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Remember. por Galaxy_Sam

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Notas del fanfic:

ESTE FIC LO SUBÍ EN MI OTRA CUENTA  pero les juro que esa cuenta no pude entrar más y quise  volver a subirlo espero que le guste. 

Notas del capitulo:

Espero que les guste. <3

reloj no marcaba más  que las siete de la tarde. Los claros ojos del rubio subieron hasta dicho reloj que se hallaba estampado en la pared color crema de su departamento. El calor humeante del café no era suficiente para entrar en calor. Sus claros ojos se dieron nuevamente con el enorme ventanal que daba a la terraza de su apartamento. Veía la nieve caer despacio en las calles de la ciudad, nadie estaba afuera tan solo se notaba el frío que congelaba la ciudad de Seúl. Como teñía todo en blanco un elegante y suave color blanco que lo relajaban de sobre manera. Acercó el borde de café a sus labios, para dar un sorbo despacio a este. En su mente se encontraba la imagen de quien había robado su corazón hace ya dos años. Aún no lo sacaba, por lo que esbozó una sonrisa en sus labios mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Dejó ir un suave suspiro sin perder la vista del blanco paisaje que había. Se preguntaba  cómo era posible que el frío que entraba por las pequeñas aberturas no lo hicieran temblar, de hecho el frío que sentía era el vació del moreno que le daba calidez todos los días… Se relamió el labio superior, para sacar todo el sabor del café. Dio pasos lentos hasta su laptop, donde escribió unas cuantas palabras. Dejó la taza de cerámica blanca a un lado mientras se mantenía concentrado en su trabajo, sus dedos se movían con agilidad como sus ojos solo teñían un brillo de lágrimas.

Cerró esto y se puso de pie, notó como la nieve caía con mucha suavidad sobre todo, llenando de un glamuroso blanco  que relajaba y daban ganas de jugar. Caminó hasta un estante, donde se puso de puntas y estiró su brazo para sacar un libro con bordados carmesí y letras en dorados que decía “Para mi Dragón… Mushu”

De tan solo leer ese título, el rubio esbozó una sonrisa abriendo ese álbum de fotos donde dejó ver la primera página en donde se veía solo la espalda de un moreno, y que miraba fijamente al espejo un flash que había aparecido. Su rostro era completamente serio, pero un rostro tan hermoso que era imposible no ver la propia sonrisa en sus ojos. El rubio sonrió de tan solo recordar cómo conoció a la única persona que había amado en su vida.

 

 

El día simplemente estaba cálido, la brisa marítima golpeaba los árboles haciendo danzar sus hojas con mucha suavidad. Se podía ver cómo la gente se  ponía las bufandas y temblando por ese día 10 de abril, estaban en plena primavera por lo que las tardes se hacían congeladas, aunque ese rubio de apariencia varonil por algún raro motivo no tenía frío. Los cabellos del originario en China  se alborotaban gracias al viento que había en ese momento. La cámara  colgaba de su cuello y con la  vista buscaba la dirección del lugar que le ordenó que debiera ir. A veces odiaba trabajar en la revista más famosa de la ciudad una de arte en donde decía lo último de la moda, de arte y todo lo que tenga que ver con eso incluyendo la danza. Quién se quedaría bailando hasta tan tarde cuando el sol se oculta y el frío comienza abundar. Rodó los ojos y al fin encontré el número. Sonrió con levedad al notar que no tuvo que hacer mucho trabajo para encontrar  lo que buscaba. Apretó los labios y comenzó a dar pasos serenos y cortos hasta esta golpear la puerta ¿unas diez veces?, no sabía quién estaba ahí así que solo decidí dar la media vuelta para irme; sin embargo llegue a un ventanal enorme donde  alguien que bailaba solo en la sala de ensayo, tenía un buzo de color negro puesto, la ropa se pegaba a su cuerpo dibujando perfectamente su anatomía. Solo se movía al ritmo de la música, a sincronía con pasos elegantes y fuertes con la mirada pegada en el espejo que tenía frente suyo. Esos oscuros ojos seguían pegados en el espejo y esos gruesos labios resecos, recordaba cada detalle hasta de como su cabello oscuro caía por su frente gracias al sudor.

