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~Aprendiendo a amar~. por PinkRabbit

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Notas del capitulo:

Hola a todos, ha pasado un largo tiempo desde la última vez, ¿no es así? Realmente lo lamento, la falta de inspiración y tiempo me consumen pero como había dicho antes, para la tranquilidad de todos los lectores, esta historia no quedará incompleta, lo prometo.

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Ahora bien, quisiera dedicar este capítulo a JinKey, xSHAlme y FantasticBaby quienes fueron las que comentaron en el capítulo anterior. Por favor lectores, disfruten.

 

— ¡Te ves hermoso! Definitivamente ese es tu color, combina muy bien con tu piel y tus ojos. —Comentó de forma entusiasta TaeMin—.

 — ¿Lo crees? Es un poco radical en comparación a cómo lo llevaba antes... Sólo espero que a JinKi le agrade...

— ¿Tanto te importa la opinión de mi hermano? —Preguntó en un tono burlón TaeMin—.

— ¿Eh? Oh no, es sólo que tal vez no sea muy formal, ya sabes, el ambiente del trabajo y todo eso...

— Oh sí, claro, claro, debe ser eso. —Dijo TaeMin fingiendo creer la evidente excusa del mayor—. Bueno, ya ocupamos gran parte de la mañana aquí, yo iré a casa para sacar a Onew y distraerlo un poco mientras tú, YunMi y ChinHae preparan la fiesta sorpresa, ¿está bien?

 —Claro, está bien. Yo iré a comprar las cosas que faltan y regreso a casa para empezar a decorar todo.

— ¡Quiero ver un lindo pastel hoy, Key! —Dijo TaeMin en voz alta mientras desaparecía entre las demás personas que estaban en el centro comercial—.

—Y yo quisiera poder encontrar un lindo regalo para JinKi... —Susurró KiBum para sí mismo, haciendo un pequeño puchero al no tener la más mínima idea de qué regalarle al cumpleañero—.

 

|En casa de JinKi|

— ¡Ya estoy en casa!  —Saludó KiBum al llegar, apenas pudiendo caminar debido a todas las bolsas que cargaba—.

— ¡Key! Déjame ayudarte, se ven pesadas. —Dijo el señor ChinHae, tomando algunas bolsas para trasladarlas hasta la cocina donde les esperaba YunMi—.

— ¡Santo cielo! Key, te ves precioso de esa manera. —Comentó la señora Park apenas vio entrar a KiBum en la cocina, acercándose a él para verle mejor y llenarle el rostro de besos—.

— Hey, hey, ¿qué es esto? Me pondré celoso. —Decía ChinHae fingiendo celos infantilmente ante la más que acostumbrada entrega de cariño por parte de su esposa hacia KiBum—. 

 —Oh, cariño, tú también estás guapo. —Comentó YunMi mientras se acercaba hacia su esposo para besarle con ternura en los labios—.

— ¡Eh! Deben ser más reservados, soy muy joven para presenciar esto. —Decía KiBum con diversión ante la tierna pareja de esposos—.

 —Qué exagerado, mejor iré a decorar la sala. —Comentó ChinHae mientras se separaba de su esposa no sin antes darle un último beso—. ¿Dónde están las bolsas con decorativos?

— Oh, es ésta y ésta otra. —Contestó el menor, entregándoselas al señor Park para que se fuera a la sala a decorar—.

—Ah, realmente te ves precioso con ese nuevo estilo. —Le susurró la señora Park a KiBum, haciendo que éste sonriera mientras apretaba sus mejillas ya que el muchacho le causaba mucha ternura—. ¿Deberíamos ponernos manos a la obra?

— Claro, ¿empezamos con el pastel? Tengo una buena idea en mente...

— Me parece perfecto pero debemos darnos prisa porque en un par de horas TaeMin estará de vuelta con Onew. —Advirtió la señora Park mientras sacaba todo lo que KiBum había comprado de las bolsas—.

Al transcurrir un poco más de hora y media todo estaba listo y dispuesto para la celebración de cumpleaños, sólo faltaban los invitados que eran nada más ni nada menos que los amigos del festejado, amigos que regresaban ese mismo día del extranjero para celebrar junto a JinKi y este último no tenía idea puesto que era parte de la sorpresa.

