Un pequeño Red se encontraba finalizando su año escolar en el jardín para niños en pueblo Paleta.
-Muy bien niños, como ya saben, la otra semana terminaremos clases, así que como trabajo final cada uno de ustedes pensará en qué desearían ser cuando crezcan, se que muchos de ustedes tienen el sueño de ser doctores o bomberos, mañana expondremos dichos sueños en nuestra clase.
-Eso suena grandioso-exclamó Green-¿No lo crees Red?
-Así es-respondió el encantador niño sonriendo.
La clase terminó, Red se dirigió a su casa.
-Ey, ey, espérame-gritó a lo lejos Green.
-Lo siento, pensé que ya te habías marchado-sonrió.
-Claro que no, sabes que siempre te espero, amigo.
-Por cierto...¿vas a venir esta tarde a mi casa? Mi mamá horneará un pastel delicioso.
-Ah si...¿de qué es?
-Es de Baya Zidra.
-Por supuesto, aunque aun así estaría encantado de ir.
-Green-se sonrojó-esto..muy bien vamos-pateó una roca en el suelo.
Los chicos pasaron una tarde muy linda en compañía de su madre.
En la noche Red estaba algo pensativo en su escritorio.
-Red, amor ¿qué tanto haces?-preguntó su madre.
-Nada, es una tarea para el colegio.
-¿De qué se trata?
-Es que debemos decir mañana en clase qué nos gustaría ser de grandes.
-Veo, bueno supongo que nadie más que tu lo sabe, como sea yo siempre te apoyaré mi bebé-lo besó en la frente.
-Lo se mamá, esto...tengo una pregunta.
-Dime Red.
-¿Papá y tu son amigos?
-Red-lo miró con dulzura-claro que somos amigos, y mucho más.
-¿En serio?
-Así es, verás tu padre y yo somos esposos.
-¿Esposos?
-Si, mi amor...
-¿Qué es un esposo?-pregunto bastante interesado.
-Es alguien con quien compartes todas tus cosas, es como un amigo pero el sentimiento que te une a él es más fuerte ¿entendiste?
-Si, claro que si mamá.
-Muy bien, ahora termina tu tarea, ya casi es hora de cenar.
-Muy bien-sonrió.
Al otro día la clase de Red estaba muy entusiasmada con las exposiciones de sus compañeros, algunos querían ser bomberos, otros panaderos.
-Es por eso que deseo ser un entrenador Pokemon, me gusta mucho cuidarlos y quererlos-dijo el castaño orgulloso.
-Muy bien Green, aunque un entrenador Pokemon también debe pelear en ocasiones-dijo la maestra.
-¿Pelear?-la miró anonadado.
-Así es, pero tu puedes ser un entrenador diferente-guiñó su ojo-muy bien, ahora sigues tu Red.
El chiquillo se levantó de su puesto y se hizo en frente de todos sus compañeros.
-Mi nombre es Red Uchida, y cuando sea grande quiero ser...esposo de Green Oak.
-¿Qué?-gritó la profesora.
-Pero qué tonto-exclamó uno de sus compañeros.
-Red...¿estás seguro de lo que dices?-preguntó la maestra.
-Claro que si, yo quiero ser esposo de Green cuando crezca.
Algunos chicos comenzaron a burlarse de él.
-Cállense niños tontos-intervino Green-dejen de burlarse de mi amigo o los golpearé.
-Green, no hay que ser violentos con tus compañeros de clase.
-Pero ellos empezaron maestra y si Red quiere que yo sea su esposo cuando seamos grandes...entonces yo compartiré ese sueño con él, seré entrenador Pokemon y esposo de Red.
-¿Pero qué dices niño?-gritó la profesora al borde de un colapso nervioso-vengan un momento conmigo-los tomó de la mano y los sacó del salón.
Una vez fuera, se sentó en el pasillo con ambos chicos.
-Muy bien, Red, explícame eso de que quieres ser el esposo de Green cuando seas grande.
-Así es maestra, mi mamá me dijo que los esposos son los mejores amigos y que siempre hacían todo juntos.
-Ahora entiendo-suspiró.
-Yo no pienso defraudar a mi amigo-replicó Green-tomándolo de la mano.
-Si, ya se pero...
-¿Entonces puedo ser el esposo de Green cuando crezca?-interrumpió el jovencito.
-Supongo que si, más adelante descubrirás algunas cosas por tu cuenta.
-¿Entonces podemos ser esposos?-lo miró contento el castaño.
-Si, pueden serlo.
-Urraaa-gritaron ambos chicos abrazándose.
A la salida los dos se fueron juntos a casa como todos los días.
-Red ¿tu crees que cuando yo crezca sea un buen esposo para ti?
-No lo se, supongo que si-sonrió.
-Está decidido, seré el mejor esposo del mundo-dijo enérgico.
-Igual yo.
-Red ¿a los esposos les gusta darse besos?
-No lo se, pero creo que si.
-Muy bien, supongo que jamás he dado un beso a alguien-se detuvo y agachó la cabeza tímido-pero por otro lado, creo que si quiero ser el mejor esposo del mundo debo esforzarme-se acercó al chico de ojos carmesí y le dio un piquito en la mejilla.
-Green-se sonrojó.
-Nos vemos en la tarde-salió corriendo sonriente-el abuelo estará encantado de mostrarnos sus Pokemon.
-Allá estaré-se quedó estático mientras se alejaba-¿qué es esta sensación? Siento cosquillas en el estómago ¿será que me enfermaré? Seré siempre tu mejor amigo-susurró.