Tomó la cama, totalmente hipnotizado por los movimientos de ese chico de piel parda. Pegando en lente de este y  comenzando a sacar  una tras otra fotografía que no se había dado cuenta como el flash se reflejaba  en el espejo haciendo que esos oscuros ojos que me atraparon de una se fijaran en él con enfado. No le tomó  importancia se hizo el indiferente y tan solo se separó de este para comenzar a caminar a otra dirección.

 

-¿No crees que sacar foto de la nada sin preguntar es ilegal?, invades el espacio personal de las personas no creo que seas un psicópata o un fans así que dame una explicación.-  Una melodiosa voz sonó tras de él, suave y delicada era como si cada palabra rimara con el viento, dio una puñalada en el pecho de quien había sacado la fotografía y ese delineado hilo de voz quedó en su propia cabeza. Se  giró despacio sobre sus  talones dejando que sus ojos color miel miraran de cerca a la persona más linda del momento, mejillas  del chico de piel pálida se tiñeron de un color carmesí  y una amplia sonrisa se formó en sus labios.

 

-Perdón, golpee la puerta unas ¿diez veces? Y creo que no me contestaste por eso saqué la foto, además fue mi jefa la que me mando así que si quieres reclamar puedes decirle a ella.- Respondió en un tono tajante, no era que quería sonar así y mucho menos quería ser grosero con el niño más dulce que había frente a mis ojos tan solo algo en él  lo  hizo actuar de esa manera tan rara y nerviosa.

- Tsk, claro ¿De qué revista eres?- Sus ojos color marrón lo  miraban de manera acusadora, sus brazos se cruzaron frente a sus pechos y su ceño se frunció mirando perdido a sus ojos deseando oír algo de mi gruesa voz.

 

-La revista más famosa de artes, “Lousie”-  El rubio mencionó con cierto orgullo en su tono de voz, como si lo que hubiera respondido hubiera sido la respuesta más obvia del mundo. Sus ojos dieron con sus gruesos labios y sus oídos se concentraban en la dulce voz que este poseía, una armoniosa voz que lo relajaba.

-¿Eres perteneciente a la revista más famosa de aquí? ¿Eres ese que escribe de cada   mes un reportaje de algo nuevo?...  De nombre Kris buen así te haces llamar.- Cuestionó con un tono alegre, pero rápidamente volvió a fruncir el ceño. –Pero eso no te da la autoridad para que llegues y me saques una foto-   Esa voz que salió desde su garganta sonó como un ronroneo.

 

-Lo soy y bueno perdón, pero dejaré la foto para mi si quieres puedo sacarte otras fotos donde te veas más presentable.- Eso hizo que una torpe sonrisa saliera de sus labios asintiendo un par de veces.

 

-Me parece, ¿mañana en el café a las cinco? Dejaré de practicar a esa hora solo por ti para que me hagas la entrevista.- El más alto de los dos solo asintió  no  podía negar a esos brillosos ojos y esa sonrisa tan enternecida que sus labios poseían.

 

 

Subió la mirada al techo. ¿Qué hora serían ahora? Se cuestionaba si ya habían cerrado la cafetería donde fue la “Primera cita” Con su moreno un lugar en donde comenzó a dudar de si  sería su primera vez que se enamoró a primera vista, se puso de pie  y comenzó a caminar tomando una chaqueta negra… La favorita de Jong In y con el  perfume de ese moreno que seguía impregnado en esta.

 

Sus frías manos envolvieron la taza de porcelana blanca con diseños rojos, ese café era bastante raro, al menos él lo había pensado así hace ya un buen tiempo.

 

 

 

Al día siguiente de haberle sacado esa foto, ya eran exactamente las ocho de la noche en que habían quedado para juntarse a tomar un café. Había pedido un café negro con dos de azúcar. No quería pedir de los demás quizás cuantas calorías tendría y no quería que su cuerpo se llenara de esas cosas. Su mente estaba perdida en las preguntas que tendría que hacerle al moreno.

 

De pronto una dulce voz la misma de ayer había hablado, pero en vez de un típico saludo fue el pedido que lo sorprendió.

