Para algunos tal vez un año sean simplemente doce meses pero para Víctor ese año había significado mucho para él, porque se había demostrado a sí mismo que tomó la decisión correcta al haber luchado por estar con Luca y es que nunca antes estuvo en una relación y nunca pensó que lo estaría, mucho menos con alguien de su mismo sexo, por eso mismo a pesar de lo mucho que le gustaba el ojiesmeralda, al principio no pensó realmente que durarían más de dos meses pero el tiempo se había encargado de demostrarle que se equivocó al tener en ese mismo momento a Luca entre sus brazos un año después
-¿Qué tanto piensas? Preguntó Luca mientras ambos estaban acostados en la cama del pelinegro viendo una película
-Nada, después te digo. Respondió Víctor estrechándolo con más fuerza entre sus brazos y apoyando su cabeza en el hombro del ojiesmeralda
-De acuerdo… ¿Cómo están Bill y Alex? ¿Has hablado con ellos? Preguntó Luca con curiosidad hace mucho tiempo que no recibía algún tipo de noticias de ninguno de ellos dos
-Sí, de hecho Bill me llamó hace unas semanas, estaba devastado, Alex y él se habían peleado y me había dicho que se iba regresar para acá, pero al día siguiente me dijo que se arreglaron y ahora, como ambos terminaron su primer año de carrera, se irían de vacaciones a París. Informó Víctor con tranquilidad acariciando el brazo del ojiesmeralda que se acurrucó más contra su pecho
-Woow, me alegra mucho que se hayan arreglado y que por fin puedan tomarse unas vacaciones juntos de tanto estudio. Dijo Luca con genuina felicidad al enterarse que las cosas iban bien para sus dos amigos
-A mí también, Bill se está tomando muy en serio su carrera y no se toma casi tiempo para él mismo, necesita ese tiempo libre. Respondió Víctor, había estado preocupado por su hermano ya que casi no pudo hablar con él mientras estuvo estudiando
-Tú también te tomas muy en serio tu carrera Vic. Dijo Luca en defensa de Bill, la verdad es que a veces su novio se encerraba en su casa por semanas cuando tenía algún trabajo importante que hacer o un examen y prácticamente no lo veía en todo ese tiempo
-Lo sé, pero no te puedes quejar porque más de una vez he dejado de lado mis estudios por estar contigo. Contestó Víctor besando los labios del ojiesmeralda, estaba cansado de hablar y ahora sólo se quería dedicar a besar a su novio.
Primero besó con delicadeza sus labios y luego se dispuso a moverlos con lentitud contra los de Luca que no dudo en corresponderle rodeando el cuello de Víctor con sus brazos, las manos del pelinegro se posaron en la parte baja de su cintura y empezó a acariciar su piel por debajo de su camisa haciendo que el ojiesmeralda soltara suspiros de placer, quería que esas caricias continuaran pero al echar un vistazo en el reloj que tenía el pelinegro en su mesa de noche supo que era hora de irse
-V-Víctor tengo que irme… Dijo Luca tratando de apartar con sus manos al ojiazul pero este no le hizo caso y mordió el lóbulo de su oreja haciéndolo estremecer
-Mmm no, quédate conmigo. Pidió Víctor estrechándolo con más fuerza entre sus brazos pero el ojiesmeralda lo apartó de nuevo de su cuerpo
-Ya es tarde, sabes que no me puedo quedar más tiempo. Respondió Luca levantándose de la cama y ordenando un poco su ropa
-Si puedes, pero no quieres eso es todo. Dijo Víctor un poco molesto sentándose y pegando su espalda contra la cabecera de la cama con los brazos cruzados
-Sí quiero quedarme Vic, pero mis padres piensan que estoy en la biblioteca y si llego tarde van a saber que les mentí. Explicó Luca tratando de que su novio lo entendiera y no se enojara
-¿Cuándo piensas decirles que estamos juntos Luca? Porque sinceramente ya me estoy cansando de que les tengas que inventar excusas en vez de decirles de una vez por todas que sales a visitar a tu novio. Dijo Víctor con el ceño fruncido observando como el ojiesmeralda recogía su mochila del piso y se la colgaba al hombro
