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La felicidad dura poco por Soficchii

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Notas del fanfic:

Bueno este es el primer One-shot que hago sobre esta pareja.

Los personajes no me pertenecen porque si lo fueran entonces haria que sean pareja y que tengan hijos! 

Notas del capitulo:

Y bueno espero que disfruten del One-Shot

Acepto criticas, cofeciones de amor, amenazas con matarme etc...

 

Y que el fic no las engale porque yo amo a Aomine Daiki <3 Es solo una idea que se me vino a la cabeza.

 

 

_ Daiki... ¿Piensas en mi de vez en cuando? _ Decía un chico rubio con un aire melancólico, el cual estaba sentado de costado mirando por una ventana, en un hospital.

_Kise-kun_ Un peli celeste apareció por la puerta trayendo una carreola _ Los doctores dijeron que ya esta completo el examen así que ya puedes cargarlo _

 

Una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos, pero no cualquier sonrisa, era una mezclada con melancolía y hasta algo de dolor. El rubio se levantó como pudo y se acercó hasta su amigo, dándole un cálido abrazo susurrando en su oído un muy claro gracias y en el momento en el que se separó miro directo al bebé moreno que yacía en la carriola.

 

_ Duele tanto Kuroko, es igual a él _ Dijo casi susurrando

_ Es como volver a verlo, pero de pequeño...Pero sabes tiene algo diferente _ El rubio volvió su mirada a su amigo y luego al bebé que comenzaba a moverse, ya que buscaba el cariño de su amada madre. En un cerrar y abrir de ojos lo comprobó, los ojos eran dorados como el sol igual que los de el.

 

Comenzó a llorar sin control. Hacía mucho que no lo hacía, bah...hace unos meses que no lloraba por nada. No desde ese dia en el que su felicidad fue arrancada de sus manos.

 

Hace 7 meses atrás

 

Kise Ryouta se había levantado por el insistente sonido del timbre un dia en el que se supone tenia libre de ir a la facultad y sesion de fotos así que…¿Quien se había levantado a las 8:00 am. para ir a tocarle el timbre? Pues nada menos que su actual pareja Aomine Daiki el jugador novato en la liga de basketball nacional japonés. Se acercó a la puerta y le quitó el seguro para abrir en su pijama el cual constaba de una especie de pantalón blanco completamente transparente y una camiseta a juego que le quedaba algo grande. Se para doblando una pierna y rascándose el cabello con una mano mientras que con la otra sostenía la puerta para ver quien era el visitante, Aomine lo miró con una cara que estaba entre consumido por la sensualidad de su pareja para haberse levantado hace un rato mezclada con un poco de rabia porque le había prometido jugar un 1 a 1 que hace mucho se deben. Kise se refregó los ojos, lo miró de pies a cabeza notando la pelota entre sus manos y se acordó. Pego un salto y comenzó a tartamudear.

 

_ ¡Aah! ¡Aominecchii lo siento lo había olvidado por completo, pasa y espera que me cambie y vamos a jugar! _ Se dio vuelta lo más rápido que pudo y se alejó del moreno, pero este despues de verlo de esa manera, tenía otros planes para el rubio. Lo tomó del antebrazo y lo atrajo hacia él, adentrándose al departamento decorado alegremente con paredes con un papel tapiz cebra, decorado con muebles blancos, un enorme sillón de terciopelo rojo y una alfombra de felpa blanca. Cuando estuvo lo suficientemente apartado de la puerta, la cerró con toda la fuerza que tuvo y acercó la cintura de su novio en un movimiento seco.

_ Qué cruel eres Kise, primero te olvidas de nuestra cita y ahora ni un beso de buenos dias me das, ademas de que te apareces con estas pintas así en la mañana _ Le dice muy cerca de sus labios a punto de besarlos, pero decide entonces ir por el cuello lo cual es el punto débil de su pareja.

_ A-aominecchiii….Si hacemos esto, no po-podremos jugar _ Decía entre suspiros y gemidos el rubio quien ya estaba bastante empalmado por las caricias de su novio.

_ Vamos a jugar a otra cosa ¿Que dices? _ Este lo tomo por la cadera levantandolo y llevándolo entre besos hasta la alfombra en donde lo depositó con cuidado para tenerlo sentado entre sus piernas, mientras usaba como apoyo el sillón. Con suaves pero acertados movimientos comenzó a quitarle la camiseta, mientras que su boca se ocupaba de dejarle alguna que otra marca a esa piel tan blanca que tenía. Kise solo gemía y suspiraba mientras se ponía cada vez más duro, pero claro que esto lo hacía bien consciente porque aunque estuviera excitado este aun era consciente de su sensualidad así que mientras gemía le lamía el lóbulo a su novio y a medida que este dejaba marcas el lo mordia con la misma intensidad. Daiki estaba caliente y cuando el estaba caliente no le importaba para nada su compañero, así que de un tirón le sacó los pantalones y los boxers y comenzó a preparar al rubio que gemía por la falta de lubricación de parte de su pareja.

