Un hermoso año de noviazgo era el que Jonghyun y Key llevaban saliendo, aun cuando el mundo les puso muchas adversidades, aun cuando sus padres no lo aceptaban. La madre de Jonghyun una escritora de mente abierta y un tanto infantil no le importo mucho el que su hijo estuviera saliendo con otro chico, lo único que le importaba era que su hijo fuera feliz, y si con su mejor amigo él lo era, ella también lo seria; lamentablemente no era lo mismo para los padres de Kibum; su madre, una enfermera de gran prestigio, y su padre, un diseñador muy reconocido por todo el mundo, eran personas de mente cerrada, tradicionalistas y obstinados; ante los ojos del mundo la familia de Kibum era perfecta, rica, con gran posición social, educada, pero, con pequeños defectos, los padres de Kibum al ser personas importantes tenían tanto trabajo que nunca se les veía en casa, el padre de Kibum muy seguido estaba de viaje, China, Londres, Paris, Singapur, Estados Unidos, iba a todos los lugares donde la fama de sus aclamados diseños lo llamara, pasaba más de la mitad del año fuera de casa, había veces en las que solo volvía para nuevamente hacer sus maletas e irse ese mismo día o al siguiente; su madre dirigía su propio hospital por lo que pasaba todo el día en él, ni siquiera llegaba a dormir por las noches, y los pocos días que dormía en casa tenía que salir por la madrugada a atender problemas en el hospital; debido a esto, Kibum se había acostumbrado a estar solo, una sirvienta siempre preparaba la comida por las mañanas y se iba al medio día; cuando Kibum quiso presentarle su novio a sus padres tuvo que pedir cita para que ellos le hicieran espacio en sus apretadas agendas, cuando el día llego, Kibum llevo a Jonghyun a su casa, la comida estaba en la mesa y todos ya estaban comiendo, el celular de su madre empezó a vibrar, supo que se tenía que darse prisa en decirles.
***~*** FLASHBACK***~***
-¿Qué era eso que querías decirnos Kibum?- Pregunto su padre cuando se dio cuenta que su esposa estaba próxima a retirarse.
-Bueno papá, mamá, esto es algo difícil de decir y espero contar con su apoyo.-
-Si hijo sabes que nosotros dos te apoyaremos en todo lo que tu necesites.- Dijo su madre muy segura de sí misma, pero él sabía que dentro de poco su madre cambiaria de opinión.
-OK…- Soltó un fuerte suspiro y miro a sus padres –Jonghyun es mi novio.- Los padres de Kibum ya conocían a Jonghyun, según ellos era una buena influencia ya que Jonghyun cada vez que iba era para ayudar a su hijo en las materias en las que él tenía problemas, los padres de Kibum sabían que Jonghyun pasaba mucho tiempo en su casa, muchas veces que llegaban del trabajo lo habían visto así, todo durante dos años enteros, pero nunca pensaron que su hijo tuviera ese tipo de relación y mucho menos con el que consideraban su mejor amigo.
-¿Qué?- Dijo su madre incrédula, tal vez una buena broma, ellos eran jóvenes y amaban hacer ese tipo de bromas ¿Cierto?
-Lo que oíste mamá, tengo una relación con Jonghyun desde hace tres meses.- Dijo Kibum serio, no quería que fuera tomado como una broma.
-Hijo… tu… ¿eres gay?- Pregunto su padre sorprendido, Kibum sabía muy bien que sus padres todavía no procesaban lo que les había dicho, porque en cuanto lo hicieran ellos se darían rienda suelta al enojo, no estaba seguro si le gritarían o si le pegarían, pero sabía que no lo aceptarían, por lo menos no a la primera.
-Podría decirse que si.-
-¡NO!- Su madre fue la primera en estallar. –Kibum esto no es posible, pero que tonterías dices, tú y Jonghyun, por dios son mejores amigos, no pueden tener este tipo de relación tan indecorosa.- Kibum miro a Jonghyun que hasta el momento se había quedado callado, no hacia ningún tipo de comentario y eso ponía nervioso a Kibum, que si se había arrepentido de decirle a sus padres o peor de estar con él.
-No señora, no es una tontería, yo realmente amo a su hijo, Kibum es una persona muy especial en mi…- Jonghyun no tuvo la oportunidad de terminar de hablar cuando la mano de la madre de Kibum se estampo en su mejilla, su piel comenzó a escocer y un enrojecimiento altamente visible apareció.
-¡CALLATE!- Le grito la mujer histérica, ella siempre le había tenido respeto a Jonghyun, sabía que su madre era escritora y que muy pocas veces salía de casa y hacia cosas de madre, sabía que el padre de Jonghyun los había dejado y se había ido con otra mujer, pero a Jonghyun parecía no importarle por lo cual le guardaba un gran respeto, también estaba agradecida con él por siempre acompañar a Kibum cuando ellos que eran sus padres no podían estar en casa; pero en el momento que su hijo dijo tener una relación con él, perdió todo ese respeto y agradecimiento convirtiéndolo en cólera. -¿Que no vez que lo que estás diciendo está mal? ¿Cómo puedes amar a un chico? Es simplemente repugnante.-
-¡MADRE!- Grito Kibum enojado –Dejo de decir esas cosas.- Dijo Kibum con la voz quebrada, que su madre le hablara a su novio le rompía el corazón, porque aun cuando se lo dijera a Jonghyun sabía que la mujer hacía referencia a ambos.
