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Garbage: Just another Yonki death por neko miri chan

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Notas del capitulo:

Pues verán, mi computadora se arruinó, no tiene word y la que no tiene ese problema no tiene internet, el modem murió, entonces no lo he podido subir pero pues aquí está el cap dos jejje espero lo disfruten 

El aire frío me ha puesto duros los pezones y el humo blanco del porro se pierde entre las paredes, las sabanas y las nubes que se alcanzan a ver por las ventanas. Llevo todo el día acostado medio desnudo y me he pajeado un par de veces  pensando en Akira. 

 

Cuando decido levantarme me siento un poco mareado pero trato de despejarme y de caminar derecho. Al llegar a la cocina solo veo otra de esas notas de papá que dicen que llegará tarde esa noche. Debería mandarse a hacer un sello, así no tendría que escribir lo mismo todos los días.

 

—     I think I´m paranoid —canto de repente, Akira la ha estado escuchando toda la semana, aunque no sabe pronunciarla. Involuntariamente la traigo en la cabeza. — I think I´m paranoid and complicated...

Dóblame, rómpeme, de todos modos me necesitas. Eres todo lo que quiero.

Viene a mi mente  una y otra vez, deberían matarme por actuar de esta manera, nunca pensé que llegaría a amar de esa manera, y más cuando ayer me dio esa repetitiva sensacion de que Akira sólo está conmigo por una cuestión carnal.

Ayer me hizo probar el popper durante una fiesta. Me llevó a la cocina ya algo ebrio (Yo) y despues de manosearme y masturbarme, me di la vuelta porqué el quería, separó mis nalgas y me hizo inhalar de un pequeño frasco de etiqueta color morado.  " No demasiado, o no será bueno" Yo obedecí y de repente sentí como si mi corazón se disparara como una bala de cañón.

Él ya estaba jugando con mi ano y me sentí extrañamente excitado, caliente. Risas bobas salían de mi boca al igual que gemidos y obscenidades, entraba gente a la cocina para coger más frituras y cervezas y... nos valía cacahuate, a ellos también. De pronto me penetró, y me folló ahí mismo, frente a chiquillas drogadictas y de chulos de mierda, ya muy ebrios. No fue tan difícil como las otras veces, y fue muy placentero desde el comienzo ¿Eso fue producto de las drogas?

 

El día de hoy me  voy sin desayunar a casa de Akira y él me recibe con unas ojeras tan grandes que me rio, por compararlo momentáneamente con un panda muriendo de hambre.

Hay un montón de pequeñas bolsitas de polvo blanco en la mesa, pero extrañamente hay más bolsitas de un lado que de otro, mientras el termina de pesar yo hago un poco de huevos revueltos y salchichas con forma de pulpo, saco un bote de jugo de piña del refrigerador y él retira las bolsas, de nuevo dejando un puñado más pequeño que otro y unos sobrantes en los paquetes, casi minúsculos, pero lo suficientemente grandes como para darme cuenta de que son para él.

Le sonrío mientras le sirvo el jugo en un vaso de plástico con ositos estampados, que no sé muy bien de dónde sacó pero parece gustarle mucho y a mí me sirvo en uno de cristal.

—     Guardé algo para que lo pruebes, dijo de repente, pero si te gusta tendrás que pagar por ello como los demás, sabes que no me gusta quedar a deberle a nadie y si empiezo a consumir mis propias drogas sin pagar por ellas me desequilibraré monetariamente.— Sonreí.

—     En realidad estoy bien con la marihuana.— Le digo tratando de tener otro tema de conversación pero él sólo me mira raro y se inclina hacia mí.

—     ¿Por qué estar abajo si puedes está arriba?

—     No te entiendo.

—     La marihuana relaja y va genial para los dolores, pero sinceramente la cocaína es mucho mejor, te hace sentir que te comes el mundo y que no hay quien te pare.

—     A mí me basta con que me beses para sentirme arriba. —  Él sólo me mira con una sonrisa entre incrédula y burlona y luego se ríe mientras niega con la cabeza ¿Tan difícil se te hace creerlo? Bajo la cabeza un poco triste. — Vale, la probamos después de desayuno ¿Sí?