Ya habían pasado unos 5 minutos y Aomine estaba que moría por meterla pero Kise que seguía estimulandolo no le daba respiro y no dejaba de jalarle el falo.

_ Vamos Ki-se….Dejame me...meterla ya _ Decía entre suspiros a lo que el rubio pensó por unos segundos, luego de eso se agarró con más fuerza de los hombros del moreno y subió las caderas, dándole a entender de que ya podía meterla.

Sin pensarlo dos veces este remató contra la entrada apretada del rubio el cual gimió bastante alto, pero no con algún signo de dolor, sino más bien de placer. Al escuchar eso no pensó dos veces y comenzó a moverse haciendo que su hombría entrara y saliera por completo del cuerpo de su rubio novio. Los ruidos obscenos y los susurros calientes que se escuchaban de su parte llenaban la habitación hasta que Kise gritó con fuerza para darle a entender a su pareja que esta estaba por venirse. Pero sin más pensarlo Aomine se retiró por completo y se dispuso a una posición diferente, acomodando al rubio contra el sillón dejándolo en cuatro para poder terminar más cómodamente. Volvió a penetrarlo pero esta vez lentamente para poder escuchar súplicas de parte de su pareja. Cuando termino de meterlo por completo siguio moviendose aun mas rapido que antes, Kise no paraba de gemir, gritaba obscenidades que solo ponian mas caliente al moreno. Este seguía embistiendolo con todo su cuerpo, lamiendo cada parte que su lengua alcanzaba. Ambos sentían que estaban recibiendo pequeñas descargas de energía por todo su cuerpo, era una sensación placentera que los hacía perderse en otro mundo al cual solo ellos podían llegar a través de sus caricias y besos. Kise comenzó a respirar más agitado y movia mas sus caderas, con eso Aomine ya sabía que su chico estaba por terminar, pero no era el único, su amada pareja ya estaba por llegar a su punto dulce también. Gritaron sus nombres por última vez antes de venirse al mismo tiempo y caer sobre la alfombra.

 

Kise nunca pensó en lo que sucedería unas horas después.

 

Se habían levantado un rato después para hacer lo que de verdad habían propuesto desde un principio. Kise se pego un baño, librándose del olor a su pareja, que era un mezcla rara entre desodorante de alguna marca deportiva y grasa de hamburguesas. Al salir, un desayuno lo esperaba en la mesa. Comieron tranquilos, hablando de trivialidades de la vida, disfrutando de su compañía mutua, pues como no hacerlo, le había costado mucho al rubio construir este tipo de relación con un tipo como Aomine. Desde el principio lo rechazaba, hasta que un día Kise le propone salir, era su última oportunidad, le había repetido miles de veces que le gustaba, pero Aomine lo tomaba como una broma de pésimo gusto. Pero esa vez Kise no se contuvo más, lo llamo hasta un parque y le confeso sus sentimientos, se había dado cuenta que lo amaba desde que tenía memoria. Por su parte Aomine se sorprendió, pues luego de 1 mes de pensarlo con mucha seriedad, maldita sea, se dio cuenta que no podía vivir sin el rubio, cada recuerdo feliz que tenía, era con él. Primeras y segundas experiencias que tenía, en todas ellas estaba él presente, se dio cuenta que lo que sentía no era una muy buena amistad, sino que lo quería solo para él, quería besarlo y tenerlo entre sus brazos el resto de su vida.

Asi que despues de un par de vueltas, ambos se decidieron y comenzaron una relación.

Nunca pensaron que durarían más de 5 años juntos, que Aomine fuera reclutado para un equipo de basketball tan importante como la liga japonesa, o que Kise se convirtiera en un famoso modelo de joyas y ropa deportiva. Se iban a mudar juntos después de la gira que Kise iba a tener en 1 mes. Aomine se había quedado en casa de sus padres para cuidarlos por un rato más y de paso aprovechar para pasar sus últimos días con ellos, antes de vivir con la persona que amaba.


Pero volvamos al presente, que es mejor vivirlo y disfrutarlo antes de que las tragedias pasen.