-Todavía no me siento listo, por favor entiende, mis padres no son tan abiertos de mente y si les digo que su único hijo es gay no creo que se lo tomen de muy buena manera. Contestó Luca jugando con los bordes de su camisa
-Ya tenemos un año juntos Luca ¿Eso no es suficiente para ti? ¿O es que no piensas que lo nuestro no va a durar más? ¿Es eso? Preguntó Víctor frunciendo el ceño y alzando un poco el tono de voz
-N-no es eso Víctor, en serio… Respondió Luca triste de que el pelinegro pensara esas cosas
-¿No? Yo creo que sí, pero no importa, yo…Supongo que lo entiendo, es solo que duele Luca, duele que cuando quiero pasar más tiempo contigo no puedo porque tienes que irte temprano para que tus padres no sospechen, duele que no te puedas quedar conmigo todo un fin de semana y dormir juntos porque a tus padres no “les parece correcto” que duermas en casa de otro chico aunque sea tu “amigo”, duele que tengamos que escondernos y sobre todo duele que no consideres que nuestro amor es lo suficientemente fuerte o duradero como para enfrentar a tus padres y decirles que estás conmigo…Pero está bien, prefiero tenerte parcialmente que no tenerte para nada. Dijo Víctor suavizando su expresión de una molesta a una de suma tristeza, el ojiesmeralda quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, que si lucharía por ambos y que no tenía miedo de nada si estaban juntos… Pero no hizo nada, todas esas palabras pugnaban por salir de su boca y ninguna fue dicha, simplemente se quedó ahí parado escuchando todo lo que el ojiazul tenía que decir sin interferir.
Todo lo que Víctor le había dicho se quedó grabado en su mente y se sentía muy mal consigo mismo por haberlo hecho sentir así
-Y-yo Víctor…Lo siento, es hora de que me vaya. Se despidió Luca de manera rápida antes de salir prácticamente corriendo de su habitación.
El pelinegro no entendía que acababa de pasar, su novio se había ido sin darle ninguna explicación, sin decirle que pensaba de todo lo que le había dicho, él le expresó todos sus sentimientos y miedos más profundos y Luca lo único que hizo fue correr, tal vez su racha de buena suerte se había acabado y ahora veía la cruel realidad de que el amor entre ambos se estaba empezando a debilitar.
Decidió no pensar más en eso y dormir un rato, esa pequeña charla le había dado dolor de cabeza y ahora lo quería era descansar y esperar que al día siguiente todo mejorara.
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Pero lamentablemente eso no pasó, no recibió su acostumbrado mensaje de buenos días por parte de Luca, trató de llamarlo pero no le contestaba y ya no pudo hacer más nada porque ya iba tarde a su primera clase, así que se arregló lo más rápido que pudo y se metió en su auto para ir hacia su universidad.
El resto del día fue totalmente normal y rutinario, vio todas sus clases, los profesores le mandaron algunos trabajos muy importantes y estuvo un rato con sus nuevos amigos, a las 6 de la tarde regresó a su casa totalmente agotado, quería dormir un rato pero debía adelantar las tareas que le habían mandado para que no se le acumularan luego. A esa hora casi siempre se encontraba con que Luca estaba en el sillón de su sala viendo televisión o en su habitación ya que al cumplir los seis meses de relación Víctor le regaló una copia de la llave de su casa para que entrara cuando quisiera, pero el ojiesmeralda no estaba ahí.
El pelinegro suspiro con tristeza y llamó de nuevo al ojiesmeralda a su celular pero tampoco le contestó, sinceramente toda esta situación estaba comenzando a deprimirle, él le había dicho muy claramente a su novio que no le importaba tener que soportar todas esas condiciones con tal de estar con él, pero al parecer para Luca eso no era suficiente porque no había querido hablar con él.
