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Forgotten Children por anita458

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Notas del fanfic:

heyyy!! aqui estoy llenando el inicio una vez más... mmm nada hace mucho tiempo que queria escribir esta historia y nada aqui esta...

Espero que le guste...

pd: esta un poquito largo...

 

Notas del capitulo:

heyyy!! aqui estoy llenando el inicio una vez más... mmm nada hace mucho tiempo que queria escribir esta historia y nada aqui esta...

Espero que le guste...

pd: esta un poquito largo...

 

Tom…

Una vez más las calles frías me rodeaban, pero por alguna extraña razón tenía ese sentimiento de hogar, podrían llamarme loco, pero la verdad es todo lo que conozco, o al menos lo que recuerdo. Caminaba tranquilo al lugar donde pasaría la noche, la luna se veía hermosa, llegando a mi lugar de siempre me dedique a contemplarla, en todo caso no tenía mucho que hacer, muchas veces sentí que la luna me protegía, la sentía como esa figura materna que nunca tuve, suena estúpido pero así me sentía o por lo menos cuando era pequeño, recuerdo muchas veces haber mirado a la luna antes de dormir y decir buenas noches mami. Ahora me parece un intento estúpido de ser normal, pero la verdad es que no lo soy, la gente me lo recuerda a diario, antes me escondía pero ahora no puede importarme menos. Me saque la mochila que traía puesta y de ahí saque una manta gruesa, la tenía hace mucho tiempo, estaba un poco desgastada pero servía para su propósito, evitar que la noche me matara de hipotermia.

Me dispuse a descansar, me recosté en la pared de una tienda, y me cubrí con la manta, acomode mi mochila como almohada, y comencé a tranquilizar mi respiración. Sentía el frio llegarme hasta los huesos, estúpida manta, no sirve para nada. Luego de pasar un rato así, me di cuenta que no dormiría nunca. Me levante recogí mis cosas y me puse a caminar, ya podría dormir mañana cuando hubiera sol. Caminando por las misma calles que ya conocía de memoria, escuche unos gritos, unos tipos trataban de robarle a una chica, espera, yo los conozco, son Derek y Zero, dios santo es que jamás se quedan tranquilos, suspire, a hacer mi buena acción del día se ha dicho, de mi bolsillo, saque una navaja algo grande, comencé a caminar hacia ellos.

-¿Qué creen que están haciendo?-. Dije calmado y un poco molesto.

-Cerbero-. Me miraron un poco sorprendidos y soltaron a la chica, esta cayó al suelo mientras lloraba.

- si yo, ahora ¿Qué hacían?-. Dije mientras me acercaba a ellos, ellos retrocedieron unos pasos. Sí, se podría decir que soy un poquito conocido por estos lugares.

-nosotros nada, Cerbero, tenemos hambre y el simplemente caminaba por aquí como si nada y-. Es que acaso nunca aprenden.

- Ya y no podía sólo robarle y ya, ¿cuál es su puto problema con esa vena sádica?, sólo agarran la billetera y corren, punto final, no hay más-. Por amor a dios no era demasiado difícil. Fui donde la chica busque una cartera billetera o lo que sea pero no tenía nada.

-Está limpia tío, por la puta que no tienen que hacer aquí, váyanse-. Me seguían mirando un poco asustados. –Dije que se vayan-. Termine gritando y salieron corriendo es un larga historia como termine siendo su jefe o algo así.

Flash back…

Largos años en las calles me habían enseñado que era la ley del más fuerte, caminaba solo, ni siquiera sabía a donde iba, hasta que me encontré parado en otro sector de la cuidad, venia algo enojado debido a una pelea por un lugar que había tenido antes, termino con la policía botándonos a ambos de ahí, putos, se supone que la calle es libre. Llegue a un callejón, unos tipos me miraron fijamente, se comenzaron a acercar, mierda, supongo que tenían intención de robarme, que no se, pues no tengo nada pero ya fue. Comenzaron a correr de mi bolsillo saque mi navaja, la verdad era bastante bueno dando golpes, era el único talento que había llegado a desarrollar a lo largo de mi vida, por ende todo el tiempo que tenía libre lo pasaba golpeando y pateando cosas así que la verdad era algo así como un Rocky callejero.

