Ya era hora de almorzar, Erika y Misty estaban en la cafetería.
-¿Por qué no me dijiste lo de tu compromiso?-reclamó la peliroja a la princesa.
-Lo siento, fue un acuerdo que hicieron mis padres con la familia de Daika cuando teníamos 10 años.
-¿Hicieron un acuerdo con ustedes?
-Así es.
-¿Cómo si fueran objetos?
-Verás, mis padres siempre se han preocupado por mantener su estatus en Azulona, la familia de Daika es de las más importantes en la ciudad, eso les garantizará que yo no pase por necesidades jamás.
En ese momento pasaban Surge y Koga al lado.
-Sabes Erika, estaremos encantados de ver tu humillación ante todo el salón.
-Oye, no te metas con ella-respondió Misty.
-Me meto con quien quiero, tonta.
-Tranquilos, igual Koga no está tan equivocado.
-Erika ¿como puedes decir algo así?-replicó Misty.
-Es la verdad, anda Surge tu también si quieres búrlate de mi.
Surge la miró con cierta compasión.
-Mejor nos vamos-dijo el musculoso chico.
-Oye, pero...-replicó Koga.
-Vamos.
-Está bien.
Cayó la noche sobre la región de Kanto, en la mansión Azulona todos los chicos estaba llegando.
-Sean bienvenidos al compromiso de la princesa Erika-dijo un elegante mayordomo.
-¡Muchas gracias!-respondieron Red, Brock y Misty al sujeto.
-La verdad es que la familia de Erika es bastante importante, miren la cantidad de personas que hay en este sitio-dijo Misty sorprendida.
-Es verdad, miren ahí está Green, no le hagas caso Red, haz de cuenta que no existe-dijo Brock.
-"Idiota, trato de sacarlo de mi cabeza y él viene y me lo tiene presente, en fin...debo admitir que se ve bastante guapo con ese traje"
-Red¿qué haces aquí? Te hallaba llorando en tu habitación-saludó Green.
-En realidad yo...pensé que sería buena idea venir un momento, por cierto te ves muy bien Green.
-¿Qué?-se ruborizó-como sea estaré por ahí, adiós.
Misty y Brock se miraron extrañados.
-Hola chicos-saludó Blaine.
-Hola, te ves muy bien-dijo Misty.
-Gracias ¿han visto a Erika?
-Si, está en aquella mesa sentada con sus padres, voy a saludarla ¿vienes conmigo?
-No, creo que mejor me quedo un rato acá.
-Como quieras, Brock no lo descuides.
-Tranquila.
Misty se acercó a la mesa donde estaba Erika con sus padres y su prometido.
-Hola amiga-la saludó.
-Hola, siéntate, me aburró a montones-dijo Erika aliviada.
-¿Como te sientes?
-No muy bien, a decir verdad pensé que podría encontrar algo bueno en Daika pero la me resulta bastante irritante.
-¿Y si hablas con él?
-¿Qué? Mis padres y su familia me matarían, ya está todo preparado.
-Hazlo, tal vez ambos desean otro destino para sus vidas-dijo la peliroja sonriente.
-Tienes razón.
Erika se levantó de su silla y pidió a Daika que salieran un momento al balcón.
-Blaine ¿por qué no le dices a Erika tus sentimientos?-dijo Brock.
-¿Qué?-se sonrojó el joven científico-no seas tonto, a mi no me gusta Erika.
-¿Entonces por qué te pones así de nervioso cuando hablas con ella?-interrumpió Misty.
-Misty, Brock...yo, no se qué decir.
-Ve por ella amigo-dijo el morocho.
Era una noche estrellada, Erika finalmente estaba hablando con Daika sobre cancelar el compromiso.
-Jamás, es inconcebible lo que me pides Erika.
-Pero yo no te amo Daika.
-Sin lugar a duda eres tan tonta y soñadora, si no sigues con el compromiso tu y tu familia se arrepentirán-la tomó del brazo fuertemente.
-Daika, por favor me lastimas.
-Suéltala-gritó Blaine.
-Si quieres que la suelte, pelea por ella-lanzó Daika su poke-ball, saliendo un Spearrow de ella.
-Muy bien, eso haré, ve Growlithe.
-Spearrow gruñido.
El Spearrow de Daika bajó el ataque de Growlithe.
-Growlithe, Ascuas.
-Esquívalo Spearrow y atácalo con picotazo.
Spearrow hizo una maniobra impecable derrotando el Growlithe de Blaine. Para ese entonces la mitad de los asistentes estaban afuera observando la pelea entre los dos chicos por la princesa Erika.
-Muy bien, esto terminó ya-dijo Daika sacudiendo sus manos.
-No tan rápido-mencionó Erika soltándose violentamente de Daika-ve Weepinbell-y arrojó su poke-ball.
-¿Qué haces tonta?-replicó el sujeto.
-Weepinbell polvo veneno.
Spearrow quedó débil.
-Muy bien Spearrow, ataque furía.
-Daika, detente Erika también saldrá herida-gritó la madre de la princesa.
-No me importa-respondió.
-A mi tampoco me importa, no soy alguien fácil de vencer Daika, Weepinbell látigo cepa.
Weepinbell fue bastante rápido y golpeó a Spearrow justo cuando se disponía a lastimarla.
Todos quedaron asombrados con la actuación de la princesa.
-¿Erika, hija estás bien?-corrió su padre preocupado.
-Si, papá, pero debo ser sincera, no me interesa ser la prometida de alguien tan vacío y egoísta como Daika; en los últimos días he encontrado mi fuerza interior y yo creo que eso vale más que cualquier otra cosa, deseo ser libre, al lado de la persona que algún día pueda amar realmente.
-Cariño ¿estás segura de lo que dices?-preguntó su madre.
-Si mamá, en la escuela he aprendido a ser fuerte, eso es lo mejor que me ha sucedido.
-Lo siento Daika, la princesa Erika ha hablado, además tu comportamiento no ha sido el de un caballero-dijo el padre de Erika
-Esto, es bastante estúpido-respondió Daika.
Ya era más de media noche, los chicos ya estaban en el edificio de los dormitorios, Red estaba en las escaleras fuera del edificio, pensando.
-¿Reflexionando mi consejo?-preguntó Green.
-¿Quién yo? Claro que no...nada hay que pensar.
-¿Entonces, por qué estás a media noche afuera y solitario?
-Tal vez...yo...te esperaba-se sonrojó.
-¿Qué?-sintió Green su corazón paralizarse por un instante-qué tonterías dices.
-No puedo ocultar esto que siento Green, de ser así creo que estallaré en locura-se acercó Red al castaño.
-Detente-se paralizó.
-¿Me golpearás acaso? Debes de saber que no me importa, prefiero eso pero al menos sentiré que hice lo que mi corazón desea, y mi corazón te desea a ti Green.
-¡Red deten...!
El grito de Green se vio interrumpido cuando Red haló a su chico del saco y unió sus dulces labios a los de él.
-"Maldición, maldición ¿qué estoy haciendo? Red yo no puedo sentir nada por ti, no, no puedo"
-"Oh Green, esto es tan hermoso, te quiero"
-Has caído Green, y ahora yo podré aprovechar tu peor error-susurró Sabrina observándolos a lo lejos.
Green quedó paralizado con ojos llorosos.
-Buenas noches Green-lo miró dulcemente Red y subió las escaleras corriendo.
Green se sentó en las escaleras y miró hacia el firmamento.
-Red, me has encontrado-murmuró en tono de nostalgia.