Los días pasaron lentamente para Asmita. Con la llegada de la nueva semana,había acabado definitivamente la temporada de lluvias. Lo que significaba que tras tiempo parados,los barcos habían vuelto a salir a alta mar. Y sus desayunos con Degel habían finalizado,sabia que eso pasaría,lo que no se imaginaba es que los echaría tanto de menos.
Era extraño,había pasado de estar tanto tiempo solo,a de repente estar con más gente. Gente con la que se llevaba bien y hacía tiempo con la que no estaba. Y eso era sin duda agradable. Pero esa semana solo había podido ver una tarde a Degel y fue durante muy poco rato. Esa noche le tocaba vigilar en el puerto y se había ido a dormir un poco.
Por otra parte seguía comiendo junto a Manigoldo,este se iba muy pronto al mar y a la hora de la comida ya había vuelto. Eso lo animaba bastante,con el tiempo Manigoldo se había vuelto en un insospechado amigo para él. Pero estaba bien,le gustaba que fuera así.
Otra persona con la que se había cruzado,era con el dueño de la perra madre de Spica. Apenas sabía algo de él,pero por alguna razón le agradaba. En el fondo temía que Manigoldo tuviera razón y ese hombre le atrajera de alguna manera,pero jamás lo admitiría y menos delante de Manigoldo. Lo que si era verdad es que se lo había cruzado un día de pura casualidad y habían quedado el sábado a la mañana frente a la librería de Degel para pasear a sus perros.
Con Hasgard y trabajo,la semana fue igual que siempre y sin ninguna novedad. Es más,la única novedad que había tenido con eso,era que el día anterior Hasgard se había puesto malo con un catarro terrible. Y prácticamente lo había tenido que llevar obligado y a rastras hasta su cama para que descansara. No sabía que ocurriría ese día.
Y por último estaba Aspros,quien había seguido en su linea de llamarlo todas las malditas mañanas o irlo a visitar. Había mañanas que Asmita no le respondía,pero no solían ser seguidas,de lo contrario se le presentaba en casa aunque no tuviera la intención de hacerlo en un principio.
A Aspros le gustaba besarlo,a Asmita le daba autentico asco que Aspros le besara. Pero no quería más amenazas,por lo que le aguantaba. Siempre y cuando no pasara esa línea.
Con todo,el viernes había llegado y Asmita salia de su casa para ir hacía su trabajo,como todas las mañanas. La diferencia era que,al contrario de las anteriores semanas,el día estaba despejado. No había ni una nube en el cielo,estaba totalmente azul,menos por el brillante Sol que se veía salir por el horizonte.
Al fin,llegó hasta la panadería e hizo lo mismo que todas las mañanas. Se preguntaba si Hasgard se encontraría mejor o seguiría en la cama por culpa del catarro. De repente,escuchó las campanillas de la puerta. En un principio pensó que sería Hasgard,pero esa manera de andar era mucho más ligera que la de Hasgard,no podía ser él.
—¡Buenos días!
Asmita no se imaginaba que Dogko fuera a ir esa mañana,pero esa manera tan alegre de hablar,era la suya. Solo podía ser él.
—Buenos días—saludó Asmita,visiblemente desconcertado de que Dohko estuviera ahí.
—Ahora te cuento.
Dohko fue a prepararse y cambiarse. Mientras,Asmita se quedó tras el mostrador,esperando a que llegara alguien,todavía era demasiado pronto y no entró ningún cliente. Dohko salió ya preparado y se quedó a su lado,colocando algunos dulces.
—Hasgard sigue enfermo—dijo sin parar de trabajar—Me llamó ayer a la tarde y me dijo que si quería venir a la mañana,para no dejarte a ti toda la carga de la tienda.
—No comprendo porqué,no sería la primera vez que me ocupo yo solo de la tienda—dijo Asmita con una mezcla de extrañeza y molestia.
Dohko se encogió de hombros con su habitual sonrisa,para luego continuar con lo que estaba haciendo.
