Y aquí me encuentro, en este mar, donde nuestra historia dio inicio, donde nos conocimos y donde nos prometimos amor eterno,, donde nuestros corazones latieron con mucha fuerza y nuestro labios se unieron en un baile.
Si, suena ilógico que, después de tu partida, recuerdo cada una de aquellas pequeñas cosas de nuestro amor que sigue latente, tu perdida es dolorosa y venir a estos lugares me entristece, pues nuestros corazones, nuestras memorias se quedaran aquí, ni con la fuerza del viento se puede borrar ni la marea se puede llevar.
-Taemin, ¿Qué haces aquí?- una voz de la nueva persona que me acompaña en mis días, los días en que tu prometiste que estarías a mi lado, aún sigues a mi lado, porque tú, quedaras latente dentro de mí.
-Nada- Solo sentía como el viento pegaba en mi rostro y el olor del mar tan familiar.
-¿Aún no lo olvidas?- Me cuestionó, a lo cual yo solo negué con la cabeza, ella conoce muy bien mis sentimientos y sabe a la perfección lo que paso entre él y yo.
-Aún no-le dije- Su perdida me ha afectado bastante y por ahora- solo guarde un silencio bastante triste
-¿Quieres estar solor?
-Si- metí mi mano en mi pantalón y vi aquella piedrita que él me dio en ese entonces.
-Ok, llega temprano, ¿de acuerdo?
-Sí, está bien, te veo en casa- uso labios suaves chocaron contra mi mejilla, aquella chica de nombre Sulli se retiró dejándome solo.
Ahora me encontraba solo, tal y como estaba antes de que Sulli llegara a donde yo me encontraba, donde te conocí, donde nos declaramos nuestro amor, cuando sufrí tanto cuando mis padres estaban peleando y se separaron.
*Flash back*
-Te odio-gritaba- aun no entiendo el porque me case contigo
-Te casaste conmigo porque íbamos a ser papás, ¿no lo recuerdas?
-Debiste cuidarte
-¡Ja!- una pequeña risa se asomó en sus labios- ¿yo? No toda la culpa es mía, que te quede claro
Ahí me encontraba, detrás de la puerta escuchando como aquellas personas que decían que se amaban, que se decían que estarían juntos y que buscarían lo mejor para mí, se encontraban en una pelea que parecía que no tendría final, pues se lamentaban de que yo naciera, mis ojos se llenaban de lágrimas cada vez que ellos peleaban, cada palabra, en verdad ellos deseaban que yo nunca naciera, aquello sí que era un golpe fuerte para mí, para mi vida y para mi corazón.
-¡Quiero el divorcio!- Palabras que nunca pensé que saldrían de los labios de mi madre, en verdad, ¿todo era mi culpa?, ¿soy el culpable de todo?
-Te lo doy, después de eso, te me largas tú y tu estúpido hijo que no sabe hacer nada, por fin me librare de ustedes, aún no estoy seguro que ese hijo que quien sabe en qué parte de la casa estará, será mi hijo, eres una cualquiera, me das asco y no falte que tu hijo salga un homosexual, me dan asco los dos.
No lo soporte más, tome mis llaves, mi celular y salí de mi casa, esas palabras llegaban a mi corazón como una llaga que se enterraba más adentro, llegué a la primera estación y subí al primer autobús sin fijarme para donde iba y me subí, ahí me encontraba, con los ojos rojos y cristalizados, mis lágrimas querían ser liberadas pero las personas que se subían veían como me encontraba y me miraban con lastima y algunas con asco, como aquella ideología “los hombres no lloran” era lo que más me molestaba, porque esto es doloroso para mí o para cualquier persona.
Baje en donde podía ver el mar, el mar Yeosu, el aroma, la vista era realmente hermosa y el sonido de las olas me hicieron sentir bien.
Camine un poco, la arena era muy limpia y a veces se quedaba pegada en mis tenis, me senté en donde pensé que nadie me pudiera ver, donde nadie pudiese ver mis lágrimas y la tristeza que tengo.
-¿Qué tiene de malo que yo haya nacido?- pensaba en voz alta, esto hacia más profunda mi herida- En serio, ¿soy una molestia? ¿Les arruine la vida?- mis lágrimas no se hicieron esperar y cayeron de gota en gota- mamá, papá, en verdad lo siento- ya me encontraba abrazando mis piernas y mi pantalón ya se encontraba empapado de unas cuantas lágrimas.