Comenzaron a abalanzarse casi de a uno, yo les sacaba de encima, luego volvían los volvía a sacar, hasta que me aburrí y comencé con los K.O, varios estaban tirados en el suelo, cuando se levantaron se retiraron un poco volviendo a donde estaban sus cosas, creí que buscaban un arma, no me asuste, solo me quede ahí parado con posición de ataque. El tipo saco de algo de su mochila, no llegue a ver que era, estaba listo para seguir caminando, me di la vuelta y escuche que me llamaban.

-Hey, hey-.me di la vuelta, ellos levantaban un botella de cerveza en el aire-. ¿Cerveza?-.

Fin del flash back…

Desde ese minuto esos chicos, se convirtieron en lo más cercano a amigos que tenía, nunca nadie se me había acercado siquiera, menos tratarme igual que al resto de las personas. Me gire hacia la tipa que estaba tirada en el suelo, ella me miro con ojos llorosos. Wow era realmente hermosa, me pare de perfil frente a ella, no quería que me viera, me puse la capucha de la chaqueta que traía puesta.

-¿Cómo te llamas linda?-. Le pregunte, no tenía muchas esperanzas de que me constará pero no perdía nada con intentar ser amable.

-me llamo Bill  y no soy linda, soy lindo-. Dijo él mientras se reía. Me sentí un poco avergonzado, pero la verdad es que eso no le quitaba la belleza, tenía una risa hermosa, podía verla de reojo.

-oh, lo siento lindo-. Se me acerco y sólo atine a correr la cara y no verlo a los ojos.

-¿y tú cómo te llamas?-. Dijo mientras se limpiaba la ropa.

-me llamo Tom pero me dicen Cerbero-. Lo escuche suspirar detrás de mí. -¿Cómo terminaste aquí?-.

-La verdad sólo caminaba, mis padres se deshicieron de mi hace cosa de 2 meses y no tengo a donde ir-. Ouch, la verdad yo no recordaba a mis padres, si son unos putos pero, eso debe doler, me refiero, que tus padres te echen así como así. –Tranquilo, lo veía venir-. Ah claro eso lo hace mejor. –Tú tampoco tienes casa ¿cierto?-.

-No, pero podemos buscar un lugar para dormir, digo si quieres-. ¿Por qué le había dicho eso? Ni la menor idea. Me dispuse a irme y escapar de mi humillante rechazo, pero me tomo de la mano.

- Okey pero tengo una condición, mírame a los ojos, hasta ahora no he visto al cara de mi salvador-. Dijo en un tono un poco seductor.

-No creo que quieras verme a los ojos, te queras ir-.

Bill…

Hasta ahora su cara era un misterio sólo había visto su perfil el cual me pareció bastante sexy pero, tenía curiosidad de saber cómo era su cara.

-No creo que quieras verme a los ojos, te queras ir-. Dijo el bajando la cabeza, ¿y si es un criminal muy buscado?

-Por favor prometo no escapar a no ser que seas un criminal-. Se rio un poco y bajo más la cabeza. -por favor-. Ya que él no veía nada, me puse frente a él y le saque el gorro mientras estaba desprevenido. Se quedó quieto mirando el suelo, lentamente lleve mi mano a su mentón y lo obligue a verme. No hiso nada sólo se dejó hacer. Me miro a los ojos. Pegue un pequeño grito y me quede viendo su cara fijamente.

-Vamos pues irte si quieres-. Tenía una cicatriz que recorría desde la ceja hasta la orilla de su boca, pasando por su ojo el cual estaba cerrado, toda la zona que estaba alrededor de la cicatriz estaba quemada como si le hubiera caído acido en ella, la quemadura se extendía por toda la mejilla y el ojo, la verdad es que si daba mucho miedo, veía en su cara la decepción, la herida recorría la mitad de su cara, casi con regla, por ende su perfil parecía muy normal, ahora entendía porque no quería verme.