 

-Quiero un café helado con helado de café encima y crema, por favor y algo de galletas.- Los claros y achinados ojos del chico más alto se abrieron por completo totalmente sorprendido del pedido que había hecho el chico de piel parda. Parpadeó un par de veces mientras tragaba saliva. Notaba esos pantalones de cuero que delineaban sus piernas y esa polera negra que era ajustada a su cuerpo.

 

Negó con la cabeza un par de veces mientras que apretaba sus labios, sacó una grabadora de su bolsillo para ponerlo en la mesa de madera. Sus ojos se perdieron por leves segundos en esos brillosos ojos del moreno. Sonrió nuevamente mientras que una delicada sonrisa se fijó en la comisura de sus labios.

 

Ese día las preguntas fueron totalmente profesionales hasta un punto, exactamente hasta el punto donde llegaron a ser preguntas sumamente torpes e idiotas. Las risas abundaban, por primera vez en esos labios del más alto había una sonrisa, por primera vez era sincera y por primera vez su corazón solo latía por amor.

 

-¿Entonces vienes desde China a trabajar en una revista de esta magnitud?- Cuestionó con un tono sutil y delicado. Sus grueso labios solo dibujaban esa sonrisa tan inocente e infantil que a Yi Fan le gustaba. Este dejó ir un suspiro y él asintió un par de veces a la pregunta que había dicho. Se inclinó hacia atrás tomando la taza humeante de café para acercarlo a su boca y dar un sorbo lento a este.

 

-Sí, viví por un tiempo en Cánada  pero luego me vine a China con mi madre y ahora me vine a Seúl para terminar todos los estudios que quiero hacer- Una divertida risa huyó desde la cavidad bucal del moreno. El rubio lo quedó mirando con cierta extrañeza elevando sus cejas cuidadosamente.

 

-Lo siento, es que pensar que yo tenía la idea que eras un pervertido que sacaba fotos a jovencitos lindos como yo- Su tono de broma se notó, sin embargo Yi Fan también era bueno  bromeando se quedó serio algo que asusto un poco al moreno y que lo miró con cierto miedo mordiendo su labio inferior, luego solo sintió un pedazo de servilleta caer en su rostro algo que sacó una risa desde sus pulmones.

 

-Y tú ¿Cuál es tu historia?- El de origen Chino cuestionó con un ameno hilo de voz, Jongin abultó sus labios algo que  lo hacía ver jodidamente adorable. Frunció el ceño al notar como Yi Fan lo miraba.

 

-Deja de verme así y la entrevista ya terminó- Mencionó entre risas mientras dejaba sus manos en la taza de ese frío café para darle otro divertido sorbo y dejando en el borde de sus comisuras llenas de crema.

 

-¿Qué tiene? El pervertido te quiere conocer.- EL de piel más moreno solo rodó los ojos no prestando atención a sus palabras, una risa salió de sus labios mientras  ponía pose de pensar otra cosa que lo hizo sumamente adorable.

 

-Nací aquí y siempre he vivido aquí no he viajado para nada soy un pobre muchacho que vive con su hermano mayor Kim Minseok ¿Lo conoces?-  Negó un par de veces, lo quedó viendo con cierta curiosidad y se maldijo por ignorante, este solo rio.

-Es el dueño de una cafetería aquí en Seúl además de que hace arte con café- Al decir esas palabras Kris solo asintió entre abriendo sus labios para dejar ir un “Ha”

 

-¿Sabes? El café se terminó creo que no debería quitarte tanto tiempo- EL tono melodioso de Jongin quitó de trance a Yi fan negando repetidas veces mientras se ponía de pie junto con él.

 

-¡No!, Aún queda de la entrevista si tengo que conocerte en todas las facetas ¿te parece ir a un parque de diversiones?- Claro que era mentira, la entrevista estaba lista, pero había algo en el moreno algo que no lo dejaba que se fuera así de rápido.

 

-Tengo que hacer algo importante mañana lo hacemos ¿Vale?- Las palabras las pronunció con suavidad, este solo asintió un par de veces viendo como caminaba despacio fuera de la cafetería sin dejar de sonreír.

 

Los pensamientos de Kris no dejaban de ser lo mismo, el ¿Por qué y cómo lo hizo? Lo enamoro en menos de tres días eso no sabía que era posible. Sonrió con suavidad mientras que sus claros ojos se perdían en el anaranjado  horizonte donde se perdía la imagen de Jongin aminar con calma,  además igual llevando esa sonrisa en la comisura de sus labios.