Cómenos y luego lavo los platos mientras él va por los restos de droga y los pone sobre un  pedazo de acrílico que tenía en el sillón, me mueve un poco del fregadero para buscar entre el cajón de los cubiertos unas pajillas pequeñas.

Cuando voy hacia él, secándome las manos él ya tiene tres líneas acomodadas en el acrílico (Es muy ordenado y lo hace siempre en el mismo pedazo de acrílico)y me sienta a su lado de un tirón.

Me explica como inhalarla, aunque he visto a varios de sus clientes inhalarla algunas veces, de la desesperación no alcanzan a llegar a otro lugar. Él acaba con una en menos de lo que yo alcanzó a verlo y yo la tomo, no nervioso, sino con desagrado.

De repente me doy cuenta de que Akira se levanta a poner un Cd, dejándome enfrentar solo  una de las líneas que quedan. Con miedo intento hacerlo pero me paralizo, para cuando regresa la cobardía es palpable en mi rostro. Toma mi celular y lo pone en video.

—     Esta es tu primera vez...inhalando coca, así que hay que grabarlo. — Dice riéndose, yo solo le sonrío y me armo de valor, ya está,  ya está en mi interior.

 

Dóblame, rómpeme, desmoronarse es fácil.

 

Escuchaba en un volumen bastante medido, para no molestar a los vecinos, él tenía una personalidad bastante extraña, parecía que no le importaba nada y después te dabas cuenta que en realidad es alguien bastante considerado. Me abraza por la espalda mientras la droga empieza a surtir efecto.

—     ¿Sabes? Últimamente he estado yendo a vender a una nueva escuela, es una preparatoria y secundaria. — Dice mientras besa mi cuello.

—     ahhh ¿Sí? —me pongo flojito, pero a la vez intenso, siento como si mi sangre corriera más rápido.

—     Me está dejando buen dinero, y debido a eso, me gustaría que vinieses a vivir conmigo.

—     ¿Cuándo?— Me rio.

—     Lo más pronto posible, de todas maneras dices que en tu casa siempre estás solo. — Mi estómago se retuerce.

—     Me lo pensaré Akira. — Le digo dándome la vuelta para darle un beso.

 

Róbame, manéjame, de todas maneras me curas.

 

Escucho con los audífonos mientras estoy acostado en mi cama, es la una de la mañana y papá ha llegado del trabajo, pero no me levanto a decirle buenas noches como siempre, la cabeza me da vueltas y huelo a cosas que me meterían en problemas. Todavía me pregunto si lo que dijo Akira en la mañana es cierto o fue una alucinación, es decir ¿En serio quiere que vivamos juntos? Me siento en la cama algo ansioso.

Lo quiero, sí lo quiero lo suficiente, incluso para tolerar su estilo de vida. Sobre todo, lo quiero lo suficiente para dejar el mío de lado.

Pero ¿Y la universidad? Akira no es especialmente generoso, y no querrá pagarme los estudios a mi también. Suspiro. Tendré que trabajar.

 

Por la mañana veo la foto que está en la sala, es una de papá con su uniforme de oficial, actualmente se está promoviendo para director de penal. Es decir, aun menos tiempo para mi. Tomo un poco de café con leche antes de salir hacia la escuela.

 En los recesos voy al salón de Akira y él me lleva hacia los jardines, nuestros besos se ven interrumpidos por compradores frecuentes de LSD y hierba. Decidimos meternos a los baños a los que nadie iba, porque huele a mierda y casi no van a limpiarlo.

En medio de uno de esos cubículos asquerosos, con las manos sujetándose a su cuello y las piernas desnudas a sus caderas, lo único decente que pude decir fue que me iba a vivir con él. Él no parecía creérselo del todo pero me sonreía, sonreía mucho mientras me besaba.