Empujando esos pensamientos en la parte de atrás de su mente, comenzó a hacer su tarea sobre los factores abióticos y en eso se le fue toda la noche, a las dos de la madrugada estaba sumamente cansado así que decidió irse a dormir con la esperanza de poder ver a Luca al día siguiente.
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El sonido insistente de su celular hizo que Víctor se levantara sobresaltado buscándolo a tientas mientras trataba de enfocar su vista que seguía borrosa por el sueño
“-¿Aló?” Contestó con la voz un poco ronca
“-¡Víctor, años sin hablar!” Saludó la voz alegre de Bill del otro lado de la línea
“-No exageres, hablamos hace dos semanas” Dijo Víctor molesto como siempre que lo despertaban
“-Jajajaja, alguien está de mal humor” Respondió Bill de manera burlona
“-Sí bueno, digamos que no me ha ido muy bien” Dijo Víctor acostándose de nuevo en la cama
“-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?” Preguntó Bill con tono serio, preocupado por su hermano
“-Ayer no vi a Luca en todo el día y eso es realmente raro, nos vemos todos los días aunque sea por unos momentos, pero ayer no apareció por mi casa” Explicó Víctor un poco aliviado de haber podido contarle a alguien sus problemas
“-Oh, eso no es normal en Luca ¿Qué pasó entre ustedes?” Preguntó Bill con curiosidad
“-Él todavía no le ha dicho a sus padres que estamos juntos porque tiene miedo a que lo rechacen, no podemos vernos por esa misma razón y la verdad eso me tenía muy triste así que le pregunté que cuando pensaba decirle a sus padres, él me dijo que no se sentía listo todavía y bueno básicamente le dije todo lo que pensaba acerca de eso y luego se fue…Se fue Bill, no me dijo nada, no me dio explicaciones, simplemente se fue y ya y no lo he visto desde entonces” Respondió Víctor contando de manera resumida lo que había pasado
“-Ugh, aparentemente este es el mes de ‘peléate con tu novio’ ¿No?” Bromeó Bill para destensar un poco el ambiente
“-Eso creo, te juro que no sé qué hacer Bill, él no me contesta las llamadas ni los mensajes” Dijo Víctor exasperado
“-Solo dale su tiempo, de seguro en estos momentos quiere estar solo y pensar bien las cosas, ya verás que más pronto de lo que crees estarán bien de nuevo” Aseguró Bill y en el fondo el pelinegro pudo escuchar como Alex le gritaba a su hermano que se apurara porque ya debían abordar el avión
“-Ya escuché que tienes que irte, adiós hermanito pásala muy bien y gracias por tus consejos” Se despidió Víctor sonriendo con sinceridad por primera vez en esa semana
“-Adiós, te llamaré cuando pueda” Dijo Bill y luego colgó la llamada.
El pelinegro suspiró con cansancio y se levantó de la cama, no tenía muchas ganas de ir a la universidad pero debía hacerlo así que se dirigió hacia el baño casi arrastrando los pies para ducharse y arreglarse y repetir la misma rutina de todos los días, con la única diferencia de que esta vez unas marcadas ojeras adornaban sus ojos por no haber podido dormir bien.
El resto de la semana paso de la misma manera: no dormía bien en las noches, se levantaba con ojeras, se iba a la universidad, regresaba a hacer tareas y estudiar y luego se iba a dormir, esa rutina lo estaba volviendo loco porque no había tenido ningún tipo de noticias de Luca y ya estaba comenzando a preocuparse.
Ya era sábado y el pelinegro se quedó en su cama hasta las tres de la tarde sin ganas de hacer nada, la depresión había llegado para quedarse en su interior y él no tenía intenciones de dejarla ir, la única razón que lo hizo levantarse cerca de las siete de la noche fue el inminente hambre que estaba comenzando a sentir así que bajó las escaleras y fue hasta la cocina para servirse un simple tazón de cereal, no tenía muchas ganas de cocinar algo más elaborado.