-Hye Sun, es tu hijo no tienes por qué hablar de él de esa manera, yo tampoco me esperaba que mi hijo fuera gay, por dios no, yo quería que se casara con una hermosa mujer y que nos diera nietos, pero no le voy a andar gritando y pegándole a su novio por ello, vamos mujer tú no eres así, deberías controlarte mejor.- Dijo su padre tranquilo, se notaba que no estaba feliz con la noticia que le había dado su hijo pero aun así no le grito.
-Entonces quieres que ande feliz de la vida contando que mi hijo es gay y que estoy orgullosa de ello.- Hablo su madre sarcásticamente.
-No.- Espetó su padre –Quiero que hablemos con el de manera civilizada, que lo hagamos entrar en razón pero sin golpes y gritos. Tu quédate aquí, tranquilízate y cuando estés lista puedes hablar con ellos; Kibum, Jonghyun a mi oficina.- Los dos chicos caminaron en silencio seguido del padre de Kibum, una vez llegaron ahí su padre cerró la puerta. –Siéntense.- Dijo serio. Los dos chicos acataron las instrucciones rápidamente. –Ahora, Kibum ¿Qué significa esto?-
-Lo que te dije padre, estoy saliendo con Jonghyun.-
-Esto puede considerarse como un tipo de ¿Curiosidad?- Pregunto el señor con un deje de esperanza.
-No papá, lo siento, pero yo no siento a las chicas atractivas, puedo decir que son lindas, pero, no las quiero como más que amigas.-
-¿Y tú Jonghyun? Hasta donde sé tú has tenido novias, ¿Esto no lo haces simplemente para saciar tu curiosidad?- El padre de Kibum miro a Jonghyun a los ojos pero este ni se inmuto, el en ningún momento había dado la impresión de ser del tipo de personas que jugaban con la gente pero aun así su padre quería estar seguro, muchas veces había dudado si Kibum en un futuro tendría novia, él amaba el color rosa desde que era pequeño, cuando iba con sus primas jugaba con sus muñecas, llego a pensar que su hijo en un futuro seria travesti, pero cuando iba al closet y sacaba sus sacos poniéndoselos se daba cuenta de que Kibum podría ser afeminado pero no llegaría al punto de travestirse, “esos pequeños detalles se los debió de haber pegado su abuela” pensó el señor, después de todo, antes de que la mujer falleciera años atrás, era la única que convivía con Kibum.
-No señor, esto no es curiosidad, yo mismo me asegure de eso, Kibum es mi mejor amigo y no quería perder su amistad por tonterías como esas, el amor que siento por Kibum es real y eso no cambiara mañana ni dentro de cinco años o más.- Dijo Jonghyun seguro de sí mismo, omitiría la parte donde intento besar a otro chico pero el simple hecho de que esos labios no fueran los de Kibum lo destruía por lo cual al final llego a la conclusión de que realmente estaba enamorado del chico.
Se oyeron tres golpes detrás de la puerta, seguido de ella la madre de Kibum entro a la habitación, tenía la mirada baja y caminaba indecisa, pero se notaba que ya no destilaba tanto odio como hace tan solo unos minutos, camino hasta llegar a lado de su esposo; tanto para Kibum como para Jonghyun el sonidos de los tacones de la mujer retumbado por toda la habitación fue lo más aterrados del mundo, tenían miedo de sus reacciones; la mujer tomo la mano de su esposo y miro a los dos chicos frente a ellos sin ningún tipo de emoción.
-Jonghyun, ¿Puedes dejarnos a solas con Kibum un segundo?- Pregunto el padre del mencionado, Jonghyun asintió con la cabeza y salió de la oficina.
Durante las siguientes horas los padres de Kibum hablaron con cada uno y con ambos; después del rechazo y negación de ambos padres siguió la culpa de estos, pensando que por no pasar tiempo con su hijo había terminado saliendo con un chico, lo cual Kibum negó, aun cuando sus padres no estuvieran en casa, siempre que estaban le brindaban todo el tiempo posible y gracias a ellos nunca le falto nada; le preguntaron a Jonghyun si su madre sabia de ellos esperando que la respuesta fuera negativa para que la mujer se negara pero cuando les dijo que si temieron, la madre de Jonghyun lo estaba dejando salir con un chico, no porque le gustara que su hijo fuera gay, sino porque ella pensaba en la felicidad de su hijo, en ese momento se sintieron realmente mal, porque ellos al oír la noticia pensaron en todo menos en su hijo, en quien recaía el ser feliz, después de ellos y con un poco de trabajo aceptaron la relación de los dos.