 

Me hundo simplemente para estremecerte

 

Hace dos semanas que huí de casa, bueno, no lo que se dice "huir" no, simplemente le dejé en la cama  a mi padre una nota escondida en una  grulla marcada con el  número 9999.  Sólo él sabrá lo que significa (o al menos espero que lo recuerde)pero igual no me ha llamado, no le ha de preocupar.

Al principio todo iba bien, todo era como antes, solo que ahora tenía empelo, pero los últimos tres días me he pasado las tardes trabajando, inhalado cocaína, cocinando para Akira y teniendo sexo con él, si no lo hago siento que mi corazón no funciona como debe.

 

Hoy he hecho una grulla, pero me sangraba la nariz y se ensució así que decidí tirarla para que Akira no la viera.

Llegó de vender y me besó el cuello mientras le preparaba una tortilla de huevo obligándome a apagar el fuego, a veces pienso que soy su maldita ama de llaves y cinco segundos le bastan para convencerme de que soy su amante.

 

En la escuela todo el mundo me mira, los profesores incluso, extraño, nunca le importé a nadie un carajo. Noto mi nariz reseca y no puedo evitar tocármela de vez en cuando.

Por la noche vamos a una fiesta donde conocí a Kai, un chico de barrio que le compra a Yuu (el novio de Shima y quien es su proveedor) mucha mierda dura, en serio, no es de los típicos chiquillos de colegio que consumen de manera social, Kai es otro nivel, pero es buena persona, al final de la noche intentó besarme pero me levanté asustado y salí corriendo de ahí. No es el primero que intenta meterme mano pero nunca deja de sorprenderme y de asustarme, por ejemplo, Yuu me dijo que no necesitaba trabajar para conseguir mis drogas, dijo (mientras acariciaba mi trasero)que solo tenía que darle un poco de cariño. Cuando me dispuse a patearle la cara, puso una píldora en mi boca y frente a todos me la tuve que tragar, Akira ese día no estaba de humor para una escena.

Lo peor de todo es que a veces me dan ganas de tomarle la palabra. Akira no es una cerecita, se toma los negocios muy enserio, no quiere tener problemas con nadie y por lo mismo se esfuerza por nunca quedar a deber dinero a nadie, no sé cómo hace para controlarse pesando todo ese polvo mágico.

 

Papá no me ha llamado ni por ser mi cumpleaños, me pongo a llorar, estoy volviéndome loco, a veces siento que escucho su voz regañándome por haber dejado la escuela y por meterme toda esa mierda. Lo peor es que me han despedido de la tienda de discos y no tengo dinero para reponerle a Akira la droga que le tomo a escondidas ¿Se dará cuenta?

Joder, claro que se dará cuenta.

 

Tiemblo mientras él con una sonrisa pesa las dosis y me levanto como rayo cuando escucho a alguien tocar la puerta.

Es Shima, sin su típica mochila, solo para invitarnos a una fiesta. Akira mira su trabajo atrasado, pero yo, aun con la cara demacrada y nerviosa le digo que quiero ir, así que acepta, dándome pequeños besos en la frente, Shima se ríe de él, piensa que es una táctica de manipulación y lo es. Sólo quiero que se aleje de esa maldita bascula, al menos hasta que consiga dinero o droga para sustituir la que me esnifé.

En aquella fiesta Yuu llegó a saludar, Akira estaba muy alegre por beber gratis y con su mejor amigo, así que no notó cuando Yuu comenzó a tocarme, no notó cuando me habló al oído. No notó el asco ni la desesperación, no me quedaba de otra. Dejé a Akira embriagándose con Shima, él lo mantendría entretenido.

 

—     Anímame con otra píldora. Dije, en mi mente cantando, pero en la vida real salió como una exigencia. Era una broma pero Yuu, al entrar al desván, me sonrío y puso una píldora, mitad blanca, mitad azul en mi boca.

—     No te preocupes, te daré toda la droga que necesites, toda la que me pidas, solo tienes que complacerme.

—     Sólo no me dejes marcas en el cuerpo por favor...Dije en un hilo de voz.

Notas finales:

eenseguida el cap 3


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