—Bueno—pareció acordarse de algo—Comentó algo de que hoy cenabas con tu prometido y su hermano o algo así,pero no dijo mucho más sobre eso—hizo una pausa y le miró—Creo que se pensaría que estabas nervioso o algo así.
—No estoy para nada nervioso.
De nuevo,Dohko solo se encogió de hombros y volvió a lo que estaba. No le preguntó nada a Asmita sobre su prometido,apenás se conocían y no le tenía la confianza suficiente como para preguntarle ese tipo de cosas. Asmita por su parte,estaba mirando hacía la puerta,deseando que entrara alguien para sacarse a Aspros de su cabeza.
Notó como Dohko seguía haciendo cosas,pero no distinguía muy bien el qué. Haciendo un poco de memoria,recordó que Dohko le había dicho que estudiaba cocina a las mañanas,o algo así.
—¿Tú no estudiabas a las mañanas?—no sabía si eso era su curiosidad nata,o se le había pegado algo de Hasgard.
—Si—respondió Dohko,animado—Es más,hoy tengo clase—Asmita alzó la ceja,como extrañado—Pero hablando ayer con Hasgard,me viene muy pero que muy bien el dinero extra si me paso trabajando todo el día—aclaró Dohko.
Asmita asintió sin preguntar mucho,suponía que tenía sentido y que por una vez que lo hiciera,no le afectaría en las clases. También se preguntó que hacía preocupándose por si Dohko asistía o no a clase.
El silencio volvió a reinar durante largo rato en la panadería,solo se interrumpía cuando algún cliente entraba. Poco a poco iban llegando más,como todas las mañanas.
—¿En serio no te pone nervioso conocer a la familia de tu prometido—preguntó Dohko.
A Asmita no le incomodó la pregunta tanto como pensaba que lo haría,seguramente fuera porque se imaginaba que Dohko le acabaría preguntando eso tarde o temprano.
—No,para nada—fue la sencilla respuesta de Asmita.
Dohko parecía asombrado por la tranquilidad de Asmita sobre el tema.
—Me sorprende que puedas mantener tanto la calma,yo si estuviera prometido con alguien y fuera a conocer a su familia—hizo una pausa. Asmita podía notar como Dohko al hablar de ese tema movía mucho los brazos,parecía que solo imaginarse el panorama lo ponía nervioso—Yo estaría hecho un autentico manojo de nervios—hizo una pausa y sonrió—Aunque estaría muy ilusionado y con ganas.
Asmita se preguntó seriamente su Dohko al decir esas cosas,estaba pensando en Shion. No dijo ni una palabra al respecto. La mañana fue pasando entre cliente y cliente. Ese día no parecía que fuera a ir alguien conocido,se veía que todo había vuelto a la normalidad. Y los horarios de todos volvían a impedirles pasarse por la mañana a comprar el pan. Le resultaba extraño,pero en cierta manera,eso lo apenaba.
—Oye—habló Dohko,algo apurado. Asmita salió de sus pensamientos y se le quedó mirando,esperando a que dijera algo— Tú...¿eres mu amigo de Manigoldo.
—Se podría decir que si.
No quería que esa conversación acabará con el tema de Shion y aun menos porque él lo conocía,tanto a Shion como a Manigoldo. Si bien Dohko avergonzado por el tema de Shion,era algo cínicamente divertido. Tenía que hacerle ver que él no quería meterse en temas como eso y que lo mejor para el propio Dohko,sería dejarlo.
—Dohko,se que te gusta Shion.
Dohko pareció quedarse con la palabra en la boca. Pero se quedó callado y cabizbajo,intentando ocultar lo ruborizado que estaba. Algo inútil,puesto que Asmita no lo vería ni aunque le mirara a la cara.
—Shion es una buena persona,pero esta con alguien—continuó Asmita—Y si,te aseguro que a todos nos sorprendió lo de Shion y Manigoldo,pero así ha sido y ya llevan tiempo juntos—suspiró,nunca se imaginó diciéndole eso a alguien—Mira,te diré esto como un consejo,no porque sea buen amigo de Manigoldo,no porque conozca a Shion desde que eramos críos,te lo voy a decir por tu propio bien—Dohko lo miró fijamente,estaba algo triste y avergonzado— Dohko,olvida a Shion,intenta pasar página,si sigues así,solo conseguirás hacerte daño a ti mismo.
