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El color del mar por OlivierCash

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Notas del capitulo:

Antes que nada recordar que la obra original fue escrita y dibujada por Masami Kurumada y el Lost Canvas por Shiori Teshirogi

El día continuaba siendo uno de esos días en los que amenaza con llover,pero de los de mucho amenazar y al final no llover. Esa mañana Asmita se había levantado pronto y sin comerlo ni beberlo,había acabado en el bar de una amiga de Degel. Ese día había salido de una equivocación que había tenido desde hacía tiempo con el nombre de la amiga de Degel,siempre le había sonado que se llamaba Seraphine,pero en verdad su nombre era Seraphina. Lo descubrió cuando Degel la llamó para pedirle la cuenta. Asmita no mencionó nada al respecto de su equivocación. Le preguntó a Degel la hora,aun le quedaba un rato para entrar a la panadería,por lo que ambos se quedaron en el bar hablando.

 

—¿Estas seguro que no llegarás tarde?—preguntó Degel por millonésima vez.

 

—Si,me he levantado más pronto de lo que me imaginaba y ahora me sobra mucho tiempo,pero como me lo sigas preguntarlo lo voy a desperdiciar por un bucle estúpido— contestó Asmita.

 

Degel volvió a mirar su móvil,Asmita noto que hacía ese movimiento mínimo cada cinco minutos y máximo cada siete,en ese caso había tardado seis minutos y medio.

 

— ¿Qué te pasa con el móvil?—cuestionó Asmita llamando la atención de Degel—¿Esperas que te llame Kardia?— preguntó seriamente.

 

Degel suspiró y se guardó el móvil en el bolsillo. Luego se froto un poco la cara,ya estaba algo más despierto que antes y llevaba un rato sin tomar ni un baso de café.

 

—Si,estoy preocupado por él—respondió algo molesto,Degel no era alguien que hablara sobre sus sentimientos y aun menos sobre sus preocupaciones.

 

—Estas deseando ir con él,sera lo mejor que podrías hacer por ti.

 

—Te lo he dicho antes,como vuelva a casa y despierte a Kardia,tendré que atarlo a la cama para que no haga nada estúpido,bueno,más estúpido de lo normal,si tuviera que atarlo a la cama cada vez que hace alguna estupidez,se la pasaría ahí.

 

Asmita simplemente asintió y decidió no llevarle más la contraría a Degel,estaba claro que se conocía la situación y sabía como llevarla,pero le daba pena verlo cayéndose de sueño y tan preocupado por Kardia..

 

—Escucha,yo en nada me voy a pasar como ocho horas fuera de mi casa, trabajando—comenzó Asmita— ¿Por qué no vas a mi casa a dormir un poco?

 

Degel se quedo ojiplatico ante esa proposición,no sabía que responderle y si respondía que si,se sentiría algo mal.

 

—No,no hace falta,en serio—dijo Degel,aunque en el fondo quería decir que si.

 

Asmita buscó en su bolsillo las llaves de su casa,una vez las encontró las colocó sobre la mesa y las arrastro hacía Degel,mientras lo hacía se escuchaba el tintineo del cascabel que llevaban sus llaves. Le había regalado ese llavero por el cascabel,el llavero era una chica joven que vestía una túnica y alada. En sus manos llevaba varias plantas y ahí era donde se encontraba el cascabel. A Selinsa ese llavero siempre le había parecido muy simpático.

 

—Mira,en cuanto te despiertes te pasas por la panadería y me devuelves las llaves y si no puedes,me llamas,que tengo unas de repuesto—insistió Asmita.

 

—Que no Asmita,te lo agradezco mucho...pero no.

 

Asmita agarró la mano de Degel y le colocó las llaves en la mano,antes de que Degel pudiera quejarse se levantó,se despidió y sin mas,se fue. Dejando a Degel con la palabra en la boca. Este volvió a suspirar y miró las llaves que tenía en la mano y bueno,ya que las tenía y Asmita prácticamente le había obligado,decidió hacerle caso. Así que se levanto,se despidió de Seraphina y se fue a la casa de Asmita a dormir un poco.

 

Por su parte,Asmita salió a la calle y caminó hacía la panadería. Caminó con tranquilidad y calma para llegar a su hora. Todavía no llovía,pero ahora soplaba más aire que antes,por lo que el largo pelo de Asmita se movía sin cesar y le molestaba un poco cuando le daba en la cara,por lo que se lo tenía que estar apartando todo el rato. El próximo día que hiciera viento se recogería el pelo.

 

Mientras Asmita seguía de camino hacia la panadería,no muy lejos de ahí un hombre iba caminando tranquilamente paseando a su perra como todas las mañanas. La perra llamada Meb estaba un poco inquieta ese día y a nada raro que encontraba se paraba a inspeccionarlo. El hombre no sabía que le pasaba ese día a su perra,de normal era curiosa,pero no tanto. Si hubiera sido una perra pequeña no le habría importado tanto,pero Meb no era precisamente de una raza de perros pequeños y a veces tenía más fuerza que él. No quería que se le escapara.