***~*** END FLASHBACK ***~***
Jonghyun era el hombre más afortunado del mundo, él lo sabía, no necesitaba que nadie se lo dijera pero aun así mucha gente se lo rectificaba todos los días, la suerte que tenia de tener a una persona como Kibum a su lado, Kibum era lindo, divertido, inteligente (porque si, Jonghyun descubrió que Kibum había fingido no entender en sus materias para que él le enseñara aun cuando él ya lo sabía), gracioso, contaba con una gran variedad de talentos pero entre sus favoritos era el del baile, Kibum tenía esa magia cuando se movía, cuando seguía el ritmo de la música y dejaba que su cuerpo se moviera solo; Kibum estaba como quería, eso lo sabía más que a la perfección; todas esas veces que había tenido la oportunidad de recorrer su cuerpo con sus manos, sintiendo la suave piel bajo su tacto, admirando el perfecto cuerpo desnudo frente a él, oyendo los suspiro y gemidos que soltaban cuando los dos se encontraban en su intimidad; para la mala suerte de Jonghyun, él no era el único que sabía que Kibum tenía un buen cuerpo, no, todos sus compañeros lo sabían; con la ropa tan pegada que utilizaba Kibum no dejaba nada a la imaginación, esa que él tanto amaba y que a la vez odiaba tanto por dejar que su los demás vieran el hermoso cuerpo de su novio.
Los dos aun eran jóvenes, tenían apenas 19 años, en el caso de Kibum y 20 en el de Jonghyun, todo una vida por delante, Jonghyun iba a la mitad de la universidad, Kibum acababa de empezarla, todos los planes seguían en marcha, conseguir un trabajo para mantenerse, comprar un departamento en donde los dos pudieran vivir felices y cómodos y el principal objetivo de Jonghyun, casarse con Kibum, sabía que el chico pelinegro era testarudo y no aceptaría casarse con él, no por el momento, pero quien les impedía comprometerse, podía vivir feliz sabiendo que su boda estaría próxima, no tanto como a él le gustaría pero estaría cerca, pero, lo más importante es que tendría un anillo que distinguiría que Kibum era suyo y que él era de Kibum, además el chico amaba la moda, los accesorios y todo aquello con lo que pudiera lucir bien, nunca le diría que no.
Jonghyun no lo pensó más y salió directo a una joyería, esperaba que con lo que tenía ahorrado fuera más que suficiente para comprar unos hermosos anillos. Al llegar a la joyería comenzó a ver los anillos pero ninguno le agradaba realmente “demasiado comunes para mi Bummie” se decía una y otra vez, veía anillos de oro y plata, con incrustaciones de diamante en el centro, lisos, algunos delgados, otros un poco más anchos, algunos eran realmente femeninos, pero no encontraba ninguno que realmente le gustara para el gatito que tanto amaba, se acercó tímido a una de las señoritas que ahí atendían, tal vez le podría mostrar anillos un poco diferentes.
-Disculpe, ¿Tienen anillos más elegantes?-
-Claro acompáñeme.- La señorita paso atrás del mostrados y saco un muestrario de anillos en donde tenían los diferente tipos de anillo, en las primeras hojas habían anillos como los que se exhibían, otros de oro y plata lisos en los cuales se podía grabar algo y por fin llego a los anillos más estilizados, los anillos eran lindos pero todavía no se decidía por ninguno, no había alguno que realmente lo hiciera amarlo, hasta que llego a la sección de anillos para pareja ahí había un par de anillos que a simple vista le parecieron perfectos.
-Me podría mostrar este por favor.- Pidió a la señorita quien amablemente saco los anillos de uno de los estantes. SI alguien viera el anillo diría que es muy simple pero, pero después de todo según Jonghyun él era el alma gemela de Key sabía exactamente lo que le gustaba y estaba seguro de que le gustaría.
…
Kibum en esos momentos se encontraba en clase, Jonghyun había tenido el día libre por lo cual decidió planear algo pequeño pero lo suficientemente perfecto para su diva; compro carios globos de helio con las típicas frases de “Eres especial” “Te amo” “No sabes cuánto te quiero” “te quiero de aquí a las estrellas” y todo tipo de frases románticas, cuando iba camino a la florería decidió marcarle a su amigo Jinki o Onew como el solía llamarle, llevaba demasiadas cosas y todavía le faltaban las flores, no tenía espacio suficiente para todo, cuando se encontró con Onew le conto su plan, este quedo completamente sorprendido pero a la vez muy feliz, sabía que sus amigos se amaban, después de todo Jonghyun nuca había sido de las personas que se tomaban algo enserio y cuando le conto que los padres de ambos ya sabían de su relación se sorprendió porque ni siquiera llevaban medio año saliendo y Sekyung una chica con la que había salido durante un año entero nunca conoció a sus padres y viceversa; fueron a uno florería y Jonghyun compro una docena de rosas, cuando llegaron a la escuela faltaban escasos cinco minutos para que Kibum saliera de clases así que acomodaron las cosas en su lugar, Jinki cargaba todos los globos de helio, un mínimo de diez, las rosas las tenía Jonghyun en brazos; una cabellera negra junto con unos ojos característicos se revelaron en la puerta de salida de la universidad, Kibum siempre salía temprano porque no le gustaba estar en la multitud de alumnos que salían de la universidad.
Al ver a Jonghyun mas enfrente una sonrisa se marcó en su rostro y a paso rápido se acercó al chico de mirada canina.
