Al día siguiente, me despierto temprano y, salgo a trotar por los alrededores. Son la seis de la mañana de un sábado.
Me encanta correr, desde antes de convertirme en un hombre lobo.
Por supuesto, qué al principio arrastraba a Stiles en una carrera… que yo siempre ganaba. Por qué el estaba más dormido que despierto. Pero cuando me trasforme. Solo le daba un cronometro y, corría a través de los árboles del bosque. Mientras él se quedaba sentado en una gran roca. Stiles medio dormía hasta que yo le pegaba; un grito de lejos o gruñido y, el terminaba, torpemente en el suelo. Y tomaba mi tiempo.
Si lograba romper mi meta, Stiles me preparaba mi almuerzo favorito, para los recesos. Si no lo hacia, me lanzaba una bolsa de croquetas para perro, balanceada. Diciendo que estaba gordo y, tenia que cuidar mi figura. “Soy el Robin de un Batman descuidado, me avergüenzas” soltaba en forma de burla. Yo solo lo atacaba con cosquillas, por qué las odia.
Por qué es hipersensible.
Y eso me encanta.
Extraño, tanto a mi secuaz…
Me siento en paz con la naturaleza y, logro relajar mis pensamientos a causa de la adrenalina qué corre por mis venas…
No se, cuantos kilómetros hago…
Ni a donde se dirigen mis pies.
Por qué no lo estoy pensando.
Solo sé que mi mente párese un motor de dieciséis caballos. Mis neuronas trotan desbocadas. Y, en mi mente solo corren pequeñas imagines de los momentos que viví, junto a él.
¿Esta bien, qué me sienta así? ¿Por qué me hago tanto problema? Es solo Stiles, con una de sus rabietas. Ya se le pasara y, se dará cuenta de que estoy aquí… y de que tiene que aprovecharme.
Es entonces que termino con mi monologo interno y, largo un…- ¡Mierda! -Estoy frente a su casa. Bien, eso lo resume todo.
-Scott, te estas obsesionando.- Me regaño a mi mismo. La casa se ve exactamente igual qué hace un año.
Todo, parece tranquilo, su jeep esta aparcado fuera, pero el auto del sheriff no se encuentra.
Seguramente, esta en su trabajo.
Sintiéndome bastante intranquilo, Intento escuchar los latidos de stiles en la casa, algún ruido o ronquido. Nada. Miro a todos lados, de un lado al otro. cruzo la calle y, llego hasta la puerta de su casa. Llamo, pero nadie contesta. Suspiro y, estoy apunto de irme. Pero la curiosidad hace mella en mi. Y, disimuladamente doy, la vuelta alrededor de la casa.
- Una miradita no hace mal a nadie. - murmuro, Con la idea fija; de trepar por el árbol qué se encuentra bajo su ventana. Esperando que ningún vecino me vea y, piense mal.
¿Mal? Estoy en propiedad privada. De que otra forma pueden pensar…
La ventana esta abierta, entro por ella y, lo que veo me desconcierta. Todo, esta ordenado. (Chico hiperactivo/cuarto ordenado, algo no me cuadra) Tan ordenado qué la cama se encuentra hecha y, párese que nadie a dormido allí. Algo apenado, olfateo el aroma de Stiles y, casi no lo siento.
¡¿Dónde durmió, anoche?!.
Me paseo por la casa, su mochila no esta.
¿Quizás se quedo en lo de un compañero…?
Yo no solía volver a casa cuando estaba, con… - Será qué.
Siento una opresión en el pecho, angustia.
Por unos segundos, no escucho, más que el ruido de las tuberías, el sonido de un gato maullando y, El grito de una anciana a unos niños.
Mi corazón párese ser el único que se revela a no hacer sonido alguno.
Regreso al cuarto de Stiles y, tomo uno de nuestros portarretratos.
Sonrío al notar que es aquella foto, que Danny, nos dio después de nuestro primer partido.
Los dos estuvimos en la banca. Toda la noche. Aun así, Stiles estaba emocionado. Como si él que estuviera apunto de ganar, fuera solamente él . Sus ojos brillaban mas que los faroles que alumbraban el campo de Lacrosse.
En ese entonces. Apagué, aquel sentimiento de culpa, por a verle arrastrado a entrar al equipo. Solo por llamar la atención de Alison. ¿Quien diría, qué terminaría convirtiéndome en el capitán, ganando las finales y, a la chica?
Ahora, me pregunto si valió la pena. Y lo único que rescato, fueron los buenos momentos con Stiles.
Y llego a la conclusión; De que por Stiles, valió la pena.
Un destello de la luz del sol, golpea en la ventana y, rebota en mis ojos, haciendo que gire el rostro y, encuentro mi primer trofeos dentro de una caja, en una de las esquinas del cuarto.
Camino hasta ella y, la tomo con delicadeza.
Me sorprendo al ver todos los obsequios que le di a Stiles, dentro de ella. ¿Por qué esta todo aquello en una caja?.