Asmita no supo como afectó eso a Dohko. Solo supo que no le dijo ni una sola palabra en lo que siguió de mañana. Asmita lo notó distante y pensativo. Además,Teneo,Selinsa y Saro no había ido ese día porque se había quedado con Hasgard,por lo que el lugar estaba especialmente silencioso. Se preguntó si estaba molesto con él. Se preguntó si había hecho lo correcto. No tenía ni idea si se había metido de lleno donde no le incumbía. Pero ya era demasiado tarde. Ni siquiera sabía si lo había hecho por Dohko o solo lo había hecho para que Dohko dejara de perseguir a Shion y así Manigoldo no se sintiera tan celoso. Le preocupaba haberlo hecho por algo tan egoísta y no por el bien de Dohko. Pero lo hecho,hecho estaba y ya no podía hacer nada al respecto,solo seguir trabajando. Lo peor de todo,era que con ese tema,se había olvidado totalmente de Aspros.
Por fin llegó la hora para volver a casa,Dohko se iba quedaba trabajando. Asmita se preparó para irse y caminó hacía la puerta. Ni siguiera sabía si Dohko le iba a dirigir la palabra para despedirse. Él iba a decirle por lo menos adiós,pero mientras estaba abriendo la puerta y las primeras campanillas comenzaron a escucharse,Dohko le habló por fin.
—Alguna vez—su voz no se notaba enfadada,solo parecía desilusionado—¿Alguna vez te ha gustado alguien que solo te veia como un gran amigo?—preguntó. Tenía los puños apretados,estaba frustrado y necesitaba una respuesta.
Asmita se había girado cuando comenzó a hablar,pero al acabar la pregunta,abrió la puerta del todo,listo para irse.
—Adiós.
Fue lo único que le dijo a Dohko. Se fue hacia su casa sin darse la vuelta. Sin saber como reaccionaría Dohko y sin darle la respuesta que tanto buscaba. Asmita sabía que Dohko todavía era demasiado joven. Sabía que en ese momento necesitaba respuestas. Pero Asmita no pensaba dárselas,dejaría que él mismo las buscara en su interior,era lo que tenía que hacer y lo que le ayudaría.
Pero lo que realmente hizo que se fuera así,fue que se negaba a responderle a Dohko. Porque la respuesta a esa pregunta,era “si”. Y eso era algo personal.
Asmita volvió a casa y comió en esta con Manigoldo. Por fortuna para él,Manigoldo se la apañaba para que pudieran comer juntos. Ese día a Manigoldo se le cruzaron los cables y cocinó él. Asmita se alegró de no acabar en el hospital. Y como más de una vez,después de haberlo recogido y limpiado todo. Ambos estaban tumbados,cada uno en un sillón,hablando. Manigoldo se entretenía movimendo las piernas que le sobresalían de sofá.
—Hoy es el gran día—comentó sin muchos ánimos Manigoldo.
—Si—contestó Asmita,sin más.
—¿Estas nervioso o algo?
Asmita negó,la verdad es que no estaba para nada nervioso con eso de conocer al hermano de Aspros,le molestaba más tener que soportar a Aspros. Pero contra su hermano,de momento,no tenía nada en contra.
—¿Tú lo conoces?—preguntó Asmita con un poco de curiosidad. Degel no le había querido decir nada sobre el hermano de Aspros,no tenía ni idea de porqué.
—No lo se—fue la despreocupada respuesta de Manigoldo.
Asmita se incorporó un poco algo sorprendido. Luego se volvió a tumbar y se relajó.
—¿Cómo no vas a saberlo?—preguntó—Si son gemelos.
—Precisamente por eso de que son gemelos y que a Aspros no le digo más que hola,no lo se.