-Puppy.- Dijo cuando hubo llegado a donde se encontraba el chico, le dio un rápido beso en los labios y miro al chico – ¿Para quién es eso?- Pregunto intrigado al ver el ramo de rosas.
-Hola Bummie, esto.- Dijo poniendo el ramo en ambas manos –Es para ti mi amor.- Dijo extendiendo las rosas hacia su novio.
-Oh my good, Puppy son hermosas. - Dijo sonriendo el chico.
-No tanto como tu amor.- Dijo dándole un beso en los labios.
-Bueno ¿Nos vamos?-
-Todavía no amor, falta algo.- Le hizo una seña con el dedo a Onew para que se acercara a él, el pelinegro al verlo se sorprendió.
-¿Qué hace Onew aquí? ¿Y porque trae tantos globos?-
-Yo lo traje y esos globos son para ti.- Dijo el chico alejándose un poco, se hinco frente a Kibum y lo miro a los ojos, el otro negaba, sabía lo que venía y eso era mucho para él, muchos de los alumnos que iban saliendo se quedaban parados y admiraban lo que sucedía –Kim Kibum, el amor de mi vida, durante este año tú me has hecho la persona más feliz del mundo y es por eso que el día de hoy quiero pedirte que te cases conmigo, tal vez no hoy, ni mañana, ni en un año, pero si dentro del tiempo que tú quieras, quiero que tu.- Dijo sacando una cajita de un rosa aterciopelado tan llamativo como Kibum –Te cases conmigo.- Dijo abriendo la cajita con dos anillos -¿Qué dices amor?- Pregunto extendiéndole los anillos a Kibum quien ahora era el responsable de tomar una decisión; el chico se encontraba incrédulo, no podía creer lo que estaba viendo, Jonghyun había alejado todos los pero que tenia preparados para ese tipo de propuestas, el chico estaba dispuesto a esperar por él, que mas podía decirle más que lo que él quería escuchar.
-Si Jongie.- Dijo mientras se tiraba a los brazos del otro chico, se separaron para así Jonghyun poder poner el anillo en la delicada mano de su novio, Kibum repitió esta acción poniéndole el anillo a Jonghyun.
-Felicidades.- Les dijo Onew acercándose a ellos y después de darle un abrazo a Kibum le entrego los globos.
Después de que platicaran durante un rato, Onew se despidió de ambos chicos y se retiro, los otros dos decidieron ir a la casa del menor para poder dejar los regalos y comer algo; al llegar a la casa de Kibum se sorprendieron al ver al padre del mismo en la sala viendo la televisión mientras revisaba algunas cosas en su portátil.
-Kibum, Jonghyun, que bueno verlo chicos, ¿Porque las rosas y los globos?- Pregunto el padre de Kibum curioso -¿Es su aniversario?- Los dos chicos se miraron, sabían que todavía no era momento de contarle a sus familias que estaban comprometidos, pero en ese caso ¿A que se debían los regalos?
-Nada en especial señor.- Contesto Jonghyun relajado, sabía que el padre de Kibum era bueno detectando las mentiras así que podía decirle algo que no fuera tanto una mentira ¿Cierto? –Solo me dieron ganas de demostrarle a Kibum lo importante que es para mí.- Termino mirando al menor resistiendo las ganas de plantarle un beso en los labios.
-Eres todo un romántico Jonghyun, ya veo porque mi hijo te eligió.- Dijo el padre sonriendo, pero claro que él no era estúpido, sabía que Jonghyun amaba a su hijo, eso era más que claro, pero su hijo por su parte parecía no poder contener la emoción, analizo a ambos chicos pensando en lo que se traerían entre manos hasta que paro en las manos de ambos, unidas y con un hermoso anillo en el dedo anular de la mano de su hijo, observo la mano de Jonghyun y vio un anillo con un diseño demasiado similar como para solo ser coincidencia el que hayan usado un anillo, además, sabia a la perfección que una de las cosas que la abuela de Kibum le había clavado en la cabeza eran los cuentos de hadas pues se los leía antes de ir a dormir y Kibum en su vida había utilizado un anillo en ese dedo, por lo menos en el de la mano izquierda no, su hijo estaba apartando su dedo para los dos únicos anillos que tendría que portar en su vida en ese dedo; pero no diría nada, no por el momento por lo menos, esperaría a que su hijo estuviera listo para decírselo, eso no es algo que cuentes rápidamente y más cuando eres tan joven y organizado como lo era el menor.
***~*** 4 MESES DESPUES ***~***
Entro corriendo al hospital, su respiración estaba agitada y sudor corría por su frente, había venido corriendo al hospital en cuanto recibió la llamada, no tomo un taxi, no utilizo su automóvil, vino corriendo porque sabía a la perfección que si manejaba podría causar algún accidente y lo que más quería en ese momento era saber exactamente qué es lo que había pasado, por la llamada telefónica solo le dijeron que había sido un accidente, un conductor borracho, el asunto era grave, demasiado para su gusto; le hablo desesperado a la señorita que se encontraba atendiendo a la gente que entraba y salía del hospital, conteniendo las lagrimas que amenazaban con salir de sus ojos en cualquier momento, no le dieron más información que el nombre del doctor que se encargaban del accidente, le dijeron donde localizarlo aun cuando este se encontraba en operación atendiendo a las personas involucradas en el accidente; después de ello salió disparado hasta la sala de espera de la sala de operación donde se encontraba el doctor, tomo asiento en una de las bancas y respiro hondo.