-¿Estas bien?- observe que había otra persona a mi lado de pie, podía observar sus piernas, una persona que tal vez nunca había visto o escuchado su voz, su voz nunca la había escuchado.
-Emm… S…Si…- pronuncie tratando que mis lágrimas no salieran más, al parecer alguien noto mis sollozos
-No, amigo, sé que no te conozco, pero tú, tú no estás bien- aquella persona se sentó a mi lado- ¿Qué tienes?
-Es que… eres una persona que no conozco, no… puedo hablar de mis problemas con cualquier persona que se me atraviese, no te conozco, ni siquiera se tu nombre e intenciones
-Mi nombre es Minho, el tuyo ¿Cuál es? Y mis intenciones son ayudarte- no sabía si confiar en ello, pero Kibum no se encontraba en la ciudad, se fue a Japón, pero… necesitaba desahogarme- ahora… dime ¿Qué tienes?
-Mi nombre es Taemin, lo que tengo atrapado en mi corazón es algo que muchas personas lo toman como tonto y estúpido, pero para mí… es difícil de asimilar, más por mi edad- mis sollozos se hacían más grandes- cada día no faltan las peleas, palabras como “¿Por qué tuve que tener un hijo contigo?” “me desgraciaste la vida” me hiere, porque, después de tanto tiempo juntos, después de cada cosa que hacíamos, después de ser cálidos y llevarnos bien pasa esto, mis padres están a punto de separarse pero… ¿realmente es mi culpa?- dije apegando mis pies a mi cara, no lo soportaba, soltarlo me hacía sentir un poco mejor pero no del todo.
-Todos, absolutamente todos tenemos problemas, algunos errores que cometimos y a veces preferimos culpar a otras personas de nuestros errores, pero no te sientas mal, son cosas que llegan a pasar, a veces el amor se esfuma
* End flash back*
Era triste recordar todo, su sonrisa que era tan hermosa, sus brazos, cuando me abrazaba protectoramente, su aroma, su calor, su todo.
-Minho~- pronuncie derramando una lágrima, en serio, lo extrañaba demasiado.
Recordar es lo que nos hace humanos, recordamos momentos en los que somos tan felices, pero Minho es un recuerdo realmente hermoso que solo yo puedo tener atesorado.
Cuando me dijo que me amaba aquí, en este lugar, en este mar, el mar fue el testigo de nuestro amor.
*Flash back*
-¡Taemin!- Minho me llamaba de alguna parte, venia hacia a mí, me abrazo en acto seguido y me alejo de Kibum y Jonghyun
-¡Minho! ¿Qué haces? ¿A dónde me llevas?- le preguntaba pero no me hacía caso, tenía una sonrisa en sus labios que no me podía negar.
-¡Maldita Rana! ¡Más te vale que no le hagas nada a Taemin! ¡Si le haces algo te mato!- los gritos de Kibum se escuchaban a lo lejos, pero los labios de Jonghyun hicieron que se callase, ellos se fundieron en un tierno beso.
Me llevo a la estación de autobuses y no tenía ninguna intención de soltar mi brazo, no puse objeción por que se le veían un hermoso brillo en los ojos, me derretía, en verdad el me gusta desde que me ayudo aquella vez en el mar Yeosu, pero nunca me atreví a decirle algo, pues sé que el estaba saliendo con Yuri o eso decían los rumores, me quedaba callado, me encanta su forma de ser, subimos al primer autobús que vio Minho y yo no me detuve a observar el letrero para ver a donde nos dirigíamos, pero no me lo permitió, nos fuimos a los asientos de atrás y esperamos a llegar al destino de Minho, por que el mío no era.
-No te dejare ir- esas palabras me dijo para tomar mi mano y entrelazarla- Aún no
- Pero Minho… ¿a dónde me llevas?- estaba nervioso, sentir su mano de esa manera que solo lo hacen las parejas me ponía nervioso.
-Secreto- pronunció lo último, saco su celular su audífonos y me coloco uno y coloco una hermosa melodía, en verdad me gustaban esos pequeños detalles, mis mejillas se estaban colorando y yo solo miraba la ventana.
-¡¡Dios!! Me trajiste a Yeosu
-Sí, pero ven- me seguía tomando de la mano, nos dirigíamos a un lugar donde estuviera lo suficientemente solo.
-¿Qué hacemos aquí?