—Iré a buscar a los muchachos al aeropuerto, ¿me acompañas, Key? —Preguntaba ChinHae desde la entrada principal de la casa—.

 —Oh, es que aún no termino de decorar el pastel y debo cambiarme de ropa... —Decía KiBum desde la cocina-. ¿No te molesta ir solo? -Inquirió con un puchero mientras se asomaba desde la puerta de la cocina para poder mirar al señor Park que estaba abriendo la puerta—.

—No hay problema, nos vemos cuando regrese. —Se despidió ChinHae, sonriendo por lo dulce que era Key, aquel chico había llenado de alegría la casa desde su llegada y había sido capaz de organizar una fiesta y contactar a los amigos de Onew para que celebraran junto a él—.

KiBum siguió con su labor de decorar el pastel, estaba muy concentrado en que quedara perfecto pero el tiempo se le agotaba y él aún no se había cambiado de ropa.

 — Key, cariño, ve a arreglarte, yo termino de decorar el pastel. —Decía YunMi mientras empujaba amablemente a KiBum para que abandonara la cocina—. Ve, ve, no te preocupes que ya terminé de preparar lo mío.

— Muchas gracias, YunMi, eres la mejor. —Dijo KiBum mientras salía corriendo escaleras arriba para darse una ducha rápida, quería lucir bien ante JinKi, no sabía bien porqué pero le gustaba cada vez que su jefe le decía lo guapo que era—.

Al cabo de veinte minutos KiBum volvía hacia la cocina, estaba radiante y hermoso, su cabello brillaba con luz propia, su camisa blanca y sus pantalones oscuros le daban un toque casual e inocente, sus ojos levemente delineados resaltaban su mirada y sus piercings en cada oreja le daban ese toque tan único de sí mismo, era simplemente perfecto.

 — YunMi, ¿has visto una cajita blanca con un listón azul? Estaba entre las bolsas...

 — Oh sí, la guardé en el cajón del mueble que está junto al televisor en la sala, ¿es un regalo para Onew?

— Así es, sólo espero que le guste.

—Le encantará, no te preocupes demasiado. —Le animó la señora Park, dándole ligeros golpecitos en la espalda—.

—Iré a buscarlo, quiero que sea una sorpresa. —Dijo Key con una pequeña sonrisa, estaba nervioso, sólo esperaba que a su jefe le gustara su obsequio—.

Luego de cinco minutos la puerta principal se abrió, ChinHae junto a dos muchachos entraban en la sala riendo y charlando. KiBum se acercó hasta ellos para darle la bienvenida y las gracias por haber aceptado la invitación que les había hecho con tan poco tiempo de anticipación.

—Oh, ¿tú eres KiBum? Eres mucho más joven de lo que imaginé, mucho gusto, mi nombre es JongHyun. —Decía uno de los muchachos mientras se daba un saludo de manos con Key—.

— Debo admitir que yo también pensé lo mismo, pareces muy joven. —Comentó el segundo muchacho, saludando también a KiBum—. Me llamo Henry, un gusto. 

—El gusto es mío, me alegro de que ambos pudieran venir, JinKi estará muy feliz. —Dijo Key a la vez que le sonreía a ambos invitados—.

— ¡Atención, atención a todo el mundo! TaeMin acaba de llamar y dijo que en cinco minutos estaría aquí con Onew, deben esconderse y apagar las luces y tú, Key, ven conmigo. —Decía la señora Park desde la cocina—.

— ¿Qué pasa, YunMi? —Preguntó KiBum con curiosidad viendo como la aludida le acercaba el pastel—.

— Tú sostendrás el pastel para Onew, él te aprecia mucho, estoy segura de que le encantará verte a ti con su pastel.

— Gracias, YunMi, será un honor para mí.

—Gracias a ti, Key, tú has organizado esta maravillosa sorpresa, hace tanto tiempo que Onew no tenía una fiesta como esta... —Confesó la señora Park medio susurrando pero luego negó con la cabeza—. Pero gracias a ti él ahora está mucho más feliz, ten. —Dijo YunMi mientras le entregaba el pastel y se sobresaltó un poco al sentir que tocaban el timbre de la puerta—. Es hora, cuando entren tú vas a la sala, ¿está bien? —Indicó YunMi a la vez que encendía la vela con el número veintiséis sobre el pastel antes de abandonar la cocina—.

