Se había mudado hace unos cuántos meses a esa ciudad. A pesar de todo no le era difícil socializar, y aunque había decidido que no haría amistades, por si acaso, había terminado entablando una amistad con un chico. Bueno, era gracioso, porque el chico parecía ser lo contrario a él. Axel acababa de levantarse y se disponía a tomar un baño. Era de tez clara, con unos ojos de color verde, el cabello negro hasta los hombros y un atlético cuerpo. Después de media hora salía del departamento listo para ir al colegio. Siempre vestía de la misma manera, con sus jeans negros, con exageradas cadenas y adornos plateados, sus playeras del mismo color y menos cargadas de adornos que los jeans, traía un piercing en la ceja y casi siempre usaba unas botas grandes, de color negro. Al salir le esperaba un chico, vestido completamente de blanco, y el único accesorio que traía era un crucifijo plateado. Ese era su amigo, Alex (también le había hecho gracia que su nombre tuviera las mismas letras y por eso lo había abordado la primera vez), quien traía unos libros bajo el brazo. Supuso que eran los que debía entregar en la biblioteca, o que eran para alguna tarea, no usaba mochila o algún portafolios, siempre llevaba sus cosas así, él por su parte siempre cargaba con su mochila (igual, negra y con adornos de todo tipo, ¿es necesario especificar? ^-^’ yo creo que no). Alex llevaba el cabello corto, era de un tono azul claro, usaba lentes, y su piel era bastante pálida (Axel creía que más que la de él, pero tendría que verlo vestido de negro para comprobarlo), sus ojos eran del mismo color que su cabello, la verdad es que era bastante reservado, y casi nunca se sabía qué era lo que pasaba por su mente, eso le agradaba a Axel de él. Le intrigaba saber qué era lo que pensaba y siempre estaba tratando de adivinar, aunque hasta ahora no había atinado nunca en alguno de sus intentos. Llegaron a la escuela a tiempo, como siempre (la verdad era que si Alex no pasaba por él, sería capaz de quedarse dormido, pero como sabía que su amigo adoraba la puntualidad no quería hacerlo enojar –es que ya lo había visto enojado una vez, y le había dado bastante miedo, y no quería saber que se sentía ser el causante de su enojo, estaba bien como espectador), pero al llegar una secretaría les detuvo en la entrada.
- Lo siento, chicos, hoy no habrá clases –dijo ella extendiéndoles un hoja de papel – Bueno, se trata de unas modificaciones, las labores se suspenderán unos tres días. Debí avisarles ayer, pero se me ha pasado, lo siento – se disculpó y abordó a otro chico que había llegado.
- Genial. ¿Y ahora? –preguntó Alex. Axel no respondió, miraba distraído el papel. Su amigo se limitó a observarlo, sabía que cuando se quedaba así era porque estaba planeando sus siguientes movimientos. Y no se equivocaba, de pronto Axel se giró a verlo con una sonrisa amplia en su rostro.
- Ven ^-^ - Lo tomó del brazo y casi se le caen los libros –Siempre quise hacer esto – dijo aún sonriendo. Alex no entendía a qué se refería, aunque creía tener la idea. Se quedó atónito cuando lo llevo a un gran centro comercial.
- ¿Qué hacemos aquí? ¿Irás de compras o qué? –dijo mirando el gran edificio. Axel sonrío, era la primera vez que le veía una expresión en el rostro, y era de bastante confusión.
- Mm… si… aunque no venimos a comprar nada para mí ^-^ (bueno, si veo algo que me guste, pues sí)-Alex le miró aún más confundido. –Vamos, cúmpleme este capricho… solo esta vez.
Bien, ya entendía a qué se refería, quería comprarle ropa negra, del mismo tipo que él usaba. Se lo había pedido muchas veces, siendo que el que tenía tarjeta de crédito era Axel (y no dudaba en usarla. No sabía lo que pensaba su padre acerca de lo que gastaba, pero parecía no importarle, porque pagaba los gastos de Axel –que no eran poco- sin hacer ninguna llamada de queja dirigida al chico), siempre se negaba, con el pretexto de que no había tiempo, pero esta vez eso no serviría.
- Anda, Alex… - el chico pareció pensarlo un rato, luego suspiró, mirándolo para luego situar su vista en la puerta, Axel sabía que eso era un sí, así que prácticamente lo jaló al interior. Una vez dentro se detuvo solo hasta llegar al mismo lugar donde él compraba su vestuario.
…l mismo eligió las prendas, Alex se la probó, no era su estilo, pero no se veía nada mal, debía admitir. Cuando salió para que Axel comprobara que no haría una compra incorrecta éste regresaba con un par de botas con cierres a los lados y un par de hebillas. Se veían geniales, sólo que estaba dudando que todo eso fuera buena idea. Pero bien, no le quedaba de otra. Después de un par de horas salieron de allí. Axel salía muy contento, Alex, por su parte, serio como siempre, además se sentía raro con todo aquello.
