Tierno Violador
Luego de la conversación que mantuve con JongDae, me pregunté lo mismo que él.
¿Por qué las fans me veían a mí como el pervertido?
Si supieran todo lo que KyungSoo me hace, quizás dejarían de pensar de ese modo. Al igual que Chen, soy el activo de esta relación. Supuestamente, y según todo lo que he leído, yo debería ser el que abusa de D.O, el que lo acorrala en los pasillos, el que roba su castidad y lo tortura. Pero, no. Es quizás todo lo contrario.
Primero, porque KyungSoo tiene de inocencia lo que yo tengo de alvino.
Segundo, porque fue él quien prácticamente abusó de mí en mi propia cama la primera vez.
Y tercero, porque él decide cuándo y cómo.
Es decir, soy su juguete. Prácticamente el esclavo que cumple todo lo que desea. No digo que eso me molesta, pero a veces, me gustaría una prueba de amor de su parte.
Nuestra primera vez, no fue precisamente lo que yo esperaba. Quizás fue más interesante o más placentera.
He tenido la costumbre de dormir desnudo desde siempre, se lo advertí a KyungSoo antes de compartir habitación. Él dijo—con aquella sonrisa que tanto me intimida—que no había problema. Éramos chicos.
Yo ya estaba enamorado de él desde entonces. Esperaba el momento preciso para confesarle mis sentimientos, y creí que hacernos compañeros de habitación iba a ayudarme. Vaya que así fue.
Esa noche KyungSoo llegaría tarde. Le gustaba ir al cine por las noches, solo.
Estaba algo cansado. Me duché antes de dormir. Y siguiendo mi fiel costumbre, me quedé desnudo sobre mi cama. Para evitar algún mal rato, decidí cubrir mi entrepierna con la toalla. Y así entré en un profundo sueño.
KyungSoo aparecía en ellos. De mil formas distintas. Pero, ese sueño sin duda nunca lo había tenido. Lo veía a él, entre mis piernas, tomando mi pene con su boca, mirándome con sus grandes ojos. Comenzaba a marturbarme con sus suaves y pequeñas manos, mientras que con su lengua recorría mi extensión. El sueño y las sensaciones eran tan reales, que no podía evitar gemir.
— ¿Esto querías verdad?
Siento su voz como un susurro. Asiento.
La placentera sensación húmeda desaparece. Abro lentamente los ojos. Creí que despertaría de mi sueño, pero vi a KyungSoo entre mis piernas. Quizás sigo soñando.
— Menos mal que despiertas—sigue lamiendo mi pene—estaba cansándome de jugar solo.
Y esas palabras, casi me provocan un infarto.
No estaba soñando. KyungSoo de verdad estaba aquí...
— ¿Qué...? ¡Ah!
No me dejó hablar. Engulló mi duro pene. Sentí su garganta, y él quería seguir succionando. No podía creerlo... Él... Un chico con su estatura, con su inocente apariencia... ¡Era un pervertido!
— KyungSoo... detente.
— No—sentenció, apretando mi pene con su mano— ¿Has disfrutado tentándome verdad?
— ¿Qué?
— Durmiendo desnudo... En los ensayos, cuando improvisas... y mueves tu pelvis como si simularas que me penetras—movía suavemente su mano mientras hablaba, haciendo que jadeara despacio—siempre lo imagino JongIn... Finges que no lo sabes, pero es mentira.. Sabes que me provocas.
— Dodo...
— ¡No me llames así!—soltó mi miembro, suspiré de tranquilidad por un momento... Hasta que noté que comenzaba a quitarse la ropa.
— ¿Qué haces?
— Me preparo para la ocasión—sonrió de esa manera intimidante... mi corazón palpitó con fuerza— ¿Creíste que se terminaría así? Pues no. Serás mío.
— ¡KyungSoo!
Ver su cuerpo desnudo fue la experiencia más erótica que pude experimentar. Porque nunca había imaginado su desnudez con segundas intenciones. Me gustó verle así, sobre mi cuerpo. Casi queriendo "violarme". Seguía siendo intimidante y tierno a la vez.
— ¿Por qué me miras así?—susurró con un jadeo.
— Porque eres realmente tierno.
Lo hice sonrojar. Aquel gesto, desbordó las emociones que tenía dentro de mí.
Y decidí intercambiar de posiciones. Aferré mis brazos a su cintura, e hice que nuestros cuerpos voltearan. Quedé sobre él.
— Kai...
— No soy Kai—susurré—fuera del escenario, soy JongIn...
— ¿Y quién me follara ahora?—gimió, mientras amarraba sus piernas en mis caderas.
— ¿A quién deseas?
— Puedo con los dos...
— Pervertido.
No esperé más, me acerqué lentamente hasta su rostro, notando cómo su cuerpo se estremecía por mi cercanía. Rocé mis labios con los suyos, él perdió el control y me besó. Abrí los ojos con sorpresa. Él me besaba con desesperación. Cerré los ojos otra vez, y seguí su ritmo.
Desde aquella vez supe, que D.O no era el típico sumiso que las fans describían en los fanfics. Tenía ciertos rasgos, como el sonrojarse y estremecerse por mis roces... Pero, aquella actitud "inocente", no tenía nada de cierto.
