Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Verdadero mediodía por neko miri chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hablo de muchos libros y me filosofé con un poquito de marihuana, perdón si eso lo hace pesado, pues hablo de varios libros XD

El fic es un recorrido por mis libros favoritos y se lo dedico a papá, porque era un señor adorable y querido por todos.

Notas del capitulo:

Sólo para fanaticos...

Cartas a Theo, un libro que dejaste leer de tarea.

Él me leyó ese libro, un libro sobre aquel pintor loco, su amor por la pintura, por su hermano, la enfermedad y la culpa. La carta que más me gustaba era la de ese 24 de marzo de 1899, no sé por qué, no tenía nada que la hiciera especial, sin embargo me pregunté sobre sobre su tristeza, sobre la preocupación de Theo y su boda tan cercana, pero sobre todo me pregunté cómo sería el clima en ese momento, me pregunté cómo estaría el cielo en ese momento, a esa hora, en ese lugar mientras Vincent escribía la carta.

—     “Ahora me hablas del “Verdadero Mediodía” y yo decía que, en fin, me parecía un lugar más conveniente para gente más completa que yo. El verdadero medio día, ¿No será quizás, el lugar que ofrezca una razón, una paciencia, una serenidad?” —Supongo que esa es la parte que más me gusta. —“A ti y a tu mujer, ahora que vas a casarte, esa sería la felicidad, la serenidad que pediría para ustedes dos”

Se detuvo y me miró, estoy seguro. Me pregunté qué pasaba e intenté tomar su mano, la quitó y me sentí enormemente triste.

—     Yomi yo…lo siento, no puedo con esto —Se recargó sobre el sillón, escuché la piel rozando con la tela.

Me dejó y mi mundo se volvió más oscuro de lo que a era. Escuché como se levantaba, escuché a la puerta cerrándose. Me cubrí con las sabanas para tapar y acurrucar el nudo que tenía en la garganta.

                                                          

La primera vez que viniste a verme fue con una compañera del colegio y mi primo, ella trataba de moderar su voz para que yo no me diera cuenta de su horror al verme, era una de mis mejores amigas, pasábamos juntos casi todos los recesos cuando no estaba con Aoi, su estadía fue rápida, salió corriendo antes de empezar a llorar, no sé si por mi aspecto, o por haber perdido la vista. Mi primo por su parte solo puso su mano en mi hombro y  me dijo que todo estaría bien. No sabíamos bien de qué hablar, simplemente nunca nos llevamos bien, lo más probable es que solo haya ido por cumplir, no preparó ninguna palabra de aliento, sólo estuvo a mi lado unos cuantos minutos.

No te escuché decir una sola palabra mientras estuvieron ellos pero sabía que estabas cerca, tu perfume era muy escandaloso y masculino,  no sabía dónde estabas y admito que no escuchar absolutamente nada, ni tu respiración me hizo sentir un poco de miedo.

Sentí un peso extra en la cama e inmediatamente voltee hacia ese extremo, para entonces tu mano, en ese momento especialmente cálida estaba sobre mi rostro.

—     Estás algo pálido ¿Cómo te sientes?

—     Bu…bu…bien — Tartamudee sin querer.

—     Siento si no te puse atención, estaba viendo el libro que tenías sobre la mesa de noche, me absorbo completamente por los libros.

Sonreí triste, era el libro que Aoi dejó a la mitad, el libro que dejaste leer de tarea, y tu palabra imprudente “viendo” me resultó insultante pero, después de todo sólo eras un profesor de literatura que extrañamente era amable conmigo.

—     Lo tengo en audio, me encantan los libros, incluso cuando conduzco, lo cual vuelve el regreso a casa bastante peligroso, por ello decidí comprarlos, tengo muchos audio libros y podría prestarte alguno. —Sonreí y asentí, eras muy dulce, lo sigues siendo pero hay momentos en los que no sé quién eres exactamente. Da la impresión de que eres dos personas distintas en el mismo cuerpo.

Al siguiente día fuiste también a visitarme, esta vez tu solo, mis padres no estaban, “Tenemos que trabajar” dijeron, la verdad no hay diferencia con el antes y el ahora. Te acercaste como la vez pasada y pusiste unos auriculares en mis oídos. En ese momento estabas muy próximo, te sentí enfrente de mí, ahí estabas, sentía tu respiración.

Tomaste mi rostro con delicadeza, el audio comenzó a sonar y recordé como se veían esas palabras en papel.

 “Mi querido Theo:

Agradezco tu carta; pero si vieras que me he debilitado en esta ocasión…”

Y esa frase destruyó mis nervios, no importa lo que vinó después, mis lágrimas fluían libremente, yo apretando tus muñecas mientras sujetabas mi rostro en alto, ese beso de un dulzón amargo, esos labios expertos, esa lengua maliciosa. La puerta cerrada, las palabras grabadas, un libro, una historia, una carta, un romance…todo aquello que se empieza  de esta forma sencillamente no puede tener un buen final.

 

Vincent murió por un disparo (se dice que fue un intento de suicidio) el 29 de julio de 1890 en brazos de su hermano. De sus 800 cartas conservadas 650 fueron para Theo. Theo murió 6 meses después, el trabajo excesivo y el suicidio de su hermano, junto con su mal estado de salud, le provocaron un colapso mental en octubre de 1890. Su familia le ingresó en un hospital de Utrecht, dónde murió a causa de la sífilis a los 34 años, el 25 de enero de 1891. Fue enterrado junto a su hermano en el cementerio de Auvers-sur-Oise.

Notas finales:

Si les aburrió les sugiero que…todo es bajo su propio riesgo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).