- Mm… -Axel se quedó pensativo - ¿rentamos una película? –dijo señalando un videoclub. Era temprano y tendrían que ocupar en algo su tiempo, así que al cabo de una hora estaban en el departamento de Axel, con un cerro de golosinas y comida chatarra que habían conseguido. Todo bien “saludable”, pensó Alex, y no pudo evitar reírse. Alex volteó a mirarlo, pasando su atención del televisor al chico.
- ¿qué? O.o
- No, nada, no te distraigas, la película esta por empezar. –Y así vieron un par de películas, Axel había comprado unas cuántas bebidas alcohólicas y cigarrillos, pero no había intentado fumar ninguno, porque sabía que Alex se molestaría con el humo, sin embargo, no pensaba dejar que las bebidas se desperdiciarán. -¿Quieres? – ofreció a Alex, este negó con la cabeza. Ninguno de los dos despegaba la vista de la pantalla.
Estaban por ver la cuarta película cuando Axel miró a su amigo de forma extraña, examinándolo.
- ¿qué pasa? –preguntó el chico al notar esa mirada clavada en él.
- Oye, Alex… No te vayas a enojar, pero … ¿Te gusta alguien?
Ok, lo había tomado por sorpresa, no se esperaba una pregunta como esa.
- No, ¿por qué? –dijo, aún comiendo palomitas.
- Nada, es sólo que como nunca me dices nada, y luego no te he visto nunca salir con nadie… solo me preguntaba...
- Mm… aquí vamos de nuevo… -dijo Alex sabiendo que el otro chico trataba de averiguar algo de él.
- No, esta vez no lo haré, no te preocupes ^-^ - hizo una pausa y vio todo el cerro de películas que habían rentado –Creo que hemos exagerado un poco, al menos tenemos tiempo para verlas.
Alex se levantó para ir al baño, mientras Axel ponía otro DVD en el reproductor, pero siguiendo con la mirada al chico. Tenía que admitirlo, Alexera muy lindo, y el no era puro y casto como para no desearlo. Había tenido relaciones de diversos tipos, pero habían sido sólo pasatiempos, cuando conoció a Alex lo primero que pensó era en si habría la posibilidad de que algún día pudiera tenerlo una noche para él. Pero claro, lo apreciaba demasiado ahora, y no sabía bien si debía abordarlo o no. Iban a una escuela para varones, y el se había relacionado con varios chicos del instituto, Alex no decía nada al respecto, en la escuela sucedía eso todo el tiempo, chicos con chicos y eso empezaba a ser casi común, pero a él nunca lo habían visto con nadie, siempre estudiando o haciendo algo. Axel se preguntaba si en realidad tendría alguna posibilidad con él. Era su amigo y no quería incomodarlo, sin embargo, la oportunidad que ahora tenía era difícil desaprovecharla. Cuando Alex salió tenía el cabello mojado y se había quitado los lentes y ahora los traía entre sus manos. Los puso junto a sus cosas.
- Oye, ¿te quedarías mañana aquí, para ver qué hacemos? Es viernes, así que podríamos desvelarnos un poco ^-^
- Si, seguro. – Se sentó de nuevo en el cómodo sofá, viendo que la película estaba por comenzar..
Axel se le quedó mirando y sonrío, vamos, indudablemente el chico no sabía de sus intenciones, pero se las haría saber dentro de poco. Alex sintió la mirada de su amigo clavada en él de nuevo. Cuando se encontró con sus ojos, Axel lo miraba con dulzura y una bella sonrisa en su rostro. Iba a decir algo, pero por un momento no pudo hacerlo.
- ¿Qué pasa? –dijo, al fin, un poco extrañado. Axel sólo se acercó y se paró frente a él, recargándose sobre el sillón, dejando al chico entre él y el mueble.
- Solo pensaba… en lo bien que te ves así –dijo sin pensarlo mucho, que sucediera lo que tuviera que suceder, total que si seguía así un día no se iba a poder contener y las cosas irían peor tal vez. – y en cuanto me gustas…
La habitación estaba oscura, y sabía bien que Alex no podía ver su rostro con claridad estando así, pues la luz quedaba por encima de él, oscureciendo su rostro, pero el si que podía verlo bien. Alex pareció turbarse entonces y bajó la mirada, pero no dijo nada. Ok, empezaba a pensar que había cometido un error.
- Alex… -el chico estaba en una especie de shock. – Oye…
Parecía no escucharle, pero era un poco tarde para echarse para atrás. Acercó su mano derecha al rostro de Alex e hizo que le mirara, había cierta expresión que nunca le había visto, pero le pareció irresistible, así que se acercó y le dio un beso rápido. No pudo ser de otro modo, porque al instante que había sentido sus labios sobre los de él, Alex se había puesto de pie.
- Yo… ah… debo irme… Deben estar esperándome… y … y – todo lo decía sin mirarlo. – Lo siento… Debo irme.- Y salió de allí tan rápido de Axel no pudo evitarlo.
Ahora se sentía un tanto culpable, tal vez debió tomárselo con un poco de calma, pero es que ese niño lo ponía mal, en serio que sí.
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