Mi pequeño y estúpido corazón había dado un pequeño vuelco por otra sonrisa, que no era la de Luffy.
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Capítulo 2: ¿Sufrimiento?
Llegó hasta su pequeño departamento tan rápido como sus piernas lo dejaron. Recorrió el pequeño pasillo hasta llegar a su habitación y se encerró en ella.
"¿Qué he hecho?".- se preguntaba a si mismo hundiendo su cara en la almohada."¿Por qué lo hice? Estúpido marimo, ¿Por qué tengo estos sentimientos por ti maldito?".
Cómo se supone que lo iba a ayudar, le habían enseñado a estar primero él que los demás, por qué le había ofrecido su ayuda a aquel ser que había robado su corazón desde la secundaria.
Aunque a decir verdad, nunca pensó el daño que le causaría al ayudar al peli verde a confesar sus sentimientos a su hiperactivo amigo, el único que saldría lastimado sería él mismo. ¿Y si Luffy correspondía a los sentimientos de Zoro? Se quedaría solo y eso no era lo que quería.
Suspiró pesadamente y pensó en algún plan para poder ayudar a su peli verde amigo. Primero debía saber que sentía Luffy por Zoro y así que esté se le declarara. Aunque su pecho doliera horrores, le ayudaría costara lo que costara. Después de tantos pensamientos todo el día, sin darse cuenta ya había caído la noche, así que se fue a su habitación para conciliar el sueño.
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Ya había pasado cinco días desde la ayuda que le había ofrecido Sanji al peli verde y realmente era bastante complicado saber lo que sentía Luffy por Zoro. Otra mañana se avecinaba en su ventana, hoy no tenía ganas de ir al instituto, así que simplemente se cubrió con sus blancas sábanas y volvió a tratar de dormir.
Mientras tanto Luffy y Zoro caminaban en dirección a la escuela, cuando Luffy dejó de caminar.
- ¿Qué sucede?- preguntó mientras hacía lo mismo que el peli negro.
- Siempre que venimos por aquí, Sanji siempre nos espera y ahora no está.
- Tal vez se quedó dormido, vámonos que llegaremos tarde.
- Oye Zoro, su departamento está por esta dirección, vamos a por él.
- Luffy.....- susurró, pero el peli negro lo comenzó a jalar de su brazo.
Caminaron hasta que llegaron al departamento del rubio, subieron las escaleras hasta dar con la puerta correcta. Tocaron un par de veces y nadie les abrió.
- Tal vez ya se fue.- dijo el peli verde fastidiado.
- No Sanji aún no se va.
- ¿Por qué lo dices?- Zoro observó que Luffy había levantado el tapete de la entrada y bajo el había una llave, la cual era la de la puerta.
- ¿Ves?- puso la llave en la cerradura y esta se abrió.
Se adentraron al pequeño departamento y fueron en busca de Sanji.
- Zoro, tú busca en su habitación y yo en la cocina.
- Estoy más que seguro que el cejillas no estará en la cocina.- dijo con ironía al saber el por qué la búsqueda en la cocina.
- Tú sólo hazme caso Zoro.- lloriqueó el pequeño monito.
Zoro suspiró rendido y fue hasta la habitación del rubio abrió la puerta y ahí estaba Sanji, tapado hasta la cabeza con las sábanas, inspeccionó el lugar un poco y sin hacer ruido, la habitación estaba ordenada más de lo que se había imaginado, en un escritorio estaba el ordenador, unos cuantos cuadernos así como también unos libros, había fotografías de los tres. Sonrió con nostalgia al recordar aquellos tiempos. Dejó a un lado eso y siguió inspeccionado, en una esquina estaba un montón de ropa de todo tipo, hasta pantalones así como ropa interior, se quedó viéndola hasta que Luffy entró a la habitación haciendo que diera un respingo por la sorpresa.
- Zoro ya encontré a Sanji.- susurró para tratar de no hacer ruido y despertar al rubio.- ¿Qué estás haciendo?
- ¿E-eh? Na-nada.
- Shishi, mira la ropa interior de Sanji.- tomó un bóxer y lo empezó a estirar tratando de no soltar la carcajada ahí mismo.
- Idiota, deja ahí si no se despertará.- le arrebató la ropa interior y la volvió a dejar en el montón.- ahora vámonos que se nos hará tarde.
- Espera hay que despertar a Sanji.- se fue directo hasta la cama y sin más saltó a ella.- ¡Sanji, Sanji! ¡Despierta! Hay que ir al Instituto.
Ante el grito de Luffy, el rubio despertó alarmado, pero al darse cuenta de que era Luffy se volvió a tapar.
- Luffy, basta, hoy no iré.
- ¿Eh?, por qué Sanji, tienes que ir vamos.
- No me siento muy bien Luffy.
- ¿Te sientes mal?- preguntó el pelinegro preocupado.
- No.....- susurró.
- Entonces, ¿Qué esperas?- insistió Luffy.
- Basta Luffy, tal vez quiere estar solo.- el peli negro no muy convencido aceptó a irse para dejar a Sanji solo, como él quería, pero no sin antes decirle que vendrían a visitarlo después de que las clases terminaran.