 

El hombre siguió caminando por la estrecha calle por la que iba caminando,desde donde estaba podía ver como la calle finalizaba en el paseo marítimo. Ambos continuaron caminando tranquilamente,hasta que unos metros antes de llegar al paseo marítimo Meb se volvió a inquietar y caminó más aprisa,casi tirando al hombre. El cual consiguió hacer fuerza para que frenara. Y tuvo suerte al hacerlo,porque en ese momento Asmita estaba a punto de pasar y si el hombre no hubiera detenido a Meb,esta seguramente se le habría lanzado.

 

Asmita se había quedado parado al notar algo raro,pero no pasó nada y solamente escuchaba el sonido de un perro. El otro hombre por su parte pensó que Asmita se había asustado porque habría pensado que Meb se le iba a la lanzar.

 

—Perdone,hoy esta un poco alterada—se disculpó el hombre.

 

Esa voz le resultó algo familiar a Asmita,pero no lograba caer en quien era y por la forma en la que se había referido a él,no lo conocía. Probablemente sería alguien con el que se habría cruzado en algún momento y su voz se le habría quedado.

 

—Ah,no se preocupe— dijo Asmita—Aunque,¿de qué se esta disculpando exactamente?

 

—Em...pensaba que mi perra le había asustado—aclaró el hombre.

 

Meb se acercó a Asmita y lo olisqueó un poco. Este la notó y se agachó un poco para acariciarla,por lo que Meb se sintió complacida.

 

—Ni me había dado cuenta la verdad—comentó Asmita mientras seguía acariciando a Meb— Es muy suave.

 

—Ah bueno,en ese caso me alegra que no le asustara—el hombre se quedó mirando un poco a Asmita— Si,aunque a veces suelta demasiado pelo,le recomiendo que luego se sacuda un poco,a mi me deja la ropa perdida de pelos.

 

Por el sonido que emitió,a Meb no pareció hacerle mucha gracia el comentario. Pero como Asmita la estaba contemplando,no se quejó demasiado.

 

—Bueno,he de irme,adiós—se despidió Asmita.

 

—Adiós...

 

Asmita se incorporó y se marchó hacía su trabajo y por su lado,el hombre acarició a Meb y siguió con su paseo matutino por el paseo marítimo en la dirección contraría a la que había tomado Asmita para ir a la panadería. Hasta que inesperadamente,se topó de frente con su hermano mayor. El cual en ese momento estaba hablando por teléfono y le indicó con la mano que esperara un momento.

 

Dijo unas últimas palabras y se despidió de la persona con la que hablaba por teléfono. Aspros miró a su hermano gemelo,Defteros, un poco molesto,la conversación no le había hecho mucho gracia. Lo saludó y después acarició a Meb. Aspros pensó que ese día estaba de buen humor,a veces cuando intentaba acariciarla,ella intentaba morderle,nunca comprendería a esa perra y realmente,nunca sería algo que le importara.

 

— Veo que estas en tu paseo matutino diario—comentó Aspros.

 

—Si,ya sabes,lo de siempre— dijo Defteros— Y tú ¿qué haces por aquí a estas horas?—preguntó con curiosidad.

 

—Pues,como hacía días que no veía a Sísifo,me he pasado por su casa para saludarlo y ver que tal estaba. Y ya que había ido a ver a uno,pues ahora iba a ir a ver a Hasgard— explicó Aspros— También quería aprovechar para ver a mi prometido—confesó.

 

—Recuerdo que me comentaste que trabajaba donde Hasgard,pero como yo si me paso,solo voy por las tardes nunca he coincidido con el.

 

—No te preocupes,ya te lo presentaré como Dios manda un día de estos.

 

En verdad Aspros si tenía ganas de presentarle a Asmita,solo que esos días su agenda estaba un poco ocupada y no había tenido tiempo.

 

—Si,a ver,que a este paso no lo voy a conocer hasta el día de la boda—comentó Defteros mostrándose falsamente ofendido y sonriente.

 

—En serio,te lo presentaré,te lo prometo—insistió Aspros.

 

Defteros asintió contento y le dejó de insistir en el tema.

 

—Bueno,supongo que entonces te dejo que vayas a verlo—dijo dispuesto a seguir con su paseo,pero fue interrumpido por su hermano.

 

—No,si al final me acaban de llamar y me tengo que encargar de unas cosas,así que iré a verlo otro día.

 

Defteros asintió y escucho las quejas de su hermano sobre el ser Gobernador de la isla y que no lo dejaban nunca en paz. A veces Defteros pensaba que a Aspros le saldría mejor grabar sus quejas y luego darle al play para que las escuchara,siempre eran las mismas y ya se las sabía de memoria. En esos momentos desconectaba hasta el momento en que su hermano cambiaba de tema y por la cara que tenía Meb en ese momento y por como se había tumbado en el suelo,Defteros sospechaba que ella también hacía lo mismo.

 

—Por cierto,¿te quedan algunos cachorros o los has regalado todos?—preguntó Aspros cambiando de tema. Le echó un ojo a Meb al comentar eso.

 

—Me quedan todavía dos,se los dejé unos días a un amigo que esta pensando seriamente en quedarse uno. Así que le dije que se los quedara unos días para ver si picaba y me podía quitar alguno—explicó Defteros.

