Capítulo 1: Un secreto
-¿Por qué Tae? No entiendo porque, ya no somos niños ¡Mírame! Ya no hay razón por la cual ocultarlo-Minho estaba tan frustrado. A pesar de que todo había cambiado, Taemin seguía negándose a decir la verdad. Taemin soltó un gran suspiro
-Perdóname, es sólo que aún no lo puedo superar, no puedo permitir que se burlen de mí de nuevo-decía con la mirada perdida en su reflejo. Minho bajó la cabeza decepcionado, estaba dispuesto a esperar a Tae en el momento en que estuviera preparado a revelar su secreto, pero para ser sinceros, ese instante nunca parecía llegar. El menor notó por el espejo a Minho cabizbajo, no podía soportarlo verlo así. Se dio la vuelta y comprobó lo que vio por el reflejo.
-Ya no estés así, sabes que me encantaría decirlo, pero simplemente no puedo- Minho suspiró un poco enojado. Tae lo había notado, pero conocía lo perfectamente. Sabía cómo hacerlo enojar, como hacerlo reír, como contentarlo. E hizo perfectamente lo que amaba Minho en ese caso, bueno más bien en cualquier ocasión.
Taemin se soltó media coleta que sostenían sus largos y castaños cabellos. Se acercó sensualmente al chico y enroscó sus brazos en la nuca de este. Minho aún estaba un poco dolido pero como ya lo había dicho, esta era la perfecta cura para su frustración. Le dio un pequeño empujoncito a la cabeza del más alto y junto sus labios con los de él. Era un sentimiento mutuo el amar esas sensaciones que producía un solo beso. Minho sentía los dulces labios de Taemin abrirse para dar paso a su lengua. Sus movimientos eran rápidos, ansiosos, siempre le había sorprendido lo bien que sabía besar Tae para su edad. Minho rompió el beso para comenzar a bajar su boca por el suave cuello del muchacho hasta llegar a sus clavículas, llenándole de besos cada rincón de estas. Se sabía de memoria aquel perfecto y blanco camino, lo había recorrido tantas veces. Ambos empezaban a acelerar sus movimientos y respiraciones, sabían hasta qué punto podían llegar, pero no importaba. Todos los invitados gozaban de la fiesta y la música estaba realmente alta como para escuchar lo que podían hacer.
De repente escucharon un sonido en la puerta de la habitación, como si algo de vidrio se hubiera roto. Ambos se separaron bruscamente y efectivamente, ahí estaba Key en la entrada. Congelado, con la mano en la boca, sonrojado. Había dejado caer un vaso de la sorpresa que se había llevado.
-Minnie…- apenas pudo salir un susurro de la boca del rubio que a duras penas podía sostenerse
-Key- dijo Minho con un pequeño tono de alivio- menos mal que eres tú-no vio el momento en que su amigo se posó rápidamente frente a él y con toda la fuerza que pudo sacar, le pegó un golpe en su mejilla
-¿C-Cómo puedes decir eso? Por dios… ¡Ustedes son hermanos!- El más alto tragó saliva en seco y miró a Taemin.
Taemin no había reaccionado para nada, ni quiera para el semejante golpe que le habían proporcionado a Minho. Tenía una cara de horror que parecía que había visto a un muerto, estaba totalmente pálido y las manos le temblaban.
-¡¡EXPLIQUENME MIERDA HACÍAN!!-Le exigía furioso al de los ojos grandes mientras lo agarraba del cuello de su camisa
-Kibum, por favor cálmate- Minho se soltó de su agarre, parecía que el único que tenía cordura en esa habitación
-Taemin, Taemminie ¿Qué fue lo que te hizo?- Key había ignorado totalmente a MInho para dirigirse al menor acariciándole pasiblemente su rostro, pero aún se encontraba petrificado- Maldito cabrón ¿¡Qué le has hecho!? ¿Cómo pudiste besar a tu hermano? Y aunque no lo fuera, Taemin no es una de tus putas ¡VETE DE AQU…!
-Key-salió una palabrita de la boca de Tae, con su voz temblorosa- Y-Yo…-no pudo salir nada de su boca, cuando empezaron a correr lágrimas por sus mejillas. Acto seguido huyó de la habitación dejando totalmente desconcertados al par.
-¡Tae!-Minho trató de correr tras él, pero Key tomó su brazo impidiéndoselo-¿¡Qué haces!?