Kise termino de comer y lavo los platos mientras que Aomine terminaba de lavarse las manos en el baño. El rubio se sintió mareado por un momento pero luego de respirar profundo el mareo desapareció, pensó que solo había comido unas tostadas de más. Ya iban a ser las 10:00 am. Tomaron sus bolsos, unas botellas de agua y se dispusieron en camino a la cancha.
Al salir del apartamento que en 1 mes compartirian, se tomaron de la mano, no era algo anormal verlos por la calle. Las revistas se habían dedicado a saber todo sobre la pareja de famosos, el cómo se conocieron hasta el momento en el que empezaron a salir, todo era conocido por extraños. Llegaron a la cancha, se dieron unos coqueteos antes de comenzar a jugar, de repente todo era color de rosa.

Pasaron masomenos todo el dia jugando. Cuando era hora de almorzar, se fueron a una tienda de 24 horas y se compraron unos ramen preparados. Los comieron felices, debajo de una árbol en el parque, ya que se disponían a seguir jugando. A la hora de la merienda se compraron unas mandarinas y se quedaron comiendo sentados en una banca. Siguieron así hasta que eran las 23:30 pm. Kise recibió un mensaje en su teléfono, era su asistente recordándole que mañana tenia una sesion de fotos a las 7:30 am. Fue cuando decidieron volver.

 

_ ¡Hasta mañana Aominecchiii! _ Kise le gritó después de unos cuantos besos de despedida, Aomine ya estaba en frente, en la otra cuadra. Este lo saludo con sus manos y parecia que queria seguir caminando pero antes de eso le gritó algo que Kise nunca olvidara.

 

_ ¡Oi Kise! ¡Juguemos otro 1 a 1 la próxima vez! _ A lo que Kise se da vuelta y le afirma con un adorable Ujum para después seguir caminando. Unos minutos después, ya estaba a unas cuadras desde que se había separado de su pareja. Y una ambulancia pasa.

 

_ Odio las ambulancias. Es como el carro de la muerte _ Se dice a sí mismo mientras continúa caminando. Lo que no sabía es a quien se dirigía esa ambulancia.

 

---------------Después de las 24:00 pm.-----------------

 

Shalala... Shalala... Shalala...

 

El teléfono resonaba, eran las 3:00 am. Kise estaba durmiendo placidamente en su cama, hasta que estira uno de sus brazos y contesta como si fuera un zombie.

 

_Hola..._ El silencio y unos sollozos se escuchan a través del teléfono. Revisa el número. Era desconocido.

_ Kise-kun… Soy la madre de Daiki _ Sus ojos se abrieron como si estuviera viendo un fantasma. Solo la habia visto muy pocas veces, en una que otra cena que el morenos se disponía a tener con su amante y su familia.

_ ¿Sucede algo? Por favor no me asuste…¿Por que llora?_ El llanto se hace mas grande y agudo. El cada vez estaba más confundido.

_ Kise-kun Da-daiki, el esta...esta herido, necesita que lo operen de urgencia...le pegaron un tiro, tienes que venir...estamos en-_ Kise había dejado de escuchar. Sus lágrimas comenzaron a salir sin su consentimiento. Se le había caído el teléfono en la cama, se quedó paralizado por unos segundos, luego reaccionó y volvió a tomarlo solo para preguntar en qué hospital estaba. Por suerte no estaba lejos. Llamó un taxi, se había puesto una chaqueta encima, sus zapatos y su billetera era lo único que llevaba. Estaba nervioso, sollozaba en el auto, el chofer solo lo miraba, claro no podía decirle nada lo unico que podia hacer era ir mas rapido. Cuando llego lo unico que tenia claro era que tenía que entrar, le dio dinero de más, no tenía tiempo para el cambio, tampoco le importaba. Entro y lo unico que salio de su boca fue: _ ¡Donde esta Aomine Daiki! ¡Soy su pareja necesito verlo! _ La encargada era joven, sabía quien era Kise y sabia sobre Aomine. En menos de una hora la prensa estaba afuera del hospital y en menos de una hora toda la luz que el rubio siempre tenía a su alrededor se había extinguido.



Reiteramos la noticia, el novato de la liga del basketball japonesa, Aomine Daiki a fallecido. Se dice que una bala perdida le pego debajo del corazón y aunque recibió tratamiento inmediato el jugador no pudo seguir peleando por su vida.

 

La radio y la televisión repetían la misma noticia.

