionado esa coincidencia. – alzó un par de dedos de cada mano e hizo la seña de comillas cuando dijo la última palabra para luego ser ella acribillar con la mirada a su novio por estar celoso por nada.

- Pero si ya tiene una banda no nos servirá. – concluyó Isabelle interrumpiendo esa pelea de miradas entre la pareja – Si va a ir, querrá ir con su banda seguro.

- Podría ser. – replicó Clary esbozando una sonrisa – Pero ya no está con su banda. En la última exposición de arte que he ido tocó otra banda. Mi madre me dijo que fue porque Bane ya no hace parte de esa banda. Y su jefe decidió contratar otra para no ocasionar malos sabores con su hijo.

- ¿Bane? – Alec murmuró y todos lo miraron con un poco de sorpresa. El pelinegro no era de muchas palabras y mucho menos mostrar interés en un nombre o persona.

- Magnus Bane. Así se llama dicho personaje.

- ¿Personaje? – de esta vez fue Simon y la primera respuesta que obtuvo de Clary fue una risa.

- Se le ve bastante excéntrico. – fue lo único que la pelirroja dijo.

Habían decidido que al final de las clases, antes de entrar a las actividades de los clubes, irían al ala universitaria a buscar dichoso baterista y proponerle la idea. Isabelle y Clary iban bastante esperanzadas y animadas. Simon y Jace no tanto, porque no creían que un universitario se les quisiera unir. Y Alec…Bueno, desde que Jonathan los había abandonado de forma tan miserable, este se había vuelto bastante desinteresado por su alrededor. Antes de ponerse a buscar, se pasaron por la secretaria a saber que aula cursaría el universitario. Ese tipo de información es clasificada y no se puede dar al alumnado, pero cuando el alumnado es Isabelle y Alec Lightwood, hijos de los fundadores de dicha organización; es otro cuento. Fue fácil y para su suerte le alcanzaron a coger a Magnus en su última clase y casi al final de la misma. Por lo tanto, casi nada esperaron para irrumpir en la estancia de clases una vez que el maestro salía de la misma. Obviamente, que atrajeron la atención de los que se habían quedado dentro del salón acomodando su material en la mochila. No todos los días se veía a los de bachiller por esos lares. Más bien, si no hubiesen decidido ir allí en ese día, hubiera sido un nunca que había pasado tal cosa.

Clary iba en la delantera de sus amigos, porque era la única que sabía quién era Magnus y cuando lo avistó señaló uno de los últimos pupitres al lado de una ventana. Un joven alto, moreno con facciones asiáticas guardaba con elegancia sus materiales en una bandolera. Este se percató de los sutiles susurros surgidos repentinamente y observó con discreción quién los levantaba; un grupo de tres chicos y dos chicas. Una de ellas casi nada conocía, pero la reconoció como la hija de la directora de la galería de su padre. ¿Qué querían unos estudiantes de instituto en un aula de Antropología? Supuso, correctamente, que esos deberían ser amigos de la pelirroja y por lo tanto iban a bachillerato. Para su sorpresa iban en su dirección aunque siguió con lo suyo y se colocó la bandolera colgando de un hombro. Hizo ademán de echarse a caminar, pero ni un paso completo dio; la tropa estaba delante de él.

- ¿En qué les puedo ayudar, niños? – podría haber sonriendo, pero ni un atisbo de sonrisa se le vio. A la mayoría no le agradó que le dijesen niños. Bueno, a dos de los tres chicos no les gustó ya que Isabelle estaba embelesada por el físico de Magnus, Clary y Alec le restaron importancia a como se les dirigía. Bueno, el mayor de los Lightwood ni siquiera estaba mirando a Magnus. Simplemente había accedido a ir con sus amigos, porque era una cuestión que relacionaba a la banda y solían siempre de tratar de este tipo de temas en conjunto. Pero siendo sincero, casi nada le importaba lo que pasara con su grupo musical después de que Jonathan se largó sin siquiera despedirse. Clary fue la que habló, los demás saludaron, apenas. Excepto Alec que estaba con las manos en los bolsillos de los vaqueros con la mirada azul tanto fija como ausente.

Un codazo de parte de su hermano adoptivo lo despertó de su ausencia de ojos abiertos - ¿Qué? – susurró con cierta molesta en el tono y fulminó al rubio. - No estás escuchando nada. – dictaminó en un murmullo, lo suficiente para que el golpeado escuchara. Ya eran tantos años de convivencia, uno con el otro, que casi se entendían por gestos, expresiones y por susurros que solo ellos entendían.

Los orbes de color frío como ese azul pálido, pero brillosos a la vez, pasearon por cada expresión de sus compañeros que le miraban estupefactos y acabaron por posarse en la expresión sonriente de Magnus. ¡¿Qué diablos?! Si no estuviera mirando para Alec, este creería que el desconocido lo estaba comiendo con su mirada que era una mezcla de verde y amarillo. De inmediato se ruborizó hasta las orejas, detalle que lo hizo bajar su mirada y quedarse sin palabra. ¿Lo que había pasado? Nada fuera de lo común. O al menos para Magnus. Estaba a punto de declinar la oferta de hacer parte de la banda de esos niños cuando Jace se movió un poco para acercarse y abrazar a su novia por la cintura. Tal acción hizo con que Alec, que estaba siendo tapado por el rubio sin darse cuenta, fuera descubierto por los ojos felinos del universitario. Y más que un piropo, Magnus aceptó entrar a la banda para ir al acampamento dejando bastante claro que lo hacía por el chico de “ojos azules preciosos” finalizando sus palabras con una insinuante sonrisa junto con su mirada penetrante.

Alec no entendía el porqué de las risitas ya que ignoró la plática mantenida antes del codazo de Jace. Clary e Isabelle caminaban juntas susurrando y echándole miradas furtivas. Simon y Jace cada tanto lo miraban y se rompían de la risa. Y esto que antes de salir del aula que no les pertenecía a ninguno y después de Magnus los dejó y quedó para un ensayo el día siguiente, le han palmeado la espalda agradeciéndole. Intentó saber por qué todos estaban agradecidos con él, pero fue en vano. Ya iban por la calle de camino a sus casas y solo le han replicado que gracias a él, Magnus aceptó la propuesta. ¿Y que hizo Alec? ¡Ni siquiera estaba prestando atención! Con miradas cómplices y al unísono le han dicho: “Eres Tú.”, y otra ronda de risas hubo mientras Alec los miraba anonadado y algo molesto por no enterarse de nada. A saber que le esperaba mañana en medio de esa panda de locos que tenía por amigos y con el nuevo baterista que tampoco parecía del todo muy cuerdo. ¡Por el Ángel, si iba con purpurina por doquier! Solo esperar le quedaba.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leerme! ^3^


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