 

—Pues guardame uno,que Sísifo quiere uno.

 

—Vale,me viene perfecto—dijo Defeteros.

 

Si bien Defteros disfrutaba de la compañía de Meb,el día en el que se dio cuenta que el ladrón del puerto se la había llevado durante una noche y al volver estaba con sorpresa,aunque no se dio cuenta hasta unos días más tarde,no se sintió muy ilusionado. Si,le tenía cariño a Meb,pero el tener a los cachorros no era algo que le hiciera gracia y sinceramente,no los podía tener en casa. Por ello tras el incidente le pidió ayuda a los del puerto,por fortuna estos no dudaron en echarle una mano y ya veía como al final se había podido quitar a todos los cachorros.

Ojala pillaran al ladrón,quería cruzar unas palabras con él y algún que otro puñetazo. Por desgracia se imaginaba quien era el culpable,así que sabía ya de antemano que se quedaría con las ganas.

 

Volviendo a la realidad Defteros notó que su hermano había estado hablando sobre sus líos como Gobernador y que lo mejor sería irse ya.

 

—Bueno,así que me voy ya—dijo Aspros dándole una última caricia a Meb en la cabeza—Ya hablaremos luego hermano y sobre lo de mi prometido,hablaré con él para ir a cenar algún día y así os presento—hizo una pausa— Bueno,ahora ya si que si,adiós.

 

Defteros se despidió también. Aspros se metió por una de las bocacalles y fue directo hacía su coche para ir al Ayuntamiento. Por su parte Defteros siguió con su paseo mañanero.

 

La puerta de la panadería de Hasgard se abrió,así las campanillas de la puerta comenzaron a tintinear. Hasgard miró hacia la puerto y pudo ver a Asmita entrando.

 

— Bueno días— saludó un poco desganado.

 

—Buenos días—saludó también Asmita—¿Estas bien? Me ha parecido por tu voz que estas sin ánimos.

 

Hasgard se encogió de hombros sin más. Por su parte Asmita fue a cambiarse y prepararse para su trabajo. Entre los dos hicieron lo mismo que todos los días,con la diferencia de que lo hacía en silencio.

 

—¿Estas bien?—volvió a preguntar Asmita.

 

—Si,solo estoy cansado—respondió Hasgarg.

 

Ambos siguieron a lo suyo hasta que dejaron todo listo,ahora solo restaba que comenzaran a llegar los clientes,pero al ser tan pronto lo más seguro era que tardarían como media hora. Asmita estaba junto a Hasgard tras el mostrador,esperando hacer algo.

 

—¿Por lo de ayer?—pregunto Asmita de nuevo,intentando romper el silencio.

Hasgard asintió y fue hacia el horno para sacar las barras de pan que había dentro,la panadería se lleno del olor del pan recién hecho. Luego los fue colocando poco a poco en sus respectivos lugares,dependiendo del tipo de pan que eran. En eso recordó que Asmita no podía ver y que no se habría enterado de su respuesta.

 

—Si,por lo de ayer,acabé realmente agotado,llegué tardísimo.—contestó,esta vez si,en voz alta— Y bueno,cuando llegué me puse a hacer cosas para la panadería,estar un rato con los chavales,¡vamos!,que ayer no paré.— aunque estuviera cansado,poco a poco parecía volver a su estado parlanchin habitual—Y hoy ya he tenido suerte de que no me ha tocado volver a visitar pueblos,que no es sea algo que me disguste,que la gente es muy maja y vamos,me trataron muy bien—suspiró—Pero eso no quiere decir que no fuera una paliza y además con la que cayó,ni te imaginas.

 

Asmita solo podía asentir a lo que Hasgard le contaba,por una parte se alegraba de que volviera a soltarse la lengua y por otra,le cargaba un poco que se la soltase tanto.

 

—¿Vas a tener que volver a hacerlo?—cuestionó Asmita.

 

—Pues por lo que me comentó Aspros,como los barcos sigan sin salir o llegar,es probable—respondió sin mucha alegría— Así que a ver si mejora de una vez el tiempo.

 

—Seguramente en unos días se pase la tormenta y volvamos a estar unos meses sin ver llover.

 

—Pues fijo,como todos los años.

 

En cuanto se dieron cuenta de que el tema de su conversación era el tiempo,ambos se quedaron mirando y decidieron que lo mejor era ponerse a hacer algo últil,lo que fuera.

 

—¿Y que tal te fue ayer?—preguntó Hasgard por hablar de algo.

 

—A bien— respondió Asmita sin dar más detalles—Oye,si te ves muy cansado,vete que ya me encargo yo—le propuso.

 

—No te preocupes,en cuando estén aquí Dohko y los chavales,me iré a descansar un rato.

 

Asmita asintió y siguió con lo que estaba. Hasgard se puso también a lo suyo,pero escuchó algo y alzó la vista hacía la puerta de cristal.

 

—¡Oh! ¡Al fin llueve! —dijo Hasgard.

 

—Ya era hora,llevaba mucho rato amenazando.

 


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