-Okey cumpliste la condición, ¿qué te parece si vamos por ese lugar para dormir?-. Su cara mostro sorpresa pero luego sonrío, tendría una linda sonrisa de no ser por esa herida.

-Conozco un lugar, vamos-. Comenzó a caminar y lo seguí, caminamos un rato él no hablaba demasiado, llegamos a un callejón un poco oscuro en él había un lugar con un techo, era de una tienda, pero la verdad a estas alturas eso era mejor que el suelo. –Adelante señorito, su habitación esta lista-. Dijo mientras se reía. –Al menos aquí no nos van a molestar-.

Nos sentamos en el suelo, el saco de su mochila una manta, la puso sobre nosotros, en busca de calor terminamos los dos abrazados. La noche era fría pero era como si en ese huequito del callejón el frío no penetrara tan fuerte.

-Gracias, yo… esto… lamento mi reacción-. Dije mientras mis mejillas se teñían de rojo.

-No hay problema, estoy acostumbrado al menos no saliste corriendo-. Dijo mientras me miraba de reojo.

-¿Qué te paso?-. No quería se insensible pero la verdad tenia demasiada curiosidad, quien arruinaría así la cara de un ángel. 

-La verdad no recuerdo demasiado-. Dijo mientras seguía mirándome de reojo, se sentó justo en el lado por el cual podía esconder su herida, y verme de perfil. –Cuando tenía cuatro años todavía vivía con mis padres…

Tom…

Flash back…

Ese día mí madre y mi padre habían salido, seguro llegarían borrachos a casa, fui a ver el refrigerador, no había nada, que novedad. Sentí un portazo y me fui corriendo a mi habitación y cerré la puerta con pestillo, escuche gritos y una botella romperse y antes de que me diera cuenta el fuego entraba por debajo de la puerta quemándola, me asuste trate de salir, no tenía por dónde. La puerta callo y pude correr busque con la mirada a mis padres pero sólo veía llamas, escuche las sirenas de los bomberos, cuando salí del departamento, me encontré con mis padres, quienes me vieron pero ni se inmutaron. La escalera se había caído, el fuego había consumido todo muy rápido, de la escalera sólo quedaban grandes tubos afilados chuecos, uno de los bomberos subió hasta donde pudo y tiro una soga comenzó a trepar, me acerque a mi padre el cual me vio con mala cara.

-Primero el niño-. Dijo el bombero cuando llego a donde estábamos. El suelo se remeció el piso completo se caería en cualquier minuto.

-Ándate a la mierda, primero yo-. El bombero lo miro de mala cara y se acercó a mí con cuidado, el piso se volvió a sacudir temblaba de miedo, las llamas subían por lo tubos de la escalera, era lanzas calientes de metal.

-Primero el niño déjeme pasar no tenemos tiempo, ellos son prioridad-. Mi padre me miro, me levanto no delicadamente, vi miedo en su cara. –Baje al niño ¿qué hace?-. El bombero se acercó a mi padre.

-Si no hay niño, voy yo primero-. Lo siguiente que sentí, fue ser lanzado por los aires pude ver a mis padres bajar por la cuerda, un golpe, y un profundo dolor en un lado de la cara, eso fue lo que sentí por varios minutos, gritaba pedía ayuda.

-¡¿Que acaba de hacer?!-. Escuche la voz del bombero. -necesito ayuda para buscar a un niño, está atrapado en la escalera destruida-.

-Oficial Mc. Gregory salga de ahí inmediatamente, el edificio va a colapsar-. Escuche que salía una voz por un radio.