-Disculpe, ¿Es usted familiar del dueño del coche con placas “TVX-269”?- Pregunto una enfermera que lo había visto llegar revisando la información de las víctimas del accidente.
-Si.- La joven enfermera le entrego unas hojas, documentos que habían salvado después del accidente.
-Por favor podría rellenar este formulario, si tiene alguna duda no dude en consultarme.- Y se retiro, no le dijo nada respecto al accidente.
Después de llenar el tedioso formulario tuvo que esperar una hora hasta que vio al doctor salir de la sala de operaciones.
-Familiares de los señores Kim?- Pregunto el doctor, el rápidamente se levanto de su asiento y se acerco al doctor.
-Yo, soy su hijo.- Dijo angustiado, Kibum ya no podía mas con los nervios, su manía nerviosa de girar el anillo que se encontraba en su dedo anular se hizo presente, no podía concentrarse, le hubiera mandado un millón de mensajes ya a Jonghyun y le habría llamado interminables veces si no fuera porque ese momento se encontraba en una importante entrevista de trabajo y no quería que su novio no fuera contratado por su culpa.
-Lo siento mucho joven, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero sus dos familiares venían muy dañados; la mujer murió en el impacto, pero el hombre, por más que lo intentamos nada funciono, lamento decirle que los dos han fallecido.- El mundo de Kibum se vino abajo con eso, sus dos padres habían muerto en un accidente automovilístico por culpa de una persona borracha, sus dos únicos familiares o los único que le quedaban acababan de morir, que iba a ser de él, que haría ahora; gruesas lagrimas escurrían de sus ojos, cayó al suelo sobre sus rodillas y cubrió su rostro con sus manos dejando que el llanto fluyera; estuvo así por aproximadamente cinco minutos hasta que el sonido de su celular lo distrajo, contesto de mala gana esperando a que fuera su novio, no veía el momento de verlo y que esos brazos en los que siempre encontraba el consuelo lo rodearan.
-¡Bummie, conseguí el trabajo!- Se oyó la voz alegre de su novio del otro lado de la línea, una sonrisa rápida y fugaz cruzo por sus labios, lo había logrado.
-Jon…- Un fuerte sollozo lo interrumpió, no podía contenerse -¡JONGIE!- Grito por el teléfono, las lagrimas nuevamente salieron de sus ojos y fuertes hipidos lo atacaron –Mi…mis… Jon… Jongie…- U nuevo sollozo lo interrumpió, el dolor que sentía no podía ser comparado con nada, sentía su corazón oprimirse cada segundo un poco más.
-¿Bummie qué pasa?- Pregunto su novio asustado al otro lado del teléfono. – ¿Bebe que sucede?- Por más que preguntaba lo único que recibía como respuesta eran fuertes sollozos los cuales le destrozaban el alma cada vez más, nunca le había gustado que Kibum llorara, el lloraba sinceramente, cuando las cosas valían la pena y en este momento se estaba ahogando en llanto. – ¿Kibummie donde estas? Iré ahora mismo por ti.-
-Jongie…- Un largo sonido inundo la línea. - Te necesito… e…estoy… en… en el… hos… hospital… hospital central… ven rápido.- Se había calmado o por lo menos durante unos minutos.
-Voy para allá amor no tardo.- Se oyó el singular tono de llamada finalizada y Kibum guardo su celular, se sentó en la banca en la que momentos antes esperaba al doctor y dejo que silenciosas lagrimas corrieran por su rostro.
…
A los diez minutos Jonghyun apareció corriendo por el final del pasillo, en cuanto el menor lo vio y lo tuvo lo suficientemente cerca salto a sus brazos dejando que un estruendoso llanto lo inundara nuevamente.
-¡FALLECIERON!- Soltó el un grito ahogado –Jongie… mis padres… ellos… ellos ¡FALECIERON!- Soltó esta vez mas fuerte mientras se aferraba fuertemente a Jonghyun, lo apretaba mas contra su cuerpo, quería que Jonghyun estuviera con él, no quería estar solo, no nuevamente.
-Bebé.- Soltó en un suspiro, apretó fuertemente a Kibum entre sus brazos, la noticia era fuerte, el que tenía planeado llevar a su novio a algún restaurante a comer para celebrar que le hubieran dado el empleo que siempre estuvo ansioso de tener y ahora tenía a su novio deshaciéndose en llanto entre sus brazos, un fuerte opresión inundo su pecho, después de los pocos problemas que tuvo con los padres de Kibum nunca antes le habían dado problemas, realmente se llevaba muy bien con ellos.