 

JinKi y TaeMin se habían pasado toda la tarde recorriendo los lugares que solían visitar cuando jóvenes, como el salón de videojuegos, la cancha de fútbol de su antiguo vecindario y finalmente la peluquería donde se cortaban el cabello. En éste último TaeMin se detuvo por más tiempo, le sugirió a su hermano mayor que se hiciera un cambio de look, aludiendo a que las personas como KiBum adoran los cambios de imagen y ante esto último JinKi aceptó sin chistar. Al cabo de una hora el mayor salía del lugar con su nuevo estilo cabello en un color castaño oscuro, con mechones que caían en forma de ondas con gracia sobre su frente lo que le daba un aspecto mucho más juvenil.

Al llegar a casa, el menor de los hermanos Lee tocó el timbre mientras se colocaban las pantuflas que se hallaban en la entrada para poder entrar a casa. De pronto la puerta se abrió, dejando ver una sala principal en penumbras y sin decir nada, TaeMin aprovechó el momentáneo desconcierto de su hermano y lo arrastró hasta el interior de la casa.

— ¡Sorpresa! —Dijeron variadas voces al unísono mientras se encendían las luces—.

JinKi estaba completamente sorprendido y emocionado, no se esperaba una fiesta de cumpleaños y mucho menos que sus amigos estuvieran allí y cuando parecía salir de su trance, KiBum apareció desde la cocina caminando con elegancia hasta quedar en frente de sus ojos, en sus manos llevaba un pastel que sobre su superficie dejaba ver unos pollitos decorativos, una pequeña réplica del cumpleañero quien llevaba unos anteojos y se encontraba sentado en un escritorio y unas letras que formaban un 'Feliz cumpleaños, JinKi'. Sin duda aquel pastel era el más maravilloso que había visto pero lo que más captó su atención fue la persona que lo sostenía, KiBum. Estaba hermoso, su rostro, su sonrisa, todo en él reflejaba alegría y su cabello, ahora el menor era rubio...

 —Cierra la boca, JinKi, vas a babear todo el pastel... -Escuchó que le susurraban al oído. Ese era TaeMin-.

KiBum estaba igual o más sorprendido que JinKi, su  jefe se veía increíblemente guapo y joven con su nuevo color y corte de cabello, era simplemente perfecto, estaba tan ensimismado apreciando su rostro que sólo fue capaz de reaccionar cuando vio a YunMi hacerle gestos de que debía decir algo o al menos así lo interpretó el rubio.

—F-Feliz cumpleaños JinKi... —Dijo finalmente KiBum mientras se acercaba un poco más al mayor—.

—Gracias, KiBum...

 

Todas las personas que se encontraban en la sala se quedaron en silencio durante unos segundos ante el encuentro entre JinKi y KiBum, ninguno pasó por alto el hecho de que aquél par se traía algo, se podía ver el brillo en sus ojos pero al parecer ninguno de los dos se daba cuenta de sus sentimientos y reacciones al ver al otro.

— ¡Eh! Hay que cantar la canción de cumpleaños. —Animó JongHyun, llamando la atención de todos los presentes quienes comenzaron a cantar animadamente mientras observaban al festejado—.

Al finalizar la canción, JinKi estaba muy emocionado al punto de querer llorar pero se contuvo y agradeció a todos por la hermosa sorpresa que le habían preparado. El resto de la tarde transcurrió entre risas, anécdotas y una amena charla, todos estaban muy entretenidos saboreando el pastel y otras delicias preparadas por KiBum y YunMi, quienes fueron halagados en más de una ocasión por lo mismo. Al llegar la noche, todos compartieron una apetitosa cena, había sido un día muy largo por lo que pronto decidieron irse a dormir. JongHyun y Henry se acomodaron en diferentes habitaciones, TaeMin se fue a dormir en la habitación que siempre se le tenía reservada para cuando se quedaba en casa de su hermano y finalmente los esposos Park se quedaron en el principal cuarto de huéspedes.