-No voy a abandonar a ese niño, hey me escuchas, puedes hablar-. Grite con todas mi fuerzas, mi voz no salía más que para eso. –Tranquilo sólo quédate quieto-. Respiraba muy agitadamente, me quedaba sin oxígeno el lugar esta atestado de humo. –Escúchame bien, lentamente gira un poco hacia la derecha podrás tocar el suelo, de ahí a tu izquierda hay un hueco que da a la escalera de emergencia, yo no puedo pasar soy demasiado grande, sé que tú lo harás, vamos niño, sé que eres valiente podrás lograrlo, me quedare aquí contigo-.

Lentamente me gire, sentí algo raspar mis brazos, seguí girando hasta que caí sobre algo, era el suelo del que me había hablado gire a mi derecha y vi pequeñas luces, efectivamente ahí había una salida, una puntada de dolor me azoto la cara, pensé en llevar mi mano a ese lugar, luego pensé que era más urgente salir de ahí.

-¿llegaste a suelo?-. Escuche la voz del bombero.

-Sí-. Pude llegar a gritar, el dolor me estaba matando pero sabía que debía ser fuerte, lloraba mientras avanzaba, cuando finalmente pude salir y bajar por la escalera grite. –Ya… Ya estoy afuera-.

-Bien hecho nos vemos afuera, pequeño héroe-. Escuche sus pasos al salir del edificio, comencé a bajar las escaleras casi arrastrándome. Baje y cuando llegue a la calle, me sentí observado, escuche gritos y algunos niños con los que solía jugar corrían mientras lloraban sus madres se iban con ellos, la gente me veía asustada, yo no entendía exactamente qué estaba pasando.

-Es un monstro-. Grito alguien, mire hacia atrás no había nada, en ese minuto entendí que el monstro era yo.

Todos los que me veían gritaban o lloraban o salían corriendo, comencé a llorar, en eso vi a mis padres, los dos estaban abrazados.

-Mami, Papi, ayúdenme me duele-. Dije mientras me intentaba acercar a ellos, me vieron fijamente mi madre se asustó he inmediatamente corrió la cara, los bomberos estaban muy ocupados, atendiendo gente y apagando el fuego.

-Largo rata asquerosa, demonio, tú no eres nuestro hijo-. Caí al suelo llorando, unos niños se asustaron de mí y corrieron donde sus madres.-VETE engendro-. Me levante y comencé a correr quería alejarme de todo, el dolor poco a poco me consumía, había un charco en el suelo, vi mi reflejo y quede petrificado, corrí de mi reflejo como su pudiera escapar de él, una señora se cruzó delante de mí, corrió gritando, un señor vino.

-Fuera de aquí, vete, engendro-. Seguí corriendo hasta que llegue a un callejón, el dolor me arrancaba el alma, pronto ya no pude caminar, luego todo se puso negro…

Fin del flashback…

Desde ese día la gente me llama monstro, engendro y un sinfín de cosas más, cada una más dolorosa que la otra, Bill me abrazo no pude más y rompí a llorar en sus brazos, cada día era un infierno, la gente puede llegar a ser muy cruel, cuantas veces me han sacado de un lugar, gritando “fuera animal asustas a los clientes” si tan sólo supieran que yo también siento miedo, al menos serían amables. He visto niños correr y gritar “Mami hay un monstro allá” mientras me señalan con un dedo acusador.

-Tranquilo, todo está bien, estás vivo eso es lo que cuenta-. Busque lastima en sus ojos, pero no la encontré sólo un sentimiento de cariño.

-A veces preferiría estar muerto-. Dije con sinceridad.

-No lo creo sino, no podría hacer esto-. Sentí una presión en los labios, caí en la realidad de que me estaba besando, a mí, no le importaba esa cicatriz que me marcaria de por vida, lentamente sus labios se movieron sobre los míos, se sentía como el mismo cielo, torpemente comencé a responder, sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuello, lleve mis manos a su cintura. Nos separamos por aire, fue como si su mirada me contara mil vidas, lo volví a besar algo temeroso, pero respondió bien al beso, lentamente se puso sobre mí con ambas piernas a mis costados, el calor comenzaba a sentirse en ambos, comencé a repartir besos por su cuello, sentí que mi camiseta era casi arrancada de mí, levante los brazos para facilitar la tarea.