Después de que Kibum llorara por media hora en sus brazos el chico se quedo dormido, una enfermera se acerco a él y le ofreció poner a su novio en una camilla para que descansara, después de unos minutos Kibum ya estaba en la camilla, sus ojos hinchados y con el delineador corrido, sus mejillas rojas y mojadas y sus labios hinchados, se sentía mal por su Bummie, porque el siempre le había mostrado una sonrisa aun en los peores momentos y ahora estaba así, se sentó a un lado de la camilla y seco con las mangas de su suéter las mejillas de Kibum, le quito el exceso de delineador bajo los ojos y aquel que había llegado más allá, después de ellos tomo su mano y observo el anillo que adornaba la mano de su novio, quería tener la bendición de los padres del menor para su boda, moría de ganas de ver como Kibum y su madre iban de un lugar a otro para comprar las cosas para la boda, todo aquello que haría feliz a su hermoso pelinegro; el docto entro a la habitación sacándolo de su trance.
-¿Es usted la pareja del joven Kim?-
-Si.-
-Necesito que vaya a tramitar el acta de defunción de la pareja y que pase a recoger las pertenencias de los familiares, por favor siéntase libre de retirarse cuando su novio se encuentre mejor.- Dicho esto volvió a salir de la habitación.
…
Habían pasado dos semanas desde el accidente de los padres de Kibum y una semana desde el funeral de los mismo, después de ello Kibum se encerró en la habitación de sus padres sumergido en la depresión, no podía soportar el que sus padres se hubieran ido, no así, no tan rápido, todavía había muchas cosas que debían pasar para que se fueran, debía de presenciar la boda de su hijo, deberían conocer a su nieto y nieta, deberían tener una cena de navidad todos juntos, la mamá de Jonghyun, sus dos hijos y sus padres, sería una hermosa cena, él cocinaría ya que su madre y la de Jonghyun no sabían cocinar, beberían un buen vino y todos pasarían una hermosa velada, pero a donde se iban esos sueños en estos momentos, todos ellos se habían ido por el drenaje y no volverían.
Un día que Jonghyun visito a Kibum para ver como se encontraba se llevo una gran sorpresa, entro a la casa como lo hacia casi todos los días, a casa estaba igual de silenciosa, como siempre lo fue, subió lentamente las escaleras al cuarto de los padres de Kibum, este le había pedido que le diera unos días para que procesara bien el asunto, Jonghyun acepto, sabia que su prometido necesitaba tiempo, no era fácil afrontar una perdida tan grande como la que estaba viviendo, eran casi cuatro días que le había dado, pero se sentía intranquilo, aun cuando Kibum le prometió llamarlo cuando se sintiera mejor no había recibido ni una sola llamada, cosa que lo estaba matando aun cuando estuviera un poco ocupado con el trabajo; cuando sintió que era suficiente fue cuando decidió visitar a Kibum. Tomo la perilla de la puerta y la giro lentamente, si era el caso de que Kibum estuviera durmiendo no quería despertarlo; en cuanto la puerta estuvo completamente abierta lo que sus ojos vieron lo dejo destrozado; Kibum estaba sentado en la cama de sus padres, las cobijas estaban tiradas en el suelo llenas de manchas rojas y él, él estaba propiciándole cortes a su piel, a esa piel que Jonghyun siempre había amado, esa que era tan suave, hermosa y blanquecina, esta ahora se encontraba llena de cortadas.
Se acerco rápidamente a Kibum y le quito la navaja que tenia en la mano lo mas rápido posible ganándose un corte en la mano el cual en ese momento no le importo lo mas mínimo.
-¡NO HAGAS ESO!- Le grito, las lagrimas estaban resbalando por sus mejillas y sus ojos se encontraban inyectados en sangre. –No lo hagas… por favor.- Le dijo en un leve susurro.
-Devuélveme eso Jonghyun.- Dijo haciendo referencia a la navaja que se encontraba en el puño del mencionado.
-No Kibum… no hagas esto, por favor… no de nuevo.- Si, no era la primera vez que veía que Kibum se hacia este tipo de cosas, poco después de que Jonghyun y Kibum se conocieran la abuela del ultimo había fallecido, era una mujer un tanto vieja, tenia que seguir el ciclo de la vida; después de ello Kibum empezó a llevar playeras de manga larga y dejo de usar shorts, cosa que a Jonghyun extraño, sabia que a el le encantaba mostrar su cuerpo, siempre presumía de que este era perfecto y fue ahí cuando lo noto un día mientras hacían un trabajo de artes la playera de Kibum se mancho de pintura, se quito la playera para limpiarla antes de que la pintura secara olvidándose completamente de los cortes que adornaban sus brazos; después de ello Jonghyun ayudo a que Kibum dejara ese habito y pensó que lo había abandonado definitivamente.
-Jonghyun por favor… lo necesito.- Kibum estaba al borde de la desesperación, cada corte en su piel lo hacia sentir mas ligero, mas relajado, cada corte le ayudaba a olvidar por unos momentos su horrible realidad.
-No Bummie… me lo prometiste… ¿Lo recuerdas?- Las lagrimas no paraban, como podía dejar que la persona que mas amaba se estuviera lastimando a si mismo.
-Lo siento Jongie.- Bajo de la cama cayendo al instante pero parándose rápidamente para salir lo mas rápido posible hacia el baño, ahí abrió uno de los cajones y saco una navaja, rápidamente la llevo a su brazo donde propicio un nuevo corte soltando un inmediato suspiro.