-No no no, tú te quedas aquí y me explicas ahora mismo que es lo estabas haciendo con Taemin
-Déjame ir con él por favor, te lo puedo explicar cualquier día, es más te lo diré cuando termine de hablar con él pero suéltame-rogaba con una expresión de tristeza. El rubio no podía negarse ante la carita de su amigo pero fue algo más lo que deshizo su aferramiento. En la sala principal donde estaban todos los invitados había silencio absoluto y luego empezaron aplausos. Ambos se vieron a los ojos un tanto extrañados y Minho aprovechó el momento para zafarse
-¡Espera Minho!-Key trató de agarrarlo pero su amigo era más ágil. Corrió por los pasillos de su casa, en verdad le preocupaba el estado de su hermano, él era muy sensible con respecto al tema. Llegó hasta el pasillo principal del segundo pido donde se podía apreciar el salón de se llevaba a cabo la fiesta y aunque ahí la vista era una muy buena panorámica no hizo falta buscar a Taemin cuando vio el espectáculo que se llevaba a cabo. Su hermanito y uno de sus pretendientes se estaban besando en medio del salón, la gente se había reunido a su alrededor aplaudiendo y un reflector cubría a la pareja.
Unos segundos después llegó su amigo y notó que no tenía que correr más. Minho se había quedado ahí parado, tenía una cara de pocos amigos e incluso podía distinguir unos brillitos en sus ojos. Cuando Taemin y quien parecía ser Kai se separaron ambos se sonrieron y luego a las personas que los observaban. El menor comenzó a buscar con la mirada por todos lados y cuando por fin dio con la mirada de su hermano se sintió apenado y esa sonrisa se había borrado, bajó la cabeza y a la distancia pudo notar sus labios decir “Perdón”.
-Minho…-Le interrumpió Kibum tocándole el hombro
-Sólo déjame en paz ¿quieres?- Había vuelto en sí, pero ahora solo mostraba enojo. Así era su amigo, cambiante, enojón y malhumorado. Pero todo mundo sabía que con Taemin era diferente, cuando estaba con él siempre sonreía. Y ahora había confirmado algo que muchos ya sospechaban pero que creían completamente imposible, Minho estaba enamorado de su hermanito pequeño.
La fiesta siguió su ritmo normal y el más alto sólo podía seguir con la mirada a Taemin. Lo veía como bailaba tan perfectamente. Después de un rato ahí Minho comenzó a tomar marcha hacia su habitación sin decirle nada a su amigo. Era temprano como para marcharse de una fiesta tan buena, pero lo único que quería Minho era tirarse en su cama y cerrar los ojos
-Uh… ¿Minho?- Key preguntó desconcertado
-Voy a mi habitación ¿vienes?-le invitó. Key asintió suavemente
Entraron a una de las puertas que era la de Minho. La abrió y ambos pasaron. Dentro se podía escuchar menos la música de la fiesta, el castaño suspiró ante el silencio y enfocó su mirada a alguna parte de la habitación
-Quiero que me digas que fue lo que pasó-dijo Key mucho más tranquilo que hace rato
-No hay mucho que decir-Minho seguía con la mirada perdida al vacío
-Claro que sí, eso, eso no es normal, dime…-Kibum se sonrojó un poco
-Ya no sigas, realmente no quiero hablar de eso ahora- Le interrumpió ahora mirándolo a los ojos. Key sintió esa intensa mirada característica de su amigo y la evitó. A Minho siempre le había dado risa eso- ¿Por qué me evitas?-preguntó con una sonrisa graciosa. Key sintió la sangre en sus mejillas. A veces Kibum era jodidamente adorable. Minho empezó a acercársele haciendo que éste, un poco asustado, se echara para atrás hasta topar con la pared
-¿Qué haces?-preguntó un tanto nervioso
Minho necesitaba desquitarse en alguien y Key era el único en esa habitación. Lo tenía acorralado entre sus brazos y la pared. Se acercó un poco más hasta que sus labios se juntaron. Al inició Key se sorprendió y no le correspondió el beso, pero poco a poco fue dejándose llevar. Key también lo deseaba, pero a diferencia de muchos otros con los que Minho había estado, él si se tenía respeto y no dejaba que lo tratarán como a su juguete. Y recordó eso cuando sintió la mano de Minho escurrirse por debajo de su camisa
-Minho detente- le suplicó Key cortando el beso pero el más alto lo ignoro posicionando su otra mano en el trasero de su amigo y volviendo a tomar sus labios-¡Ya basta!-lo empujó
-Lo siento-en verdad a Key le dolía todo aquello, Minho le gustaba desde hace mucho pero sabía que estaba totalmente fuera de su alcance y le molestaba que solo lo buscara para eso. De nuevo hubo silencio
-¿Puedes explicármelo?-insistió una vez cruzando los brazos
-Necesito a Tae para decírtelo, sin él no puedo contarte nuestro secreto
-¿Cuál secreto Minho? Es más que obvio que te gusta- Key encarnó una ceja
-No Kibum, hay más…
Mientras tanto en la fiesta Taemin aún seguía bailando, pero obviamente no se podía quitar de la mente lo que había pasado hace unos momentos. Su amigo los había descubierto y él lo único que se le ocurrió fue besuquear a alguien más para que Key no creyera algo sobre él. Estaba totalmente arrepentido y su conciencia no le dejaba en paz, pero tenía que actuar normal. No dejaba de maldecir esa noche
¿Por qué tuve que hacer una estúpida fiesta? Pude haberme quedado con Minho toda la noche y ya, pensaba, seguramente ahora debe estarse follando a Key.