Y sin más se fueron, aunque no lo diera a conocer, estaba preocupado por el rubio, era su amigo después de todo y al menos una pizca de preocupación le entraba. Los dos trataron de que las clases pasaran lo más normal posible, pero debían admitir que no era lo mismo si no estaba Sanji. Y para alivio de los dos, las clases por fin habían terminado.
Empezaron a caminar hasta la puerta de la escuela cuando Zoro recordó que tenía club.
- Mierda...... Oi Luffy, adelántate me toca club ahora, cuando termine iré al departamento de Sanji.
- Está bien Zoro.- le regaló una sonrisa y se fue.
Y de nuevo había vuelto ese palpitar tan rápido que tanto había extrañado, y era un alivio para Zoro que no fuera por Sanji. Con una sonrisa en su rostro se fue al club de kendo.
Mientras tanto Luffy se dirigió hasta el departamento de Sanji, realmente estaba preocupado por su amigo rubio, ya hace algunos días atrás el rubio se iba en sus pensamientos y simplemente se hacia el tonto cuando platicaban de algo normalmente.
Tan sumiso pensando en qué le pasaba a Sanji, sin darse cuenta llegó hasta el departamento de esté. Sin tomarse la molestia de tocar, entró como si fuera su propia casa.
- Sanji, ya estoy aquí.- gritó, pero nadie le contestó. Fue rumbo a la habitación del rubio y lo vio aún como estaba esa misma mañana. Se asomó para ver el rostro de Sanji y lo encontró profundamente dormido.
Observó sus facciones tan relajadas, nunca había visto tan de cerca el rostro de Sanji, fijo su vista a sus cejas; las cuales desde el principio le parecieron tan extrañas, su nariz; que era puntiaguda, pero pequeña y su boca; sus labios tan delgados y rosas, casi iguales a las de una chica.
Movió su cabeza de un lado a otro centrándose a lo que realmente iba: a despertar al rubio y animarlo, tan siquiera un poco.
- Hey, Sanji despierta.- lo movió un poco para tratarlo de despertar, pero esté no daba signos de despertarse aún.- vamos Sanji ya despierta.- lo movió un poco más, y al fin esté despertó.
- ¿Luffy?, ¿Qué haces aquí?- preguntó aun estando adormilado.
- ¿No recuerdas que te dije que vendríamos a cuidarte?
- Oh cierto.- volteó en dirección a la puerta, pensando que ahí estaba el peli verde.- ¿Y el marimo?
- No pudo venir, tiene club.
No dijo nada más y se levantó al fin de la cama, su destino era tomar una ducha, así que le informó a Luffy que lo esperara en la sala y el pequeño así lo hizo. Lo espero durante unos cuantos minutos para que el rubio se cambiara. Después de que el mayor terminó, hizo un poco de té para Luffy que no lo dejaba de molestar con que quería comer algo, sirvió té helado en dos vasos, uno para Luffy y el otro para él.
Se sentaron en el sofá, tomaron un trago y suspiraron. Se quedaron en silencio, ahora era la oportunidad de Sanji para preguntarle a Luffy ¿Qué era lo que sentía por Zoro? Ahora que estaban solos y sin ningún marimo a la vista, era definitivamente su oportunidad.
- Oye Luffy, ¿Te puedo preguntar algo?- preguntó con algo de nerviosismo.
- Claro.- volteó a mirarlo dándole una sonrisa.
- Etto…… Me preguntaba…….. Mmm, ¿Qué sientes por Zoro?
- ¿Qué siento por Zoro?- lo pensó un poco. “¿Por qué Sanji me pregunta eso?, que no él estaba enamorado de Zoro, bien le diré que si, para que se dé cuenta de que de verdad lo ama shishishi”.- ¿De qué manera?- “Al menos debo saberlo para que así al fin se den cuenta de que se aman, shishishi”. Pensó animado al poder juntar a sus dos mejores amigos.
- Pues de manera……. ¿Amorosa?
- Oh, shishishi lo amo.- aclaró de inmediato, mientras más rápido mejor.
En ese momento cuando supo la respuesta, su corazón se hizo añicos totalmente, le dolía el pecho y le era difícil respirar, dolía ver la realidad de las cosas, los dos estaban hechos el uno para el otro, y él no podía separarlos si el amor era mutuo. “De todos modos, sabía que Zoro no era para mí, y nunca lo será”. Pensó triste, mientras que en su garganta se formaba un nudo que dolía a horrores. Sus sentimientos nunca serian correspondidos.
Quería llorar, realmente quería llorar a cantaros, pero ahí estaba Luffy y como pudo se aguantó sus inmensas ganas de llorar.
“¿Habrá funcionado? ¿Ahora Sanji y Zoro serán pareja? Shishishi espero y si”. Pensó animado el pequeño pelinegro, sin embargo al voltear a ver a Sanji, supo que lo había arruinado. Vio sus ojos los cuales estaban cristalizados, él sabia de los sentimientos de Sanji hacia Zoro y tenía un presentimiento que había arruinado todo.
~Continuará~.