 

----------Hace una hora aproximadamente----------

Daiki estaba en la camilla, estaba inconsciente. Su madre lloraba, mientras que su padre la consolaba al mismo tiempo en el que el doctor les avisaba sobre la operación que realmente no daba ningún signo de salir bien. En ese momento Kise estaba llegando. Estaba agitado, había corrido hasta ahí desde la entrada del hospital. Aomine estaba en emergencias, a punto de entrar a quirófano. Cuando la madre lo ve, solo apunta hacia un pasillo en donde estaba el, la enfermera estaba esperando al doctor para llevarlo dentro. Kise vuelve a correr hasta estar encima por así decirlo de Aomine, este tenía un respirador, estaba débil. Nunca lo habia visto de esa manera y nunca quiso hacerlo.

Nunca pensó que seria la ultima vez que lo vería.

 

Se aferró a él, con todo la fuerza que su cuerpo le permitía tener en ese momento. Noto sangre en su ropa. Muy debajo del corazón, una venda que estaba llenándose más de sangre, manchando las sábanas que tenía la camilla. La enfermera comenzó a moverlo hacia la entrada del quirófano, la madre de Aomine tomo a Kise por la cintura y lo sostenía mientras lo trataba de abrazar. Kise solo lloraba y gritaba el nombre de Aomine.

Habían pasado exactamente 30 minutos cuando el doctor sale. Kise lo sabía.Sabía que nunca más vería la sonrisa deslumbrante de Aomine, nunca más escucharía su voz, esos momentos que tenía en su memoria sería lo único que le quedaba de él. Las mañana serán frías, incoloras, el ya no volveria a sonreir.




La cabeza del médico se agitó en signo de negación.



Aomine había dejado de luchar, por primera vez el moreno se había rendido.

Kise solo gritaba.

_ ¡ESTUPIDO DAIKI NOS ESTAS ASUSTANDO A TODOS! ¡ANDA SAL YA DE AHI! ¡MIRE DOCTOR SEGURO QUE ESTA HACIENDOSE EL MUERTO Y ESTA DORMIDO!_ Su voz se iba quebrando de a poco _ Ao- Aominecchii…¡POR FAVOR!...¡SAL DE AHI!...Quedate Conmigo..._ Kise se había perdido a sí mismo.

 

La madre de Aomine solo lloraba mientras sostenía a Kise por la cintura, este agacho todo su cuerpo en un sonoro grito de dolor. Al rato todos los amigos y familiares estaban ahí. Todos sufrían, algunos en silencio y otros simplemente dejaban sus sentimientos salir y lloraban. Kagami estaba molesto. En su mente solo cabían pensamientos de cuando él se confesó a Kise y este lo rechazó diciendole que salia con Aomine, ese mismo dia lo busco y le amenazó, las palabras fueron precisas: _ Escuchame bien Ahomine, haces llorar a Kise, al menos solo 1 vez y te juro que termino con tu vida en menos de 1 segundo _ Nunca pensó que realmente llegaría el día en el que no pudiera cobrarle las cosas que había hecho. Por su parte Kuroko trataba de consolar a su novia, Momoi era la chica que siempre había acompañado a Aomine desde que eran pequeños.Era su verdadera hermana menor, y de un segundo a otro su querido hermano se había ido. Todos solo recordaban momentos junto a él.

Cuando Kise se percató que Kagami estaba ahí solo se fue hasta él y lo tomó de la chaqueta, acercándose lo más que pudo a su cara.

_ ¡MIRAME KAGAMI ESTOY LLORANDO! ¡ANDA! ¡VE Y LEVÁNTALO PARA DARLE UNA GOLPIZA POR HABERME HECHO LLORAR!..._ Su voz sonaba cada vez más apagada _ Por favor...solo levantalo..._ Momentos después el rubio se desmaya.



Un mes después…

 

La rutina volvió a la vida de todos, el funeral se había encargado de reunir a los amigos de vuelta. Kise había recibido una visita esa mañana, ya que después de 1 mes pudo entablar una conversación con alguna persona.

Sentados en la mesa principal estaban una mujer morena y un chico rubio, solo se miraban, no era incomodo pero al mismo tiempo toda la atmósfera era...triste.

 

_ Kise-kun..._ Dice la mujer morena mientras deja su taza de café en la mesa _ Sabes, despues de 1 mes pude volver al cuarto de Daiki y comencé a guardar sus cosas, mi marido decía que si no las guardaba no se iban a conservar y como puedes imaginar seguro había muchas revistas de chicas desnudas _ Rió un poco a lo que el rubio sonrió también con algo de gracia y melancolía _ Pero...entre su ropa, en el armario chico estaba esto _ La mujer arrastro una cajita roja sobre la mesa. Kise la tomo, sabía lo que había dentro, unas lágrimas comenzaron a salirle, realmente no podía evitarlo. _ Se que, eres el unico al que le daría esto _ Ella también lloraba, sonreia, pero lloraba.