Se enojó de tan sólo pensarlo, y creer que aquel día parecía tan perfecto. Y ahora su amigo sabía su secreto y él mismo seguramente se la estaba pasando mejor con Minho.
******************************************
Aquel día como cada año no había despertado con los rayos del sol o con la irritante alarma.
Feliz cumpleaños a ti
Feliz cumpleaños a ti
Feliz cumpleaños querido Taee
Feliz cumpleaños a ti
Estaban ahí su mamá con un pastel en las manos, su papá y su querido hermano cantándole desde temprano. Aunque no hubiera sido la gran sorpresa era muy temprano para que Tae reaccionara más que para dar una sonrisa.
-¡Gracias!- le decía a todos
-Feliz cumpleaños mi vida- le decía su mamá al tiempo que lo abrazaba en su cama. Luego era el turno de su papá
-Felicidades campeón- su papá realizó la misma acción- Sigue creciendo así- Y luego al final de la fila estaba su hermano quien primero que nada lo abrazó
-Felices 18 hermanito- le dijo. Duró un poco más que los anteriores y si fuera por Taemin nunca lo hubiera soltado, amaba el calor que le daba sus brazos y el olor de su cuerpo. Pero se tuvieron que separar
-Te voy a cocinar lo que te encanta mi amor- decía tiernamente su mamá jalándole de una de sus mejillas- ¡Hot cakes!-sus papás comenzaba a retirarse
-Gracias mami-le sonrió
-¡No tarden en bajar!-les dijo su papá. Ambos los siguieron con la vista hasta que la puerta se cerró tras ellos
-Está bien- asintió su hermano
Cuando estaban completamente solos ambos se dedicaron miradas cómplices. El más alto se sentó en su cama
-Felices 18 hermanito- volvió a repetir. Taemin sonrió tiernamente. Ante esas palabras se lanzó hacia Minho arrebatándole sus labios. Lo comenzó a besar, como ya lo había hecho cientos de veces. Movían sus labios con un compás y sincronía perfecta. Aquel beso era lento y lleno de pasión. Minho comenzó a bajar sus labios por el cuello de su hermano menor el cual echó la cabeza para atrás, el tacto del mayor le erizaba la piel y amaba esa sensación. Taemin comenzó a acomodarse de manera que quedó sentado en las piernas del mayo. De repente Minho comenzó a sentir algo en su entrepierna y notó como su hermanito empezaba a acariciarle por encima de la ropa. Minho no hizo más que apretarle su trasero. Se dio cuenta que iba aumentando la velocidad y su miembro iba poniéndose más y más duro, entonces pensó que no acabaría bien si seguían así, y más si sus papás subían a ver porque tardaban tanto. Por accidente sin darse cuenta le salió un gemido ahogado
-Cállate Minho o nos van a escuchar-sonrió pícaro
-Será mejor que bajemos, ¡Tenemos muchas cosas que hacer! Además tienes que estar listo para tu fiesta-dijo levantándose
-Yo no quería fiesta-dijo haciendo un puchero- yo quería estar contigo- se levantó y abrazo por la espalda
-Vamos es un lindo detalle de tus amigos Y TU HERMANO, así que baja a desayunar o tendré que patearte ese lindo trasero que tienes- comenzó a caminar hacia la puerta
-Está bien- asintió sacando su lengua
Aunque le dio un poco de pereza levantarse tenía que hacerlo. Una vez solo se dio ese pequeño tiempo de reflexión de cumpleañero. Hace 18 años… Nunca supo con certeza el día en que nació; la verdad es que ese día, 18 de julio, fue el día en que se convirtió en Choi Taemin, pero nadie lo sabe.