-Taemin- dijo mi nombre tomando mi otra mano- sé que no es fácil tomar esto, pues es raro, pero Taemin, me gustas mucho, me encantas, te amo, gracias por siempre estar a mi lado, te amo.
-Minho...- pronuncie con unas cuantas lágrimas en mis ojos, no lo podría creer, el se me estaba confesando.
-Tae… no tienes que decir nada, sé que no me amas como yo te amo a ti
-Minho, también me gustas me gustas mucho.-un sonrojo evidente era en mí, mis mejillas ardían
Sus labios se acercaron a los míos, era un beso cálido, nos sentamos y el tomó una piedra que en su centro se notaba una media luna, hermosa.
-Taemin, gracias por estar conmigo- le susurraba a aquel objeto- te amo, siempre estaré a tu lado.
Paso un largo tiempo, el me hizo una cena en su casa, su madre trabajaba hasta tarde, me tomo de la mano y me llevo a su recamara, era muy grande, cerró la puerta y se acercó a mí, besando mis labios con tanta ternura, yo correspondía, me sentía a morir, nuestro beso era mágico, el caminaba lento llevándome hacía su cama, pues si, llevábamos 2 años conociéndonos, amándonos.
-Tae…-susurro separándose de mi para tomar de nuevo mis labios, era tan mágico el momento, nuestro beso se volvió apasionado, él me tomaba de la cadera y yo tomando sus cabellos, profundizando nuestro beso, no sé en qué momento paso, pero su lengua se encontraba dentro de mi boca, era una sensación tan placentera y me gustaba.
-Mmm…- gemí en su boca, él tocaba mi cuerpo por debajo de mi playera, la levantaba poco a poco hasta que logro quitármela, me dio un ligero beso en mis labios y ataco mi cuello, succionando, besando, mordiendo mi piel, era una sensación realmente buena, tímidamente yo tomé valor y me atreví a meter mi mano entre su camisa, era tímido, pero hacia que el suspiraba lo que me agradaba.
Retire su playera viendo su abdomen marcado, era perfecto, el me besaba mi escuálido cuerpo.
Por fin, iba a ser de él.
*End Flash back*
Recordé cuando me entregue a él, ese sentimiento se hacía más cercano, lo amaba, en serio lo amaba y lo amo, pues nunca había tenido su cuerpo tan cerca como aquella noche y hubieron más noches así, pero eso si nos protegíamos, pero aquella noche fue tan especial, pues nuestros gemidos, nuestros cuerpos juntos, nuestros corazones unidos, éramos uno en ese instante.
-¿Qué va a ordenar?- la señorita que estaba enfrente de mí ya llevaba un rato observándome, porque ella pensaba que no iba a tomar alguna cosa que estuviera en esa mesita cerca de donde ella hace el alimento para las personas que van a ese lugar.
-Solo tomare algo de Soju- la señorita me ofreció un pequeño vasito, me serví y comencé a beber, recordaba cada momento a su lado, todo era mágico a su lado, porque en verdad era raro.
Ya era tarde, pues la luz del sol ya no alumbraba mi rostro, solo veía aquellas lámparas de los puestos, saque mi celular, mi celular ya marcaba que eran las 8:00 p.m. no podía creer que llevaba rato recordando todo lo que pase a su lado.
Trago tras trago era doloroso, porque todo lo que empezó como un sueño realmente mágico, se convirtió en una pesadilla, recuerdo cuando él me dejo.
*Flasch back*
-¡Doctor! ¡Docto! ¡Mi hijo!- la madre de Minho gritaba como podía, hasta que sus pulmones y garganta le permitían, Minho estaba en esa cama, tendido, algo pálido, pues su enfermedad estaba terminando con él, cáncer terminal, la misma que termino con la vida de su padre, era doloroso verlo ahí, pues no se podía mover mucho, ya no tenía muchas fuerzas para seguir.
-Ta…Taemin- dijo mi nombre, tomando mi mano, su mano comenzaba a sentirse fría
-No, no Minho, no hables- mis ojos estaban cristalinos, no quería que se fuera, que viviera un poco más, que estuviera un poco más a mi lado.