Cuando ya tenía su tazón lleno de cereal se dirigió hasta la sala para comer mientras veía televisión y trataba de distraerse un rato, en momentos así sentía más que nunca la soledad de su casa, antes no lo sentía porque su hermano también vivía ahí junto con algunas criadas, pero luego de que Bill se fue el decidió que no valía la pena que las criadas se quedaran a atenderlo únicamente a él y también porque contaba con la compañía de Luca, pero ahora como su novio no estaba junto a él todo se sentía abandonado y frío.
Al parecer el clima decidió acompañarlo en su tristeza porque empezó a llover con fuerza, incluso relampagueaba, Víctor decidió agarrar la manta que reposaba en uno de los brazos del sillón y se cubrió con ella para alejar un poco el frío del exterior, estuvo así por lo menos dos horas mientras veía una película muy interesante en la televisión, pero la lluvia no disminuía su intensidad, incluso el pelinegro llegó a pensar que había aumentado, no quiso darle más importancia al asunto y siguió viendo la película hasta que escuchó como alguien tocaba su puerta levemente, al principio no quiso abrir porque pensó que esos sonidos eran cosa de su imaginación, es decir ¿Quién en su sano juicio saldría a la calle a visitarlo a mitad de una ventisca tan fuerte como esa? Pero volvieron a tocar la puerta, esta vez con más fuerza, así que decidió ir a ver quien era.
Pero nada en el mundo lo hubiese preparado para lo que vio, del otro lado estaba Luca…SU Luca todo mojado y tiritando de frío, tenía el labio y la nariz partida y salía abundante sangre de ambas y unos cuantos morados adornaban sus mejillas y su ojo, a cada lado de él habían unas cuantas maletas, la verdad no entendía nada de lo que estaba pasando pero lo más importante ahora era curar a su novio así que, sin decir nada, cargó al ojiesmeralda que seguía tiritando y lo llevó escaleras arriba hasta el baño donde lo sentó encima de la tapa del inodoro mientras regulaba la temperatura del agua de la bañera, cuando todo estuvo listo le quitó rápidamente su ropa y lo volvió a cargar para meterlo en el agua tibia.
Apenas el cuerpo de Luca toco el agua se relajó de inmediato y dejó de tiritar tan violentamente, ahora solo temblaba un poco pero estaba cabizbajo y se negaba a ver fijamente a Víctor a los ojos, cosa que estaba empezando a exasperarlo
-Luca… ¿Qué te pasó? Preguntó Víctor preocupado mientras agarraba una esponja con un poco de jabón y lo pasaba por el cuerpo del ojiesmeralda, no era nada sexual, simplemente quería relajarlo un poco y quitarle la sangre que tenía en su rostro y además en esos momentos no podía pensar en otra cosa que no fuera curar a su novio
-Y-yo…Les dije. Respondió Luca dejando que el pelinegro quitara los restos de sangre de su rostro
-¿Eh? ¿Les dijiste qué a quienes? Preguntó Víctor sin entender sentado en el borde de la bañera lavando con cuidado el cabello del ojiesmeralda
-Ugh, les dije a mis padres que soy gay. Respondió Luca mientras jugaba con el agua de manera distraída
-¿Es en serio? Preguntó Víctor asombrado
-Sí…Y como veras las cosas no salieron muy bien. Contestó Luca con un deje de ironía en su voz
-¿Qué pasó? Preguntó Víctor casi sin aliento sumamente asombrado