 

 

Recordó cada detalle, ahora estaba frente al parque abandonado, ¿Qué pasó? Simple había sucedido un accidente hace no más de ocho meses y ya nadie lo usa, se cambiaron a otro sitio, se veía el musgo crecer por cada rincón del parque, se sentía esa fría brisa golpear contra su rostro. Cerró los ojos con fuerza apretando estos para dejar caer una lágrima. Se sentó en la banca frente al parque de atracciones mientras que sacaba un cigarro de su bolsillo, Yi Fan nunca antes había fumado pero desde hace un año y medio que comenzó a fumar, ahora solo llevó el cigarro a su boca donde apretó un poco para inhalar el humo y luego dejar que al exhalar se perdiera con el vaho húmedo de la ciudad. Todos los niños jugaban alrededor todos reían, pero Yi Fan sus ojos brillaban y su organismo se llenaba de un humo totalmente venenoso para su cuerpo. Sonrió al recordar el momento junto con el moreno en ese sitio.

 

 

EL sol brillaba con fuerza, más bien los rayos solares  golpeaban el blanco rostro de Yi Fan, odiaba la primavera sentir como el polen jodía su nariz y estornudaba cual idiota. Miró nuevamente hacia el frente, no había nadie. Tal vez el moreno se olvidó o simplemente no quiso ir después de todo Yi Fan no era quien  llamaría tanto la atención. Miró hacia arriba pidiendo a los dioses que se nublara, peor no había ni una pista de nubes en el claro y azulado cielo que lo envolvía. Miró la hora nuevamente y marcaban las tres se paró de golpe de esa banca y luego sintió la voz suave de un muchacho atrás suyo.

 

-YI Fan- Su voz sonaba melodiosa y pausada, serena y  muy llamativa, pero había algo raro en su voz algo anormal algo que en si al rubio le llamó por completo la atención. Este  ladeó cuidadosamente la mirada mientras que sus ojos daban con el cigarrillo que llevaba en su mano.

 

-¿Fumas? –Fue la única pregunta que vino a su mente y salió directo de su cavidad oral, el moreno miró nuevamente hacia su mano y asintió repetidas veces a su pregunta sus ojos amenazaban con llorar, pero la sonrisa que formaba  decía todo lo contrario, dejó el cigarro caer al piso pisando de este para caminar hacia el ajeno.

 

-Es que fumo cuando estoy nervioso no es nada no fumo todos los días.- El rubio asintió un par de ves algo confundido, decidió quitarle importancia y llevar al contrario al parque para que ambos se pudieran divertir.

 

Solo sonrió al de estatura menor. Le hizo una seña con la cabeza para que este lo siguiera, hundió sus frías manos en el bolsillo de sus pantalones, tranquilamente subió su vista al cielo y luego desvió la mirada hacia el moreno.

 

-¿No te parece que hace demasiado frío? –No sabía que preguntar, de hecho Jongin emitía un aura totalmente distinto algo que temía en si, él era un chico alegre y estar así ya era demasiado raro para él. No tomó mucha importancia de hecho tan solo se encogió de hombros quitando importancia a lo demás creyendo que solo era su imaginación.

 

-Si, pero para mi no.- El aliento que tenía el moreno aunque fuera de un olor a menta tenía la mezcla de tabaco y marihuana. Yi Fan alzó cuidadosamente las cejas, algo estaba mal pero no sabía como preguntarle.

 

-¿Cuál quieres subirte primero?- La voz del más alto y de piel más  pálida sonó totalmente alegre, Jongin lo vio de reojo y esa triste mirada se trasformó en una amplia sonrisa.

 

-Me pareciera si subimos a la rueda de la fortuna.- Su voz sonó lúgubre, pausado y triste. Ya era demasiado extraño para el rubio, quería saber que sucedía, tan solo asintió un par de veces y lo llevó al lugar.

 

Se subieron en una de esas y los ojos del rubio se tornaron en el moreno, esa feliz sonrisa que había visto hace días estaba borrada ahora era tan quebrada y frágil. Con mucha suavidad rodeó los hombros del moreno para apegarlo a su cuerpo con fuerza, sintiendo la calidez de su cuerpo, sus manos viajaban por sus brazos acariciando tranquilamente estos. Su respiración era pausada al ritmo del movimiento de la rueda de la fortuna.