—Touche.
Si lo pensaba bien,Asmita se daba cuenta de que no sabía cual era la relación que tenía Manigoldo con Aspros. A primera vista se veía que no era precisamente buena,pero no tenía ni idea de porqué.
—Últimamente Shion está muy raro—dejó caer Manigoldo,sin venir a cuenta.
Asmita miró hacia donde escuchaba la voz de Manigoldo. Ese comentario no tenia sentido,por lo que Asmita supuso que Manigoldo quería hablar de eso con alguien y le había tocado a él. Con la de cosas que había hablado con él,Asmita no le pudo negar desahogarse.
—¿Por qué?
—Lleva unos días en los que esta muy inquieto,como si algo le preocupara.—dijo. Después se incorporó y se quedó sentado,aun con las piernas colgando de uno de los laterales del sofá.—Le he preguntado mil veces que le pasa,pero me dice que no nada.—se quejó—Pero es obvio que le ocurre nada y me jode que no quiera decírmelo.
—A lo mejor,sencillamente no crea que sea algo tan importante como para preocuparte.
—¡El problema es que si no me dice nada,me preocupa!—exclamó Manigoldo muy molesto—Joder,me preocupa mucho lo que le pasa y en serio me jode que no me lo diga.—bufó—Creo que tiene más de una razón para poder confiar en mí.
Asmita notó que ese tema entristecía un poco a Manigoldo,aunque este no lo demostrara. Lo podía notar en su voz. Para una persona que no lo conociera mucho,pasaría desapercibido,pero él conocía a Manigoldo y se daba cuenta de esos pequeños detalles.
—¿Qué más raro has notado en él?
—Pues se distrae cada dos por tres pensando en quien sabe qué—Asmita notó que Manigoldo movía mucho los brazos mientras le hablaba sobre ese tema—Estos días no ha comido tanto dulce como es habitual en él. —se quedó pensando en más cosas—Esta un poco irritable,se enfada por chorradas que antes le daba igual. Y sobre todo,cuando follamos no esta tan exigente como de normal.
Asmita parpadeó,intentando creer que no había comentando eso último.
—Perdona,¿qué?—preguntó Asmita deseando que no diera más detalles. A los segundos de formular la pregunta se percató de su temible error.
—Que de normal cuando follamos,aunque soy yo el que le da el asunto,Shion es bastante exigente y créeme que sabe bien lo que quiere.
Por el tono de voz que puso Mangildo y la sonrisa estúpida que no vio,sabía perfectamente en que estaba pensando en esos momentos. Se llevó las manos a la cara y suspiró. No quería pensar en esas cosas,solo quería despejar su mente de esas cosas. Se incorporó y se quedó sentado en el sillón.
—Demasiada información—cortó.
—Perdón—se disculpó Manigoldo—Es que,estoy bastante preocupado e inquieto—se rio— Tiene coña que seas tú el que esta pendiente de mí,cuando hoy vas a conocer al hermano de tu novio—comentó con una sonrisa burlona.
—Como ya te he dicho,estoy muy tranquilo por eso.
Y silencio se instaló en la habitación,cada cual pensando en sus cosas. Asmita pudo notar que Manigoldo estaba un poco más tranquilo. Al parecer decirle eso,aunque tampoco se había explayado mucho,le había servido para desahogarse y se sentía un poco mejor. Él por su parte,no podía parar de darle vueltas a lo esa tarde-noche. No estaba nervioso y el tema no le afectaba. Pero tenía una grandísima curiosidad de conocer al hermano de Aspros.
—Asmita—habló Manigoldo. Asmita miró en su dirección,esperando a que siguiera hablando sobre el tema de Shion—¿Hace mucho que no follas?
No,no se esperaba esa pregunta. Pero menos aun se imaginaba que le contestaría.
—Si,bastante.
—¡Lo sabía!—exclamó tan alegre y burlón como de normal—Es que se te nota un montón.
Asmita solo suspiró e intentó ignorarlo un poco. Menos mal que eran amigos,que sino lo mataba.