_ Aomin-necchii...tu...eres un idiota _ Fue lo único que dijo mientras se colocaba una sortija plateada con un cristal azul _ Sabe...no es lo único que nos ha dejado _ Con ese comentario toco su vientre y la madre supo a qué se refería. Kise sonrió y solo se acerco a ella para darle un cálido abrazo.

_ Gracias Kise-kun, ahora tengo otro niño a quien amar _ Ella lo abrazo, y asi pasaron la tarde, hablando de Aomine y sus viejos tiempos y del futuro de Kise, con un hijo sin padre.

 

Pero...Volvamos a la realidad.

 

El bebe de Kise era recién nacido y el rubio se preguntaba si Aomine lo estaba viendo, si estaba bien, si estaba feliz de que su hijo fuera igual de escandaloso que el. Esos meses de embarazo los llevó como pudo, había decidido no llorar hasta que su bebé naciera e incluso si podía, prometió no llorar el resto de su vida si su bebé nacia sano y si su papá le miraba desde el cielo. La primera vez que lo vio, estaba con su inseparable amigo Kuroko, este había dejado a Momoi en la sala de descanso con sus 8 meses de embarazo. A los segundos, entra Kagami con un gran oso con cejas increíblemente feas.

_ Tengo que confesarles que el oso fue gratis porque las cejas les salieron mal y me lo dejaron como falla de fabrica _ Dijo mientras lo dejaba en un silloncito que daba enfrente de la cama de Kise. En cuanto se había percatado, corrió hacia donde estaba Kise y miró detenidamente la carriola.

 

Tragó saliva. Sabía que ese niño era condenadamente igual a Aomine.

 

_ Taiga _ Kise ya lo llamaba por su nombre, ya que durante los meses de embarazo el era la persona que lo acompañó incluso más tiempo que Kuroko y Momoi _ Por favor, quiero que seas el primero en cargarlo _ Su cara parecía rogar porque lo hiciera. Kise estaba seguro que Taiga era alguien importante en su vida. Pero nunca reemplazará a Daiki. Kagami lo miró, luego miró al bebé y en acto seguido volvió a tragar saliva, esta vez dirigiendo sus manos cuidadosamente por la espalda de la criatura. Comenzó a elevarlo, el niño estaba mirándolo fijamente con sus ojos dorados como si lo estuviera estudiando de pies a cabeza, manoteo un costado de la ropa de Kise y como si lo hubiera hecho a propósito le sostuvo un dedo a Kagami, que ya lo había puesto entre su antebrazo como si quisiera dormir otra vez.

 

Kagami comenzó a llorar.

 

------------------------------------ 5 años después------------------------------------------

 

_ Mamicchiii ¿Po que vamos a la estuatua todos los anos? _

_ Porque es el cumpleaños de tu papí que esta descansando ahí _ Le dijo Kise mientras sostenía la mano de su hijo llamado Ryu y con la otra sostenía una canasta, que pronto fue quitada con amabilidad de parte de su actual pareja Kagami Taiga.

_ Pedo…¿Mi papá no es mi papí? _ Al parecer se refería a que Kagami era conocido como su papá pero Kise siempre le decía que Aomine era su verdadero padre.

_Bueno lo que pasa es que tu verdadero papá, el que se parece a ti, esta descansando en la estatua que visitamos ¿Entiendes? _ Dijo Kagami con suma ternura mientras tomaba la otra mano de su hijastro.

_ Hi..._ Dijo el niño mientras comenzaba a saltar tomado de las manos de sus padres.

 

-------------------------------- 10 años después-----------------------------------------------

 

_ Sabes hoy es el cumpleaños de mi padre _ Decía Ryu mientras sostenía la mano de Lucky la hija de Midorima y Takao, antiguos amigos de sus padres, en frente de la tumba de su familia.

_ Nunca quisieron contarme que había pasado con el _


Segundos después de eso, las flores de cerezo caen sobre ellos y sobre la tumba, con la misma sonrisa de su padre.

Bueno...La historia comienza así...

 

Notas finales:

Y como dije antes, espero que lo hayan disfrutado y llorado como yo lo hice al escribirlo.

Bueno acepto todo tipo de amenazas, ya vengas escritas o vengan directamente a mi casa (?)

Bueno perdon si quedo muy corto y si el final era raro.

Adios! <3


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