Axel ya no sabía bien lo que estaba pasando, pensó que le detendría, pero bien, qué bueno que no lo había hecho, porque la verdad no quería obligarlo, y dado el estado en que estaba, dejarlo escapar era lo último que pensaba hacer. Cuando por fin logró que el chico empezara a disfrutar un poco de todo aquello, él sentía que ya no podía más. Se acercó a su rostro para susurrarle algo.
- Lo siento… pero ya no puedo más –dijo apenas audiblemente. Alex sintió su mano dirigirse a su entrada. Cerro los ojos fuertemente, acto que no pasó desapercibido por Axel, que introdujo uno de sus dedos, que había sido lubricado un momento antes con un líquido mientras le hablaba a Alex, quien arqueó la espalda y lanzó un quejido al sentir la intromisión. - ¿En verdad nunca antes habías estado con nadie? - había empezado a moverse dentro de él introduciendo otro de sus dedos. Alex intentó decir algo, pero aunque hacia un intento por mirarlo, volvió a cerrar los ojos y se aferró a las sábanas – No debo hacer preguntas tontas, supongo.
Retiró sus dedos lentamente, Alex estaba respirando rápidamente. Y se acomodó, separando las piernas de Alex, que ahora lo veía con cierto temor. Pasó sus brazos por debajo de sus piernas y se inclinó hacia él.
-Relájate un poco, o me voy a sentir culpable si te hago daño. -Cuando sintió que ya no estaba tan tenso, lo penetró rápidamente, una vez estando dentro de él se detuvo, Alex se había aferrado a su espalda, y aunque no podía ver su rostro y no había emitido ningún sonido, podía sentir en su hombro las lágrimas del chico, que se mordía el labio inferior para evitar salir cualquier sonido. Axel se movió un poco.
- No… espera, espera… - Alex se aferró más a su espalda. Temblaba ligeramente. Axel sentía que ya no podía más, con una mano tomó la cintura del chico, para hacer que se acercará más a él y con la otra mano empezó a estimular el miembro de Alex, comenzando también a moverse nuevamente. Fue aumentando el ritmo, sin dejar lo que estaba haciendo, hasta que al fin llegó al clímax, y sabía que el chico lo haría igual. Terminó en el interior del chico y éste entre sus cuerpos, se dejo caer pesadamente cuando comprobó al chico exhausto bajo él y respirando agitadamente.
- No quiero decir cosas tontas…. Pero realmente te quiero… y no me gustaría perderte… Eres mi mejor amigo y… -se calló al notar las manos de Alex acariciar sus cabellos, abrió los ojos, intentando encontrarse con aquellos ojos azules, pero el chico no se lo permitió al abrazarlo repentinamente, así que no pudo ver las lágrimas que habían escapado. Al final ambos se quedaron dormidos.
Cuando despertó no había rastro de Alex, pero al ir a la sala de estar encontró el desayuno ya hecho. Buscó por todo el departamento, pero no estaba allí. Y no lo vio los días siguientes.
El día que lo vio de nuevo, fue el día que se reanudaron las clases. Cuando salía de su departamento, sin la mínima esperanza de encontrarlo en su puerta, simplemente sucedió eso. Ahí estaba Alex, impecable como siempre, igual que siempre. Así, serio y reservado. Recorrieron el mismo trayecto, como si nada hubiera cambiado. Pero en realidad nada era igual.
Por un lado Alex sentía que en cualquier momento la fuerza iba a abandonarle y se soltaría a llorar, porque sabía que aquel chico de cabello negro, como la oscuridad realmente no sentía nada por él. Por el otro Axel lo veía, así, tan orgulloso como siempre. Y lo veía tal y como lo había visto la primera vez, como una luz que iluminaba todo a su paso. Sonrío ante tal pensamiento. Lo único que había sentido por él era deseo, y lo sabía, porque parecía tan inalcanzable en un principio, pero ahora que lo veía, sentía un gran cariño (aunque no más que eso), tal vez había obtenido lo que quería, pero ahora sentía que tenía que estar a su lado, no como un amante, pero si haría todo lo que estuviera a su alcance para no hacerle sufrir, porque aunque nunca había podido ver ni saber de algún modo sus pensamientos, sabía que le había hecho daño. Impulsivamente lo abrazó. Alex, por la sorpresa no reaccionó y detuvo sus pasos.
- Lo siento –susurró Axel – No voy a decir cosas que no son reales, pero te aprecio demasiado como para que te alejes de mí, puede que sea egoísta al pedir que hagas como si nada hubiera pasado… De veras lo siento, Alex… pero…
Alex se soltó del abrazó y siguió caminando. Solo había avanzado unos pasos cuando se detuvo, Axel le miraba sin haberse movido de su lugar.
- Si no te apresuras llegaremos tarde – dijo intentando sonreírle, pero la verdad era que le estaba siendo demasiado difícil. Axel se apresuró a alcanzarlo.
- Gracias… -dijo con una sonrisa al ir caminando nuevamente. –Y te puedo decir algo… Me aseguraré de que tu seas feliz antes de irme... –Alex le miró interrogante –No, nada, no me hagas caso – y empezó a caminar más rápido, dejándolo atrás -… porque tu has hecho demasiado por mí –dijo en un susurro que Alex no fue capaz de comprender aún cuando ya se encontraba más cerca de él.
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