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Gustos por Hanabi Angel

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Notas del fanfic:

Katekyo Hitman Reborn no me pertenece...

Notas del capitulo:

Se preguntaran por qué estoy subiendo tantas historias cortas y sin sentido, solo quiero retomar el vuelo U.U

Agradecimientos a mi linda "editora" Nata xD

Gustos

Yamamoto lavaba con prisas los cuencos que habían utilizado para colocar el sushi que su padre había preparado para su  visita al apartamento del peliplata.

Observó el último plato ya limpio y sonrió satisfecho. Estaba ansioso, pronto comenzaría aquel programa que le hacia sonreír sin remedio. Dejo todo en su lugar y prácticamente corrió a aquel sofá frente al televisor. Lo encendió y esperó a que se anunciara aquel documental sobre vida extraterrestre.

Si alguien le preguntaba al moreno si le gustaban esos programas sobre vida alienígena, animales legendarios y cosas por estilo, él diría con todo el entusiasmo posible que le encantaban, que podría estar todo el tiempo del mundo sentado frente a la pantalla, escuchando hipnotizado la voz de los que hablaban  por horas sobre los misterios de este mundo. Luego se pasaría una mano por el cabello, ligeramente avergonzado por el sonrojo que de improviso le invadía debido a sus propias palabras. Le seguiría un silencio algo inusual, como si el beisbolista se encontrara recordando algo que le dibujaba una sutil sonrisa en el rostro y la charla finalizaría con un suspiro y el deseo de que pronto emitieran un nuevo documental extraño.

Yamamoto subió el volumen de la televisión; la música que anticipaba el inicio de toda aquella charla entre expertos dio inicio y el pelinegro se acomodo con los ojos expectantes. Los pasos acelerados en su dirección no se hicieron esperar y pronto vio llegar a su lado al dueño de casa. Gokudera se sentó a su lado sonriendo, con las mejillas coloreadas y un brillo en sus ojos, que a excepción del Décimo Vongola,  nunca demostraba.

Minutos trascurridos y Yamamoto podía nuevamente afirmar que amaba aquellos documentales, esos que no entendía de que iban en realidad, que le confundían si se concentraba en escuchar o mirar mientras pensaba que lo mejor seria cambiar de canal para ver el partido de beisbol que se estaba perdiendo.

Aun así no había nada mejor, le encantaban, sobre todo la parte en que el bombardero se recostaba sobre su regazo como si fuera lo más natural para él, sonreía y se dejaba acariciar el cabello por horas, mientras que cada que podía, le explicaba al pelinegro que no dejaba de observarle, las maravillas de aquellos seres que supuestamente no existían.

El más alto se carcajeaba asintiendo, recibiendo como respuesta: un sonrojo más intenso, una mirada más profunda y chispeante; y un apretón de manos, que sin ninguna queja o protesta explosiva, terminaba en el enlace de sus dedos.

Yamamoto definitivamente amaba esos programas, podía pasarse horas frente al televisor mientras las voces resonaban, no había problema. Solo debían dejarlo observar al ojiverde que se perdía entusiasmado en aquellas explicaciones, olvidando el “odio” que sentía hacia el japonés quien se concentraba de tal modo cuando compartían su pasión, que no caía dormido, no decía burradas y no reía como idiota murmurando que no comprendía de lo que hablaban.

Gokudera Hayato jamás hubiera sospechado que al maniático del beisbol le gustara aquello. Solo tenia que fijar su vista en el rostro contrario  y ver lo seria de su expresión al devolverle la mirada para comprobarlo; entonces le sonreía sin entender mucho lo que estaba haciendo. Sonrojándose por haber descubierto que al moreno le podía gustar algo más aparte de ese estúpido deporte.

Entonces, a costa de su orgullo, debía admitirse que el idiota se había ganado una de las muestras de cariño que durante toda la maldita semana constantemente le pedía. Por eso le tomaba su mano, entrelazaba sus dedos y nuevamente se dejaba influenciar por las palabras que la televisión dejaba oír, acomodándose un poco mejor y desviando sus ojos de vuelta a la pantalla, mientras sentía  la calidez de la mano del espadachín expandirse por la suya…

Fin

Notas finales:

Comentarios son muy agradecidos


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