Los ojos del moreno fueron hacia el perfil griego del más varonil, una lágrima cayó desde el rabillo de su ojo y se apegó a su cuerpo, por primera vez Yi Fan lo oía llorar un llanto desgarrador y frágil. Dejó que la yema de su dedo pulgar pasara por su húmeda mejilla. No quería preguntarle porque lo hacía Y que sucedía mucho menos, sus manos viajaron por sus cabellos y sus labios dieron un beso en su frente, no quería oír al chico que en menos de dos días robó su corazón siendo totalmente destrozado.

 

 

En ese momento, Yi fan no entendía los llantos del moreno, mucho menos por qué simplemente negó un par de veces y dejó un beso en su mejilla riendo gracias a las muecas que este hacia y gracias al muñeco que ganó, de ahí el apodo de “Mushu” el peluche que le había ganado era ese personaje divertido de Disney.

 

-¿Y ganarás un peluche para mi?-  La voz infantil del moreno resonó en sus tímpanos, este lo miró de reojo y asintió era fácil tenía que dispararle a los patos y conejos que pasaban al frente de él, pasó el dinero correspondiente mientras que tomaba la escopeta para apuntar a los patos. Miró de reojo al moreno, que tan solo hace unos segundos lloraba y ahora sonreía con tanta felicidad. Por eso es que dejó ir una torpe risa y le dio a todos los patos uno por uno disparando de estos

Los gritos y chillidos de emoción del moreno sonaron nuevamente en la habitación, una risa bastante amena salió desde la cavidad oral del rubio, verlo mejor que como estaba anteriormente era algo bastante bueno. Al darle a todos los patos y conejos dejó que el contrario hablara para pedir el peluche.

 

-Quiero el de dragón, ese el que aparece en la película de Disney.- Su dulce voz fue atendida por el dueño, este sonrió y le entregó el peluche rojo. Entre abrió sus labios para dejar ir el sonido del nombre del personaje que había pedido.

 

-Se llama Mushu.- Jongin sonrió y agradeció al señor, luego caminó hacia el rubio que lo esperaba tranquilamente.

 

-¿Y qué  es?- Preguntó con un tono animado y lleno de curiosidad.

 

-Mushu, el dragón de Mulán. De hecho se parece a ti.- La infantil risa del pelioscuro resonó, y una sutil sonrisa en los delineados labios del chico de origen chino se dibujó.

 

-Entonces te diré Mulán igual te pareces a ella.- Los oscuros ojos de Jongin vieron de reojo al más alto, este solo se encogió de hombros y el rodó los ojos.

 

 

-Entonces tú mi mushu y yo tu mulán- El de pelo claro asintió repetidas veces, le había parecido perfecto.

 

-Bueno entonces te tengo que alistar para la guerra ¿No crees? Un soldado tiene que hacer lo suyo.- Los brazos bien formados del rubio se cruzaron frente a su pecho.

 

-No lo haré- La voz del piel oscura sonó clara y justa. Yi Fan frunció el ceño.

 

-Deshonra tu vaca- Comentó en un tono serio, pero se notaba que estaba bromeando con el menor.

 

-Y tú deshonra tu perversidad- Le señaló la lengua cosa que hizo sacar una divertida risa por parte suya.

 

-Eso fue duro ¿Sabes? –Comentó mientras seguía caminando con calma a su lado

 

-Lo admites eres un pervertido- La risa de ambos fue obvia en ese momento, Yi Fan ahora veía algo más que ese manto de noche oscura con estrellas totalmente brillantes, ahora veía a Jongin el chico dulce que  caminaba a su lado un chico que completamente lo sacó de sus pensamientos y necesitaba de él, era como si ahora solo quería disfrutar de sus labios y nada más que eso.

 

 

Ahora se encontraba ahí, mirando perdido la playa, miraba como las olas golpeaban las rocas sucesivamente mientras que subía sus manos a sus cabellos para peinarlos hacia atrás gracias a la fría brisa marina que había. Por eso sus labios se fruncieron cuidadosamente mientras que se dejaba caer en la liviana arena mirando totalmente perdido como el mar seguía golpeando el agua sucesivamente.