-Taemin… gra… Gracias…- hablo lentamente, sus fuerzas iban bajando y todavía hablaba conmigo, algo me decía que él ya se iba de este mundo, pero no quiero- gra… gracias por… por… por todo…, gracias… por… todos los… momentos… que pasamos… juntos… te… amo… y…. eres el… único… para… mi… ya… es hora… de… que… parta… no te… quiero… dejar… pero… la vida… me preparo… esto… algo… que… no… pude… negar… te amo… mi pequeño… nunca… repito… nunca… me… olvides… por… que yo… nunca… te… dejare… gracias- su mano dejo de apretar mi mano, una última lágrima cayo de su ojo, aquellos ojos enormes se cerraron.
-¡No! ¡No! ¡Minho! ¡No! ¡No me dejes! ¡No! ¡Te amo!
-Señor Lee, lo sentimos, tiene que soltar su mano
-¡No! ¡No quiero! ¡Mi amor! ¡Te amo! ¡No me dejes! ¡No! ¡Por favor! ¡No te vayas!- el dolor más grande que sentí en la vida, nunca pensé que dolería tanto, el amor de mi vida se fue, se fue, los médicos me colocaron un calmante, era doloroso, no paraba de besar su cuerpo ya muerto, no paraba de rogarle a que no se fuera.
*End flash back*
Observe mi celular de nueva cuenta y entre a mi directorio, mis contactos, su nombre ahí marcado como “Minho ♥♥♥”, sería inútil llamar a su número, pues a decir verdad, si lo era, sé que él nunca lo contestaría,
Termine aquella botella de soju, pague y camine de nuevo por la orilla del mar, el viento helado chocando en mi rostro y volando mis cabellos, un frío que no había sentido muy cálido, el choque de las olas en la tierra, terminaban, era tan hermosa, me puse de rodillas en la arena ensuciando un poco mis pantalones, metí mi mano en mi bolsillo de mi abrigo y saque aquella roca que me trae tantos recuerdos.
-Te amo, Minho, siempre lo haré, hoy y siempre, eres muy especial para mí, sé que estas en alguna parte cuidándome y abrazándome como en aquellas épocas, te extraño, pero es hora de dejar todo aquí, siempre estarás latente en mi corazón- pronuncie, acto seguido hice un pequeño hoyo en el mar y la enterré ahí, mis lágrimas no se hicieron esperar-Minho- sollozaba mientras lo enterraba- no tenías que dejarme, te amo mucho, no tenías mi amor, eres tan especial para mí, te amare por siempre, pero ¿Por qué?, no he podido conciliar el sueño pensando en nuestros días tan hermosos, no he podido parar de llorar, Minho, ¿Por qué?- termine llorando dando pequeños golpes en el mar-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué amor?! ¿Por qué?- era un dolor muy grande.
-Taemin- la voz de Kibum se escuchaba a lo lejos- Taemin ¿Qué haces aquí?
-Key, key, el me dejo para siempre, lo extraño, siento horrible, ¡Key!- abrace a Kibum, el me recibió ese abrazo.
-Taemin, ya no podíamos hacer nada
-Pero Key, lo amo, lo extraño, ¿Por qué me dejo de esta manera?
-Te aseguro Taemin, que él no te quería dejar, te amaba tal y como tú lo amas, él nunca tuvo malas intenciones contigo, aunque siempre le gritoneaba porque pensaba que te hacía daño, era todo lo contrario, sabía que él nunca, nunca te haría daño, pero su muerte te ha dejado mal, tienes que avanzar mi pequeño.
-Aún no se porque la vida es así de cruel conmigo
Key me levanto del lugar, aquella montañita era llevada por el mar, pero aquella piedra se quedó enterrada y era imposible que el mar se la pudiese llevar.
-Minho- voltee para ver de nuevo la piedra y una últimas palabras salieron de mis labios- Te amo- seguí caminando abrazado de Key.
Un amor como el mío es fácil de obtener o eso pienso yo, pero difícil poder olvidar, no fue suficiente decirle que lo amaba en aquel entonces, cuando su corazón todavía palpitaba con fuerza, ni en aquellos días en el hospital que pasaba a su lado, el me enseño tantas cosas, el cómo amar, el cómo querer a alguien con todo tu corazón, es muy duro seguir mi camino sin él, pues tantas promesas que me hizo que no eran posible que se hicieran realidad, en verdad le agradezco tantas cosas, porque lo amo, le ame, lo amo y lo amare siempre, aunque otra persona me acompañe en mis días.
“Quiero caminar contigo,
Quiero caminar contigo en el mar
Quiero caminar contigo por la calle
Quiero caminar contigo en el mar”