-Vaya quien lo diría escondes un cuerpo sexy bajo toda esa ropa-. Lentamente se quitó su camiseta dejándome ver su piel blanca, llevo las manos hasta su cinturón lo desabrocho y su pantalón salió lentamente junto con sus boxers, él era realmente hermoso, no podía creer que estuviera encima de alguien como yo. Comenzó a moverse sobre mí, excitándome más si era posible.

 Bill…

Sigo pensando en que este tipo podría ser actor porno si no fuera por esa cicatriz, que hombre por amor a dios, amaba todo de él, o al menos lo que conocía, sentía esto como algo mucho más grande que una noche de sexo casual, su sonrisa era sincera, una de las más sinceras que he visto, aun en ella quedaba algo de esa inocencia perdida, me dedique a besarlo como si fuera el fin del universo, y si lo fuera, sería el último momento más feliz que tengo, sus palabras te hacía sentir como si fueras alguien especial dentro de este mundo donde todo el mundo te rechaza constantemente donde no vales nada para la sociedad, donde eres un cero a la izquierda. A su lado yo me sentía especial, y eso era todo lo me valía en este momento.

Me lleve dos de sus dedos a la boca y luego baje su mano hasta mi entrada y lo deje ser. El comenzó a mover sus dedos lentamente dentro de mí o dios me estaba matando, cuando incorporo un tercer dedo, lo mire fijamente a los ojos, y comencé a atacar su pantalón, una vez fuera de mi camino tome su erección en una de mis manos.

-Ah… mmm…. Espera Bill… ¿estás seguro de hacer esto?-. Pregunto él con la mirada fija en mis ojos, caímos en un mar de sentimiento, sentía como si su alma me abrazara en ese instante, y más que nunca quería ser uno con él.

-Ahg… sí, sí quiero, a menos que tu no quieras, nada podrá detenerme-. Me sonrío y cello la promesa con un beso profundo y lento.

Tom…

Se colocó sobre mi erección y dejo caer su peso lentamente, era el puto cielo, su cara era un poema que esperaba con todas sus ansias ser leído, él era especial, él no me veía como alguien diferente a los demás, el veía más allá de una persona, me sentía como un libro abierto ante sus ojos, sentía que podría darle mi vida a ese ser que acaba de conocer hace no más de unas horas.

Lentamente comenzó un vaivén uniendo nuestros cuerpos como uno sólo, su boca se llenó de gemidos, música para mis oídos, nos comenzamos a mover al unísono, su cara alumbrada bajo la luz de la luna, era la belleza más grande que algunas vez mi ojos, llegaron a contemplar, comenzamos a acelerar, nuestros cuerpos se movían ahora frenéticamente uno contra otro, en busca de contacto lo comencé a besar, éramos uno en ese momento, era como si nuestras almas estuviera destinadas a estar juntas, y ahora en ese callejón oscuro bajo la luz de la luna se encontraban rescribiendo una historia milenaria llamada amor.

-Ah… Tom… me voy a…-. Dijo en gemidos, me moví más profundo y el profirió un grito.-Dios Tom, sí ahí-. Luego de unas cuantas estocas más, ambos terminamos en un gemido unísono. Me acerque a sus labios y lo bese lentamente y con pasión.

-Siento que de alguna forma estuviste hecho para mí-. Dijo Bill casi en su susurro.

-Desde ahora lo estoy-. Dije mientras besaba su oreja.

Él se acurruco en mí, ambos abrigados por esa manta milagrosa, se durmió en mis brazos suspirando un te amo, lo abrace como no queriendo alejarme nunca de él, di una última mirada al cielo.- Gracias madre-.

Notas finales:

gracias por leer espero les haya gustado... y una personita en mi cabeza seria muy feliz si le dejan un review... creanme no quieren que esa personita este enojada...

bueno en fin gracias y nos leemos en la siguiente...


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