Mi nombre es Misty, tengo 14 años de edad y estoy en segundo año de secundaria en la prestigiosa High Pokemon School, mis pasatiempos son leer y batallar con los Pokemon, soy muy competitiva...
-Ahora si, voy a descubrir quién es el tal Akira-dijo Misty decidida-de seguro es un completo tonto que no sabe ni lo que hace, iniciaré mi labor investigativa, seré Misty súper espía-rio graciosamente perturbando la paz de la biblioteca-lo siento-dijo apenada-debo hacer esto antes del receso que nos dio.
El primer paso fue seguir al docente.
-Muy bien, como una gran investigadora que soy seguiré sigilosamente a ese profesor sin que lo note.
El primer lugar fue un restaurante, Akira se sentó en una de las mesas y pidió algo de beber, Misty también se sentó.
-¿Qué desea ordenar?-preguntó la camarera a la pelirroja.
-Por ahora no me decido "maldición, olvidé traer mis poke-dolares" mientras lo hago tráigame un vaso con agua, gracias-guiño el ojo.
-Ya se cómo terminará esto-susurró la mujer.
-Oiga, para su información yo tengo mucho dinero-replicó la chica.
Pasó media hora y Akira no salía del lugar.
-Oye ¿aún no te decides?-dijo la camarera sarcástica.
-Es que...no veo algo que llene mis expectativas.
-Si, claro, eso dicen todos.
-Le ordeno que se retracte.
-No lo haré.
-Si lo harás.
-Claro que no.
-Aghhh, mejor me voy de este sitio, es tan poco glamuroso.
Cuando caminaba con altivez no se fijó y se tropezó con un carro de postres haciendo que quedará igual que un merengue gigante.
-Esto es horrible-lloró-espantoso.
De pronto alguien la tomó del hombro por detrás.
-Misty...¿cierto?-dijo Akira.
-¿Qué? ¿Pero como me descubrió?
-Bueno...unos lentes no son muy buen disfraz-sonrió.
-Entiendo-se sonrojó.
-Oigan-intervino la camarera-esos postres no se pagarán solos.
-Tranquila señora-dijo Akira-yo pago.
-Es lo mínimo que puede hacer-corrió la chica.
Luego de cambiarse de ropa se encontraba en la cafetería hablando con Érika.
-Entonces ¿sigues con la idea de que el profesor Akira no sabe lo que hace?-preguntó la princesa.
-Así es, yo jamás me equivoco, tengo un informante secreto que me dará información privilegiada.
-Entiendo-la miró incrédula la princesa-¿Quién es? ¿Red?.
-Claro que no, es tan incógnito, que ni yo misma lo se, bueno me voy a mi encuentro secreto.
La chica llegó al parque de la escuela, donde la esperaba un "enigmático personaje"
-Hola-saludó Misty.
-Shhh, cállate-dijo el sujeto con una bolsa de papel en la cabeza con un signo de interrogación dibujado-¿Cuál es la contraseña?
-¿Contraseña? Jamás hablamos de una contraseña...
-Claro que si.
-Que no...
-Si...
-Agghhh, solo dame la información-dijo exaltada.
-¿Trajiste lo pactado a cambio de la información?
-Acá están los pastelillos de esa tienda del centro de la ciudad.
-Muy bien, ten-le dio una hoja de papel.
-Un momento, tramposo, en este papel dicen solo cosas que yo se o en su defecto son irrelevantes ¿en qué me beneficia saber que el profesor es Géminis?
-No lo se, puede que esconda una doble personalidad.
-Eres un farsante, momento ¿eres tu Red?
-No se de qué hablas ¿Quién es ese tal Red? No lo conozco.
-Entonces...¿Cómo explicas tu chaqueta roja? Sin contar que traes la gorra encima de la bolsa.
-Esto, es una ilusiooooon-salió corriendo-se la creyó-se estrelló contra un árbol.
-Esto no funcionará.
Finalmente y luego de tantos fallidos intentos, la chica se dirigió a la biblioteca de la escuela.
-¿Como pude ser tan ciega? Todo este tiempo tuve la respuesta en mis ojos y no la vi, oh, adorada internet, vamos a trabajar.
La investigación no arrojaba nada interesante, hasta que, un encabezado citaba:
"Akira los mató a todos"
-¿Qué? Ah continúa...
"Akira los mató a todos ...de la risa en la convención Pokemon"
"Profesor asesino"
-Lo sabía...este no podía ser tan bueno.
"Profesor asesino...de la mediocridad en combate"
"Galardón a un gran docente"
-Me rindo, supongo que no hay nada de malo en este personaje, a veces debería dejar de ser tan desconfiada.
-Pstt, pstt-llamó alguien a la chica-tengo información sobre mucha gente aquí.
-Red, ya se que eres tu, y quítate esa estúpida bolsa de la cabeza.
-¿Qué? ¿Cómo supiste que era yo?
-Olvídalo.
-Por cierto, hay algo que quiero decirte de Akira.
-Ya no tiene caso.
-Pero...
-Suficiente, esto ya perdió todo el sentido.