 

Ya había pasado tres meses que salía con el moreno, por primera vez se declararía, ya no importaba temer por su homosexualidad y mucho menos temer por contarle todo, aunque no supiera nada de él… Tenía esa esperanza de que él le dijera un Si como respuesta.

 

-¿Me esperaste mucho? – Yi Fan subió la mirada, frunció cuidadosamente el entre cejo, pero luego sonrió. Ver a ese chico tan alegre e infantil cerca de él además de estar con esa bella sonrisa no podía no perdonarlo, asintió un par de veces y luego sus labios se entre abrieron para pronunciar algunas palabras.

 

 

-No importa- Su voz sonó suave, miró hacia el cielo viendo como el sol se escondía poco a poco en el  mar y como la  cálida brisa de verano comenzaba a ser un poco más helada.

 

-Dime, ¿Para qué querías venir a la playa? – Ambos se dejaron caer en las rocas, y oír el sonido del mar explotar contra las duras rocas y la arena, por eso es que los nervios del rubio aumentaban. Se mordió el labio inferior mientras que lo mirada de  reojo.

 

-Me… Me gustas- Su voz sonó seria y rápida, no era que quisiera serlo así pero su voz sonó así. Gruñó y se maldijo por dentro, jongin lo miró de reojo con una amplia sonrisa. Lo que luego sintió fueron los dulces labios del moreno contra los suyos dejando que estos se deslizaran calmadamente contra los suyos, no pudo negar que sus brazos rodearan su cintura para acercarlo más a su anatomía y así seguir el beso calmado y tranquilo, esos labios gruesos, dulces y suaves que se movían a su compás de lentos movimientos los disfrutaba… Desde ahí, desde esa fecha que comenzaron a ser novios….

 

 

 

-Yi Fan es raro verte por acá- La voz de su compañero Park ChanYeol se hizo presente, El de cabello claro lo miró con una triste sonrisa y negó un par de veces antes de volver hablar.

 

-Venía por mis cosas- El de cabello negro le sonrió cuidadosamente, dejó ir una suave risa mientras que le daba un suave golpe en sus hombros.

 

-Te cuidas te vamos a extrañar en la empresa.- Este le dedico una sonrisa, comenzando a caminar hacia su oficina al entrar y sentarse en su escritorio nuevas imágenes vinieron a su mente.

 

 

La ciudad alumbraba la noche, la luna era difícil de divisar pero aún así el clima era perfecto, Kris dejó el desnudo cuerpo del moreno sobre el escritorio mientras que se subía sobre el dejando un beso sobre su cuello. Un gemido agudo del bailarín se oyó por las cuatros paredes eso sacó una lasciva sonrisa en los labiales del Chino, este comenzó a lamer su nuez y succionar de su piel mientras que dos de sus dígitos se deslizaban por su recto penetrando esa parte con dos de sus dedos, la espalda del piel parda se arqueó a la perfección mientras que un gemido totalmente gutural retumbó en el oído del más alto, sus labios viajaron a los gruesos labiales del moreno para susurras sobre estos con un suave hilo de voz.

 

-Te amo-

Musitó mientras que dejaba una mordida sobre sus gruesos labios y poco a poco comenzaba a penetrarlo, su cuerpo se movía con cuidado y calma, no quería lastimar a Jongin en su primera vez se movía embistiendo suavemente su cuerpo mientras que sus labios devoraban el cuello del piel morena, sin embargo Jongin no se quedaba atrás. Clavó sus uñas en su espalda para comenzar a deslizar sus dedos por esa parte mientras que elevaba sus caderas para recibir mejor las penetras del rubio, dejó ir un gemido mientras que los suspiros iban y venían repetidas veces. El cálido aliento de Kris pegaba con el sensible cuello de Kai, ambos gemían y suspiraban al unísono ambos se movían a un ritmo suave y delicado, al terminar dejó un dulce beso sobre sus labios cosa que hizo sonreír al menor y que sus labios se abrieran para dejar ir un.

 

-Te amo nunca lo olvides.

 

 

Pero su voz sonaba diferente sonaba como un jadeo y falta de respiración como si estuviera a punto de llorar, pero el mayor ignoró eso pensó que solo sería gracias a la primera vez que ambos  tuvieron solo había algo que no sabía.