-Bueno…Después de que hablamos me sentí muy culpable, es decir, tú tenías razón en todo lo que habías dicho y yo estaba actuando como un cobarde, así que me la pasé toda la semana encontrando las palabras adecuadas para decirles a mis padres la verdad, por eso no te llamé ni nada, necesitaba hacer esto por mi cuenta, repasé una y otra vez en mi mente lo que les iba a decir y decidí que el momento adecuado era durante la cena de hoy, ugh estaba tan nervioso que se me olvidó todo lo que tenía planeado para decirles y simplemente les dije que era gay…Mi madre se puso a llorar como si le hubiese dicho que acababa de matar a alguien y mi padre prácticamente me salto encima y empezó a golpearme diciéndome que soy una desgracia y una decepción, creo que las palabras me dolieron más que sus golpes…Luego de todos los gritos me dijo que recogiera mis cosas y me fuera de su casa y bueno…Aquí estoy. Explicó Luca volteándose a ver por primera vez al pelinegro que estaba agarrando con fuerza la orilla de la bañera evidentemente enojado
-No puedo creer que hicieron eso ¡Son tus padres! ¿Cómo se les ocurre? Te juro que matare a tu padre. Dijo Víctor molesto a punto de levantarse de ahí para ir hasta casa del ojiesmeralda y darle su merecido al imbécil de su padre, pero su novio se lo impidió agarrándolo del brazo con la poca fuerza que le quedaba
-No hagas nada, no es necesario, yo ya sabía que esto iba a pasar, pero igual lo hice para demostrarte que sé que nuestra relación durara mucho más y que te amo. Contestó Luca con tranquilidad abrazando sus piernas contra su pecho, la verdad ahora estaba mucho más relajado porque a pesar de todo pudo decirles la verdad a sus padres
-Oh Dios, todo esto es mi culpa, prácticamente te obligué a que hicieras eso y ahora mira lo que te paso, lo siento. Dijo Víctor afligido envolviendo al ojiesmeralda en una toalla y cargándolo hasta su habitación donde lo sentó en la cama y empezó a secar su cabello con otra toalla tratando de contener sus lágrimas, de verdad se sentía muy culpable por los golpes que había recibido su novio
-Víctor…Nada de esto es tu culpa ¿Ok? Así que deja de sentirte así. Habló Luca después de un tiempo cuando el pelinegro alejó la toalla de su cabello y se arrodilló frente a él acunando su rostro entre sus dos manos
-Claro que me siento así, ¿No entiendes que si no te hubiese dicho esas cosas probablemente ahorita estarías teniendo una cena agradable con tus padres sin gritos ni golpes? Preguntó Víctor sintiendo como la culpabilidad invadía su cuerpo
-Sí…Probablemente sí, pero todo hubiese sido una mentira ¿No lo entiendes? Desde que me enteré de mis preferencias sexuales viví una mentira, siempre pretendiendo ser algo que no soy y tratando de ser el mejor hijo para mis padres, pude haber seguido con esa vida, pero eso significaba a la larga que no podría estar más contigo, porque en algún momento iba a tener que llevar una novia a mi casa o una esposa y sé que tú no te merecías eso, así que hice esto por nosotros, para que podamos seguir juntos sin complicaciones y porque sí confío en que nuestro amor durará por mucho tiempo. Explicó Luca entrelazando una de sus manos con las de su novio y dándole un profundo beso
-No puedo creer que hayas hecho todo esto por mí. Susurró Víctor a mitad del beso
-Ya te dije, no hice esto por ti, lo hice por nosotros. Dijo Luca dejándose caer en la cama siendo abrazado por su novio
-Y por eso es que te amo, piensas en las cosas a largo plazo mejor que yo. Respondió Víctor con una sonrisa enterrando su rostro en el suave cabello del ojiesmeralda
-Lo sé, tú eres un idiota. Dijo Luca bromeando, quiso decirle muchas cosas más a su novio pero el sueño hizo que sus parpados le pesaran y se durmió casi de inmediato, habían pasado muchas cosas en un día pero a la final todo había resultado bien porque ahora estaría junto al pelinegro sin complicaciones y sin tener que esconderse.
Sí…Para muchos un año tal vez no significaba absolutamente nada, pero Víctor sabía que muchas cosas podían cambiar en poco tiempo y estaba completamente feliz por eso.