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Mi amigo. por Mizzu_x

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Notas del fanfic:

Claramente éstos personajes no me pertenecen. Créditos a Tadatoshi Fujimaki por crear tan buenos personajes

Y allí estaban, él, el estúpidamente enamorado, sentado en el gran sofá de la sala de estar y que, el dueño de aquella casa que hoy, aparentemente estaba vacía por -vaya a saber uno el por qué- estaba encima suyo, apoyándose también sobre el sofá, con sus piernas a cada lado de su cuerpo.

Aquel chico alto lo sostenía de la cintura mientras que el que estaba en la posición superior lo miraba con lujuria. ¿Cómo no negarse a ésa mirada? Era tan… Tan sensual. Amaba ése lado que solo él podía ver. Su mirada estaba fija en la más alta, necesitaba sentirlo, tocarlo… Necesitaba amarlo.

 

—¿Por qué me miras así? ¿Acaso quieres que me mueva? —Preguntó con picardía aquel chico de cabellos oscuros, comenzando a moverse suavemente encima de él y, con intenciones de que ambas entrepiernas rozaran suavemente. Aquel chico juguetón sabía que el más alto no tenía mucho autocontrol, por lo que solo era cuestión de minutos que reaccionara.

 

—Takao… —Susurró aquel peliverde, sin sacar ni un segundo la mirada de la contraria, contemplando aquel rostro algo sonrojado pero con intenciones claras de a dónde quería llegar. Su entrepierna comenzaba a despertar y, en consecuencia a eso, dejaba escuchar débiles jadeos. Sus brazos a través de la cintura contraria hicieron más presión contra su cuerpo. Quería sentirlo, quería hacerlo suyo una vez más.

 

—Hah… Parece que Shin-chan está un poco desesperado hoy. —Rió levemente y con intenciones de provocar, se acercó a los labios contrarios y deslizó su lengua por la extensión del labio inferior. Si, sabía cómo provocar al peliverde, cosa que le encantaba y aprovecharía cada segundo. A pesar de que no era la primera vez, cada ocasión era única. — ¿Qué tal si empiezo por aquí? —Se dirigió a su cuello, dejando un camino de besos húmedos y marcas que, claramente quedarían por varios días, pero eso al más alto no le importaba, nada le importaba cuando estaba con su amigo… Si, amigo del cual hace ya un tiempo –por no decir años, ya que se mantuvieron así después de haberse graduado- que venían teniendo éste tipo de relación. Ambos se amaban, lo sabían, pero el pelinegro prefería mantenerse como “amigos” por el hecho de que resultaba más interesante. A Midorima ésto no le importó mucho, pues mientras pudiera estar con él y entregarse mutuamente, no importaba la relación que tuvieran.

 

—Takao… —Su voz ronca volvió a aparecer entre respiraciones y, de vez en cuando, suspiros placenteros de ambos. Ya no era el chico de hace un tiempo, si bien su actitud “tsundere” estaba presente, hoy en día podía decir exactamente lo que quería, en especial cuando se trataba de sexo. Quería que el pelinegro lo complaciera, para después hacerlo él a la persona que amaba. — Ya sabes lo que quiero… Mastúrbame. —Y dicho esto, aunque el menor se seguía moviendo, con su mano izquierda hizo un rápido movimiento para desabrochar su pantalón de jean y liberar aquella gran erección que se encontraba algo dolorosa bajo la prenda.

Takao lo miró complaciente y relamió sus labios. No esperó mucho y bajó su diestra hacia la latente hombría frente a él, comenzando un suave pero presionado movimiento sobre el falo contrario. Midorima no se contenía, dejó caer su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, concentrándose solo en el movimiento de la experimentada mano del pelinegro. —¿Así te gusta, Shin-chan? —Preguntó divertido, sabía lo que le gustaba y lo que quería él mismo. Aumentó la velocidad de su mano y, finalmente, pudo escuchar con claridad los gemidos de su querido amigo. Si bien aquella imagen le encantaba, necesitaba también calmar a su despierto amigo dentro de sus pantalones, por lo que de un rápido pero torpe movimiento con su mano libre, se deshizo de sus pantalones y ropa interior como pudo, masturbándose inmediatamente.

 

Ambos, entre gemidos y sin reprimir ningún tipo de sonido, aprovechando la privacidad en ésa casa sin nadie que pueda interrumpirlos, se escuchaba a un peliverde estando casi en su límite, aunque el más bajo sabiendo éso se detuvo, haciendo que la ira de Midorima se viera expuesta al hacer todo tipo de reproche contra él. Pero todo aquello fue silenciado al ver como Takao se posicionaba con intenciones de seguir con más diversión. — Quiero que te corras dentro de mí, Shin-chan… —La característica y estúpida sonrisa no se hizo esperar en sus labios y, sin preparación previa, hizo que el miembro de Midorima se introdujera por completo en su interior, ahogando un gemido de dolor y aguantándolo, sabiendo que luego vendría lo mejor.

No se movió. El peliverde lo miraba fijo y con intención de distraerlo, lo tomó de la nuca y lo atrajo a sus labios, devorando éstos como si fuera la última vez que lo hiciera. No obstante, el mismo pelinegro comenzó a moverse poco a poco, acostumbrándose a la entrada y salida de aquel falo. Gemía entre sus labios mientras que el peliverde en ningún momento cerró sus ojos, si había algo que le encantaba, era la visión que tenía del menor en cada momento, sientiendo como éste aumentaba sus movimientos y gemía conforme pasaba el tiempo.

Los movimientos no cesaban, hasta el mismo peliverde comenzó a moverse del lado contrario que el menor para poder llegar a lo más profundo de éste. El climax no se hizo esperar y dejando escapar un ronco gemido, se corrió dentro de su amigo, el cual también llegó a su límite a los segundos después.

Takao se dejó caer sobre el cuerpo sobre de él, agitado y algo sudoroso, abrazándose desde el cuello. —Shin-chan… —El pelinegro trató de decir algo, pero Midorima sabía que diría alguna estupidez, por lo que antes de que hablara, volvió a buscar sus labios para dejar unos cuantos besos, cortos pero húmedos.

—Cállate, Takao… —Si, cállate. Aunque todo lo que digas me encante, aunque tu rostro me encante, aunque tu cuerpo me encante. Aunque todo tu ser me encante. Abrazó el pequeño cuerpo sobre si, sonriendo como pocas veces lo hacía, preguntándose qué haría sin el idiota ése que tanto amaba y que era esencial en su vida desde el primer día en que sus ojos lo vieron.

Notas finales:

Volví~ ¡Por fin tengo vacaciones! (-__-)/

Espero que les guste, hacía mucho que no escribía asdsadadad se aceptan críticas de todo tipo, hahaha. (Y)

 

 


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