Primero, porque siempre lo hacíamos cuando él lo pedía—lo cual solía ser frecuentemente, casi diariamente sin exagerar—y segundo, porque yo casi no debía poner objeciones.
El otro punto que me gustaría aclarar, es el tema de los celos.
Lo admito. Soy un posesivo de lo peor, pero no llego a ciertos extremos. KyungSoo, él es un celópata.
No puedo acercarme a LuHan sin que empiece a mirarme de aquella manera, con sus grandes ojos fijos en mí. La última vez que abracé a LuHan, KyungSoo me acorraló en el baño. Se arrodilló frente a mi entrepierna y sin tardar, continuó hasta darme la mejor mamada de mi vida.
Lo recuerdo con una sonrisa, ya que, mientras lo hacía, parecía estar enojado conmigo. Él se enojaba cuando me acercaba a mis otros hyungs. Pero, a pesar de todo, y pasara lo que pasara, nunca durábamos más de dos horas enojados. Siempre lo resolvíamos con sexo. Las reconciliaciones eran la mejor parte de nuestras peleas.
Yo también tengo mi lado celópata.
Odio cuando KyungSoo se toma fotos con Ryeowook Hyung. La imaginación de las fans colapsa hasta el punto de crear nuevas parejas. ¿RyeoSoo? ¡Qué es eso! Todos sabemos que Ryeowook Hyung espera a Yesung Hyung del ejército.
Por aquello, cada vez que veo una foto nueva en internet, KyungSoo obtiene uno de mis "castigos". El último castigo, fue suave. Dos horas sin permitir que se corriera, mientras lo embestía con fuerza en su cama.
Fui demasiado gentil. SeHun me dio la idea. Él solía emplear castigos peores para LuHan. Como el de no permitir de se corriera, pero con más incentivos. Me sorprendía lo pervertidos que eran ambos. Sin embargo, se aman.
Últimamente, no sabía cómo controlar a KyungSoo.
Primero, porque el sexo era cada vez más frecuente, hasta el punto de dejarme exhausto. Se preguntan por qué siempre tengo sueño, esa es la respuesta.
Notaba más callado a KyungSoo. Incluso después del sexo, siempre me abrazaba con fuerza. Le sentía temblar, pero no me atrevía a preguntarle nada. Tenía miedo a que estuviera aburriéndose de mí.
Hablaría con él. Aún cuando lo arriesgara todo.
Porque, lo amaba. Y ahora que lo pienso, jamás en todo este tiempo, se lo he dicho.
Cuando KyungSoo llegó a nuestra habitación, cerró la puerta y comenzó a quitarse la ropa. Me levanté de la cama, y lo detuve de inmediato. Su mirada se encontró de imediato con la mía, su mandíbula tembló por un momento.
— ¿No quieres?—murmuró.
— Quiero saber qué te ocurre...
— No me ocurre nada... Solo quiero hacerlo.
— ¡KyungSoo!
No le habría gritado... Si tan solo no me mintiera.
Él dice que no le ocurre nada, pero sus ojos están tan llorosos ahora. Acaricié su mejilla, y levanté su mentón para evitar que inclinara su cabeza.
— Dime qué ocurre dodo—susurré—no hay problema, yo te escucharé...
— JongIn...
Rodeó sus brazos en mi cuello, y le sentí temblar nuevamente en mis brazos.
— Te amo.
Me sorprendí de sobremanera al escuchar esas palabras. No pude evitar sentirme feliz. Demasiado feliz.
— ¿Por qué estás así entonces?—murmuré en su oído.
— Porque... Sé que no me amas...
Su voz se quebró. Y sus palabras me asustaron. Hice que nuestros brazos de soltaran, para mirarle a los ojos. Él iba a llorar.
— ¿De dónde sacas eso?—dije con fuerza— ¿Quién te ha dicho que no te amo?
— No lo sé... Lo creí... Porque tú no eres gay... Y yo pensé que si te entregaba mi cuerpo, tú podrías quererme aunque sea un poco...
— ¿Por eso no has dejado de acosarme?—sonreí, acaricié su mejilla— KyungSoo, te diré algo, y escúchame muy bien—tomé su rostro con mis manos e hice que me mirara—te amo. Estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo. Dios KyungSoo... ¿Quién te dio esta idea?
— LuHan Hyung...
— Dodo, realmente le hiciste caso a LuHan?
— Dijo que, algunas mujeres conquistaban a los hombres con comida... Que quizás podría resultar que yo te conquistase a ti con sexo...
Negué con la cabeza.
— Bebé, creo que cocinas muy rico—besé su mejilla, él tembló—creo que también eres extremadamente exquisito en el sexo. Pero, no era necesario violarme esa noche, yo ya estaba enamorado de ti...
— No te violé—gruñó—tú me lo hiciste como una bestia esa noche.
— Me provocaste, yo solo respondí.
— Entonces JongIn... ¿Tú me amas?
Miré sus grandes y brillantes ojos. Sonreí. Mientras que acariciaba sus mejillas.
— Te amo Do KyungSoo. Aunque seas un violador.. Un muy tierno violador. Te amo.
Fin (?)