-No Kibum para.- Dijo Jonghyun quien entro al baño tomando una de las toallas para limpiar las heridas que todavía sangraban.
-Dejame Jonghyun… por favor… lo necesito.- Dijo Kibum removiéndose para intentar hacerse una nueva cortada, Jonghyun le quito nuevamente la navaja y se hizo un rápido corte en el brazo, cerro los ojos por el dolor, el realmente no era amante de ese tipo de cosas.
-¡NO!- Grito Kibum histérico dándole un manotazo en la mano para que tirara la navaja.
-Ves lo que siento… no me gusta que te lastimes Bummie, cada vez que te haces un corte yo siento que muero, sabes que amo tu hermosa piel, te amo a ti y que te lastimes tu mismo hace que me sienta mal, por no poder defenderte.- Kibum tomo otra toalla y limpio la cortada que Jonghyun se acababa de hacer.
-Lo siento Jongie, pero yo… no, realmente lo siento.- Dijo mientras sacaba el botiquín de primeros auxilios para limpiar las heridas que tenia Jonghyun, tomo algodón y alcohol para lentamente limpiar las heridas, tanto la de sus brazo como la de la mano, ahí se había enterrado la primer navaja que había usado y la herida era mas profunda, después de pone una gaza y una venda en la mano de su prometido Kibum dejo que este lo curara, el tenia mas heridas, tanto en las piernas como en los brazos, cada una de ellos lograban que Jonghyun sintiera pinchazos en el pecho, pero no era para menos, el por darle un poco de tiempo a Kibum no estuvo para detenerlo.
-Ven cariño, vamos a dormir… olvidemos esto ¿Si?- Kibum asintió con la cabeza y dejo que Jonghyun lo dirigiera a su habitación donde ambo se acostaron a dormir.
Días después Jonghyun por más que le doliera había abandonado la oportunidad del trabajo de sus sueños porque sabía que en ese momento la persona que más lo necesitaba era su prometido, el estaría ahí para apoyarlo, para ser su pilar, para que Kibum no se viniera abajo una vez mas, cosa que le estaba costando más de lo deseado, después del incidente Kibum no hablaba, para nada, no comía aun cuando su cuerpo se lo pedía a gritos, lo único que hacía era llorar enredado en las cobijas de la cama de sus padres, había rechazado a Jonghyun cada vez que se acercaba a él, solamente se dejaba llevar por la desolación que había en su corazón.
Como todos los días Jonghyun se encontraba en al cocina de la casa Kibum preparando algo de comer para que su amado pelinegro comiera algo, realmente estaba preocupado de que algo malo le pasara al chico, hace ya varios días que ni siquiera le dirigía alguna palabra a Jonghyun, el chico platinado sabia que solo era cuestión de tiempo para Kibum sanara por lo menos un poco y lo dejara ayudarlo. El timbre de la casa sonó y fue a abrir, sabia que si el no lo hacia nadie lo haria.
-Diga.- Dijo al abrir la puerta, ahí se encontraba un hombre de edad avanzada con un traje negro y unos lentes para la mala visión que debía de tener el señor.
-Buenas tardes, disculpe, soy el abogado del señor Kim recién fallecido, he venido toda la semana buscando a su único hijo y heredero de todo lo que la familia tiene, vine a dejar una carta que le dejo su padre, sabe si el se encuentra en casa.-
-Esta en casa, pero no atiende a nadie, si usted desea puede dármela a mi, soy su prometido, yo se la daré cuando vaya a verlo.-
-Si no es mucha molestia joven.- Dijo el señor entregándole un sobre. –Ese es todo mi trabajo aquí por el momento, por favor vayan a visitarme para que lea el testamente de los señores Kim.- Jonghyun solo asintió con la cabeza y seguido de eso el señor se retiro, cerro la puerta de la casa y observo el sobre, tal vez en el hubiera algo que ayudara, subió las escaleras directo al cuarto que antes ocupaban los señores Kim y entro, ahí dentro, en la cama había un gran bulto que lo observaba fijamente “tal vez ya se ha cansado de llorar” pensó Jonghyun al ver como Kibum solo lo observaba.
-Bummie amor.- Dijo mientras tomaba asiento en la cama y una de sus manos viajaba al cabello de Kibum, lo acaricio y se sintió aliviado de que Kibum no lo alejara como antes. –Acaba de venir el abogado de tu padre.- Kibum cerro los ojos, le dolía en lo mas profundo oír palabras referentes a sus padres. –Me dio una carta que tu padre dejo para ti.- Dijo acercándole el sobre al chico, este dudo unos segundos si tomarlo o no, pero lo tomo de todas maneras, tal vez eso seria lo ultimo que tuviera de su padre. –Te dejare para que lo leas, estaré abajo por si me necesitas.- Kibum asintió, seguía viendo el sobre, Jonghyun se levanto de la cama y salió de la habitación.
Abrió el sobre con las manos temblorosas, no se sentía preparado para leer eso pero aun así la curiosidad se lo estaba comiendo por dentro, necesitaba saber cuales eran las ultimas palabras de su padre.
Querido Kibum
Definitivamente era la letra de su padre.
