Una cálida mañana en Seúl.
-¡LUHAAAAAAN!- Chillo una Sunny al ver que su ‘’romeo’’ había entrado al aula.
‘’Romeo’’ había sido el sobrenombre que le ha dado esta niña a Luhan, la pequeña enamorada de LuHan, lamentablemente este no le podía corresponder porque es gay, aunque Sunny era bonita no era la clase de persona con la que le gusta relacionarse a Luhan pero aun así le hablaba porque era muy atenta con él.
-¡Hola señorita Lee!- respondió este ya que la chica era mayor que el
-Ya te he dicho varias veces que no me digas así- dijo con un puchero- dime Sunny.
-Está bien, está bien, Sunny.
Las clases habían transcurrido normal, eran las 12:30 y aun tenía que seguir el tormento hasta las 3:00 pm, Hasta que llamaron a LuHan
-Lu Han- llamo el profesor- Tu Tía está en la dirección, lleva tus cosas porque al parecer tendrás que irte.
-G-gracias profesor.
Cuando Luhan entro a la dirección su Tía se estaba parando con unos papeles en la mano
-Gracias Sra. Directora, me llevare a Luhan, gracias por todo.
-Hasta luego Sra. Cuide muy bien de LuHan.
Luhan se sintió confundido, ¿Por qué su tía había ido por los papeles? ¿Acaso había pasado algo malo? Su Tía salió de la oficina solo le dijo:
-Lu Han, despídete de tu directora.
-Si Tía –Algo confundido- Hasta luego Sra. Directora.
-Adiós LuHan cuídate mucho y no seas tan coqueto por ahí ¬u¬’
De camino a casa, la Tía de Luhan estaba muy callada, se sentía todo muy incomodo, eso nunca había pasado, por lo general Luhan no se callaba ni aunque le amarraras la boca con cinta adhesiva, hasta que su tía rompió con aquel silencio
-Lulu –ese era el apodo que había adoptado este por su tía cuando era bebe- tenemos que hablar.
-Claro tía, ¿Qué ha pasado? –dijo algo nervioso por la cara de preocupación de su tía.
-Hoy, conseguí un trabajo en la casa de un joven multimillonario pero está a dos horas de aquí por lo que tendremos que vivir en su casa, tienes que venir conmigo.
-¿Qué? ¿Y el colegio tía? ¿Qué pasara con todos mis amigos?
-Tendrás un nuevo colegio allá, nuevos amigos y todo.
-Está bien – dijo triste.
Después de todo no se podía negar, era su tía, la mujer que lo trato como su propio hijo, lo que su madre no hizo, después de todo, ella era como su Mama.
Cuando llegaron a su casa las cosas estaban empacadas y listas para ser trasladadas, una vez mas fue a su habitación que ya no lo seria mas y recogió un cuadro de su padre antes de que se fuera del país y los dejara solos a su mama y a él, tomo sus cosas y se dirigió a la sala, donde se encontraba su tía llamándolo, salió de la casa y le dio las gracias a esa casa por haberlo recibido cuando más lo necesitaba.
Y empezó su viaje..
El durmió hasta que llegaron a la mansión, cuando bajo su tía lo despertó, se quedo perplejo por el gran jardín que tenia esta mansión, la fuente blanca, a lo mejor era de porcelana.
Y cuando bajaron.. lo vio, lo vio y se quedo perplejo.
El se acerco, caminando con la mayor elegancia que alguien en esta vida puede tener.
-Hola, mucho gusto –le tendió la mano a la tía de LuHan- Mi nombre es SeHun, dueño y único viviente en esta mansión.
-Hola, soy Ana (así se llamaba la tía de Luhan eue!!) el es Luhan –señalando al chico.
-Un gusto Luhan- le tenido la mano y Luhan la acepto amigablemente y sintió una electricidad traspasarlo y ahí, ahí sabia que algo iba a pasar.