Apoyo, la caja en la cama. Y, es entonces, qué veo un pequeño cuadernillo de color bordo, sobre ésta. “Prohibido tocar” ¿Aun, conserva ese diario?.¿Cuantos años tiene? Pienso con algo de burla. Pero en el fondo, me alegra que lo conserve. Por que fue el primer obsequio de cumpleaños, qué le di… sin ayuda de mi madre.
Acaricio la tapa y, lo abro. No debería hacerlo por qué es algo intimo. Pero creo conocer todos los secretos de Stiles, como para no poder leer aquel diario. Es mas hasta podría hacer su autobiografía. De tanto que le conozco.
No alcanzo a leer nada, lo cierro de inmediato, al escuchar el sonido de unos frenos. Tendré que detener mi inspección.
Meto el Diario en la caja. Dejo la caja donde estaba. Y, me acerco despacio a la ventana, cuidando que nadie me vea através de ella.
Otra vez ese auto. Y a estas horas. Stiles se despide casi saltando, sobre sus pies.
El camaro se retira.
Otra vez esta tarareando una canción. Busca las llaves con torpeza, y logra abrirla. Mi mente se debate entre la idea de pedirle explicaciones, como el hermano mayor que debería ser. O irme, y que jamás se entere que estuve allí.
Silenciosamente me marcho. Sabiendo que si lo confronto, las cosas serán peor y, Stiles no querrá volver a hablarme y, las cosas no están, como para que intente una reconciliación. Cuando apenas puedo verle y, cruzar dos palabras.
Me sentía como un ladrón, huyendo a hurtadillas, escapando por la ventana que entre.
Antes de saltar de la ventana al suelo.
Escucho un teléfono y, me quedo inmóvil en el techo. Stiles contesta, es su padre. Suspiro. Lo escucho decir que esta libre y, que se aburrirá toda la tarde. Cuando cuelga, tengo el presentimiento de que puede ser mi oportunidad.
Saco mi celular y, marco su numero.
Escondiéndome fuera de la ventana, lo veo mirar la pantalla de su celular, al entrar en su cuarto.- Scott… - Frunzo el ceño al ver que duda en contestar. Pero lo aliviano al ver que se lo lleva a los oídos y, apretó Send.
- Ey! - Suelta, para nada emocionado.
- Stiles, que bueno que contestas…
- Para eso son los celulares. O no?
Bueno, de verse contento a ahora párese ofuscado.
- OK, solo quería saber si estabas… desocupado esta tarde… veras, estaba pensando en…- Esta dando vueltas por su cuarto, todo nervioso y, puedo sentir su corazón galopando en su pecho.
- Lo siento, Scott pero tengo mucha tarea y,… cosas que hacer… Estaré ocupado toda la tarde.
Bien. ¿A quién, le mientes… a mi o a tu padre.?
- Tengo que cortar.
Y, realmente me ah cortado de raíz. Decido, aceptar su desprecio.
Solo, por ahora.
- De acuerdo, luego te llamo. - Y esa ah sido la llamada mas amarga que eh compartido con Stiles.
Y, eso que hemos tenido nuestras peleas. Pero esto no es una pelea. No, qué yo este enterado. ¿Que fue lo que le hice para que me tratara así?
Llegué a mi departamento. Estoy lo bastante molesto, como para darme una ducha, con agua helada. Me pongo un conjunto de pantalón negro, con una sudadera azul Francia.
Tomo las llaves de mi adorada moto y, decido ir por los libros que me faltan al centro comercial. Si el hubiera dicho. Si Scotty iré contigo y, compraremos tus aburridos libros. Entonces estaríamos divirtiéndonos burlándonos de los títulos
en las tapas. Y riéndonos de las imágenes de portadas, de las novelas románticas.
Los libros caen en mis manos con facilidad. En segundos, estoy listo para volver a la soledad de mi actual hogar. Mi madre se a quedado en Londres… al fin, me esta dejando volar del nido. Solo espero no caer de muy alto.
Cargando con una bolsa, paso por frente de las tiendas de ropa, y zapatillas de marca. Alguien tropieza con migo, ni siquiera la vi venir. Prácticamente me teclea.- ¡quítate debilucho! - Casi, me ah tirado al suelo.¿Qué le pasa a mis reflejos? Solo, veo unos rulos rubios que se balancean. ¿Una mujer? Ella no pudo haberme empujado así. O si?
Una risa bastante familiar, traspasa mis tímpanos y, din. don. ¡Es Stiles!. Estoy seguro de que es Stiles.
Observo por todos lados pero no logro ubicarlo.
- Mami, quiero ver esa película.
- Otro día cielo, los zombis pueden esperar, otro día.
- ¡Pero mama!
- Cines, eso es… - busco la zona de los cines. Y ahí lo veo. De espaldas, pero esa camisa cuadros y, su cabello alborotado. Son imposibles de confundir… además de…-¡¿Qué diablos?! - Que hace esa chica trepada a Stiles. Esta toda vestida de cuero y no deja de refregar su rostro, con el rostro de Stiles. ¿Quien se cree, para hacer eso? ¡¿Quien es ella?!