 

 

Llegó al hospital, miraba la habitación nuevamente algo perdido sus ojos estaban lleno de lágrimas y un nudo en su garganta.

 

-¿Señor lo podemos ayudar en algo?- La voz de la enfermera lo quitó de su trance, Kris solo negó y le dio una sonrisa falsa a la mujer.

 

-No, solo venía por unos exámenes- Comentó, la mujer asintió y se retiró, miró nuevamente la vacía habitación volviendo a derramar lágrimas como aquella vez.

 

 

-¿No sabías? Se supone que eres su novio- Kris estaba nervioso, se movía de lado a lado y quería llorar. Jongin tenía un problema al hígado, por eso fumaba tanto antes de conocerlo  quería morir mucho más rápido. La enfermera le dio el pase para que estos entraran así que el rubio fue el primero quien entró a la habitación.

 

-No me habías dicho- Jongin lo miró con los ojos llorosos y negó un par de veces bajando su triste mirada.

 

-Fue porque no quería preocuparte- La voz suave y melancólica del menor sonó, pero al mayor no le importó solo lo abrazó con fuerza y dejó un beso en sus labios.

 

-No importa, ¿te podrás salvar?- La esperanza en el corazón de Kris seguía ahí, este sonrió con falsedad mientras que Jong In dejaba derramar una lágrima negando un par de veces.

 

-6 meses mi amor, 6 meses- se mordió el labio, en 6 meses cumpliría ya dos años con el chico quien robó su corazón, sonrió con calma y dejó un beso en sus labios mientras que lo abrazaba despacio.

 

-No importa, los 6 meses que te quedan te cuidaré y te amaré más que nunca y haré que cada segundo si valga- Ambos rieron y luego sellaron esa risa con un beso.

 

 

 

-¿Recuerdas aquí?, fue hermoso mamá- Un niño pequeño rió, Kris lo miró de reojo y se sentó en uno de los rojos asientos que habían delante de ese escenario, al fin Jongin cumpliría su sueño de bailar frente a un público. Sonrió con nostalgia  mientras que dejaba ir un suspiro.

 

 

-Jongin te amo te irá bien- Dejó un fuerte beso sobre sus labios y rieron como niños pequeños, caminó rápidamente a su asiento  a espera de verlo estaba toda la familia del moreno ahí viendo como comenzaban a bailar, pero… Pero algo hizo que la felicidad y la risa de todos como los aplauses se detuvieran el telón se cerró para siempre como la vida del bailarín.

Este cayó desplomado al piso, no se podía mover y gemía todos corrieron hacia él, Kris lo tomó en brazos y apegaba a su cuerpo lloraba  mientras llamaban al a ambulancia.

 

-Kris, gracias por estar aquí siempre, gracias por ser mi novio, gracias por apoyarme gracias por amarme te amo.- Esa fueron sus últimas palabras, esa fue la razón de que Yi Fan se rompiera por completo.

 

Hacia bastante frío en el parque del recuerdo, todo verde y tranquilo como hermoso, caminó hasta una lápida que decía Kim Jong In  1994- 2012.

Dejó unas rosas violetas y blancas las favoritas de su amado mientras que se sentaba ahí acariciando la lápida con los ojos completamente brillosos.

 

-Mi amor, ya han pasado dos años ¿No crees que es mucho? Te extraño no puedo vivir sin ti te amo mi amor.-

 

 

 

La misma noche se encontró el cuerpo de ese chico con muchas pastillas en manos y un vaso de agua fría.

 

Ahora se encontraba en algo raro, más suave y blando, abrió los ojos al ver que era pasto y mucho más esas dulces y suaves caricias que creaban en su cabello, miró de reojo para ver quién era, al ver a Jongin esté sonrió y lo abrazo con fuerza.

 

-Igual te extrañe Wu Yi Fan, te amo y te estuve esperando ahora siempre estaremos juntos-

Luego  juntó sus labios para unirlos y así jamás separarlos…

Ahora cuenta la leyenda que si vas a la playa verás dos almas jugar y reír, no debes molestarlos ellos son felices para siempre…

 

 

 

Notas finales:

¿les gusto? 


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