No quiero que estés triste, se que cuando este sobre llegue a tus manos será porque yo ya no me encuentro en este mundo; hijo no quiero que estés triste, pase lo que pase, o lo que haya pasado quiero que seas feliz, eres mi único hijo y aun cuando eras joven no te dedique la atención necesaria me arrepiento de ello, tu abuela te educo muy bien, te convertiste en un joven hermoso, alegre e inteligente, tienes a tu lado a una persona que se preocupa demasiado por ti y te desea lo mejor; cuando trajiste a Jonghyun a casa diciendo que era tu novio me sorprendí demasiado, realmente quería que estuvieras con una hermosa chica, que te hiciera feliz y que nos dieras nietos, pero tu sonrisa al estar junto a el, supe que esa sonrisa no la tendrías con nadie mas, no elegiste mal, Jonghyun te ama se nota, tu lo amas lo se y por eso quiero que sean felices, yo siempre pensé que seria curiosidad que de un momento a otro se les acabaría el amor, pero me di cuenta de que no era así, ese anillo que llevas en tu mano izquierda me lo demostró, aun cuando no te preste la atención debida, siempre me di cuenta de esos pequeños detalles que te distinguían, aun cuando usaras muchos accesorios, anillos, collares o aretes; el dedo donde hora portas un anillo, siempre, siempre estuvo vació; se que afrontar la muerte de alguien es difícil hijo, pero se que te deje en buenas manos, te deje en las manos de alguien que te cuidara siempre, así que se feliz hijo, siempre nos tendrás a tu madre a mi, aun cuando uno de los dos no este físicamente a tu lado, siempre estamos pensando en ti y cuidándote, sigue adelante y no te estanques aun cuando no me tengas a tu lado.
Cuando lo creas necesario ve con mi abogado y lee mi testamento, quiero que nunca te falte nada así que por favor ve.
Te quiero hijo, por favor se feliz… Tu padre.
Las lagrimas resbalaban por los ojos de Kibum, su padre había vivido con la posibilidad de que algo le pasara, el sabia que estaba comprometido con Jonghyun y no le preocupaba que el se quedara solo, no entendía como era que su padre había sido tan observador en ese tiempo, pero aun así se lo agradecía, agradecía las hermosas palabras que le había dejado, quería a su padre lo adoraba tanto como a su madre y si ellos querían que el fuera feliz lo haria. Salió de la habitación de sus padres y bajo los escalones lentamente rumbo a la sala donde se oía el sonido del televisor, al llegar a la sale encontró a Jonghyun sentado viendo no se que programa con el que se reía de veces.
-Jongie.- Dijo con voz suave, su novio inmediatamente volteo la cabeza sorprendiéndose al ver a Kibum parado en la entrada de la sala cuando durante medio mes no había salido de la habitación de sus padres.
-¿Bummie?- Pregunto no muy seguro, tal vez la falta de verlo y escucharlo ya le estaba afectando el cerebro.
-Abrazame.- Jonghyun no dudo ni un segundo, aun cuando fuera un sueño o una alucinación quería tener a Kibum entre sus brazos, acariciar su cabello, decirle palabras dulces y que lo reconfortaran, simplemente deseaba tenerlo a su lado. Sus brazos rodearon desde los hombros a Kibum pegándolo a su pecho, los brazos de Kibum se engancharon en su cintura proporcionándole un fuerte abrazo.
-¿Qué pasa cariño?- Pregunto mientras enterraba su nariz en el negro cabello de Kibum aspirando profundamente para inundarse del perfume de su novio.
-Lo siento.- Dijo Kibum aferrándose aun mas fuerte a su prometido.
-No tienes porque disculparte, te entiendo, no era una situación fácil, pero yo estoy aquí para ti ¿Ok?- Kibum asintió levemente. -¿Ya estas mejor?-
-Si, sabes la carta que me entregaste… mi padre la debió escribir hace un buen tiempo… el sabia.- Dijo con una leve sonrisa en sus labios recordando como es que su padre aunque el no lo notara se preocupaba por el.
-¿Qué sabia?- Pregunto Jonghyun confundido, no sabia a que se refería su novio.
-Esto.- Dijo Kibum mientras alzaba su mano izquierda mostrando el anillo que en ningún momento abandono su mano. –Él, dijo que tu me cuidarías y que te confía a ti mi felicidad.- Jonghyun se sorprendió enormemente realmente nunca se llevo mal con el padre de Kibum, el no tomo a mal la noticia de que fueran novio, pero nunca creyó que el realmente aceptara que estuviera junto a Kibum.
-Pues entonces no puedo fallarle a tu padre.- Dijo con una sonrisa en su rostro mientras depositaba un beso en el pelo de Kibum. -¿Y ahora?- Sabia que tenían muchas cosas que hacer, ver el testamento de los dos padres de Kibum, todavía tenían pendiente el asunto de la boda el cual pensaba dejar para después de un tiempo, primero deberían estabilizar su vida.
-Bueno, pues tengo que visitar al abogado de papá, pero mas importante, tengo una boda que planear.- Dijo con una dulce sonrisa mientras se separaba de Jonghyun y empezaba a caminar por el pasillo.