KiBum y JinKi se quedaron en la sala ordenando un poco el desorden que habían dejado y cada vez que sus miradas se cruzaban se sonreían, no sabían bien porqué pero ambos estaban muy felices.

—No debiste quedarte a ordenar, eres el festejado. —Habló el rubio una vez que habían terminado en la sala—.

—Tú tampoco, eres el que ha organizado todo esto para mí.

— ¿Cómo es que lo sabes?  —Preguntó un poco avergonzado el menor al verse descubierto—.

—YunMi me lo dijo, de todas formas no era muy difícil de adivinar. —Respondió el castaño, acercándose un poco al menor-. Gracias por esto, KiBum, ha sido hermoso.

—No agradezcas, estoy feliz de que te la hayas pasado bien.

—Ven, acompáñame. —Pidió el mayor mas no esperó respuesta por parte del rubio, simplemente tomó su mano y apagó las de la sala antes de subir las escaleras—.

JinKi llevó a KiBum hasta su habitación y le pidió que se sentara junto a él en el suelo frente al gran ventanal que se hallaba en el cuarto y en silencio abrió las cortinas, sonriendo al ver como se podía apreciar perfectamente la luna y el cielo nocturno.

—Es hermoso… —Susurró el rubio mientras observaba como el mayor se sentaba a su lado—.

—Así es, siempre me gusta mirar la luna cuando estoy feliz, por eso te traje hasta aquí, para que compartamos nuestra felicidad…

—Gracias, JinKi, es maravilloso… ¡Oh, cierto! He olvidado tu regalo…

—¿Tienes un regalo para mí? —Cuestionó con curiosidad el castaño, girando su rostro para observar al menor rebuscar en sus bolsillos—.

—Sí, aquí está. —Dijo el rubio mientras le extendía una pequeña cajita al mayor—.

JinKi tomó su regalo con curiosidad y miró al menor con una sonrisa divertida, el rubio le alentó a que abriera el obsequio y grande fue su sorpresa al encontrar un colgante dorado que tenía grabado un ‘Te quiero, JinKi. –K’ Al terminar de leerlo sintió su corazón derretirse de ternura, esa simple frase le llenaba de alegría.

 — ¿Me quieres?

—Sí, te quiero y mucho…

—KiBum.

— ¿Hmm?

—También te quiero.

KiBum observó directamente los oscuros ojos de JinKi, sabía que decía la verdad pero le era casi imposible de creer, su corazón latía frenéticamente y en su estómago se producía un cosquilleo desconocido para él.

—KiBum… —Habló nuevamente JinKi, perdido en la mirada del otro—.

— ¿Sí?

— ¿Podrías hacer algo más por mí?

—Por supuesto.

—Cierra los ojos, por favor.

Y KiBum acató su petición sin siquiera dudarlo, confiaba mucho en JinKi así que obedeció y cerró sus ojos. Uno, dos y tres segundos pasaron…

—Te quiero mucho, KiBum… —Susurró el mayor sobre los labios ajenos—.

Y  al finalizar esa frase JinKi terminó por acortar toda distancia con el rubio, uniendo sus labios en un beso lento y suave mientras el ritmo de sus corazones se aceleraba con cada segundo que pasaba. KiBum correspondió al beso del mayor con ternura, no se esperaba algo como eso pero sin duda alguna le encantaba el sabor de los labios ajenos y lentamente fue rodeando el cuello de JinKi con sus brazos, logrando profundizar aquel beso.

Para JinKi este había sido el mejor cumpleaños de su vida, compartir con sus amigos y seres queridos había sido maravilloso pero por sobre todo, le había encantado celebrar junto al rubio a quien ahora besaba con toda la calma del mundo, sabía que ya después tendrían tiempo para conversar más sobre sus sentimientos… 

 

Notas finales:

¿Y? ¿Les gustó? Asjdkhkjsdh, hasta yo taldeo.

No olviden dejar sus comentarios, siempre son bienvenidos.

También, quisiera invitar a los lectores a leer mis demás historias, ya pronto escribiré algunas más.

Eso ha sido todo por hoy, besitos a todo el mundo y hasta la próxima. Bai bai.


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